Pasar al contenido principal
Un sitio oficial del Gobierno de Estados Unidos
English
Enviar por correo electrónico

Nuevos avances mejoran la detección y prevención del cáncer de ano

, por Edward Winstead

Una mano enguantada sostiene un hisópo de uso clínico.

Los investigadores estudian distintos abordajes para la detección del cáncer de ano, incluso el autohisopado.

Fuente: iStock/fernando novoa

ACTUALIZACIÓN: Este artículo se revisó para incorporar las nuevas pautas de julio de 2024 sobre la detección del cáncer de ano en las personas con el VIH.

Cuando Daniel G. Garza recibió un diagnóstico de cáncer de ano hace una década, nunca había oído hablar de la enfermedad. “¿Dice que es cáncer colorrectal?”, le preguntó al médico.

El médico le explicó a Garza que tenía un tumor en el esfínter anal. Para ese momento, Garza llevaba 14 años viviendo con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Pero no sabía que los hombres gay y bisexuales, en especial si tienen el VIH, corren un mayor riesgo de presentar cáncer de ano.

“Nunca había hablado sobre el cáncer de ano con un médico ni con los hombres gay que conocía”, dijo Garza, que vive en California. “Nadie me dijo nunca: “Oye, debes saber que corres mayor riesgo de tener este cáncer”.

Que Garza no supiera sobre el cáncer de ano quizás no sea sorprendente. En los estudios se demostró que muchos hombres gay y bisexuales desconocen la información básica sobre la enfermedad.

Desde que terminó el tratamiento del cáncer, Garza ha tratado de crear conciencia sobre el cáncer de ano, en particular en las comunidades latinas e hispanas. En el proceso, se enteró de los avances en la investigación que, con el tiempo, podrían ayudar a reducir la creciente carga de la enfermedad

Por ejemplo, en 2022, en un estudio clínico aleatorizado grande patrocinado por el NCI, se demostró que la detección y el tratamiento de lesiones precancerosas en el ano disminuían de forma considerable el riesgo de una persona de presentar cáncer de ano. El estudio, llamado ANCHOR, incluyó a personas con VIH de 35 o más años de edad. 

“El estudio ANCHOR demostró que es posible prevenir esta enfermedad”, señaló la doctora Megan Clarke, de la División de Epidemiología y Genética del Cáncer (DCEG) del NCI, que estudia el cáncer de ano y no participó en el estudio.

Sin embargo, la doctora Clarke advirtió que el progreso continuo dependerá de superar ciertos desafíos, como la escasez de proveedores de atención médica capacitados para realizar una anoscopia de alta resolución para detectar y tratar las lesiones anales precancerosas.

Ahora que los científicos saben que el tratamiento de las lesiones precancerosas previene el cáncer de ano en las personas, se necesitan más investigaciones para determinar las mejores formas de detectar las lesiones precancerosas de ano. Este trabajo está en marcha. Por ejemplo, algunos investigadores han estado explorando estrategias para realizar exámenes de detección del cáncer de ano de manera que se reduzcan las barreras para la participación.

Tal vez estos estudios ayuden a generar la comprobación necesaria que fundamente las actividades para prevenir el cáncer de ano en el futuro, señaló la doctora Clarke.

“Necesitamos aprovechar el ímpetu de los resultados de ANCHOR y ampliar la investigación sobre la enfermedad”, comentó. “Para quienes estudiamos los exámenes de detección, es un momento emocionante”.

¿Qué causa el cáncer de ano?

En la población general, el cáncer de ano es poco frecuente, pero algunos grupos corren un riesgo mayor de tener la enfermedad. Los grupos de riesgo más alto son las personas con el VIH y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Pero en total, hay más mujeres que hombres con cáncer de ano en los Estados Unidos.

Al igual que la mayoría de los cánceres de cuello uterino, casi todos los cánceres de ano se deben a la infección persistente de las células anales por tipos de virus del papiloma humano (VPH) que causan cáncer.

Si el sistema inmunitario no elimina las células infectadas, estas células forman lesiones precancerosas, que se llaman lesiones escamosas intraepiteliales de grado alto, que podrían volverse cancerosas si no se tratan.

Aunque las vacunas contra el VPH se desarrollaron al comienzo para prevenir el cáncer de cuello uterino, las vacunas también ayudan a proteger contra otros cánceres relacionados con el VPH, como el cáncer de ano. Gardasil, por ejemplo, se aprobó para la prevención del cáncer de ano.

