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Exámenes de detección de los cánceres de ovario, de trompa de Falopio y primario de peritoneo (PDQ®)–Versión para profesionales de salud

Aspectos generales

Nota: En esta sección, se resume la evidencia científica publicada sobre la detección de este tipo de cáncer. En el resto del sumario, se describe la evidencia con más detalle.

También están disponibles otros sumarios del PDQ relacionados con los exámenes de detección de los cánceres de ovario, de trompa de Falopio y primario de peritoneo:

Evidencia de ausencia de beneficio de los exámenes de detección para la mortalidad

Concentraciones del antígeno del cáncer 125 de umbral simple y ecografía transvaginal

Después de una mediana de seguimiento de 17 años, hay evidencia sólida que indica que usar exámenes de detección con el marcador sérico antígeno del cáncer 125 (CA-125; con umbral fijo de 35 u/ml para un resultado positivo) cada año durante 6 años y con ecografía transvaginal (ETV) durante 4 años para las mujeres de 55 a 74 años con riesgo promedio de contraer cáncer de ovario no produce una disminución de la mortalidad por este cáncer.

Magnitud del efecto: la tasa de mortalidad por cáncer de ovario fue de 4,4 defunciones por 10 000 años-persona en el grupo de intervención y de 3,8 defunciones por 10 000 años-persona en los grupos de atención habitual, respectivamente (cociente de tasas, 1,18; intervalo de confianza [IC] 95 %, 0,98–1,4).[1]

  • Diseño del estudio: evidencia obtenida en un ensayo controlado aleatorizado.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: en un ensayo se evaluó el efecto del cáncer de ovario en la mortalidad.
  • Validez externa: buena.

Exámenes de detección con ecografía transvaginal sola o exámenes de detección multimodales con concentraciones del antígeno del cáncer 125 y ecografía transvaginal evaluados mediante el Risk of Ovarian Cancer Algorithm

En el United Kingdom Collaborative Trial of Ovarian Cancer Screening (UKCTOCS), la detección con ecografía transvaginal (ETV) sola o la detección multimodal con concentraciones del antígeno del cáncer 125 (CA-125) y ecografía transvaginal evaluados mediante el Risk of Ovarian Cancer Algorithm (ROCA) no redujeron la mortalidad con ninguno de los abordajes según el criterio de valoración primario en mujeres sometidas a entre 7 y 11 exámenes durante una mediana de seguimiento de 16,3 años.[2]

Magnitud del efecto: la detección multimodal no conlleva una diferencia significativa en la mortalidad en comparación con la ausencia de exámenes de detección (cociente de riesgos instantáneos [CRI], 0,94 ; IC 95 %, 0,83 –1,08). La detección con ecografía sola tampoco conllevó una diferencia significativa en la mortalidad en comparación con la ausencia de exámenes de detección (CRI, 0,94; IC 95 %, 0,82–1,08).[2] Las complicaciones de los exámenes de detección fueron de menos del 1 % para las estrategias de detección con ETV sola y de modalidad múltiple.[3]

  • Diseño del estudio: evidencia obtenida en un ensayo controlado aleatorizado.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: en un ensayo se evaluó el efecto que este abordaje específico tiene en la mortalidad por cáncer de ovario.
  • Validez externa: buena, de acuerdo con datos de otros estudios en los que se evaluaron criterios de valoración complementarios.

Informe de los perjuicios

A partir de evidencia sólida, los exámenes de detección del cáncer de ovario producen resultados positivos falsos. Las mujeres sometidas a exámenes de detección tuvieron tasas más altas de ooforectomía y otras complicaciones menores, como desmayos y hematomas.

Magnitud del efecto:

  • De las mujeres sometidas a exámenes de detección, el 9,6 % recibieron resultados positivos falsos que condujeron a que el 6,2 % se sometieran a cirugía. La tasa de complicaciones quirúrgicas para todas las mujeres sometidas a exámenes de detección fue del 1,2 %.
  • Las tasas de ooforectomía fueron de 85,7 por 10 000 años-persona para las mujeres sometidas a exámenes de detección y de 64,2, por 10 000 años-persona para las mujeres que recibieron la atención habitual.
  • Se presentaron complicaciones leves causadas por los exámenes de detección: 58,3 casos por 10 000 mujeres sometidas a la prueba del CA-125 y 3,3 casos por 10 000 mujeres sometidas a ecografía transvaginal.
  • Diseño del estudio: evidencia obtenida de un ensayo controlado aleatorizado.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: no corresponde.
  • Validez externa: buena.

