El enfoque 3 en 1 para que las mujeres de áreas rurales reciban exámenes de detección del cáncer
, por Nadia Jaber
En un nuevo estudio, se encontró una forma eficaz de ayudar a que las mujeres en pueblos rurales se hicieran exámenes de detección del cáncer. Pero el estudio no era para un solo tipo de examen de detección del cáncer. En vez, los investigadores probaron promover todos los exámenes de detección del cáncer que necesitan las mujeres al mismo tiempo: mama (seno), cuello uterino y colon-recto. En un estudio clínico aleatorizado, se demostró que este enfoque funcionó.
Los exámenes de detección del cáncer como la mamografía y la colonoscopia ayudan a salvar vidas. Pero quienes viven en áreas rurales enfrentan muchos desafíos cuando se trata de la detección. Muchas personas viven a varias horas de los lugares que ofrecen pruebas de detección y no tienen transporte para ir a las citas ni seguro médico.
Por estos motivos, las tasas de participación en los exámenes de detección suelen ser más bajas en las comunidades rurales que en las áreas urbanas. Sin embargo, las necesidades en los pueblos rurales son también mayores en algunos sentidos. Por ejemplo, las personas que viven en áreas rurales tienen tasas de tabaquismo y obesidad más altas, por lo que corren más riesgo de muchos tipos de cáncer.
En el estudio clínico, ofrecer a las mujeres de áreas rurales un video con mensajes preparados para ellas sobre la detección del cáncer y una llamada telefónica de orientadores de pacientes fue la manera más eficaz de ponerlas al día con los tres exámenes de detección del cáncer.
Los resultados del estudio, que incluyó a casi 1000 mujeres que vivían en zonas rurales de Indiana y Ohio, se publicaron el 28 de abril en la JAMA Network Open.
“El mensaje básico es que los proveedores de atención de la salud pueden, y quizás deberían, conseguir que se hagan todos los exámenes de detección al mismo tiempo”, comentó la doctora y enfermera Victoria Champion, del Centro Oncológico Integral Melvin y Bren Simon de la Universidad de Indiana, que codirigió el estudio.
“La idea de ofrecer todos los exámenes juntos es muy novedosa”, señaló la doctora Erica Breslau, máster en Salud Pública, del Programa de Investigación sobre la Prestación de Atención de la Salud del Instituto Nacional del Cáncer (NCI). La doctora Breslau, que supervisó el financiamiento del estudio pero no participó en la investigación, también dijo que el estudio clínico es el primero en probar este enfoque de "3 en 1" para los exámenes de detección del cáncer.
Mensajes personalizados y orientación de pacientes
La idea del estudio clínico surgió de una colaboración entre la doctora Champion y la codirectora del estudio, la doctora Electra Paskett, del Centro Oncológico Integral de la Universidad Estatal de Ohio. Ambas científicas llevaban años trabajando juntas en los campos de prevención del cáncer y de alcance comunitario.
“Hacía mucho tiempo que [la doctora Paskett] incorporaba a los orientadores de pacientes. Y yo enviaba mensajes personalizados a través de distintos medios”, dijo la doctora Champion.
“Muchas barreras para un examen de detección se parecen a las de otros [tipos de examen de detección]. Así que le dije [a la doctora Paskett], ‘¿qué tal si nos concentramos en todos los exámenes de detección que necesitan las mujeres?’” recordó.
En el estudio se incluyó a 963 mujeres de 50 a 74 años que no estaban al día con al menos uno de los exámenes de detección recomendados. Las participantes se asignaron al azar a uno de tres grupos.
En el primer grupo, las mujeres recibieron el recordatorio habitual de los proveedores médicos sobre algún examen de detección del cáncer que les faltaba hacerse, que suele ser un mensaje automático por correo electrónico, texto o llamada telefónica, explicó la doctora Champion.
El segundo grupo recibió un video interactivo por correo. El video era en formato DVD porque en 2016, cuando se inició el estudio, no había acceso a Internet en muchas áreas rurales. En el DVD se pedía a las usuarias que ingresaran respuestas sobre antecedentes familiares de cáncer, conocimientos sobre el cáncer y los exámenes de detección, y barreras que les impedían hacerse la detección. Según las respuestas, el video presentaba información personalizada sobre la detección del cáncer.
Por ejemplo, se enviaba un mensaje relacionado con sentir vergüenza de hacerse un examen de detección del cáncer colorrectal si una mujer señalaba que no se lo había hecho porque se sentía incómoda con la prueba.
El tercer grupo recibió el mismo video interactivo, seguido de una o varias llamadas telefónicas de orientadores de pacientes que también vivían en un área rural. Los orientadores averiguaban qué impedía que las participantes se hicieran los exámenes y ofrecía soluciones posibles.
