Nutrición durante el tratamiento del cáncer
¿Qué es la nutrición?
La nutrición es el consumo de alimentos sólidos y líquidos, y el uso que hace el cuerpo de esos alimentos. Una buena nutrición es importante para tener una salud óptima. Una alimentación o dieta saludable incluye una variedad de alimentos sólidos y líquidos que contienen los nutrientes (vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos, grasas y agua) que el cuerpo necesita.
La alimentación recomendada para las personas con cáncer a veces no coincide con lo que se considera saludable
Las personas con cáncer a menudo necesitan una alimentación que se aleja de lo que consideramos saludable. Para la mayoría de las personas, una alimentación saludable incluye muchos cereales integrales, frutas, verduras y hortalizas; cantidades moderadas de proteínas; y poca cantidad de azúcar, bebidas alcohólicas, sal y grasas no saludables.
Sin embargo, si tiene cáncer, quizás necesite consumir proteínas y calorías adicionales. Para lograr esto, tal vez deba comer más carne, pescado, huevos, productos lácteos, grasas y proteínas de origen vegetal que alguien que no tiene cáncer. Las proteínas y calorías adicionales le ayudarán a mantenerse fuerte para afrontar los efectos secundarios del tratamiento, prevenir la desnutrición y lograr una mejor calidad de vida (en la medida de lo posible).
Consultar con un nutricionista (dietista) puede ser útil para asegurarse de que consume la cantidad correcta de proteínas y calorías durante el tratamiento del cáncer y después de este. El nutricionista trabajará con usted, su familia y el resto del equipo médico con el fin de orientar y dirigir su alimentación.
Consulte el buscador en inglés de profesionales autorizados de la Academia de Nutrición y Dietética de los Estados Unidos para encontrar un nutricionista; si desea un profesional que hable español, tiene la opción de filtrar la búsqueda por idioma.
Planifique su alimentación antes del tratamiento del cáncer
Durante el tratamiento, es posible que sienta cansancio y malestar, por lo que quizás le sea difícil ir a comprar los alimentos, cocinarlos y comerlos. Planificar con anterioridad lo que va a comer, facilitará su alimentación durante el tratamiento.
Para planificar las comidas y las meriendas (refrigerios) antes del tratamiento siga los consejos que se indican a continuación.
Consejos para la compra de alimentos:
- Llene el refrigerador, la despensa y el congelador con alimentos saludables, en especial aquellos ricos en proteínas y calorías.
- Tenga disponibles alimentos que necesiten poca o ninguna cocción, como los alimentos congelados.
- Haga la compra en línea y guarde una copia de la lista para que sea más fácil volver a pedirlos.
- Compre en supermercados que ofrezcan los servicios de entrega a domicilio y compras desde casa.
Consejos sobre la preparación de las comidas:
- Tenga siempre disponible bocadillos fáciles de digerir para cuando no se sienta bien, por ejemplo, pretzels y galletas saladas.
- Cocine los alimentos por adelantado, guárdelos en porciones del tamaño de una comida y congélelos.
Consejos sobre la ayuda de otras personas:
- Pida a sus amigos o familiares que le ayuden con la compra de los alimentos y la preparación de estos durante el tratamiento.
- Si le ofrecen ayuda para ir a comprar los alimentos, acéptela.
- Cree una lista y compártala con sus amigos y familiares.
Efectos del tratamiento del cáncer en la nutrición
El cáncer y su tratamiento a veces causan efectos secundarios que afectan el gusto, el olfato, el apetito y la capacidad de comer lo suficiente o absorber los nutrientes de los alimentos, lo que causa desnutrición o malnutrición.
Es posible que ciertos tipos de cáncer provoquen más problemas para comer, como los cánceres que afectan el aparato digestivo. Estos incluyen los cánceres de cabeza y cuello, esófago, estómago, páncreas, hígado o colon. Sin embargo, con cualquier tipo de cáncer se pueden presentar dificultades para alimentarse bien por los efectos del tratamiento de la enfermedad.