En el grupo de ETV sola del UKCTOCS, hubo 50 procedimientos quirúrgicos positivos falsos y en el grupo de detección multimodal hubo 14 operaciones positivas falsas por cada 10 000 exámenes de detección.[3]

En la población general, los exámenes de detección se dirigen a mujeres posmenopáusicas y las complicaciones más importantes se vinculan con la cirugía. Entre las mujeres más jóvenes, el grupo destinatario para la detección incluye a las portadoras de una mutación en BRCA1/2; es posible que una ooforectomía antes de los 45 años aumente la mortalidad secundaria por enfermedad cardiovascular. También es posible que la ooforectomía en mujeres más jóvenes reduzca el riesgo de cánceres de mama con receptor de estrógeno, que se presentan con mucha frecuencia entre las portadoras de mutaciones en BRCA2.

Bibliografía
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  2. Menon U, Gentry-Maharaj A, Burnell M, et al.: Ovarian cancer population screening and mortality after long-term follow-up in the UK Collaborative Trial of Ovarian Cancer Screening (UKCTOCS): a randomised controlled trial. Lancet 397 (10290): 2182-2193, 2021. [PUBMED Abstract]
  3. Jacobs IJ, Menon U, Ryan A, et al.: Ovarian cancer screening and mortality in the UK Collaborative Trial of Ovarian Cancer Screening (UKCTOCS): a randomised controlled trial. Lancet 387 (10022): 945-56, 2016. [PUBMED Abstract]

Incidencia y mortalidad

El cáncer de ovario es infrecuente; el riesgo de por vida de recibir un diagnóstico de cáncer de ovario es del 1,12 %.[1]

El carcinoma de ovario es la sexta causa principal de muerte por cáncer en las mujeres de los Estados Unidos y tiene la tasa más alta de mortalidad por todos los cánceres ginecológicos. El número estimado de casos nuevos de cáncer de ovario que se diagnosticarán en los Estados Unidos durante 2024 es de 19 680 y el número estimado de mujeres que morirán por esta enfermedad es de 12 740. Las tasas de incidencia de cáncer de ovario disminuyeron un 1 % a un 2 % por año desde la década de 1990 hasta mediados de la década de 2010, y después alrededor de un 3 % por año de 2015 a 2019. Las tasas de mortalidad por cáncer de ovario disminuyeron un 2,4 % por año de 2004 a 2021.[2] El pronóstico de supervivencia para el carcinoma de ovario depende en gran medida del estadio, que se relaciona estrechamente con el tipo histopatológico. Alrededor del 70 % de las mujeres con carcinoma de ovario tienen un carcinoma seroso de grado alto que se suele diagnosticar en estadio avanzado, lo que conduce a una supervivencia precaria.[3]

Bibliografía
  1. Surveillance Research Program, National Cancer Institute: SEER*Explorer: An interactive website for SEER cancer statistics. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Available online. Last accessed September 5, 2024.
  2. American Cancer Society: Cancer Facts and Figures 2024. American Cancer Society, 2024. Available online. Last accessed June 21, 2024.
  3. Koshiyama M, Matsumura N, Konishi I: Subtypes of Ovarian Cancer and Ovarian Cancer Screening. Diagnostics (Basel) 7 (1): , 2017. [PUBMED Abstract]

Tipos de cánceres de ovario, de trompa de Falopio y primario de peritoneo

El término cáncer de ovario abarca un grupo heterogéneo de tumores malignos de origen ovárico que surgen de células germinativas, tejido estromal o tejido epitelial del interior del ovario. Los cánceres epiteliales son el tipo más común de cáncer de ovario y se clasifican en cinco tipos principales: carcinomas serosos de grado alto, endometrioides, de células claras, mucinosos y serosos de grado bajo.[1] Los datos de revisiones patológicas detalladas de muestras obtenidas durante una cirugía para la reducción de riesgo en las portadoras de mutaciones en BRCA1/BRCA2 demostraron un precursor putativo del carcinoma seroso de grado alto en la fimbria de la trompa de Falopio (carcinoma intraepitelial tubárico seroso [CITS]); ello indica que muchos carcinomas de este grupo previamente clasificados como ováricos son, en realidad, tumores primarios tubáricos. Se han encontrado lesiones similares en mujeres que no son portadoras de mutaciones en BRCA1/2; sin embargo, la mayoría de los datos de este grupo están limitados por la presencia de carcinomas voluminosos simultáneos en toda la pelvis. Como el CITS no se encuentra en todos los casos de carcinoma seroso de grado alto, ello indica otros orígenes posibles de estos tumores. Se postula que muchos carcinomas endometrioides y de células claras surgen de la endometriosis, una lesión benigna que se produce por la implantación y la persistencia del endometrio menstrual exfoliado.