Nuevas pautas sobre los exámenes de detección del cáncer de ano

Cuando se publicaron los resultados de ANCHOR, el doctor Robert Yarchoan, director de la Oficina de Neoplasias Malignas Relacionadas con el VIH y el SIDA (OHAM) del NCI, indicó que es la primera vez que los hallazgos brindan una justificación sólida para examinar a las personas con el VIH para detectar lesiones anales precancerosas.

Durante décadas, las clínicas en lugares como Nueva York y San Francisco han hecho exámenes de detección de cáncer de ano a las personas de grupos de riesgo. Pero hasta ahora no había pautas nacionales o internacionales revisadas por expertos para los exámenes de detección del cáncer de ano.

Eso cambió en marzo de 2024, cuando un grupo internacional de expertos que representaban a la Sociedad Internacional de Neoplasias Anales (IANS) publicó pautas de consenso sobre los exámenes de detección del cáncer de ano. Debido a que la enfermedad es poco frecuente en la población general, las pautas se centran en examinar a las personas con un aumento del riesgo de la enfermedad.

Por ejemplo, en estas pautas se recomienda que los exámenes de detección del cáncer de ano comiencen a los 35 años para las personas con el VIH, en particular para los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las mujeres transgénero. Para otras personas con el VIH y para los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las mujeres transgénero sin infección por el VIH, en las pautas se recomienda comenzar los exámenes de detección a los 45 años.

“El estudio ANCHOR nos dio otro impulso para publicar las pautas”, explicó la doctora Clarke, que integró el grupo de trabajo que creó las recomendaciones.

En julio de 2024, un panel de expertos en la atención del VIH publicó nuevas recomendaciones para prevenir el cáncer de ano en las personas con VIH. Son las primeras pautas federales estadounidenses sobre el tema. Las recomendaciones, que incluyen un programa de exámenes de detección para detectar y tratar lesiones precancerosas y prevenir el cáncer de ano en las personas con VIH, también se basaron en parte en los resultados del estudio ANCHOR. 

Estudio sobre la prevención del cáncer de ano mediante el uso de pruebas con autohisopado

Desde hace varios años, los investigadores de la Facultad de Medicina de Wisconsin en Milwaukee evalúan un método para que las personas usen pruebas en casa para la detección del cáncer de ano. Con este método, la persona obtiene una muestra de células en casa (autohisopado) y la envía a un laboratorio para el análisis.

Esta estrategia surgió, en parte, a partir de las técnicas de autorrecolección para el cáncer de cuello uterino que demuestran ser prometedoras . La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) acaba de aprobar dos kits de autorrecolección de muestras vaginales para la prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH).

Para probar estas estrategias para la detección del cáncer de ano, los investigadores reclutaron a hombres gay, mujeres transgénero y personas no binarias con riesgo elevado de cáncer de ano.

Se asignó al azar a la mitad de los participantes para recibir un kit por correo que incluía un hisopo para que obtuvieran sus propias muestras de células anales; luego los tenían que enviar por correo a un laboratorio para el análisis. La otra mitad se asignó a ir a una clínica de salud cercana, donde un médico les hizo un hisopado anal a los participantes.

En el estudio, el 89 % de las personas del grupo de autohisopado se hicieron la prueba y enviaron la muestra para el análisisNotificación de salida. En comparación, solo el 74 % de los participantes del grupo de detección en la clínica se hicieron los exámenes de detección.

“Esperábamos que los resultados favorecieran los exámenes de detección en casa, porque es lo que observamos en los estudios de cáncer de cuello uterino”, comentó el investigador principal, el doctor Alan Nyitray, que estudia la detección sistemática de cánceres relacionados con el VPH.

Sin embargo, al doctor Nyitray le sorprendió la fuerte preferencia por las pruebas en casa que se observó entre quienes participaron en el estudio y tenían el VIH.

Uno de los posibles motivos es el “agotamiento de ir a las citas”, según el comité asesor comunitario del estudio. El comité asesor mencionó que muchas personas con el VIH están cansadas de ir a las citas médicas y que tal vez prefieran la opción de hacerse las pruebas de detección en casa.

