Un tumor de hipófisis es un crecimiento de células anormales en los tejidos de la hipófisis.
Las hormonas de la hipófisis controlan muchas otras glándulas del cuerpo.
Tener ciertas afecciones genéticas aumenta el riesgo de presentar un tumor de hipófisis.
Entre los signos de un tumor de hipófisis se incluyen problemas de visión y ciertos cambios físicos.
Para diagnosticar un tumor de hipófisis, se utilizan estudios con imágenes y pruebas que examinan la sangre y la orina.
Ciertos factores afectan el pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.
Un tumor de hipófisis es un crecimiento de células anormales en los tejidos de la hipófisis.
Los tumores de hipófisis se forman en la hipófisis, un órgano del tamaño de una arveja situado
en el centro del encéfalo, justo encima de la parte posterior de la nariz.
A veces, se llama a la hipófisis "glándulaendocrina principal" porque elabora hormonas que afectan el funcionamiento de muchas partes del cuerpo. También controla las hormonas que producen muchas otras glándulas del cuerpo.AmpliarAnatomía del interior del encéfalo: muestra la glándula pineal y la hipófisis, el nervio óptico, los ventrículos (el líquido cefalorraquídeo se ve en color azul) y otras partes del encéfalo.
Los tumores de hipófisis se dividen en los tres grupos siguientes:
Adenomas hipofisarios benignos: son tumores que no son cancerosos. Estos crecen muy lentamente y no se diseminan desde la hipófisis hasta otras partes del cuerpo.
Adenomas hipofisarios invasivos: tumores benignos que se pueden diseminar hasta los huesos del cráneo o la cavidad de los senos paranasales debajo de la hipófisis.
Carcinomas hipofisarios: tumores que son malignos (cáncer). Estos tumores de hipófisis se diseminan hasta otras áreas del sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal) o fuera del sistema nervioso central. Muy pocos tumores de hipófisis son malignos.
Los
tumores de hipófisis no funcionante no producen cantidades adicionales de hormonas.
Los tumores de hipófisis funcionantes producen una cantidad mayor de la normal de una o más hormonas. La mayoría de los tumores de hipófisis son tumores funcionantes. La cantidad adicional de hormonas que producen los tumores de hipófisis a veces causa ciertos signos o síntomas de enfermedad.
Las hormonas de la hipófisis controlan muchas otras glándulas del cuerpo.
Entre las hormonas que produce la hipófisis se incluyen las siguientes:
Prolactina: hormona que hace que las mamas de una mujer produzcan leche durante y después del embarazo.
Hormona del crecimiento: hormona que ayuda a controlar el crecimiento del cuerpo y el uso del azúcar y la grasa en el cuerpo. La hormona del crecimiento también se llama somatotropina.
Tener ciertas afecciones genéticas aumenta el riesgo de presentar un tumor de hipófisis.
Cualquier cosa que aumenta la probabilidad de que una persona tenga una enfermedad se llama factor de riesgo. No todas las personas con uno o más de estos factores de riesgo tendrán tumores pituitarios, y algunas personas sin factores de riesgo conocidos presentarán la enfermedad. Consulte con su médico si piensa que está en riesgo. Los síndromes hereditarios que aumentan el riesgo de que una persona tenga tumores de hipófisis son los siguientes:
Entre los signos de un tumor de hipófisis se incluyen problemas de visión y ciertos cambios físicos.
El crecimiento del tumor, las hormonas que este produce u otras afecciones pueden provocar signos y síntomas. Algunos tumores no causan signos o síntomas. Consulte con su médico si tiene cualquiera de estos problemas.
Signos y síntomas de un tumor de hipófisis no funcionante
A veces, un tumor de hipófisis presiona o daña partes de la hipófisis, haciendo que deje de elaborar una o más hormonas. Cuando la cantidad de cierta hormona es muy baja, se afecta el funcionamiento de la glándula o el órgano que la hormona controla. Es posible que se presenten los siguientes signos y síntomas:
Dolor de cabeza.
Alteración de la visión.
Pérdida del vello corporal.