Los tumores malignos de células germinativas y del estroma, como los tumores de células de la granulosa, son raros y representan el 10 % o menos de los tumores malignos de ovario.[2]

Bibliografía
  1. Prat J: Ovarian carcinomas: five distinct diseases with different origins, genetic alterations, and clinicopathological features. Virchows Arch 460 (3): 237-49, 2012. [PUBMED Abstract]
  2. Cramer DW: The epidemiology of endometrial and ovarian cancer. Hematol Oncol Clin North Am 26 (1): 1-12, 2012. [PUBMED Abstract]

Factores de riesgo

Para una descripción completa de los factores relacionados con un aumento o disminución del riesgo de cáncer de ovario, consultar la sección Factores con pruebas suficientes de un aumento de riesgo de cánceres de ovario, de trompa de Falopio y primario de peritoneo en Prevención de los cánceres de ovario, de trompa de Falopio y primario de peritoneo. Varios síndromes de cáncer familiar, como el síndrome hereditario de mama-ovario BRCA1 y BRCA2, y el síndrome de Lynch, se relacionan con un aumento marcado del riesgo de cáncer de ovario.[1,2] Para obtener más información en inglés acerca de estos síndromes y otros factores de riesgo genético de cáncer de ovario, consultar la sección Autosomal Dominant Inheritance of Breast and Gynecologic Cancer Predisposition en Genetics of Breast and Gynecologic Cancers.

Bibliografía
  1. Hunn J, Rodriguez GC: Ovarian cancer: etiology, risk factors, and epidemiology. Clin Obstet Gynecol 55 (1): 3-23, 2012. [PUBMED Abstract]
  2. Cramer DW: The epidemiology of endometrial and ovarian cancer. Hematol Oncol Clin North Am 26 (1): 1-12, 2012. [PUBMED Abstract]

Evidencia de la ausencia de beneficio de diferentes modalidades de exámenes de detección para la mortalidad

El cáncer de ovario se presenta a menudo con síntomas persistentes, pero imprecisos, que suelen aparecer después de que el cáncer metastatizó. Algunos investigadores propusieron el uso de índices de síntomas como método de detección del cáncer de ovario.[1,2] Debido a que esto no es, por definición, detección asintomática no se considera con más detalle en este sumario.

El examen ginecológico suele incluir un examen pélvico manual, pero por lo común se considera que este procedimiento carece de sensibilidad para detectar la enfermedad en estadio temprano.[3,4] No hay evidencia del beneficio de este examen para la detección temprana y la disminución de la mortalidad por cáncer de ovario y ya no se utiliza.

Otros exámenes de detección son la ecografía transvaginal (ETV) y la concentración sérica del antígeno del cáncer 125 (CA-125). Con frecuencia, estos se realizan en combinación. Se están estableciendo varios biomarcadores con posible aplicación para la detección del cáncer de ovario, pero todavía no se ha validado o evaluado su eficacia para la detección temprana y la reducción de la mortalidad.

En un comunicado de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) sobre la seguridad de los medicamentos emitido en septiembre de 2016, se recomienda no utilizar los exámenes de detección que se ofrecen actualmente para el cáncer de ovario en ninguna población de mujeres. Esta recomendación se debe a que es posible que las mujeres asintomáticas con riesgo alto que reciben un resultado negativo falso de un examen de detección difieran los tratamientos preventivos eficaces.