Cuando no se controla la desnutrición en estas personas, suele producirse caquexia por cáncer. La caquexia por cáncer es un síndrome de deterioro progresivo que causa debilidad, fatiga y pérdida de músculo y grasa; y es posible que se presente incluso si se alimenta bien.
Para obtener más información, consulte Cambios en el peso y desnutrición por cáncer y Caquexia por cáncer.
Quimioterapia y problemas de alimentación
En la quimioterapia, se usan medicamentos para interrumpir la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al impedir su multiplicación. Sin embargo, estos medicamentos también pueden destruir las células sanas que se forman y se multiplican rápido, como las células de la boca y el tubo digestivo. Esto causa problemas alimenticios y otros efectos secundarios, como los siguientes:
- Falta de apetito.
- Náuseas y vómitos.
- Estreñimiento.
- Diarrea.
- Boca seca.
- Llagas (úlceras) en la boca o la garganta.
- Cambios en el sentido del gusto (los alimentos se perciben con un sabor diferente).
- Dificultad para tragar.
- Sensación de llenura o plenitud después de comer una cantidad pequeña de alimentos (saciedad precoz).
Si recibe quimioterapia, es posible que tenga un riesgo alto de infecciones, incluso de aquellas que se transmiten por los alimentos (enfermedades de origen alimentario). Esto se debe a que la quimioterapia reduce el número de glóbulos blancos, que combaten las infecciones. Es importante que usted y sus cuidadores aprendan a preparar los alimentos de forma segura y a evitar aquellos que producen infecciones.
Para obtener más información, consulte Quimioterapia para tratar el cáncer.
Terapia hormonal y problemas de alimentación
La terapia hormonal se usa para retrasar o detener el crecimiento de cánceres que dependen de hormonas para su desarrollo, como los cánceres de mama, ovario y próstata. La terapia hormonal agrega, bloquea o elimina estas hormonas. Los medicamentos que se usan en este tratamiento pueden causar aumento de peso y otros efectos secundarios, como los siguientes:
- Retención de líquidos (edema).
- Náuseas y vómitos.
- Hiperglucemia (exceso de azúcar en la sangre).
- Fatiga o cansancio.
Para obtener más información, consulte Terapia hormonal para tratar el cáncer.
Inmunoterapia y problemas de alimentación
La inmunoterapia usa el sistema inmunitario para combatir el cáncer. Los efectos secundarios de la inmunoterapia son diferentes en cada persona y dependen del tipo de medicamento que se use.
Es posible que la inmunoterapia cause fatiga, lo que a veces provoca falta de apetito. Para obtener más información, consulte La fatiga y el cáncer.
La inmunoterapia causa los siguientes efectos secundarios relacionados con la nutrición:
- Fiebre.
- Náuseas y vómitos.
- Diarrea.
Para obtener más información, consulte Inmunoterapia para tratar el cáncer.
Radioterapia y problemas de alimentación
La radioterapia destruye las células cancerosas y las células sanas del área que se está tratando.
La radioterapia dirigida a cualquier parte del aparato digestivo tiene efectos secundarios que causan problemas de alimentación. La mayoría de los efectos secundarios empiezan de 2 a 3 semanas a partir del inicio de la radioterapia y desaparecen pocas semanas después de su finalización. Pero algunos duran meses o años tras terminar el tratamiento. Para obtener más información, consulte Efectos secundarios tardíos del tratamiento de cáncer.
La fatiga, que en ocasiones produce falta de apetito, es un efecto secundario común de la radioterapia. Para obtener más información, consulte La fatiga y el cáncer.
La radioterapia dirigida al encéfalo o a la cabeza y cuello causa los siguientes efectos secundarios:
- Falta de apetito.
- Náuseas y vómitos.
- Boca seca o saliva espesa.
- Dolor en la boca y las encías.
- Cambios en el sentido del gusto (los alimentos se perciben con un sabor diferente).
- Dificultad para tragar.