En las mujeres, períodos menstruales menos frecuentes, ausencia de menstruación, o falta de leche en las mamas.
En los hombres, pérdida de vello facial, crecimiento del tejido de la mama e impotencia.
En las mujeres y hombres, disminución del impulso sexual.
En los niños, retraso del crecimiento y desarrollo sexual.
La mayoría de los tumores que elaboran la HL y la HFE no producen suficientes hormonas adicionales como para causar signos y síntomas. Estos tumores se consideran tumores no funcionantes.
Signos y síntomas de un tumor de hipófisis funcionante
Cuando un tumor funcionante elabora hormonas adicionales, los signos y síntomas dependerán del tipo de hormona que produce.
Demasiada prolactina puede causar los siguientes problemas:
Dolor de cabeza.
Alteración de la visión.
Períodos menstruales menos frecuentes, ausencia de menstruación, o periodos con flujo muy escaso.
Problemas o incapacidad para quedar embarazada.
Impotencia en los hombres.
Disminución del impulso sexual.
Flujo de leche de las mamas en una mujer que no está embarazada ni amamantando.
Demasiada ACTH puede causar los siguientes problemas:
Dolor de cabeza.
Alteración de la visión.
Aumento de peso en la cara, el cuello y el tronco del cuerpo y brazos y piernas delgados.
Un bulto de grasa en la nuca.
Piel delgada, en ocasiones con estrías púrpuras o rosadas en el pecho o el abdomen.
Moretones que aparecen con facilidad.
Crecimiento de vello fino en la cara, la parte superior de la espalda o los brazos.
Demasiada hormona de crecimiento puede causar los siguientes problemas:
Dolor de cabeza.
Alteración de la visión.
En los adultos, acromegalia (crecimiento de los huesos de la cara, las manos y los pies). En los niños, todo el cuerpo crece hasta tener más altura y tamaño de lo normal.
Cosquilleo o adormecimiento en las manos y los dedos.
Ronquidos o pausas de la respiración durante el sueño.
Examen de la vista: examen para revisar la visión y el estado general de salud de los ojos.
Examen del campo visual: examen para revisar el campo visual de una persona (área total en la que se pueden ver objetos). Con esta prueba se mide la visión central (cuánto puede ver una persona cuando mira directamente al frente) y la visión periférica (cuánto puede ver una persona en otras direcciones cuando mantiene la mirada fija hacia adelante). Se mide la visión de un ojo a la vez. El ojo que no se examina permanece cubierto.
Examen neurológico: serie de preguntas y pruebas para examinar el encéfalo, la médula espinal y el funcionamiento de los nervios. Con el examen se verifica el estado mental de la persona, la coordinación y la capacidad de caminar normalmente, y el funcionamiento adecuado de los músculos, los sentidos y los reflejos. Esto también se llama neuroexamen.
Imágenes por resonancia magnética (IRM) con gadolinio: procedimiento para el que se usa un imán, ondas de radio y una computadora a fin de crear una serie de imágenes detalladas de áreas del interior del encéfalo y la médula espinal. Se inyecta en una vena una sustancia que se llama gadolinio. El gadolinio se acumula alrededor de las células cancerosas y las hace aparecer más brillantes en la imagen. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).
Estudios bioquímicos de la sangre: pruebas por las que se examina una muestra de sangre para medir las cantidades de ciertas sustancias, como la glucosa (azúcar), que los órganos y los tejidos del cuerpo liberan en la sangre. Una cantidad anormal (mayor o menor que la normal) de una sustancia suele ser signo de enfermedad.
Pruebas de sangre: pruebas mediante las que se miden las concentraciones de testosterona o estrógeno en la sangre. Una cantidad más alta o más baja que la normal de estas hormonas a veces es un signo de un tumor de hipófisis.
Análisis de orina de 24 horas: prueba para la que se recoge orina durante 24 horas a fin de medir las cantidades de ciertas sustancias. Una cantidad fuera de lo común (más alta o baja que la normal) de una sustancia quizás sea un signo de enfermedad en el órgano o el tejido que la elabora. Una cantidad más alta que la normal de la hormona cortisol quizás sea un signo de un tumor de hipófisis y de síndrome de Cushing.