United Kingdom Collaborative Trial of Ovarian Cancer Screening

Se propuso la ecografía transvaginal (ETV) (o sonograma transvaginal [STV]) como método de detección del cáncer de ovario por su capacidad de medir con precisión una masa ovárica y detectar masas pequeñas.[5]

En el United Kingdom Collaborative Trial of Ovarian Cancer Screening (UKCTOCS), se compararon los desenlaces de 50 623 mujeres posmenopáusicas de 50 a 74 años asignadas al azar a someterse a exámenes de detección anuales con ETV sola durante 7 a 11 ciclos y de 50 625 sometidas a detección multimodal con pruebas del CA-125 y ETV (ver más abajo) con los desenlaces de 101 299 mujeres que no se sometieron a exámenes de detección y que sirvieron como grupo de comparación. Las participantes provenían de 13 centros de estudio de todo el Reino Unido y se inscribieron de 2001 a 2005. Después de iniciado el ensayo, pero antes del análisis, se corrigió dos veces el protocolo: 1) se amplió el alcance del estudio para que tuviera más potencia, y 2) se liberalizaron los criterios para la derivación al grupo de detección multimodal con el fin de aumentar el porcentaje de exámenes de detección con resultado positivo.[6] Debido a que el número de episodios fue más bajo que el anticipado en la fecha de censura, los autores extendieron el periodo de seguimiento. No se implementaron ajustes para considerar los datos analizados en 2015, pero los autores admitieron que los valores de P no se ajustaron por multiplicidad. Además, los autores cambiaron el plan de análisis estadístico de una versión de Cox de la prueba del orden logarítmico a una prueba multifuncional para el análisis del periodo de seguimiento prolongado con el fin de ser sensible a los efectos de mortalidad tardía en los ensayos de exámenes de detección.[7]

Las mujeres con resultado normal en la ETV continuaron con los exámenes de detección anual; los resultados intermedios condujeron a repetir la prueba del CA-125 y la ETV a los 3 meses, y los resultados anormales a repetir las pruebas en el término de 6 semanas. En el grupo de ETV se diagnosticaron 445 cánceres y hubo 291 defunciones relacionadas con el cáncer de ovario; en el grupo que no se sometió a exámenes de detección, se diagnosticaron 905 cánceres y hubo 619 defunciones relacionadas con el cáncer de ovario. La detección con ETV condujo a 50 cirugías por cada 10 000 mujeres con un resultado positivo falso de los exámenes de detección. Menos del 1 % de los exámenes de detección y del 3,4 % de las operaciones produjeron complicaciones. Durante una mediana de 16,3 años, hubo un 0,6 % de defunciones por cáncer de ovario entre las mujeres sometidas a detección y un 0,6 % entre las mujeres sin exámenes de detección.[6-8]

Prueba del antígeno de cáncer 125 sérico para la detección del cáncer de ovario

El antígeno de cáncer 125 (CA-125) es un antígeno tumoral que se utiliza en el entorno clínico para la vigilancia de las pacientes con carcinomas epiteliales de ovario.[9,10] Se propuso medir las concentraciones del CA-125 como un posible marcador para la detección temprana del cáncer de ovario, ya fuera como una prueba única con un punto de corte determinado o en algoritmos para examinar el cambio de concentraciones con el tiempo. En dos ensayos aleatorizados, se incluyó el CA-125 en forma simultánea o consecutiva con la ETV como exámenes de detección de modalidad múltiple. El valor de referencia del CA-125 que se notificó con mayor frecuencia y que designa una prueba de detección positiva es de 35 u/ml; este fue el valor de referencia utilizado en el Prostate, Lung, Colorectal, and Ovarian (PLCO) Screening Trial (NCT01696994) para definir un resultado anormal de la prueba. La medición de las concentraciones del CA-125, en combinación simultánea con una ETV,[11] fue la intervención de detección ovárica evaluada en el ensayo PLCO.[12,13] Las concentraciones elevadas del CA-125 no son específicas para el cáncer de ovario y se han observado en pacientes con cánceres no ginecológicos,[10] endometriosis,[14] hepatopatía, insuficiencia cardíaca congestiva, acumulación de líquido pleural o peritoneal, y en el primer trimestre del embarazo.[15,16] La sensibilidad de la prueba del CA-125 para la detección de cáncer de ovario se calculó en dos estudios de casos y controles anidados que usaron bancos de suero.[17,18] La sensibilidad para las concentraciones del CA-125 de por lo menos 35 u/ml osciló entre el 20 % y el 57 % para los casos que se presentaron en los 3 primeros años del seguimiento; la especificidad fue del 95 %.

