Diagnóstico del cáncer de hígado
¿Cómo se diagnostica el cáncer de hígado?
Algunas pruebas que examinan el hígado y la sangre se usan para detectar y diagnosticar el cáncer de hígado. No todas las personas tendrán que hacerse cada una de las pruebas que se describen a continuación.
Es posible que se usen las siguientes pruebas y procedimientos:
- Examen físico y antecedentes de salud: se hace un examen físico para revisar el estado de salud de una persona e identificar signos de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca anormal. También se obtiene información sobre los hábitos de salud, los antecedentes de enfermedades y los tratamientos anteriores.
- Prueba del marcador tumoral alfafetoproteína (AFP): los órganos, los tejidos o las células tumorales del cuerpo liberan marcadores tumorales en la sangre. El aumento de la concentración de AFP en sangre, en ocasiones, es un signo de cáncer de hígado. Es posible que otros tipos de cáncer y ciertas afecciones no cancerosas, como la cirrosis y la hepatitis también aumenten las concentraciones de AFP. Algunas veces las concentraciones de AFP son normales incluso cuando hay un cáncer de hígado.
- Pruebas del funcionamiento hepático: estas pruebas de sangre miden la cantidad de ciertas sustancias que el hígado libera en la sangre. Una cantidad más alta que la normal de una sustancia, a veces, es un signo de cáncer de hígado.
- Tomografía computarizada (TC): procedimiento en el que se usa una computadora conectada a una máquina de rayos X para tomar una serie de imágenes detalladas del interior del cuerpo, como el abdomen, desde ángulos diferentes. Se inyecta un tinte en una vena o se ingiere para que los órganos o los tejidos se destaquen de forma más clara. Este procedimiento también se llama tomografía computadorizada, tomografía axial computarizada (TAC) o exploración por TAC. Después de inyectar el tinte, a veces se toman imágenes en tres momentos diferentes para obtener la mejor imagen posible de las áreas anormales del hígado. Este tipo de procedimiento se llama tomografía computarizada trifásica. Una tomografía computarizada en espiral o helicoidal permite tomar una serie de imágenes muy detalladas del interior del cuerpo con una máquina de rayos X que gira alrededor de este como un espiral.
- Imágenes por resonancia magnética (IRM): procedimiento en el que se usa un imán, ondas de radio y una computadora para crear una serie de imágenes detalladas de áreas del interior del cuerpo, como el hígado. Se inyecta un tinte en una vena para crear imágenes detalladas de los vasos sanguíneos en el hígado y cerca de este. Este procedimiento se llama angiografía con resonancia magnética. Después de inyectar el tinte, a veces se toman imágenes en tres momentos diferentes para obtener la mejor imagen posible de las áreas anormales del hígado. Este procedimiento se llama IRM trifásica.
- Ecografía: procedimiento en el que se hacen rebotar ondas de alta energía (ultrasónicas) en el hígado para producir ecos. Los ecos forman una imagen del hígado que se llama ecograma.
- Biopsia: extracción de células o tejidos para que un patólogo los observe al microscopio y determine si hay signos de cáncer. Los procedimientos que se usan para recoger muestras de células o tejidos son los siguientes:
- Biopsia por aspiración con aguja fina: extracción de una muestra de líquido, tejido o células con una aguja fina.
- Biopsia por punción con aguja gruesa: extracción de una muestra de líquido, tejido o células con una aguja un poco más ancha.
- Laparoscopia: procedimiento quirúrgico para observar los órganos del interior del abdomen y determinar si hay signos de enfermedad. Se hacen pequeñas incisiones (cortes) en la pared del abdomen y se introduce un laparoscopio (tubo delgado con una luz) en una de ellas. Se introduce otro instrumento por la misma u otra incisión para extraer (sacar) muestras de tejido.
No siempre es necesario hacer una biopsia para diagnosticar el cáncer de hígado. Algunas veces, los médicos diagnostican el cáncer de hígado por los resultados de los procedimientos por imágenes, como las TC o IRM.
Después del diagnóstico de cáncer primario de hígado, se hacen pruebas para determinar si las células cancerosas se diseminaron dentro del hígado o a otras partes del cuerpo. La estadificación es el proceso que se usa para determinar el tamaño del cáncer, la ubicación de este y la cantidad (grado) de diseminación, en caso de haberla.
Algunas de las pruebas y procedimientos que se usaron para el diagnóstico del cáncer de hígado, como las TC o IRM, quizás se usen durante el proceso de estadificación. También es posible hacer una tomografía por emisión de positrones.
- Tomografía por emisión de positrones (TEP): este procedimiento se usa para encontrar células de tumores malignos en el cuerpo. Una cantidad pequeña de glucosa radiactiva (azúcar) se inyecta en una vena. El escáner de la TEP rota alrededor del cuerpo y crea una imagen de los lugares que usan la glucosa. Las células de tumores malignos se ven más brillantes en la imagen porque son más activas y absorben más glucosa que las células normales.
¿Qué afecta el pronóstico del cáncer de hígado?
Una vez que se diagnostica cáncer de hígado, el pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de lo siguiente:
- Estadio del cáncer (tamaño del tumor, si afecta parte o todo el hígado, o se diseminó a otras partes del cuerpo).
- Qué tan afectado está el funcionamiento del hígado.
- Estado de salud general del paciente, incluso si tiene o no cirrosis del hígado.
La detección y el tratamiento tempranos del cáncer de hígado tal vez prevengan la muerte por este tipo de cáncer.
Para obtener información en inglés sobre las perspectivas y estadísticas del cáncer de hígado, consulte Cancer Stat Facts: Liver and Intrahepatic Bile Duct Cancer.