Prueba de inhibición con dosis alta de dexametasona: prueba mediante la que se administran una o más dosis altas de dexametasona. Se examina la concentración de cortisol en una muestra de sangre o de la orina que se recolecta durante tres días. Esta prueba se realiza para revisar si las glándulas suprarrenales están produciendo demasiado cortisol o si la hipófisis le está indicando a las glándulas suprarrenales que produzcan demasiado cortisol.
Prueba de inhibición con dosis baja de dexametasona: prueba mediante la que se administran una o más dosis pequeñas de dexametasona. Se examina la concentración de cortisol de una muestra de sangre o de orina que se recolecta durante tres días. La prueba se realiza para determinar si la glándula suprarrenal está produciendo demasiado cortisol.
Muestreo venoso para tumores de hipófisis: procedimiento para extraer una muestra de sangre de las venas que salen de la hipófisis. La muestra se analiza para medir la cantidad de ACTH que la glándula libera en la sangre. El muestreo venoso a veces se realiza si los exámenes de sangre muestran que hay un tumor que elabora ACTH, pero el aspecto de la hipófisis es normal en las pruebas con imágenes.
Biopsia: extracción de células o tejidos para que un patólogo las observe al microscopio y determine si hay signos de cáncer.
En ocasiones se realizan las siguientes pruebas en la muestra de tejido que se extrae:
Prueba inmunohistoquímica:prueba de laboratorio por la que se usan anticuerpos para determinar si hay ciertos antígenos (marcadores) en una muestra de tejido de un paciente. Por lo general, los anticuerpos se unen a una enzima o un tinte fluorescente. Cuando los anticuerpos se unen a un antígeno específico en una muestra de tejido, se activa la enzima o el tinte y se observa el antígeno al microscopio. Este tipo de prueba se usa para diagnosticar el cáncer y diferenciarlo de otros tipos de cáncer.
Prueba inmunocitoquímica: prueba de laboratorio por la que se usan anticuerpos para determinar si hay ciertos antígenos (marcadores) en una muestra de células de un paciente. Por lo general, los anticuerpos se unen a una enzima o un tinte fluorescente. Cuando los anticuerpos se unen a un antígeno en una muestra de las células, se activa la enzima o el tinte y se observa el antígeno al microscopio. Este tipo de prueba se usa para diagnosticar el cáncer y diferenciarlo de otros tipos de cáncer.
Microscopía óptica y electrónica: prueba de laboratorio en la que se observan las células de una muestra de tejido con microscopios comunes y de alta potencia para detectar ciertos cambios en las células.
Ciertos factores afectan el pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.
El pronóstico depende del tipo de tumor y si el tumor se diseminó hasta otras áreas del sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal) o hasta otras partes del cuerpo afuera del sistema nervioso central.
Las opciones de tratamiento dependen de los siguientes aspectos:
El tipo y el tamaño del tumor.
Si el tumor elabora hormonas.
Si el tumor está causando problemas de visión u otros signos y síntomas.
Si el tumor se diseminó en el encéfalo alrededor de la hipófisis o hasta otras partes del cuerpo.
Después que se diagnostica un tumor de hipófisis, se hacen pruebas para determinar si se diseminó dentro del sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal) u otras partes del cuerpo.
Los tumores de hipófisis se describen de diferentes maneras.
Es posible que los tumores de hipófisis recidiven (vuelvan) después del tratamiento.
Después que se diagnostica un tumor de hipófisis, se hacen pruebas para determinar si se diseminó dentro del sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal) u otras partes del cuerpo.
El grado o la diseminación del cáncer se describen, por lo general, en términos de estadios. No hay un sistema de estadificación estándar para los tumores de hipófisis. Una vez que se encuentra un tumor de hipófisis, se realizan pruebas para determinar si el tumor se diseminó por el encéfalo o hasta otras partes del cuerpo. En ocasiones se usa la siguiente prueba:
Imágenes por resonancia magnética (IRM): procedimiento para el que se usa un imán, ondas de radio y una computadora a fin de crear una serie de imágenes detalladas de áreas del interior del cuerpo. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).
