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Desigualdades por cáncer

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En general la incidencia del cáncer y la mortalidad por cáncer en los Estados Unidos están en disminución. Pero ciertos grupos aún corren un riesgo más alto de tener algunos tipos de cáncer o de morir por estos.

Fuente: iStock

Aunque el cáncer afecta a toda la población en los Estados Unidos, las desventajas sociales, económicas y ambientales hacen que ciertos grupos tengan una carga de cáncer desproporcionada en comparación con otros grupos.

Las desigualdades por cáncer, a veces llamadas desigualdades en salud por cáncer, son diferencias que se miden de formas como las siguientes:

  • incidencia (casos nuevos)
  • prevalencia (todos los casos existentes)
  • mortalidad (muertes)
  • tasa de supervivencia (cuánto tiempo viven las personas después del diagnóstico)
  • morbilidad (complicaciones de salud por cáncer)
  • supervivencia (incluye la calidad de vida después del tratamiento del cáncer)
  • carga económica del cáncer o afecciones de salud relacionadas con el cáncer
  • tasas de participación en los exámenes de detección
  • estadio en el momento del diagnóstico

Las desigualdades por cáncer también ocurren cuando hay mejoras en los desenlaces en general, pero estas mejoras no se observan en algunos grupos.

Los grupos de la población que enfrentan desigualdades por cáncer incluyen los que se definen según raza u origen étnico, discapacidad, sexo, ubicación geográfica, ingresos, educación, edad, orientación sexual, país de origen u otras características.

Ejemplos de desigualdades por cáncer

En general la incidencia del cáncer y la mortalidad por cáncer están en disminución en todos los grupos de la población de los Estados Unidos. Pero algunos grupos aún corren un riesgo mayor de tener ciertos tipos de cáncer o de morir por estos.

Las estadísticas del Programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER) del NCI incluyen información específica sobre estos grupos raciales y étnicos, así como las poblaciones que se definen por edad, sexo y ubicación geográfica. Algunas desigualdades por cáncer clave relacionadas con la incidencia y la mortalidad en los Estados Unidos son las siguientes:

  • Las personas negras o afroamericanas tienen tasas de mortalidad más altas que todos los demás grupos raciales o étnicos para muchos tipos de cáncer.
  • A pesar de tener una incidencia un poco más baja de cáncer de mama (seno) que las mujers blancas, las mujeres negras o afroamericanas tienen más probabilidad de morir por la enfermedad que las mujeres blancas.
  • Las tasas de incidencia de cáncer colorrectal, cáncer de pulmón y cáncer de cuello uterino son mucho más altas en las personas que viven en zonas rurales que en las que viven en zonas urbanas de la región de los Apalaches.
  • Las muertes por cáncer de próstata disminuyeron de forma considerable en las últimas décadas en todos los hombres. Sin embargo, los hombres negros o afroamericanos tienen el doble de probabilidad de morir por cáncer de próstata que los hombres blancos. De todos los grupos raciales y étnicos en los Estados Unidos, los hombres negros o afroamericanos aún tienen la tasa de mortalidad más alta por cáncer de próstata.
  • Es menos probable que las personas con más educación mueran de forma prematura (antes de los 65 años) por cáncer colorrectal que quienes tienen menos educación, sin importar la raza ni el origen étnico.
  • Las mujeres hispanas o latinas, las mujeres negras o afroamericanas y las mujeres indígenas americanas o nativas de Alaska tienen tasas de incidencia más altas por cáncer de cuello uterino que las mujeres de cualquier otra raza o grupo étnico. Las mujeres negras o afroamericanas tienen las tasas más altas de muerte por cáncer de cuello uterino.
  • Los indígenas americanos y los nativos de Alaska tienen tasas de mortalidad más altas por cáncer de riñón que cualquier otro grupo racial o étnico.
  • Las tasas de tabaquismo y consumo de bebidas alcohólicas, que aumentan el riesgo de cáncer, son más altas en jóvenes lesbianas, gais y bisexuales que en los jóvenes heterosexuales.
  • Los indígenas americanos y los nativos de Alaska tienen las tasas de incidencia y mortalidad más altas de cáncer de hígado y cáncer de vías biliares intrahepáticas, seguidos por los hispanos o latinos y los asiáticos o isleños del Pacífico.