Se realizó un estudio de fase II/III de biomarcadores para evaluar la sensibilidad de varios marcadores de cáncer de ovario, incluso las concentraciones del CA-125, en muestras de pacientes con cáncer de ovario obtenidas en cuatro sitios. El cálculo de sensibilidad para la enfermedad en estadio temprano (cáncer de ovario en estadios I y II) fue del 56 % (intervalo de confianza [IC] 95 %, 49–72 %) para un valor de corte establecido a fin de obtener una especificidad fija del 95 %. El umbral del valor de corte para el CA-125 con un 95 % de especificidad fue de 24 u/ml. La sensibilidad para todos los casos (56 % de los casos en estadios III o IV en el momento del diagnóstico) fue del 73 % (IC 95 %, 64–84 %). Cuando se utilizó el valor de corte clínico de 35 u/ml, disminuyó la sensibilidad.[19]

Prostate, Lung, Colorectal and Ovarian Cancer Screening Trial: concentraciones del antígeno de cáncer 125 con umbral de corte único y ecografía transvaginal

En el ensayo Prostate, Lung, Colorectal and Ovarian (PLCO) se evaluó el efecto de los exámenes de detección en la mortalidad por cáncer de ovario en mujeres de 55 a 74 años sometidas a 6 exámenes de detección anuales usando las concentraciones séricas del antígeno de cáncer 125 (CA-125) con un umbral de 35 u/ml para un resultado positivo, y 4 ecografías transvaginales (ETV) anuales. Las mujeres se asignaron al azar a someterse a los exámenes de detección (n = 39 105) o la atención habitual (n = 39 111) en 10 centros de detección de los Estados Unidos, entre noviembre de 1993 y julio de 2001. Las participantes y sus profesionales de atención de la salud recibieron los resultados de los exámenes de detección y evaluaron los resultados anómalos. El grupo de atención habitual no se le ofreció someterse a detección con CA-125 o ETV, en su lugar recibió la atención médica habitual. Al comienzo, se controló a las participantes por un máximo de 13 años (mediana, 12,4 años, intervalo, 10,9–13,0 años) para diagnósticos de cáncer y defunciones hasta el 28 de febrero de 2010. La mortalidad por cáncer de ovario, incluso por cánceres primarios de peritoneo y de trompa de Falopio fue la medida de desenlace principal. Los resultados secundarios fueron la incidencia de cáncer de ovario y las complicaciones relacionadas con los exámenes de detección y los procedimientos diagnósticos.[20] Después de la transición de las participantes en el ensayo PLCO a un proceso de seguimiento centralizado, el seguimiento de la mortalidad se extendió hasta el final de 2012 para alcanzar un máximo de seguimiento de 19,2 años y una mediana de seguimiento de 14,7 años.[21]

El cumplimiento con los exámenes de detección osciló entre el 85 % en la primera ronda y el 73 % en la sexta ronda; la contaminación del grupo de atención habitual osciló entre casi el 3,0 % para el CA-125 y el 4,6 % para la ETV. Durante las 4 primeras rondas de exámenes de detección, el 11,1 % de las mujeres tuvo al menos un resultado positivo, el 8,1 % tuvo al menos una ETV positiva y el 3,4 % tuvo al menos una prueba de CA-125 positiva. Los rendimientos de ambas pruebas fueron similares. Se diagnosticó cáncer de ovario a 212 mujeres (5,7 por 10 000 años-persona) en el grupo de intervención y a 176 mujeres (4,7 por 10 000 años-persona) en el grupo de atención habitual (cociente de tasas, 1,21; IC 95 %, 0,99–1,48). Las distribuciones por estadios fueron similares en los grupos de estudio; los cánceres en estadios III y IV comprendieron la mayoría de los casos tanto en el grupo de intervención (163 casos, 77 %) como en el grupo de atención habitual (137 casos, 78 %). La distribución por tratamiento de los casos de cáncer fue muy similar entre los grupos de cada estadio. Durante el período original de seguimiento (máximo, 13 años) hubo 118 defunciones por cáncer de ovario (3,1 por 10 000 años-persona) en el grupo de intervención y 100 defunciones por cáncer de ovario (2,6 por 10 000 años-persona) en el grupo de atención habitual (cociente de tasas de mortalidad, 1,18; IC 95 %, 0,82–1,71). En el seguimiento a largo plazo por una mediana de 17 años de mujeres con al menos un ovario se observó una tasa de mortalidad por cáncer de ovario de 4,4 defunciones por 10 000 años-persona (246 muertes por cáncer de ovario) en el grupo de intervención y 3,8 defunciones por 10 000 años-persona (209 muertes por cáncer de ovario) en el grupo de atención habitual (cociente de tasas, 1,18; IC 95 %: 0,98–1,4).[22]

