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Los sentimientos y el cáncer

Mujer enferma recostada en los brazos de un hombre, relajándose en el sofá

El cáncer causa muchas emociones a las que no está acostumbrado a enfrentar.

Fuente: iStock

Así como el cáncer afecta su salud física, a veces produce emociones distintas a las que suele enfrentarse. También es posible que se intensifiquen los sentimientos que ya tiene. Podrían cambiar cada día, hora o minuto. Estos sentimientos ocurren ya sea que esté en tratamiento o lo haya terminado, o sea un amigo o familiar de una persona con cáncer. Todos estos sentimientos son normales.

A menudo, los valores con los que nos criamos afectan la forma de pensar y enfrentar el cáncer. Por ejemplo, algunas personas hacen lo siguiente:

  • Sienten que tienen que ser fuertes y deben proteger a sus amigos y familiares.
  • Buscan el apoyo de los seres queridos o de otros sobrevivientes de cáncer.
  • Piden ayuda a consejeros u otros profesionales.
  • Recurren a la fe para sobrellevar la situación.

Es importante que decida lo más adecuado para usted y que no se compare con los demás. Quizás sus amigos y familiares tengan sentimientos parecidos. Si se siente cómodo, comparta esta información con ellos.

Los jóvenes con cáncer también podrán obtener más información sobre el apoyo emocional en Apoyo emocional para los jóvenes con cáncer.

Agobio

Cuando se entera que tiene cáncer, es normal sentir que pierde el control de su vida. Quizás se sienta así por alguno de los siguientes motivos:

  • Se pregunta si sobrevivirá.
  • Las citas médicas y los tratamientos interrumpen con la rutina diaria.
  • La gente usa términos médicos que no entiende.
  • Siente que no puede hacer las cosas que disfruta.
  • Siente impotencia y soledad.

Aunque sienta que falta de control, podrá hacer algunas cosas para sentirse a cargo de su vida. Tal vez le ayude aprender todo lo posible sobre su cáncer. Cuanto más sepa, más control sentirá. Haga preguntas al médico y no tenga miedo de decir que no entiende algo.

Algunas personas se sienten mejor cuando se concentran en otras cosas además del cáncer. Si lo desea, trate de participar en cosas que disfruta; por ejemplo, la música, las manualidades, la lectura o algo nuevo que quiera aprender.

Enojo

Es muy normal preguntarse, "¿Por qué yo?" y enojarse con el cáncer. También podría sentir angustia o resentimiento hacia los profesionales médicos, los amigos y seres queridos que están sanos. Y, si es religioso, hasta podría enojarse con Dios.

El enojo surge de sentimientos que son difíciles de demostrar. Por ejemplo:

  • miedo
  • pánico
  • frustración
  • ansiedad
  • impotencia

Si siente enojo, no necesita fingir que todo está bien. No es saludable contener el enojo. A veces, el enojo sirve a corto plazo porque lo motiva a actuar. Pero tener enojo o resentimiento constantes no los hará sentir bien ni a usted ni a quienes lo rodean. Hable con sus familiares y amigos sobre el enojo. O pida al médico que lo envíe a consultar con un consejero.

Miedo y preocupación

Da miedo escuchar que uno tiene cáncer. Quizás sienta miedo o preocupación por lo siguiente:

  • tener dolor, ya sea por el cáncer o el tratamiento
  • sentirse enfermo o verse diferente por el tratamiento
  • cuidar de su familia
  • pagar las cuentas
  • mantener el trabajo
  • morir

Algunos temores sobre el cáncer se basan en historias, rumores e información incorrecta. Para hacer frente a los miedos y preocupaciones, a menudo ayuda estar informado. La mayoría de las personas se siente mejor cuando tienen información concreta. Tienen menos miedo al saber qué esperar. Infórmese sobre el cáncer y mantenga una participación activa en su atención médica. Algunos estudios incluso indican que es más probable que las personas bien informadas sobre su enfermedad y tratamiento sigan los planes de tratamiento del cáncer y se recuperen de la enfermedad más rápido que quienes no lo están.

