Las recomendaciones sobre los exámenes de detección del cáncer no siempre incluyen los daños posibles
, por Nadia Jaber
En un análisis de 33 recomendaciones o directrices sobre los exámenes de detección del cáncer, los investigadores descubrieron que las recomendaciones no incluyen la información adecuada sobre los daños posibles de estos exámenes. Informar sobre los daños es fundamental para que las personas tengan conversaciones informadas con los profesionales médicos sobre la detección del cáncer, señalaron los investigadores.
Los exámenes de detección, como la mamografía, la prueba del virus del papiloma humano (VPH) o la prueba de Papanicolaou (prueba de Pap) y la colonoscopia, verifican si hay cáncer o lesiones precancerosas en quienes no tienen ningún síntoma de la enfermedad.
Además, encontrar el cáncer en un estadio más temprano y más tratable disminuye las muertes por cáncer porque permiten encontrar lesiones precancerosas antes de que se conviertan en cáncer.
Pero estos exámenes también podrían causar daños, como daños físicos, preocupación y estrés, resultados inexactos y pruebas de seguimiento innecesarias. (Consulte el recuadro con la lista de posibles daños de los exámenes de detección.)
Por estos motivos, los exámenes de detección se recomiendan solo cuando los beneficios posibles superan los daños posibles, comentó el doctor Paul Doria-Rose, jefe de la División de Investigación sobre la Evaluación de Atención Médica del Instituto Nacional del Cáncer (NCI).
“Si hay muchos datos que comprueban el beneficio neto de un examen de detección, no queremos que alguien se asuste” y no se haga una prueba, comentó el doctor Doria-Rose.
Sin embargo, agregó que “De la misma manera, si hay riesgo de que ocurra [un daño grave] en una prueba de detección o prueba diagnóstica de seguimiento, entonces es obligación del médico informar a los pacientes sobre cuáles son los riesgos de esos procedimientos".
En el estudio que financió el NCI, el doctor Doria-Rose y sus colegas analizaron las recomendaciones de mayor uso sobre los exámenes de detección del cáncer de seno (mama), cáncer de cuello uterino, cáncer colorrectal, cáncer de pulmón y cáncer de próstata para verificar si se mencionaban distintos daños y, de ser así, si la descripción era breve o detallada.
Los investigadores hallaron que la información sobre los daños de los exámenes de detección en estas recomendaciones a menudo no era suficiente. Por ejemplo, algunos daños no se mencionaron en absoluto, mientras que otros se mencionaron en forma breve.
El estudio se publicó el 27 de septiembre en la revista Annals of Internal Medicine.
Los resultados del estudio "destacan la falta de uniformidad entre las pautas", señaló la doctora Louise Davies, cirujana de cáncer de tiroides del Instituto Dartmouth para Políticas de Salud y Práctica Clínica (TDI) en New Hampshire, y del Centro Médico de Asuntos de Veteranos de White River Junction en Vermont.
“Con este análisis, los diferentes grupos que hacen recomendaciones podrían compararse e identificar áreas que no consideraron antes”, explicó la doctora Davies, que no participó en el estudio.
Comparación de los beneficios y daños de los exámenes de detección del cáncer
Para establecer recomendaciones sobre los exámenes de detección del cáncer, una organización médica reúne a un comité de expertos para comparar los beneficios de una prueba de detección con los daños.
En general, la definición de beneficio se limita a definir estrictamente como evitar la muerte por cáncer o evitar que un precursor (por ejemplo, un pólipo en el colon) se convierta en cáncer, explicó el doctor Doria-Rose.
Pero comentó que los daños posibles de los exámenes de detección del cáncer son más complejos y más difíciles de medir.
Abarcan toda la gama de efectos físicos, psicológicos, emocionales y financieros. Además, esos daños podrían surgir no solo de los exámenes de detección, sino también de las pruebas y tratamientos de seguimiento.
Algunos daños son más graves que otros y podrían tener más peso en la comparación, continuó el doctor Doria-Rose.
Por ejemplo, un sangrado grave después de una colonoscopia tendría más peso que el pinchazo para tomar una muestra de sangre durante la prueba del antígeno prostático específico (PSA).
Además, como enfatizan muchos expertos en detección, la mayoría de los daños suelen ocurrir durante o poco después de que una persona se hace la prueba, mientras que los beneficios no aparecen hasta muchos años después.
Entonces, cuando quienes crean las recomendaciones comparan los beneficios posibles con los daños posibles de un examen de detección, "es obvio que no se comparan dos cosas iguales, como manzanas con manzanas", recalcó el doctor Doria-Rose.