Los tumores de hipófisis se describen de diferentes maneras.
AmpliarTamaños de un tumor. El tamaño de los tumores a menudo se mide en centímetros (cm) o pulgadas (in). A veces se usan alimentos comunes para mostrar el tamaño de un tumor en centímetros: una arveja o guisante (1 cm), un maní o cacahuate (2 cm), una uva (3 cm), una nuez (4 cm), una lima o limón verde (5 cm), un huevo (6 cm), un durazno o melocotón (7 cm) y un pomelo o toronja (10 cm).
Los tumores de hipófisis se describen por su tamaño y su grado, si elaboran hormonas adicionales y si el tumor se diseminó hasta otras partes del cuerpo.
El grado de un tumor de hipófisis se basa en qué tanto ha crecido el tumor dentro del área de encéfalo que lo rodea, como la silla turca (el hueso de la base del cráneo donde se aloja la hipófisis).
Es posible que los tumores de hipófisis recidiven (vuelvan) después del tratamiento.
A veces, el cáncer reaparece en la hipófisis o en otras partes del cuerpo.
Aspectos generales de las opciones de tratamiento
Puntos importantes
Hay diferentes tipos de tratamiento para los pacientes con tumores de hipófisis.
Se utilizan los siguientes tipos de tratamiento:
Cirugía
Radioterapia
Terapia farmacológica
Quimioterapia
Se están probando nuevos tipos de tratamiento en ensayos clínicos.
A veces el tratamiento para los tumores de hipófisis causa efectos secundarios.
Los pacientes podrían considerar la participación en un ensayo clínico.
Los pacientes pueden ingresar en los ensayos clínicos antes, durante o después de comenzar su tratamiento para el cáncer.
A veces se necesitan pruebas de seguimiento.
Hay diferentes tipos de tratamiento para los pacientes con tumores de hipófisis.
Hay diferentes tipos de tratamiento disponibles para los pacientes con tumores de hipófisis. Algunos tratamientos son estándar (tratamiento que se usa en la actualidad) y otros se están probando en ensayos clínicos. Un ensayo clínico de un tratamiento es un estudio de investigación con el fin de mejorar los tratamientos actuales u obtener información sobre tratamientos nuevos para los pacientes de cáncer. A veces, cuando los ensayos clínicos muestran que un tratamiento nuevo es mejor que el tratamiento estándar, el tratamiento nuevo se convierte en el tratamiento estándar. Los pacientes podrían considerar la participación en un ensayo clínico. En algunos ensayos clínicos solo se aceptan a pacientes que no comenzaron el tratamiento.
Se utilizan los siguientes tipos de tratamiento:
Cirugía
Muchos tumores de hipófisis se extirpan mediante cirugía al usar una de las siguientes operaciones:
Cirugía transesfenoidal: tipo de cirugía para la que se insertan instrumentos en una parte del encéfalo a través de una incisión (corte) en el labio superior o en la base de la nariz entre los orificios de la nariz, y luego a través del hueso esfenoides (un hueso con forma de mariposa en la base del cráneo) para llegar hasta la hipófisis. La hipófisis descansa justo arriba del hueso esfenoides.AmpliarCirugía transesfenoidal. Se introduce un endoscopio y una cureta a través de la nariz y el seno esfenoidal para extirpar un cáncer de la hipófisis.
Cirugía transesfenoidal endoscópica: tipo de cirugía para la que se introduce un endoscopio a través de una incisión (corte) en la parte posterior del interior de la nariz, y luego a través del hueso esfenoides para llegar hasta la hipófisis. Un endoscopio es un instrumento delgado con forma de tubo, con una luz y una lente para observar, y una herramienta para extraer tejido del tumor.
Craneotomía: cirugía para extirpar el tumor a través de una abertura realizada en el cráneo.AmpliarCraneotomía. Se hace una abertura en el cráneo y se extrae una pieza del cráneo para exponer una parte del cerebro.