Esperanza

Una vez que las personas aceptan que tienen cáncer, suelen sentir esperanza. Hay muchos motivos para sentir esperanza. Millones de personas que tuvieron cáncer siguen vivas. Las probabilidades de vivir con cáncer y de superarlo, son mejores que nunca. Las personas con cáncer pueden llevar una vida activa, incluso durante el tratamiento.

Algunos médicos creen que tener esperanza ayuda al cuerpo a lidiar con el cáncer. Por lo tanto, los científicos estudian si una perspectiva optimista y una actitud positiva ayudan a las personas a sentirse mejor. Estas son algunas formas de promover la esperanza.

  • Planifique sus días como siempre lo hizo.
  • No limite las cosas que le gusta hacer solo porque tiene cáncer.
  • Busque motivos para sentir esperanza. Si le ayuda, escríbalos o converse con los demás sobre estos motivos.
  • Pase tiempo en la naturaleza.
  • Reflexione sobre sus creencias religiosas o espirituales.
  • Escuche las historias sobre personas con cáncer que llevan una vida activa.

Estrés y ansiedad

Tanto durante como después del tratamiento, es normal tener estrés por todos los cambios de vida por los que está pasando. Muchas personas se confunden o se estresan por cosas como las siguientes:

  • saber si el seguro cubrirá las pruebas y el tratamiento
  • encontrar apoyo emocional
  • obtener ayuda con las rutinas diarias
  • entender cómo el cáncer afectará la vida laboral
  • obtener transporte para las citas médicas

El estrés quizás impida que su cuerpo sane tan bien como debería. Es importante ser proactivo y hablar sobre estos temas que le preocupan al comienzo del tratamiento. O pida a un familiar o amigo que pregunte por usted. Por ejemplo:

  • Si necesita ayuda con el seguro o tiene problemas de dinero, hable con su equipo de atención de la salud para que conozcan sus preocupaciones. Luego hable con la oficina de facturación del hospital para pedir orientación. Para obtener más consejos, consulte Manejo de costos e información médica del cáncer.
  • Para obtener apoyo emocional y práctico, pregunte sobre estos recursos al trabajador social o al personal de enfermería del hospital. 

La ansiedad indica que tiene preocupaciones adicionales, no logra relajarse y se siente tenso. Los signos de ansiedad quizás incluyan los siguientes:

  • tener latidos del corazón rápidos
  • tener dolores de cabeza o dolores musculares
  • sentir que no tiene ganas de comer o come mucho más
  • tener malestares estomacales o diarrea
  • sentir temblores, debilitamiento o mareos
  • sentir que algo le oprime la garganta y el pecho
  • dormir demasiado o muy poco
  • tener problemas para concentrarse

Si tiene alguno de estos signos, hable con el médico. Aunque son signos comunes de estrés y ansiedad, es importante asegurarse de que no son debido a los medicamentos o el tratamiento.

Si le preocupa el estrés, pida al médico que lo remita a una consulta con un consejero o pregunte sobre grupos de apoyo en línea o en persona. Pregunte si hay clases para aprender formas de lidiar con el estrés. También hay muchas clases y aplicaciones en línea de ejercicios físico-mentales, meditación y otras formas de aliviar el estrés. La clave es encontrar maneras de controlar el estrés y no dejar que el estrés lo controle. Consulte la página Grupos de apoyo para el cáncer.

Tristeza y depresión

Muchas personas con cáncer se sienten tristes. Sienten que pierden la salud y la vida que tenían antes del diagnóstico de la enfermedad. Quizás se sienta triste aunque haya terminado el tratamiento. Es una reacción normal ante cualquier enfermedad grave. Es posible que le tome un tiempo procesar y aceptar todos los cambios que ocurren.

Cuando está triste, tal vez tenga muy poca energía, sienta cansancio o pierda el apetito. En algunas personas, estos sentimientos desaparecen o disminuyen con el tiempo. Pero en otras, estas emociones se vuelven más intensas. Los sentimientos dolorosos no mejoran e interfieren en la vida diaria. Si se siente así, tal vez tenga depresión, que es común en las personas con cáncer. Muchas veces las personas no saben que la depresión es un problema de salud que es posible tratar. En algunos casos, el tratamiento del cáncer quizás se haya sumado a la depresión porque cambió la forma en que funciona el cerebro.