Factores contribuyentes

Las desigualdades por cáncer ocurren porque interactúan muchos factores como los siguientes: los determinantes sociales de la salud, el comportamiento, la biología y la genética. Estos factores tienen grandes repercusiones en la salud, incluso en el riesgo y los desenlaces del cáncer.

Ciertos grupos en los Estados Unidos se ven afectados por las desigualdades por cáncer porque tienen más probabilidad de enfrentar obstáculos al obtener atención de la salud.

Determinantes sociales de la salud

El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) define los determinantes sociales de la salud como las condiciones en los ambientes donde las personas nacen, viven, estudian, trabajan, juegan, practican su fe y envejecen que afectan la salud, el funcionamiento y la calidad de vida.

Por ejemplo, las personas con ingresos bajos, poca alfabetización en salud, que viajan lejos para llegar a centros de exámenes de detección o tratamiento, sin seguro médico o transporte o cuyo empleador no ofrece licencia médica pagada, tienen menos probabilidad de recibir los exámenes de detección y el tratamiento de cáncer recomendados que quienes no enfrentan estos obstáculos.

Además, es más probable que las personas sin acceso confiable a los servicios de salud reciban un diagnóstico de cáncer en un estadio más avanzado, el cual se podría tratar con más eficacia si se diagnostica en un estadio temprano.

Algunos grupos se ven afectados por cáncer en desproporción debido a las condiciones ambientales. Las personas que viven en comunidades sin agua potable o aire limpio se exponen a sustancias que causan cáncer.

El ambiente construido también influye en los comportamientos que aumentan el riesgo de cáncer de una persona. Por ejemplo, es más probable que quienes viven en vecindarios donde no se consiguen alimentos saludables a bajo precio o donde no hay espacios seguros para el ejercicio tengan factores de riesgo de cáncer como una mala alimentación, inactividad física y obesidad.

Incluso las personas con un nivel socioeconómico más alto y quienes tienen un seguro médico, enfrentan desigualdades por cáncer. Las desigualdades que estas personas enfrentan reflejan el efecto que el racismo institucional tiene en la salud y el estrés crónico que causa, el prejuicio consciente o inconsciente de los proveedores de atención de la salud, la desconfianza al sistema de atención médica y las actitudes fatalistas sobre el cáncer.

En algunos casos, los factores hereditarios o los factores biológicos tumorales llevan a las desigualdades por cáncer de forma directa o al interactuar con factores como la alimentación, el estrés crónico o la exposición al tabaco.

Equidad en la salud

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la equidad en salud se logra cuando todas las personas tienen la oportunidad de alcanzar su potencial de salud pleno y nadie está en desventaja de alcanzarlo por su posición social u otros determinantes sociales.

Por ejemplo, hay algunos datos que comprueban diferencias en la genética, las características biológicas tumorales y el ambiente inmunitario de varios tipos de cáncer en las personas afroamericanas, en comparación con los cánceres en otros grupos raciales o étnicos. Estas diferencias contribuyen a desigualdades en la incidencia, el ritmo de crecimiento del cáncer y en la respuesta al tratamiento.

Las desigualdades por cáncer también se agravan por la falta de diversidad en los participantes de las investigaciones clínicas. Por esta falta de diversidad, es posible que los resultados de las investigaciones no se apliquen a todas las poblaciones.

Debido a que muchos factores influyen en las desigualdades por cáncer, encontrar respuestas no es fácil. Para disminuir o eliminar algunas desigualdades por cáncer a fin de lograr la equidad en la salud, se requerirán cambios en las políticas para superar las desigualdades sociales, raciales e institucionales sistémicas.

Los investigadores que financia el NCI estudian otras formas de mejorar los desenlaces de los grupos que se ven afectados en desproporción por el cáncer. Los proyectos de investigación varían desde el diseño y la aplicación de intervenciones de salud adecuadas a la cultura hasta la mejora del acceso a la atención médica y la participación de poblaciones que suelen tener representación insuficiente en los estudios clínicos, así como el examen de los factores biologicos y genéticos que expliquen las diferencias en las tasas de los cánceres de crecimiento rápido.