- Dolor al tragar.
- Incapacidad de abrir la boca por completo.
La radioterapia dirigida al tórax causa los siguientes efectos secundarios:
- Falta de apetito.
- Náuseas y vómitos.
- Dificultad para tragar.
- Dolor al tragar.
- Sensación de ahogo o dificultad para respirar debido a cambios en la parte superior del esófago.
La radioterapia dirigida al abdomen, la pelvis o el recto causa los siguientes efectos secundarios:
- Náuseas y vómitos.
- Obstrucción intestinal.
- Inflamación del colon.
- Diarrea.
- Enteritis por radiación.
Para obtener más información, consulte Radioterapia para tratar el cáncer.
Trasplante de células madre y problemas de alimentación
Las personas que se someten a un trasplante de células madre tienen necesidades nutricionales especiales. Los medicamentos que se usan antes o durante un trasplante de células madre causan efectos secundarios que impiden que usted continúe con su alimentación y digestión habitual.
El trasplante de células madre causa los siguientes efectos secundarios relacionados con la nutrición:
- Llagas en la boca y la garganta.
- Diarrea.
Si se somete a un trasplante de células madre, es posible que tenga un riesgo alto de infecciones, incluso de aquellas que se transmiten por los alimentos (enfermedades de origen alimentario). Esto se debe a que el tratamiento que se administra antes del trasplante reduce el número de glóbulos blancos, que combaten las infecciones. Es importante que usted y sus cuidadores aprendan a preparar los alimentos de forma segura y a evitar aquellos que producen infecciones.
Después de un trasplante de células madre, también hay un riesgo de enfermedad de injerto contra huésped (EICH) aguda o crónica. La EICH puede afectar el tubo digestivo, la piel o el hígado y cambiar su capacidad de comer o de absorber nutrientes de los alimentos.
Para obtener más información, consulte Trasplantes de células madre en el tratamiento del cáncer.
Cirugía y problemas de alimentación
A menudo, la cirugía forma parte del tratamiento del cáncer. Aquellas en las que se extirpa un órgano o parte de este afectan la capacidad para comer y digerir los alimentos. Después de cualquier cirugía, el cuerpo necesita energía y nutrientes adicionales para cicatrizar las heridas, combatir las infecciones y lograr la recuperación. Si está desnutrido antes de la cirugía, es posible que tenga problemas para sanar.
Con frecuencia, la cirugía causa los siguientes efectos secundarios:
- Falta de apetito.
- Dificultad para masticar.
- Dificultad para tragar.
- Sensación de llenura después de comer una cantidad pequeña de alimentos, también conocida como saciedad precoz.
Para obtener más información, consulte Cirugía para tratar el cáncer.
Terapia dirigida y problemas de alimentación
La terapia dirigida es un tipo de tratamiento del cáncer que actúa sobre las proteínas que controlan la forma en que las células cancerosas se multiplican, se dividen y se diseminan. Es posible que este tratamiento afecte el funcionamiento normal del aparato digestivo y cause los siguientes efectos secundarios:
- Estreñimiento.
- Diarrea.
- Náuseas y vómitos.
- Dolor abdominal.
A veces se presentan otros problemas, como cambios en el gusto, además de boca seca o adolorida. Para obtener más información, consulte Terapia dirigida para tratar el cáncer.
Seguridad alimentaria durante el tratamiento del cáncer
Algunos tratamientos del cáncer debilitan el sistema inmunitario, lo que hace que para el cuerpo sea difícil combatir infecciones, incluso las enfermedades de origen alimentario. Por lo tanto, debe tener especial cuidado con la forma en que manipula y prepara los alimentos durante el tratamiento del cáncer. Mantenga los alimentos a temperaturas seguras; lave muy bien las verduras, hortalizas y frutas crudas (enjuáguelas con agua y frótelas con suavidad); y designe ciertos utensilios, platos y tablas de picar para carnes y otros diferentes para frutas y verduras frescas. Para obtener más información sobre seguridad alimentaria, consulte Personas en riesgo: personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Obtenga más información sobre el riesgo de infección durante el tratamiento del cáncer.