Descubrir los datos sobre el agotamiento de ir a las citas podría ayudar a los investigadores a idear programas de detección del cáncer de ano que sean más accesibles. “Si obligamos a los pacientes a ir a la clínica, entonces estamos creando desigualdades en el programa de detección”, dijo el doctor Nyitray.

Explicó que las personas con el VIH a menudo provienen de poblaciones desatendidas con menos acceso a la atención médica. Las pruebas en casa quizás podrían resolver algunos de estos problemas y barreras. 

“Los hombres son terribles para obtener atención médica, en especial cuando se trata de atención preventiva”, agregó el doctor Nyitray. “Necesitamos tener todo esto en cuenta al crear un programa de detección del cáncer de ano”.

Superar barreras para los exámenes de detección del cáncer de ano

Foto de Daniel Garza

Desde que terminó el tratamiento del cáncer de ano, Daniel Garza ayuda a concientizar a las comunidades latinas e hispanas sobre la enfermedad.

Fuente: Con autorización de Daniel G. Garza

Las posibles barreras para los exámenes de detección del cáncer de ano incluyen el estigma relacionado con el cáncer de ano y las relaciones sexuales anales, que es una de las formas en que el VPH se transmite al ano.

“La autorrecolección de muestras podría ayudar a abordar algo de este estigma porque permite que las personas obtengan la muestra en casa o donde se sientan cómodas”, dijo la doctora Jenna Nitkowski, que hasta hace poco trabajaba en el Centro para la Investigación de Intervenciones sobre el SIDA en la Facultad de Medicina de Wisconsin.

Las pruebas de detección en casa también podrían beneficiar a las personas de minorías sexuales y de género, como los hombres gay y bisexuales, que viven en áreas que carecen de médicos con experiencia en la atención de estos grupos, dijo la doctora Nitkowski.

Además, a las personas de grupos de minorías sexuales y de género les podría gustar la opción de las pruebas en casa ya que históricamente han enfrentado la discriminación por parte de la comunidad médica.

“Para estos grupos, acudir al médico para pedir una prueba de detección no es simple ni fácil”, señaló la doctora Sarah Jackson, investigadora de la DCEG que estudia el cáncer en las personas transgénero y de género diverso, que no participó en el estudio. 

Señaló que las personas con el VIH y los hombres negros que tienen relaciones sexuales con hombres, dos grupos con riesgo alto de cáncer de ano, prefieren obtener las muestras en casa.

“Para las personas en comunidades que han sido discriminadas y tuvieron otras barreras en la atención médica, cualquier cosa que hagamos para aumentar el acceso a la atención es una medida favorable”, mencionó la doctora Jackson.

Oportunidades para educar a las personas sobre el cáncer de ano

A medida que se amplían las investigaciones sobre los exámenes de detección del cáncer de ano, algunos investigadores ven oportunidades para promover la concientización sobre la enfermedad, en particular entre las personas en riesgo y los proveedores de atención médica.

“Necesitamos pensar en las formas de educar a los médicos para que puedan compartir la información sobre el cáncer de ano con los pacientes que podrían correr riesgo de presentar la enfermedad”, dijo el doctor Cameron Haas, becario postdoctoral de la DCEG que estudia las tendencias en la incidencia del cáncer de ano.

Daniel Garza está dispuesto a ayudar. Como embajador del estudio All of Us de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), Garza tiene como objetivo promover oportunidades para que los latinos e hispanos participen en la investigación del cáncer. También forma parte de un comité asesor comunitario para investigadores del NCI y habla en conferencias sobre el cáncer.

“Creo que mi historia tiene un propósito”, dijo Garza. “Si mi historia ayuda a alguien a conseguir la atención médica que necesita y encaminar su vida, entonces quiero compartirla”.

< Artículo anterior

Un programa aumentó la actividad física de los sobrevivientes de cáncer de minorías desatendidas

Artículo siguiente >

El lorlatinib retrasó la progresión de los cánceres de pulmón con ALK y quizás evite las metástasis encefálicas

Si desea copiar algo de este texto, vea Derechos de autor y uso de imágenes y contenido sobre instrucciones de derechos de autor y permisos. En caso de reproducción digital permitida, por favor, dé crédito al Instituto Nacional del Cáncer como su creador, y enlace al producto original del NCI usando el título original del producto; por ejemplo, “Nuevos avances mejoran la detección y prevención del cáncer de ano publicada originalmente por el Instituto Nacional del Cáncer.”

Enviar por correo electrónico