Cuidado del enfermo después de terminar el tratamiento
Es importante que las personas a cargo del paciente entiendan que aunque el tratamiento ha terminado, los supervivientes de cáncer aún siguen enfrentándose a muchas cosas. A menudo están sobrellevando los efectos secundarios del tratamiento y aprendiendo cómo adaptarse a muchos otros cambios por los que han pasado. Puede ser que no vuelvan a la vida normal tan rápido como habían esperado.
Una vez que el tratamiento termina, la mayoría de las personas quieren dejar la experiencia del cáncer atrás. Aun así, una de las reacciones más comunes por parte de las personas a cargo del paciente es preguntarse a sí mismas, “¿Ahora qué hago?” Muchas tienen que pensar en cómo adaptarse a esta “nueva vida normal”. Hasta ahora, su enfoque ha estado en ayudar al paciente a pasar por el tratamiento. Por lo tanto, este puede ser un tiempo de sentimientos contradictorios. Pueden estar felices de que el tratamiento ha terminado pero, al mismo tiempo, empezar a sentir los efectos de lo que ha pasado con su ser querido.
Fíjese en sus sentimientos
Es normal tener muchos sentimientos distintos después de que termina el tratamiento. Algunos encargados del cuidado del paciente dicen que sus sentimientos son aun más intensos después del tratamiento, dado que tienen más tiempo para procesar todo.
Es posible sentir alegría y alivio de que su ser querido haya terminado el tratamiento. Sin embargo, también se puede sentir ansiedad porque ya no se hace algo dirigido a combatir el cáncer. Se puede tener una sensación de tristeza y de que algo falta al ver que su amigo o familiar está todavía en un estado de debilidad. En este tiempo se puede sentir más soledad y aislamiento que antes.
Algunos sentimientos comunes que se pueden tener son:
- Extrañar el apoyo que se tenía del equipo de atención médica del paciente.
- Sentir presión a volver a ser la persona de antes.
- Echar de menos sentir que le necesitan o tener muchas cosas qué hacer.
- Sentir soledad. Los amigos y la familia pueden regresar a sus vidas cotidianas, dejándole con más cosas que hacer. Puede ser que ya no estén en contacto con usted como lo hacían cuando su ser querido estaba recibiendo tratamiento.
- Evitar salir con otras personas por temor de que algo le ocurra a su ser querido mientras usted no está.
- Resultar difícil relacionarse con personas que no han pasado por lo que usted pasó.
- Tener sentimientos confusos cuando ve a su ser querido luchar con el mal humor, la depresión o la falta de confianza en sí.
- Preocuparse de que cualquier problema físico sea un signo de regreso del cáncer. Pero al mismo tiempo, agradecer que esta persona está aquí y que forma parte de su vida.
- Esperar poder poner más energía en las cosas que son más importantes para usted.
Todos estos sentimientos son normales. Puede controlarlos dándose tiempo para reflexionar sobre sus experiencias con el cáncer. El tiempo necesario para superar los desafíos a los que se enfrentran es diferente para cada persona
Dedique tiempo para usted
Si ha estado dejando de lado sus propias necesidades, este puede ser un buen momento para pensar en cómo puede cuidar de sí. Tener un poco de tiempo libre para recargar la mente y el espíritu puede ayudarle a salir adelante. Usted querrá pensar en:
- Volver a las actividades que disfruta.
- Encontrar alguna forma como otros pueden ayudarle.
- Encontrar nuevas formas de conectarse con amigos.
Por ejemplo, algunas personas a cargo del paciente sienten la necesidad de hacer algo por otros que están enfrentando el cáncer. Dirigen su energía a ayudar a personas en su comunidad, se unen a grupos de apoyo o trabajan como voluntarias en organizaciones oncológicas. Para muchas, hacer algo importante en las vidas de otros les sirve para ayudarse a sí mismas.
Deje que otros le ayuden
Puede sentir la tentación de decir a la gente que usted y su ser querido están bien y no necesitan ayuda. Puede ser que ya no quiera causar más molestias a la gente. Lo más probable es que su ser querido y usted no se hayan recuperado del cansancio y estén acostumbrándose apenas a la vida después del tratamiento. Es posible que ayude decir a los demás que todavía se están adaptando y hacerles saber cómo pueden ayudar. Tal vez, la familia, los amigos, los vecinos y compañeros de trabajo que estuvieron alejados durante el tratamiento puedan ahora brindarles apoyo o que estén dispuestos a hacerlo. Sin embargo, tenga en cuenta que no sea fácil ayudar para otros. Pueden sentir incomodidad por tener que ayudar, o piensan que usted ha vuelto a su vida normal y que ya no necesita ayuda. O pueden tener motivos personales, como falta de tiempo o cosas que están sucediendo en sus propias vidas.
Hable con su familia
Trate de recordar que este tiempo después del tratamiento es nuevo para todos. Sus familiares pueden necesitar también tiempo para ajustarse a este nuevo capítulo de la vida de su ser querido. Algo que usted puede hacer:
- Hágales saber que la recuperación puede llevarse más tiempo de lo pensado. Es posible que le falte la energía a su ser querido por algún tiempo y necesite ajustarse a su nueva vida normal.
- Pídales que sigan haciendo las tareas regulares de su ser querido hasta que pueda volver a su rutina normal.
- Hágales saber en qué consisten los cuidados de seguimiento y en qué forma se revisará que su ser querido está bien.
- Dígales con sinceridad qué clase de apoyo se necesita de ellos ahora que ha terminado el tratamiento.
- Deles las gracias por lo que hicieron durante el tratamiento.
Una buena comunicación es ahora tan importante como lo era durante el tratamiento del cáncer. Escucharse unos a otros, la paciencia y el apoyo pueden ser muy importantes.