Evaluaciones nutricionales durante el tratamiento del cáncer
Si tiene problemas para comer y mantener su peso, quizás un miembro de los equipos de enfermería, médico o nutricional le haga una serie de preguntas para saber si usted presenta o está en riesgo de desnutrición.
Tal vez las preguntas estén relacionadas con los siguientes aspectos nutricionales:
- Cambios en el peso.
- Diferencias en la cantidad de alimentos que consume.
- Cambios en los tipos de comida que consume.
- Problemas alimentarios, como náuseas o vómitos.
- Su capacidad para caminar o hacer otras actividades diarias.
Si está en riesgo de malnutrición o desnutrición, el médico le remitirá a un nutricionista. Este profesional puede hacer una evaluación que incluya los siguientes componentes:
- Antecedentes alimentarios y nutricionales.
- Antecedentes de medicamentos.
- Antecedentes personales, médicos, familiares y sociales.
- Estatura y peso.
- Pruebas de laboratorio.
- Efectos secundarios del tratamiento.
- Examen físico.
A partir de esta información, se creará un plan de atención nutricional, que incluye estrategias para que usted y su familia mejoren su alimentación, y que además aborde los problemas nutricionales que presenta.
Formas de controlar los problemas nutricionales que causa el tratamiento del cáncer
Cuando los efectos secundarios del cáncer o el tratamiento de esta enfermedad afectan su alimentación, hay formas de ayudarle a obtener los nutrientes que necesita.
Formas de controlar la falta de apetito, pérdida de peso y saciedad precoz
Los siguientes consejos quizás le resulten útiles si presenta falta de apetito, pérdida de peso o saciedad precoz:
- Consuma alimentos con alto contenido de proteínas y calorías.
- Coma primero los alimentos ricos en proteínas.
- Añada proteínas y calorías adicionales a los alimentos.
- Beba la mayoría de los líquidos entre una comida y otra, no durante las comidas. Puede tomar sorbos pequeños cuando come.
- Beba malteadas, batidos, licuados de frutas (smoothies), jugos o sopas si no le apetece consumir alimentos sólidos.
- Coma alimentos que tengan un olor agradable.
- Pruebe alimentos y recetas nuevas.
- Prepare en una licuadora bebidas ricas en calorías y proteínas.
- Intente tomar suplementos nutricionales, como Ensure o Boost.
- Trate de consumir comidas pequeñas o meriendas de 5 a 6 veces al día.
- Consuma la comida más abundante cuando tenga más apetito, sin importar si es durante el desayuno, el almuerzo o la cena.
- Prepare y almacene cantidades pequeñas de sus alimentos favoritos para tenerlos disponibles cuando sienta hambre.
- Encuentre una actividad física que disfrute y que pueda hacer con regularidad para aumentar el apetito.
Si continúa teniendo problemas para comer y mantener su peso, puede analizar otras opciones de apoyo nutricional con el equipo de tratamiento. Estas opciones a veces incluyen la nutrición enteral (por sonda) o la nutrición parenteral (por vena).
También puede tomar medicamentos que aumenten el apetito. Para obtener más información, consulte Cambios en el peso y desnutrición por cáncer.
Formas de controlar las náuseas y vómitos
Las náuseas son una sensación de malestar en el estómago que se presenta con ganas de vomitar, mientras que los vómitos son la acción de vomitar o expulsar el contenido del estómago, que también se conoce como emesis. Las náuseas y los vómitos son efectos secundarios comunes de los tratamientos del cáncer, como la quimioterapia y la radioterapia. Pero hay medicamentos que a menudo previenen o alivian las náuseas y los vómitos antes de que comiencen o se conviertan en un problema.