De las 3285 mujeres con resultados positivos falsos, 1080 se sometieron a cirugía de seguimiento. De las 1080 mujeres sometidas a cirugía de seguimiento, 163 presentaron al menos una complicación grave (15 %). Un total de 1771 mujeres del grupo de intervención (7,7 %) y 1304 en el grupo de atención habitual (5,8 %) notificaron una ooforectomía. Hubo 2924 defunciones por otras causas (excluido el cáncer de ovario, colorrectal y de pulmón) (76,6 por 10 000 años-persona) en el grupo de intervención y 2914 de esas defunciones (76,2 por 10 000 años-persona) en el grupo de atención habitual (cociente de tasas, 1,01; IC 95 %, 0,96–1,06).[20,23]

En el ensayo PLCO, las mujeres con ovarios visualizados tuvieron un riesgo ligeramente más alto de cáncer de ovario (cociente de riesgos instantáneos, 1,42; IC 95%, 1,00–2,01) que las mujeres sin ovarios visualizados.[24] En un análisis anidado, se encontró que el aumento de volumen del ovario se podían detectar 1 a 2 años antes del diagnóstico, pero la magnitud del cambio no parecía transmitirse al abordaje clínico. En conclusión, en las mujeres de la población general de los Estados Unidos los exámenes de detección simultáneos con CA-125 y ETV no redujeron la mortalidad por cáncer de ovario cuando se compararon con la atención habitual.[20]

En el Shizuoka Cohort Study of Ovarian Cancer Screening, se asignaron al azar a 212 mujeres a un grupo de exámenes de detección (n = 41 668) o un grupo de control (n = 40 799) en 212 hospitales de la prefectura Shizuoka en el Japón entre 1985 y 1999. El protocolo de exámenes de detección incluyó ecografías y pruebas de CA-125 cada año. Las mujeres con hallazgos anómalos se derivaron a un ginecólogo oncólogo. Los diagnósticos de cáncer de ovario se determinaron mediante la vinculación de registros con el Shizuoka Cancer Registry de 2002. Se usó el archivo de certificado de defunción anual en Shizuoka para verificar el estado vital. La media del tiempo de seguimiento fue de 9,2 años y la media del número de exámenes de detección por mujer fue de 5,4. Se detectaron 35 cánceres de ovario en el grupo de detección y 32 en el grupo control, con una diferencia sin significación estadística en la distribución por estadio. De las mujeres sometidas a exámenes de detección periódicos, el 9 % tuvo al menos un resultado positivo falso.[25] No se dispone de los resultados de mortalidad de este ensayo.

Exámenes de detección de cáncer de ovario con antígeno de cáncer 125 y ecografía transvaginal analizados de acuerdo con el Risk of Ovarian Cancer Algorithm para un resultado positivo de la prueba

En el ensayo UKCTOCS se evaluaron las mediciones longitudinales del antígeno de cáncer 125 (CA-125) usando el Risk of Ovarian Cancer Algorithm (ROCA), en el que una prueba positiva se define como tal cuando hay un aumento estadísticamente significativo en las mediciones en serie de una mujer, cualquiera que sea el nivel absoluto. El objetivo de este abordaje es la detección temprana de cánceres al identificar cambios sutiles en las mediciones de la persona. Para la detección multimodal del UKCTOCS se incorporó un abordaje de dos etapas: ROCA para los exámenes de detección primaria y la ETV como examen de detección secundaria (a partir de los resultados del ROCA) por su efecto en la mortalidad por cáncer de ovario en comparación con la observación sin exámenes de detección. De 50 078 mujeres en el grupo de detección multimodal, a 452 se les diagnosticó cáncer de ovario y 296 murieron por la enfermedad. En este grupo, menos del 1 % de los exámenes de detección provocaron complicaciones y el 3,1 % de las mujeres sufrieron complicaciones quirúrgicas. Con los exámenes de detección multimodal, 14 de 10 000 exámenes de detección condujeron a una cirugía por un resultado positivo falso.