Una vez que el médico extirpa todo el cáncer visible en el momento de la cirugía, es posible que algunos pacientes reciban quimioterapia o radioterapia después de la cirugía para eliminar cualquier célula cancerosa que quede. El tratamiento administrado después de la cirugía para disminuir el riesgo de que el cáncer vuelva se llama terapia adyuvante.
Radioterapia
La radioterapia es un tratamiento del cáncer para el que se utilizan rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para eliminar las células cancerosas o impedir que crezcan. Para la radioterapia externa se usa una máquina que envía la radiación hacia el área con cáncer desde el exterior del cuerpo. Algunas formas de administrar la radioterapia evitan que la radiación cause daño al tejido sano cercano. Este tipo de radioterapia incluye la siguiente:
Radiocirugía estereotáctica: radioterapia para la que se emplea un marco rígido que se fija al cráneo para mantener la cabeza quieta durante el tratamiento con radiación. Una máquina dirige una sola dosis alta de radiación directa al tumor. Este procedimiento no incluye cirugía. También se llama radiocirugía estereotáxica, radiocirugía y cirugía de radiación.
Terapia farmacológica
En ocasiones se administran medicamentos para impedir que un tumor de hipófisis funcionante elabore demasiadas hormonas.
Quimioterapia
La quimioterapia se puede usar como terapia paliativa de los carcinomas de hipófisis, para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. La quimioterapia utiliza medicamentos que interrumpen la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al impedir su multiplicación. Cuando la quimioterapia se toma por boca o se inyecta en una vena o músculo, los medicamentos ingresan en el torrente sanguíneo y pueden llegar a las células cancerosas de todo el cuerpo (quimioterapia sistémica). Cuando la quimioterapia se coloca directamente en el líquido cefalorraquídeo, un órgano o una cavidad corporal como el abdomen, los medicamentos afectan sobre todo las células cancerosas de esas áreas (quimioterapia regional). La manera en que se administra la quimioterapia depende del tipo de cáncer que se esté tratando.
Se están probando nuevos tipos de tratamiento en ensayos clínicos.
Los pacientes podrían considerar la participación en un ensayo clínico.
Para algunos pacientes, la mejor elección de tratamiento podría ser un ensayo clínico. Los ensayos clínicos son parte del proceso de investigación del cáncer. Los ensayos clínicos se llevan a cabo para saber si los tratamientos nuevos para el cáncer son inocuos (seguros) y eficaces, o mejores que el tratamiento estándar.
Muchos de los tratamientos estándar actuales se basan en ensayos clínicos anteriores. Los pacientes que participan en un ensayo clínico reciben el tratamiento estándar o son de los primeros en recibir el tratamiento nuevo.
Los pacientes que participan en los ensayos clínicos también ayudan a mejorar la forma en que se tratará el cáncer en el futuro. Aunque los ensayos clínicos no siempre llevan a tratamientos eficaces, a menudo responden a preguntas importantes y ayudan a avanzar en la investigación.
Los pacientes pueden ingresar en los ensayos clínicos antes, durante o después de comenzar su tratamiento para el cáncer.
En algunos ensayos clínicos solo se aceptan a pacientes que aún no recibieron tratamiento. En otros ensayos se prueban terapias en pacientes de cáncer que no mejoraron. También hay ensayos clínicos en los que se prueban formas nuevas de impedir que el cáncer recidive (vuelva) o de disminuir los efectos secundarios del tratamiento del cáncer.
Los ensayos clínicos se realizan en muchas partes del país. La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en la página de Internet clinical trials search. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consulte el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A veces se necesitan pruebas de seguimiento.
A medida que avanza el tratamiento, se harán exámenes y revisiones periódicas. Es posible que se repitan algunas pruebas que se hicieron para diagnosticar o estadificar el cáncer, con el fin de evaluar qué tan bien está funcionando el tratamiento. Las decisiones acerca de seguir, cambiar o suspender el tratamiento se pueden basar en los resultados de estas pruebas.
Algunas de las pruebas se repiten cada tanto después de terminar el tratamiento. Los resultados de estas pruebas muestran si la afección cambió o si el cáncer recidivó (volvió).