El vómito a veces causa deshidratación y pérdida de muchos electrólitos. Los electrólitos son minerales, como el potasio, el sodio y el calcio, que ayudan a equilibrar los líquidos corporales y a mantener el funcionamiento del corazón, los nervios y los músculos. Hable con el nutricionista sobre las bebidas que ayudan a prevenir la deshidratación y la cantidad que debe consumir.
Para obtener más información, consulte Náuseas y vómitos relacionados con el tratamiento del cáncer.
Formas de controlar la boca seca
La boca seca o xerostomía ocurre cuando uno tiene menos saliva que la normal. Esto hace que sea difícil hablar, masticar y tragar la comida. La boca seca a veces también cambia el sabor de los alimentos.
La quimioterapia y la radioterapia en el área de la cabeza o el cuello en ocasiones dañan las glándulas que producen la saliva. La inmunoterapia y algunos medicamentos también causan sequedad en la boca.
Se aconseja lo siguiente, si tiene boca seca:
- Humedezca los alimentos con salsas líquidas o cremosas, gravy, o aderezos para ensaladas.
- Coma alimentos que sean fáciles de tragar.
- Consuma alimentos y bebidas que sean muy dulces o ácidos como limonada, para estimular la producción de saliva.
- Mastique chicle (goma de mascar) sin azúcar o chupe caramelos duros sin azúcar, helados de agua o trozos de hielo.
- Tome sorbos de agua durante el día.
- Beba 8 o más vasos de agua al día.
- Haga enjuagues bucales con bebidas carbonatadas para eliminar la saliva seca o espesa.
- Conserve los labios humectados con un protector o bálsamo labial.
- Use hilo dental todos los días.
- Pregunte al médico sobre enjuagues bucales especiales para la boca seca.
- Evite hacer lo siguiente:
- Consumir productos de tabaco.
- Inhalar humo de segunda mano.
- Usar cigarrillos electrónicos.
- Tomar cualquier tipo de bebida alcohólica.
- Consumir alimentos que lastimen la boca, como los que son picantes, ácidos, salados, duros o crujientes.
Hable con su médico u odontólogo sobre el uso de saliva artificial o un producto similar para cubrir, proteger y humedecer la boca y la garganta.
Obtenga información sobre los problemas de boca y garganta causados por los tratamientos del cáncer.
Formas de controlar las llagas bucales
Los tratamientos del cáncer pueden dañar las células de crecimiento rápido de la boca. La radioterapia dirigida a la cabeza o el cuello, la quimioterapia y la inmunoterapia a veces causan llagas bucales (pequeños cortes o úlceras en la boca) y sensibilidad en las encías. Los problemas dentales o las infecciones orales, como la candidiasis bucal, también causan dolor en la boca. Consulte con el odontólogo al menos 2 semanas antes de comenzar la inmunoterapia, quimioterapia o radioterapia dirigida a la cabeza y el cuello.
Es muy probable que las molestias en la boca y las encías mejoren una vez que termine el tratamiento.
Se aconseja lo siguiente, si tiene llagas bucales:
- Consuma alimentos blandos y fáciles de masticar.
- Cocine los alimentos hasta que estén blandos y tiernos.
- Corte los alimentos en trozos pequeños.
- Use una licuadora o procesador de alimentos para que la comida quede cremosa.
- Chupe trozos de hielo para adormecer la boca y aliviar el malestar.
- Coma los alimentos fríos o a temperatura ambiente. Los alimentos calientes pueden lastimar la boca.
- Beba con pajilla (pitillo, popote o sorbete) para evitar que las bebidas pasen por las partes de la boca que le duelen.
- Use una cucharita para comer bocados pequeños que sean más fáciles de masticar.
- Revise la boca todos los días para identificar llagas, parches blancos o áreas inflamadas y rojas.
- Enjuague la boca de 3 a 4 veces al día. Mezcle ¼ de cucharadita de bicarbonato de sodio, ⅛ de cucharadita de sal y 1 taza de agua tibia para usar como enjuague bucal.
- Hable con su médico sobre los medicamentos que adormecen la boca, lo que quizás le permita comer mejor.