El grupo de detección multimodal exhibió una incidencia un 39,2 % más alta (IC 95 %, 16,1–66,9) de la enfermedad en estadios I o II y una incidencia un 10,2 % más baja (IC 95 %, -21,3 a 2,4) de la enfermedad en estadios III o IV en comparación con el grupo de ausencia de detección. Sin embargo, a pesar del cambio en el estadio, al cabo de una mediana de seguimiento de 16,3 años, no se observó una diferencia significativa en la mortalidad: un 0,6 % de muertes en el grupo de detección multimodal y un 0,6 % en el grupo de observación.[7]

Se realizó un estudio anidado a posteriori en el entorno del ensayo PLCO para determinar si el uso de ROCA podría mejorar la identificación del cáncer de ovario en estadio temprano (estadio I y estadio II).[26] En el estudio se evaluó el posible efecto en dos situaciones: mejor caso y casos de cambio de estadio. Para el análisis del mejor caso, se supuso que todos los cánceres detectados más temprano con ROCA que con concentraciones de un umbral único de CA-125 serían casos que evitaron la muerte. Para los casos de cambio de estadio, se aplicaron las tasas de supervivencia de estadios tempranos observadas en PLCO para los casos detectados en estadios más tempranos al aplicar el ROCA. Cuando se usó el ROCA, el riesgo de muerte por cáncer de ovario fue más bajo, pero los cálculos no fueron estadísticamente significativos (riesgo relativo [RR] de 0,90 para los mejores casos [IC 95 %, 0,69–1,17] y RR de 0,95 para los casos de cambio de estadio [IC 95 %, 0,74–1,23]).

En otro estudio retrospectivo en el que se utilizaron concentraciones anuales de CA-125 del ensayo PLCO, se examinó el posible efecto del algoritmo longitudinal paramétrico empírico de Bayes (PEB) para la detección temprana de 44 casos nuevos de cáncer de ovario identificados en el ensayo PLCO. Cuando se fijó la especificidad en el 99 %, el PEB indicó concentraciones "anormales" de CA-125 un promedio de 10 meses más temprano que el valor de corte de umbral único.[27] En un análisis de concentraciones de CA-125 seriadas del ensayo UKCTOCS, se demostró que estas concentraciones presentan características de desempeño superior para la detección del cáncer de ovario, cuando se usan algoritmos longitudinales, en comparación con el uso de un umbral único de CA-125.[28] No se pudo determinar si alguno de estos abordajes se tradujo en un beneficio para la mortalidad.

En el ensayo PLCO, también se estudió la velocidad del aumento del CA-125 como factor pronóstico de la presentación de un cáncer de ovario con un modelo de regresión logística múltiple.[29] Tanto la velocidad de aumento del CA-125 como los intervalos entre los exámenes de detección se relacionaron con la presentación del cáncer de ovario. El riesgo de cáncer de ovario aumentó a medida en que aumentó la velocidad (medida como u/ml por mes) y disminuyó cuando aumentó el intervalo de tiempo entre los exámenes de detección.

Bibliografía
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  6. Jacobs IJ, Menon U, Ryan A, et al.: Ovarian cancer screening and mortality in the UK Collaborative Trial of Ovarian Cancer Screening (UKCTOCS): a randomised controlled trial. Lancet 387 (10022): 945-56, 2016. [PUBMED Abstract]
  7. Menon U, Gentry-Maharaj A, Burnell M, et al.: Ovarian cancer population screening and mortality after long-term follow-up in the UK Collaborative Trial of Ovarian Cancer Screening (UKCTOCS): a randomised controlled trial. Lancet 397 (10290): 2182-2193, 2021. [PUBMED Abstract]
  8. Sharma A, Apostolidou S, Burnell M, et al.: Risk of epithelial ovarian cancer in asymptomatic women with ultrasound-detected ovarian masses: a prospective cohort study within the UK collaborative trial of ovarian cancer screening (UKCTOCS). Ultrasound Obstet Gynecol 40 (3): 338-44, 2012. [PUBMED Abstract]
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Actualizaciones más recientes a este resumen (12/12/2024)

Los resúmenes del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan a medida en que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este resumen a partir de la fecha arriba indicada.

Incidencia y mortalidad

Se revisó el texto para indicar que el cáncer de ovario es infrecuente; el riesgo de por vida de recibir un diagnóstico de cáncer de ovario es del 1,12 % (se citó al Surveillance Research Program del Instituto Nacional del cáncer como referencia 1).

