La Administración de Alimentos y Medicamentos aprueba una terapia celular modificada por ingeniería genética para el sarcoma sinovial avanzado
, por Edward Winstead
El 2 de agosto, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó una terapia celular llamada afamitresgén autoleucel (Tecelra) para tratar a algunas personas con sarcoma sinovial metastásico, un tipo de cáncer que se origina en el tejido blando. Es la primera vez que la FDA aprueba un tratamiento llamado terapia con receptores de células T (TCR) para el cáncer.
El afamitresgén autoleucel se elabora con un tipo de célula inmunitaria llamada célula T del paciente. Las células T se extraen de la sangre del paciente, se modifican por ingeniería genética en un laboratorio y luego se vuelven a infundir a la persona. Con la ingeniería genética se produce un receptor de células T capaz de reconocer mejor una proteína llamada MAGE-A4 en las células cancerosas, a las que se une.
El afamitresgén autoleucel se aprobó para pacientes que recibieron quimioterapia y cuyos tumores tienen MAGE-A4 y ciertos tipos de proteínas de HLA.
La aprobación se basó en un estudio clínico en el que participaron 44 personas con sarcoma sinovial metastásico. La terapia achicó los tumores en 19 participantes (43 %) y la mediana de duración de la respuesta (el tiempo que la terapia evitó que los tumores crecieran) fue de 6 meses. Adaptimmune, el fabricante del medicamento, patrocinó el estudio.
“El afamitresgén autoleucel será el nuevo tratamiento estándar para los pacientes con sarcoma sinovial metastásico que sean aptos para la terapia”, comentó la doctora Sandra D’Angelo, del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering, que dirigió el estudio.
Señaló que el afamitresgén autoleucel se parece a las terapias de células T con receptor quimérico para el antígeno (CAR-T) que se aprobaron para tratar ciertos tipos de cáncer de la sangre desde 2017. “Con las terapias de células T con CAR y de receptores de células T, damos a las células inmunitarias la capacidad de combatir el cáncer”, indicó la doctora D’Angelo.
Respuesta a la necesidad de tratamientos nuevos para el sarcoma sinovial
El sarcoma sinovial se presenta en varios tejidos blandos, como el músculo o el ligamento. A veces aparece en las extremidades y cerca de las articulaciones, como en la muñeca o el tobillo. Es un cáncer raro, que en los Estados Unidos se diagnostica en menos de 1000 personas al año.
Un tercio de las personas con sarcoma sinovial recibirán un diagnóstico antes de los 30 años de edad y las opciones de tratamiento son limitadas.
Cuando la enfermedad no se diseminó, el tratamiento suele incluir cirugía para extirpar el tumor. También es posible usar radioterapia o quimioterapia si el tumor es más grande, vuelve después de que se extirpó o se disemina fuera del sitio original.
En cerca de la mitad de los pacientes con este cáncer, la enfermedad se vuelve metastásica y no tiene cura. El tratamiento estándar para los pacientes con enfermedad metastásica es la quimioterapia.
Ha pasado más de una década desde que la FDA aprobó un tratamiento nuevo para esta enfermedad. La doctora D’Angelo comentó que hay una “necesidad extrema” de nuevas opciones de tratamiento para los pacientes.
Terapia dirigida a una proteína dentro de las células cancerosas
El afamitresgén autoleucel, cuya fabricación demora alrededor de 6 semanas, se administra en una sola dosis en el torrente sanguíneo del paciente.
El objetivo de la ingeniería genética es resolver un problema que ocurre con los receptores de células T naturales: no siempre detectan las células cancerosas ni se unen a estas con firmeza. La unión firme permite que las células inmunitarias destruyan las células cancerosas.
Las terapias de células T con CAR se adhieren a las proteínas en la superficie de las células cancerosas. Sin embargo, las terapias de receptores de células T se dirigen a las proteínas que suelen estar dentro de la célula. Por ejemplo, el afamitresgén autoleucel se dirige a MAGE-A4, presente en varios tipos de tumores, incluso en el cáncer de ovario y el cáncer de cabeza y cuello.
“Observamos que los sarcomas sinoviales tienden a expresar MAGE-A4”, indicó el doctor David Hong, del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, que dirigió uno de los primeros estudios clínicos para evaluar el afamitresgén autoleucel en los seres humanos.
Señaló que las proteínas de HLA presentan parte de la proteína MAGE-A4 a las células T, lo que alerta al sistema inmunitario de que hay cáncer.
Algunas respuestas completas
El afamitresgén autoleucel recibió la aprobación acelerada de la FDA. En el estudio clínico que condujo a la aprobación, muchos de los 44 participantes con sarcoma sinovial habían recibido múltiples terapias con anterioridad.
De las 19 personas cuyos tumores se achicaron después del tratamiento, 2 tuvieron respuestas completas, lo que significa que los tumores desaparecieron y no volvieron durante el período de 3 años del estudio.
Los efectos secundarios más comunes relacionados con el afamitresgén autoleucel fueron náuseas, vómitos, fatiga e infecciones. Alrededor del 70 % de los participantes tuvieron el síndrome de liberación de citocinas, un tipo de reacción desproporcionada del sistema inmunitario. Los investigadores informaron que la mayoría de los casos fueron leves y que se trataron con otros medicamentos.
“Aunque los efectos secundarios del tratamiento son mínimos”, comentó el doctor Hong, “la terapia se debe administrar sobre todo en centros oncológicos académicos con experiencia en terapias celulares”.
Por ejemplo, se necesitan expertos para ayudar a preparar a los pacientes para recibir las células. Para crear lugar en la médula ósea para las células modificadas en el laboratorio, los médicos administran quimioterapia de dosis alta a los pacientes. Este proceso se llama linfocitorreducción y a veces causa efectos secundarios, como la disminución del número de glóbulos blancos.
Otro desafío es cómo limitar la progresión del cáncer durante el período de 6 semanas en el que se está elaborando la terapia, señaló el doctor Hong. Comentó que, “durante este tiempo, es posible que algunos pacientes reciban quimioterapia para ayudar a controlar el crecimiento de los tumores”.
En el estudio, alrededor del 40 % de los participantes tuvieron que recibir algún tipo de tratamiento, o “terapia de transición”, para mantener bajo control el cáncer o los síntomas mientras se fabricaba la terapia de receptores de células T.
Tratamiento de otros tumores sólidos con la terapia de receptores de células T
En un estudio clínico en el que participan personas con varios tipos de cáncer, como el cáncer de esófago, se observó que una versión de afamitresgén autoleucel de segunda generación es prometedora. La terapia, conocida como uzatresgén autoleucel, también se dirige a MAGE-A4.
“Este proyecto demuestra la viabilidad de realizar investigaciones de vanguardia con nuevos métodos de tratamiento para enfermedades raras, como el sarcoma sinovial”, comentó la doctora D’Angelo.
Demostrar que es posible tratar los tumores sólidos mediante la terapia con receptores de células T “es un hito científico importante”, indicó el doctor Hong. Predijo que, en los próximos años, se probarán en los pacientes terapias celulares nuevas y más eficaces.
“Los científicos están creando formas innovadoras de modificar las células T para hacerlas más resistentes y más fuertes”, comentó el doctor Hong. “Es un momento emocionante en el desarrollo de los medicamentos del cáncer”.