Obtener ayuda para la depresión

Es posible tratar la depresión. A continuación, se mencionan los signos comunes de la depresión. Si tiene alguno de los siguientes signos durante más de 2 semanas, hable con su médico sobre el tratamiento. Tenga en cuenta que algunos de estos síntomas quizás sean por problemas físicos; por eso es importante que hable con el médico.

Signos emocionales:

  • sentir tristeza que no desaparece
  • evitar o suprimir emociones ("anestesia emocional")
  • sentir nervios o temblores
  • sentir culpa o que no vale nada
  • sentirse impotente o sin esperanza, como si la vida no tuviera sentido
  • estar de mal humor, temperamental
  • tener dificultad para concentrarse, olvidarse de las cosas
  • llorar durante ratos largos o muchas veces por día
  • concentrarse en preocupaciones y problemas
  • perder interés por los pasatiempos y las actividades que solía disfrutar
  • sentir que es difícil disfrutar de las cosas cotidianas, como la comida o estar con familiares y amigos
  • pensar en hacerse daño
  • pensar en suicidarse

Cambios corporales:

  • subir o bajar peso sin querer y por una causa no relacionada con la enfermedad o el tratamiento
  • tener problemas para dormir, como no poder dormir, tener pesadillas o dormir demasiado
  • tener palpitaciones, sequedad en la boca, aumento del sudor, malestar estomacal, diarrea
  • tener cambios en el nivel de energía
  • sentir cansancio que no desaparece
  • tener dolores de cabeza, otros dolores y molestias

Si el médico cree que tiene depresión, quizás le dé un medicamento para que sienta menos tensión. O podría sugerirle una consulta con otros expertos. No sienta que debe controlar estos sentimientos por su cuenta. Conseguir la ayuda que necesita es importante para su vida y su salud. Sin embargo, si tiene pensamientos suicidas, llame al 911 en caso de emergencia o envíe un mensaje de texto o llame al 988 para comunicarse con la Línea 988 de Prevención del Suicidio y Crisis. La atención de consejería está disponible las 24 horas del día durante los 7 días de la semana.

Culpa

Si se siente culpable, sepa que muchas personas con cáncer se sienten así. Quizás se culpe por lo siguiente:

  • molestar a las personas que ama
  • ser una carga para sus seres queridos
  • faltar al trabajo
  • gastar dinero en el tratamiento del cáncer
  • sentir envidia de la buena salud de otras personas 
  • elegir estilos de vida que cree que llevaron a que tenga cáncer

Recuerde que tener cáncer no es su culpa. No se sabe por qué algunas personas tienen cáncer y otras no. Tal vez le ayude contarle a alguien lo que siente. Avise al médico si quiere hablar con un consejero o ir a un grupo de apoyo. (Vea más consejos a continuación).

"Cuando me empiezo a sentir culpable de haber causado mi enfermedad, pienso en que los niños pequeños también se enferman de cáncer. Y me doy cuenta de que el cáncer a veces solo ocurre. No es mi culpa".

Rebeca

Soledad

Las personas con cáncer a menudo se sienten solas o aisladas de otras personas. Esto quizás sea por algunos de los siguientes motivos:

  • A los amigos a veces les cuesta hacer frente al cáncer y por eso no hacen visitas ni llamadas.
  • Siente que a nadie le importa lo que le pasa.
  • Es posible que se sienta demasiado enfermo para participar en los pasatiempos y actividades que solía disfrutar.
  • No tiene ganas de comunicarse con nadie.
  • Incluso cuando está con gente que le importa, siente que nadie entiende lo que está pasando.

También es normal sentir soledad después del tratamiento. Es posible que extrañe el apoyo que recibió del equipo médico. Muchas personas sienten que la red de protección desapareció y reciben menos atención. Es común sentirse aislado de ciertos amigos o familiares. Algunos tal vez piensen que ahora que el tratamiento terminó, pronto volverá a la normalidad, aunque esto no sea cierto. Otros quizás quieran ayudar pero no saben cómo.