Se actualizaron las estadísticas con el número estimado de casos nuevos y defunciones para 2024 (se citó a la American Cancer Society como referencia 2). Además, se revisó el texto para indicar que alrededor del 70 % de las mujeres con carcinoma de ovario tienen un carcinoma seroso de grado alto que se suele diagnosticar en estadio avanzado, lo que conduce a una supervivencia precaria (se citó a Koshiyama et al. como referencia 3).

El Consejo editorial del PDQ sobre los exámenes de detección y la prevención es responsable de la redacción y actualización de este resumen y mantiene independencia editorial respecto del NCI. El resumen refleja una revisión independiente de la bibliografía médica y no representa las políticas del NCI ni de los NIH. Para obtener más información sobre las políticas relativas a los resúmenes y la función de los consejos editoriales del PDQ responsables de su actualización, consultar Información sobre este resumen del PDQ e Información del PDQ® sobre el cáncer dirigida a profesionales de la salud.

Información sobre este resumen del PDQ

Propósito de este resumen

Este resumen de información del PDQ sobre el cáncer dirigido a profesionales de la salud proporciona información integral revisada por expertos y basada en la evidencia sobre la detección de los cánceres de ovario, de trompa de Falopio y primario de peritoneo. El objetivo es servir como fuente de información y ayuda para los profesionales clínicos durante la atención de pacientes. No ofrece pautas ni recomendaciones formales para tomar decisiones relacionadas con la atención sanitaria.

Revisores y actualizaciones

El consejo editorial del PDQ sobre los exámenes de detección y la prevención, que mantiene independencia editorial respecto del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), revisa este resumen de manera periódica y, en caso necesario, lo actualiza. Este resumen es el resultado de una revisión bibliográfica independiente y no constituye una declaración de política del NCI ni de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).

Cada mes, los integrantes de este consejo revisan los artículos publicados recientemente para determinar lo siguiente:

  • Si el artículo se debe analizar en una reunión del consejo.
  • Si conviene añadir texto acerca del artículo.
  • Si se debe reemplazar o actualizar un artículo que ya se citó.

Los cambios en los resúmenes se deciden mediante consenso de los integrantes del consejo después de evaluar la solidez de la evidencia de los artículos publicados y determinar la forma de incorporar el artículo en el resumen.

Cualquier comentario o pregunta sobre el contenido de este resumen se debe enviar al Servicio de Información de Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer. Por favor, no enviar preguntas o comentarios directamente a los integrantes del consejo, ya que no responderán consultas de manera individual.

Niveles de evidencia

Algunas de las referencias bibliográficas de este resumen se acompañan del nivel de evidencia. El propósito de esto es ayudar al lector a evaluar la solidez de la evidencia que respalda el uso de ciertas intervenciones o abordajes. El consejo editorial del PDQ sobre los exámenes de detección y la prevención emplea un sistema de jerarquización formal para asignar los niveles de evidencia científica.

Permisos para el uso de este resumen

PDQ (Physician Data Query) es una marca registrada. Se autoriza el uso del texto de los documentos del PDQ; sin embargo, no se podrá identificar como un resumen de información sobre cáncer del PDQ del NCI, salvo que el resumen se reproduzca en su totalidad y se actualice de manera periódica. Por otra parte, se permitirá que un autor escriba una oración como “En el resumen del PDQ del NCI de información sobre la prevención del cáncer de mama se describen, de manera concisa, los siguientes riesgos: [incluir fragmento del resumen]”.

Se sugiere citar la referencia bibliográfica de este resumen del PDQ de la siguiente forma:

PDQ® sobre los exámenes de detección y la prevención. PDQ Exámenes de detección de los cánceres de ovario, de trompa de Falopio y primario de peritoneo. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/ovario/pro/deteccion-ovario-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.

Las imágenes en este resumen se reproducen con autorización del autor, el artista o la editorial para uso exclusivo en los resúmenes del PDQ. La utilización de las imágenes fuera del PDQ requiere la autorización del propietario, que el Instituto Nacional del Cáncer no puede otorgar. Para obtener más información sobre el uso de las ilustraciones de este resumen o de otras imágenes relacionadas con el cáncer, consultar Visuals Online, una colección de más de 2000 imágenes científicas.

Cláusula sobre el descargo de responsabilidad

La información en estos resúmenes no se debe utilizar para justificar decisiones sobre reembolsos de seguros. Para obtener más información sobre la cobertura de seguros, consultar la página Manejo de la atención del cáncer en Cancer.gov/espanol.

Comuníquese con el Instituto Nacional del Cáncer

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