- Evite consumir o usar lo siguiente:
- Cítricos, como naranjas, limones y limas.
- Comidas picantes.
- Tomates y salsa de tomate (kétchup).
- Alimentos salados.
- Verduras y hortalizas crudas.
- Alimentos cortantes y crocantes.
- Bebidas alcohólicas.
- Enjuagues bucales que contengan alcohol.
- Productos de tabaco.
- Cigarrillos electrónicos.
- Palillos (escarbadientes) u objetos afilados.
Formas de controlar el dolor de garganta y la dificultad para tragar
La quimioterapia y la radioterapia dirigidas a la cabeza y el cuello a veces causan inflamación y dolor en el tejido que reviste la garganta, un problema de salud que se conoce como esofagitis. Es posible que sienta como un nudo en la garganta, o ardor de pecho o garganta. Quizás tenga también problemas para tragar. Todo esto hace que sea difícil comer y causa pérdida de peso.
Algunos tipos de quimioterapia y radioterapia dirigida a la cabeza y el cuello dañan las células de crecimiento rápido, como las del tejido que reviste la garganta. El riesgo de presentar dolor de garganta, dificultad para tragar u otros problemas de garganta depende de los siguientes aspectos:
- La cantidad de radioterapia que recibe.
- Si recibe quimioterapia y radioterapia al mismo tiempo.
- Si consume tabaco o bebidas alcohólicas durante el tratamiento del cáncer.
Se aconseja lo siguiente, si tiene dolor de garganta o dificultad para tragar:
- Coma alimentos blandos que sean fáciles de masticar y tragar.
- Humedezca los alimentos con gravy, salsas, caldos o yogur.
- Cocine los alimentos hasta que estén blandos y tiernos.
- Corte los alimentos en trozos pequeños.
- Use una licuadora o procesador de alimentos para que la comida quede cremosa.
- Haga 5 o 6 comidas pequeñas al día en lugar de 3 grandes.
- Consuma alimentos y bebidas ricos en proteínas y calorías.
- Siéntese derecho e incline la cabeza un poco hacia adelante al beber o comer, y permanezca erguido por lo menos 30 minutos después de terminar las comidas.
- No use tabaco ni cigarrillos electrónicos.
- Evite alimentos y bebidas que puedan quemar o raspar la garganta, como los siguientes:
- Comidas y bebidas calientes.
- Comidas picantes.
- Alimentos y jugos ácidos, como los cítricos, la piña y los tomates.
- Alimentos cortantes o crocantes.
- Bebidas alcohólicas.
- Bebidas carbonatadas o gaseosas.
Hable con el médico sobre la alimentación enteral o por sonda si no come lo suficiente como para mantenerse fuerte.
Formas de controlar los cambios en el gusto y el olfato
El tratamiento del cáncer, los problemas dentales o el cáncer en sí a veces causan cambios en los sentidos del gusto y el olfato. Los alimentos quizás pierdan el sabor o algunos de ellos (como la carne) tengan un sabor amargo o metálico. A veces, las comidas que olían bien empiezan a oler distinto.
Aunque no hay una manera de prevenir estos problemas, sí existen estrategias para controlarlos. Además, a menudo estos problemas mejoran tras terminar el tratamiento.
Formas de controlar el sabor salado:
- Intente usar condimentos bajos en sodio o sin sodio, como los de la marca Mrs. Dash.
- Use hierbas, especias y condimentos en lugar de sal cuando cocine.
- Elija alimentos naturalmente dulces, como frutas frescas o deshidratadas.
- Evite comer en restaurantes o pedir comida para llevar porque a menudo las preparan con mucha sal.
- Hierva los alimentos, ya que esto reduce los sabores salados.
- Agregue una pizca de azúcar o miel a los alimentos.
Formas de controlar el sabor demasiado dulce:
- Coma más verduras y hortalizas.
- Agregue agua y hielo a los jugos dulces para diluirlos. Pruebe mezclar mitad jugo, mitad agua.