Busque apoyo emocional de diferentes maneras. Podría ser útil hablar con otras personas que tienen cáncer o unirse a un grupo de apoyo. O quizás se sienta mejor hablando solo con un amigo cercano, un familiar, un consejero, o un miembro de su comunidad espiritual. Haga lo que sienta que es más adecuado para usted.

Gratitud

Algunas personas piensan que el cáncer fue una "señal" para hacer un cambio en la vida. Se dan cuenta de la importancia de disfrutar las pequeñas cosas de la vida. Visitan lugares donde nunca estuvieron. Terminan proyectos que comenzaron y dejaron de lado. Pasan más tiempo con familiares y amigos. Hacen las paces con personas con las que se habían dejado de hablar.

Tal vez sea difícil al principio pero, si tiene cáncer, trate de buscar alegría en su vida. Preste atención a las cosas que ponen una sonrisa en su día. Quizás sea algo tan simple como beber una buena taza de café, estar con un niño o hablar con un amigo.

También podría hacer cosas que sean más especiales para usted, como estar en la naturaleza o rezar en un lugar con un significado particular. O podría disfrutar de un juego o cocinar una buena comida. No importa lo que elija, trate de participar en actividades que le den alegría.

Otras formas de hacer frente a sus emociones

Exprese sus sentimientos

Las personas notan que cuando expresan sentimientos intensos, como el enojo o la tristeza, es más fácil dejarlos pasar. Algunas personas aclaran lo que sienten al hablar con amigos o familiares, otros sobrevivientes de cáncer, un grupo de apoyo o un consejero. Pero si prefiere no hablar sobre su cáncer con los demás, igual podría procesar sus sentimientos al pensar en ellos o al escribir en un diario.

No se culpe por su cáncer

Algunas personas creen que se enfermaron de cáncer por algo que hicieron o que no hicieron. Pero los científicos no saben por qué una persona tiene cáncer y otra no. Cada cuerpo es diferente. Recuerde, cualquier persona puede tener cáncer.

No trate de estar de buen humor si no lo está

Muchas personas dicen que quieren tener la libertad de no contener lo que sienten. Como dijo una mujer: “Cuando me pongo realmente mal, solo le digo a mi familia que estoy teniendo un mal día de cáncer, subo las escaleras y me meto en la cama”.

Usted decide cuándo hablar de su cáncer

Es difícil saber cómo hablar sobre su cáncer. A menudo, los seres queridos tienen buenas intenciones, pero no saben qué decir ni cómo actuar. Si quiere hablar, los hará sentirse más cómodos si les pregunta qué piensan o cómo se sienten. También está bien no querer hablar de su enfermedad. Avise a sus seres queridos cuando esté listo.

Busque maneras de relajarse

Dedique tiempo a la actividad que le ayude a relajarse. La meditación, las imágenes guiadas y los ejercicios de relajación son algunas de las formas que ayudan a otras personas. Quizás lo ayuden a relajarse cuando esté preocupado.

Mantenga la mayor actividad posible

Salga de la casa y haga algo que lo ayude a pensar en algo más que el cáncer y las preocupaciones que le causa la enfermedad. El ejercicio o el yoga suave y los estiramientos también ayudan.

Busque pasatiempos y actividades que disfrute

Tal vez le gusten pasatiempos como tejer, la carpintería, la cerámica, la fotografía, los rompecabezas, la lectura o las manualidades. O expresiones creativas, como el arte, las películas, la música o la danza. 

Concéntrese en lo que puede controlar

Algunas personas dicen que poner en orden su vida les ayuda. Participar en el cuidado de la salud, hacer preguntas, ir a las consultas y cambiar su estilo de vida son algunas de las cosas que puede controlar. Incluso organizar un calendario para las actividades diarias podría darle una sensación de control. Y, aunque es imposible controlar todos los pensamientos, algunas personas dicen que tratan de no concentrarse en los miedos, sino que hacen lo posible para disfrutar los momentos agradables de la vida. Siempre que pueda, use su energía para concentrarse en lo que le hace sentir mejor y lo que puede hacer para mantenerse lo más sano posible.