Evaluación de las recomendaciones sobre exámenes de detección de los Estados Unidos
Los investigadores evaluaron las directrices sobre los exámenes de detección del cáncer de más de 10 organizaciones médicas, incluso la Comisión de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF), la Sociedad Americana contra el Cáncer y la Red Nacional Oncológica Integral (NCCN).
Descubrieron que ninguna de las recomendaciones tenía información completa sobre los daños posibles de los exámenes de detección. Las recomendaciones sobre los exámenes de detección del cáncer de próstata fueron las más completas, mientras que las del cáncer colorrectal fueron las más incompletas.
En un editorial sobre el estudio los doctores Russell Harris, y Linda Kinsinger, ambos másteres en Salud Pública escribieron que “De hecho, la falta de investigación de alta calidad sobre los daños de los exámenes de detección contribuye a esta variación”.
Pero el estudio también mostró que la información sobre los daños era contradictoria, incluso cuando las pautas eran para el mismo tipo de cáncer. Por ejemplo, en algunas recomendaciones sobre el cáncer de cuello uterino se mencionaba la posibilidad de pruebas diagnósticas innecesarias, mientras que en otras no se mencionaba.
“Nos preocupa la tendencia [de quienes establecen las recomendaciones] a subestimar la importancia de los daños” escribieron los doctores Harris y Kinsinger.
¿Con qué frecuencia ocurren daños por los exámenes de detección?
Al igual que en estudios anteriores, los investigadores también comprobaron que muy pocas de las recomendaciones daban una idea clara de cuántas personas suelen tener cada daño relacionado con un examen de detección en particular.
Indicar la frecuencia de un daño hace que sea más fácil para las personas comparar los daños y los beneficios, y tomar una decisión informada, explicó el doctor Doria-Rose.
Por ejemplo, según un análisis, la detección de cáncer de mama en 10 000 mujeres cada año durante 10 años a partir de los 60 años de edad evitará 43 muertes por cáncer de mama (88 mujeres seguirán muriendo de cáncer de mama a pesar de hacerse los exámenes de detección). También habrá casi 5000 resultados positivos falsos que llevarán a casi 1000 biopsias innecesarias.
Se necesita más investigación para saber con qué frecuencia ocurren algunos daños por los exámenes de detección, en especial en los centros de salud comunitarios, subrayó el doctor Doria-Rose. Esta es un área de concentración para la red PROSPR del NCI, agregó.
Por último, los investigadores señalaron que, aunque los beneficios de los exámenes de detección a menudo se calculaban para múltiples ciclos de exámenes durante muchos años, las recomendaciones casi nunca consideraban de esa forma los daños de los exámenes de detección, es decir, el efecto acumulado.
Esto hace que comparar beneficios y daños sea “comparar rodajas de manzana con naranjas [enteras]. Solo tenemos una parte del panorama”, dijo el doctor Doria-Rose.
Hoy en día, no hay suficiente investigación sobre los daños acumulados de la detección del cáncer, indicó la doctora Davies. Y agregó que hacer más estudios en esta área sería "muy importante porque ofrecería información equilibrada para que los pacientes tomen decisiones informadas".
Necesidad de más transparencia
Con base en sus hallazgos, el equipo de investigación hizo dos llamados a la acción para quienes crean las recomendaciones.
“Alentamos a estudiar a fondo esta información antes de la próxima actualización para asegurar que realmente se use la mejor evidencia posible [sobre los daños de los exámenes de detección] para hacer las recomendaciones”, comentó el doctor Doria-Rose.
El segundo es un llamado a ofrecer más transparencia sobre cómo los expertos hacen sus recomendaciones.
“Sean francos sobre cuáles daños se consideran y cuáles no, y cuáles beneficios se consideran y cuáles no, para que al menos sepamos en qué se basan las recomendaciones de detección”, dijo el doctor.
Los doctores Harris y Kinsinger también abogan por una mayor transparencia. “¿De quién son los valores que utiliza el panel para equilibrar los beneficios y los daños?” escribieron.
Por ejemplo, ¿se valoran más las vidas que se salvan por la detección que la prevención de las biopsias innecesarias?
Es probable que cada recomendación refleje “lo que los médicos valoran más de su propia experiencia en el tratamiento de los cánceres en su campo”, señaló la doctora Davies.
Pero las recomendaciones también deben considerar los valores de las personas que se hacen las pruebas, dijo la doctora.
“Creo que hay una función para mejorar la representación de las partes interesadas que no son médicos: pacientes, familiares, personas que tuvieron experiencias con los exámenes de detección, tanto positivas como negativas”, añadió la doctora Davies
En última instancia, muchos expertos creen que es importante que cada persona decida qué es lo que más le importa al considerar las pruebas.
Cada individuo debería poder “elegir seguir aquellas [directrices] que aplican valores más parecidos a los propios”, escribieron Harris y Kinsinger.