- Coma alimentos ácidos, como la toronja o pomelo.
- Añada una pizca de sal a los alimentos para neutralizar el sabor dulce.
- Agregue vinagre o cítricos a los alimentos para reducir el sabor dulce.
Formas de controlar la pérdida del gusto o el “mal” sabor de los alimentos:
- Elija frutas, verduras y hortalizas frescas.
- Pruebe alimentos con sabor frutal, agrio o salado.
- Marine las carnes durante la noche en el refrigerador para que tengan más sabor.
- Agregue vinagres, jugos de frutas frescas, queso, aderezo para ensaladas y salsas a los alimentos.
- Use hierbas frescas o secas, como albahaca, orégano, tomillo, romero, menta o salvia.
- Añada especias, como cebolla y ajo en polvo, pimentón, cúrcuma molida, jengibre molido o curry en polvo.
- Agregue condimentos o salsas, como mayonesa, salsa de pepinillo (relish), salsa de tomate (kétchup) o mostaza.
- Mastique los alimentos por más tiempo para permitir un mayor contacto con las papilas gustativas.
Formas de controlar los sabores amargos y metálicos:
- Use cubiertos de plástico, silicona, madera o bambú.
- Chupe o mastique caramelos, mentas o chicles sin azúcar.
- No compre alimentos envasados en recipientes metálicos, como los frijoles o porotos enlatados. Elija los que vienen en envases de cartón, vidrio o plástico.
- Evite beber de recipientes metálicos y usar cubiertos metálicos.
- Pruebe alimentos ricos en proteínas de origen vegetal, como el tofu, los frutos secos o los frijoles.
- Si la carne roja tiene un sabor metálico, coma pollo, pavo o productos lácteos.
- Busque recetas sin carne y con alto contenido de proteínas en los libros de cocina vegetarianos, chinos o indios.
- Consuma bebidas dulces o amargas, como jugos de cereza, arándano, piña o uva.
- Coma frutas frescas y deshidratadas, como mango, melocotones, sandía (patilla), dátiles o higos.
- Agregue a los alimentos una pizca de azúcar, miel o jarabe de arce para endulzarlos.
Formas de controlar los cambios en el olfato:
- Mantenga los alimentos tapados hasta que estén listos para comer.
- Beba de tazas con tapas y use una pajilla, (pitillo, popote o calimete, etc.).
- Encienda un ventilador de cocina cuando cocine, o cocine al aire libre si le molestan los olores.
- Evite los olores fuertes, como los de las coles (repollitos) de Bruselas o del pescado.
- Prepare o coma alimentos que no necesitan cocción, como los siguientes:
- Batidos de proteínas.
- Barras de proteínas.
- Batidos o licuados de fruta.
- Cereal con fruta y leche.
- Pudín.
- Parfaits con yogur griego.
- Sándwiches o emparedados.
Tipos de apoyo nutricional si no puede comer
A veces, a pesar de hacer un gran esfuerzo, quizás no pueda comer lo suficiente para mantenerse fuerte. Si esto sucede, es posible que el apoyo nutricional por sonda sea una buena opción. Esto es útil cuando uno no puede comer o digerir suficientes alimentos. Con una buena nutrición, aumentan las probabilidades de no tener que interrumpir de manera imprevista el tratamiento.
En el caso de que necesite apoyo nutricional, el médico o el nutricionista hablarán con usted.
Hay dos tipos de apoyo nutricional, la nutrición enteral (por sonda) y la parenteral (por vena).
Nutrición enteral
La nutrición enteral proporciona nutrientes líquidos a través de un tubo o sonda que se coloca en el estómago o el intestino delgado. Hay dos tipos de sondas de alimentación:
- Sonda nasogástrica. Esta sonda se introduce por la nariz y baja por la garganta hasta el estómago o el intestino delgado. Se usa cuando el apoyo nutricional es necesario solo por pocas semanas.