Ponerse al día con los exámenes de detección
Un año después de iniciar el estudio, los investigadores comprobaron cuántas mujeres del estudio en cada grupo estaban al día con los exámenes de detección.
En el estudio, estar al día con los exámenes de detección incluyó lo siguiente:
- Una mamografía cada 2 años (detección del cáncer de mama)
- Una prueba de Papanicolaou cada 3 años o una prueba de Papanicolaou con una prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH) cada 5 años en las mujeres de 21 a 65 años (detección del cáncer de cuello uterino)
- Una prueba de sangre oculta en la materia fecal (FOBT o FIT) 1 vez al año o una colonoscopia cada 10 años (detección del cáncer colorrectal)
En comparación con la atención habitual, el video solo y el video con las llamadas de los orientadores de pacientes aumentaron el porcentaje de las mujeres que actualizaron uno o todos los exámenes de detección. Pero los investigadores descubrieron que el uso del video junto con la orientación de pacientes tuvo la mayor eficacia para conseguir que las mujeres se pusieran al día con los exámenes de detección.
Actualización de los tres exámenes de detección | Actualización de cualquiera de los exámenes de detección | |
Atención habitual | 10 % | 25 % |
Video |
15 % | 29 % |
Video y orientación de pacientes | 30 % | 49 % |
Agregar la orientación del paciente además del video fue un enfoque “muy poderoso”, destacó la doctora Breslau. “Los orientadores de pacientes tienen la capacitación para guiar a las personas por el complejo sistema de salud, que es una gran barrera para muchas [personas]”, añadió.
“Pensamos que darles a las mujeres toda la información sobre los exámenes de detección que necesitaban junto con un DVD interactivo las preparó para que hicieran sus preguntas a los orientadores”, señaló la doctora Champion.
Por ejemplo, en el video se incluyó información sobre la prueba inmunoquímica fecal (FIT), que es una prueba de detección del cáncer de colon para hacerse en casa. El personal que orientó a los pacientes respondió a las preguntas que las mujeres tenían sobre la FIT y luego la enviaron por correo a quienes eligieron esa opción. Quizás por esto, hubo más mujeres en el grupo que recibió el video y la orientación que en otros grupos que eligieron la FIT en vez de la colonoscopia, aclaró la doctora Champion.
Los orientadores de pacientes “personalizan mucho la atención de la salud” y “ayudan a cerrar la brecha de equidad en salud en algunas de las comunidades marginadas”, comentó la doctora Breslau. La desventaja es que lleva tiempo capacitar al personal y mantenerlo en los centros de salud es costoso, añadió.
La doctora Champion destaca que, aunque los orientadores de pacientes y los DVD personalizados tengan un costo importante, los resultados valen la pena.
“Me encantaría ver que nuestro sistema de salud da importancia a este [tipo de prevención de cáncer], del mismo modo que se le da importancia a buscar [nuevos tratamientos del cáncer]”, recalcó.
Pensar en nuevas tecnologías
Cabe destacar que la mayoría de las participantes del estudio eran blancas, con estudios universitarios o de posgrado, además de seguro médico. Así que no queda en claro si el video interactivo y la orientación telefónica funcionarían también para las mujeres que no son blancas, con menos educación y sin seguro médico, señalaron las investigadoras.
La doctora Breslau mencionó otra posible barrera. ¿Usarán los médicos de atención primaria este enfoque del video con la orientación del paciente? “Me parece que esta es una pregunta importante. Los médicos de atención primaria son quienes dan las recomendaciones sobre los exámenes de detección”, subrayó.
Otra limitación, señaló la doctora Champion, es que el video interactivo se desactualizará en cuanto cambien las recomendaciones sobre los exámenes y las opciones de detección. “Tenemos que pensar con creatividad en cuáles [tecnologías] podemos adaptar rápido según los cambios en las recomendaciones sobre los exámenes de detección”, dijo, como por ejemplo, publicar un video en línea o en una aplicación de teléfono móvil.
Es más, los reproductores de DVD serán obsoletos pronto, mencionó la doctora Breslau. “El hecho de que a fines de este año se enviará el último sobre rojo de Netflix nos indica dónde estamos con la tecnología”, comentó.
Además de las nuevas tecnologías, la doctora Champion y sus colegas están explorando más el uso de las pruebas de detección de uso en el hogar. En un nuevo estudio que financia el NCI, los investigadores usan las FIT y la orientación de pacientes para tratar de mejorar la detección sistemática del cáncer colorrectal en las áreas rurales de Indiana.