Tratamiento de los tumores de hipófisis no funcionantes
Realice una búsqueda en inglés de ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que aceptan pacientes en este momento. Busque por tipo de cáncer, edad del paciente y lugar del ensayo. Consulte también información general sobre los ensayos clínicos.
Tratamiento de los tumores de hipófisis que producen prolactina
Realice una búsqueda en inglés de ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que aceptan pacientes en este momento. Busque por tipo de cáncer, edad del paciente y lugar del ensayo. Consulte también información general sobre los ensayos clínicos.
Tratamiento de los tumores de hipófisis que producen hormona adrenocorticotrópica
Realice una búsqueda en inglés de ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que aceptan pacientes en este momento. Busque por tipo de cáncer, edad del paciente y lugar del ensayo. Consulte también información general sobre los ensayos clínicos.
Tratamiento de los tumores de hipófisis que producen hormona del crecimiento
Realice una búsqueda en inglés de ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que aceptan pacientes en este momento. Busque por tipo de cáncer, edad del paciente y lugar del ensayo. Consulte también información general sobre los ensayos clínicos.
Tratamiento de los tumores de hipófisis que producen hormona estimulante de la tiroides
Realice una búsqueda en inglés de ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que aceptan pacientes en este momento. Busque por tipo de cáncer, edad del paciente y lugar del ensayo. Consulte también información general sobre los ensayos clínicos.
Realice una búsqueda en inglés de ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que aceptan pacientes en este momento. Busque por tipo de cáncer, edad del paciente y lugar del ensayo. Consulte también información general sobre los ensayos clínicos.
Tratamiento de los tumores de hipófisis recidivantes
Realice una búsqueda en inglés de ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que aceptan pacientes en este momento. Busque por tipo de cáncer, edad del paciente y lugar del ensayo. Consulte también información general sobre los ensayos clínicos.
Información adicional sobre los tumores de la hipófisis
Para obtener más información sobre el cáncer en general y otros recursos disponibles en el Instituto Nacional del Cáncer, consulte los siguientes enlaces:
El Physician Data Query (PDQ) es la base de datos integral del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) que contiene resúmenes de la última información publicada sobre los siguientes temas relacionados con el cáncer: prevención, detección, genética, tratamiento, cuidados médicos de apoyo, y medicina complementaria y alternativa. Se publican dos versiones de la mayoría de los resúmenes. La versión dirigida a profesionales de la salud se redacta en lenguaje técnico y contiene información detallada, mientras que la versión dirigida a pacientes se redacta en un lenguaje fácil de comprender, que no es técnico. Ambas versiones contienen información correcta y actualizada sobre el cáncer. Los resúmenes se escriben en inglés y en la mayoría de los casos se cuenta con una traducción al español.
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Propósito de este resumen
Este resumen del PDQ sobre el cáncer contiene información actualizada sobre el tratamiento de los tumores de hipófisis. El propósito es informar y ayudar a los pacientes, sus familiares y cuidadores. No ofrece pautas ni recomendaciones formales para la toma de decisiones relacionadas con la atención de la salud.
Revisores y actualizaciones
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Un ensayo clínico es un estudio para responder a una pregunta científica; por ejemplo, si un tratamiento es mejor que otro. Los ensayos se basan en estudios anteriores y en lo que se aprendió en el laboratorio. Cada ensayo responde a ciertas preguntas científicas con el fin de encontrar formas nuevas y mejores de ayudar a los pacientes con cáncer. Durante los ensayos clínicos de tratamiento, se recopila información sobre los efectos de un tratamiento nuevo y su eficacia. Si un ensayo clínico indica que un tratamiento nuevo es mejor que el tratamiento estándar, el tratamiento nuevo quizás se convierta en el "estándar". Los pacientes pueden considerar la participación en un ensayo clínico. Algunos ensayos clínicos solo aceptan a pacientes que aún no comenzaron un tratamiento.
Para obtener más información sobre ensayos clínicos, consulte el portal de Internet del NCI. También puede llamar al número de contacto del NCI 1-800-422-6237 (1-800-4-CANCER), escribir un correo electrónico o usar el chat del Servicio de Información de Cáncer.
Permisos para el uso de este resumen
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