- Sonda de gastrostomía. Esta sonda se coloca en el estómago o se introduce una sonda de yeyunostomía en el intestino delgado a través de una abertura en la parte exterior del abdomen. Por lo general, se usan para administrar alimentación enteral a largo plazo o en las personas que no pueden usar una sonda en la nariz y la garganta.
El tipo de fórmula utilizada depende de sus necesidades nutricionales específicas. Hay fórmulas para las personas con afecciones de salud especiales, como diabetes, o con otras necesidades, como aquellas relacionadas con normas religiosas o culturales.
Algunas personas pueden seguir alimentándose por boca, aunque reciban nutrición enteral. Sin embargo, es importante que pregunte al médico si esto es seguro en su caso.
Nutrición parenteral
La nutrición parenteral se usa cuando no es posible alimentarse por boca ni por sonda. En la nutrición parenteral no se digieren los alimentos en el estómago ni en los intestinos. Los nutrientes se administran directo en la sangre a través de un catéter que se introduce en una vena. Estos nutrientes incluyen proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
Al igual que con la nutrición enteral, algunas personas pueden seguir alimentándose por boca, aunque reciban nutrición parenteral. Pregunte al médico si esto es seguro en su caso.
El catéter se coloca en una vena del tórax o en el brazo.
Catéter venoso central. Se inserta debajo de la piel y se dirige hacia una vena grande de la parte superior del tórax. Este tipo de catéter lo debe colocar un cirujano y se usa cuando la alimentación parenteral es necesaria a largo plazo.
Catéter venoso periférico. Se inserta en una vena del brazo, y lo debe colocar personal médico capacitado. Por lo general, este tipo de catéter se usa para administrar la alimentación parenteral a corto plazo, o cuando no se ha colocado un catéter venoso central.
Se harán revisiones frecuentes para determinar la presencia de infección o sangrado en el sitio donde se introdujo el catéter.
Terapia nutricional durante la etapa final de la vida
Si está cerca del final de la vida, el objetivo es proporcionarle la mejor calidad de vida posible y controlar los síntomas que le causen malestar. Los objetivos nutricionales serán específicos para usted.
Los síntomas comunes que se presentan al final de la vida son los siguientes:
La atención se centra en aliviar estos síntomas, en lugar de obtener suficientes nutrientes.
Usted y su familia podrán decidir cuánta nutrición y líquidos recibirá al final de la vida
Las personas en la etapa final de la vida a menudo no sienten mucha hambre y tal vez quieran muy poca comida. Los sorbos de agua, los trozos de hielo y el cuidado bucal pueden ayudar con la sed. En esta etapa, no se debe forzar a la persona a que coma ni beba, ya que hacer esto podría causarle molestias o asfixia.
Usted y sus seres queridos tienen derecho a tomar decisiones informadas. Sus preferencias religiosas y culturales pueden afectar sus decisiones. El equipo de atención médica y un nutricionista le explicará las necesidades nutricionales y los beneficios y riesgos del uso de la nutrición enteral (por sonda) o parenteral (por vena) durante la etapa final de la vida.
Los posibles beneficios del apoyo nutricional para las personas que se espera que vivan más de un mes son los siguientes:
- Mejor calidad de vida.
- Menor riesgo de muerte por desnutrición.
- Menos problemas físicos y mentales.
Los riesgos del apoyo nutricional durante la etapa final de la vida son los siguientes:
- Presencia de bacterias o toxinas en la sangre o los tejidos (también conocido como sepsis) por el uso de la nutrición parenteral.
- Inhalación accidental de alimentos o líquidos en los pulmones (también conocido como aspiración) por el uso de la nutrición enteral.
- Úlceras y ruptura de la piel cuando se coloca la sonda de alimentación enteral.
- Diarrea cuando se usa la nutrición enteral y parenteral.
- Problemas causados por el exceso de líquido en la sangre con el uso de la nutrición enteral y parenteral.
Para obtener más información sobre el apoyo nutricional y qué esperar durante los últimos días de vida, consulte Etapa final de la vida.