Las teleconsultas para cuidados paliativos responden a las necesidades de las personas con cáncer
, por Linda Wang
El uso de la telemedicina en la atención del cáncer aumentó durante la pandemia de la COVID-19, cuando por un tiempo se limitó la atención médica presencial y muchas consultas médicas pasaron a ser virtuales. Aunque hace poco se quitaron algunas opciones de telemedicina, muchos expertos creen que la telemedicina seguirá cumpliendo una función en la atención oncológica.
Pero, ¿funcionaría la telemedicina para ofrecer cuidados paliativos a las personas con cáncer? Este tipo de atención quizás dependa de una conexión médico-paciente más profunda que la de una consulta virtual.
En un estudio de 1250 personas con cáncer de pulmón avanzado, se obtuvieron algunas reflexiones para responder a esta pregunta. En el estudio, se descubrió que los cuidados paliativos virtuales y presenciales tuvieron una eficacia parecida para mejorar la calidad de vida y otras medidas importantes de bienestar de los pacientes, según los resultados publicados el 11 de septiembre en la Journal of the American Medical Association. También hubo beneficios para los cuidadores.
Los resultados demuestran que “podemos ofrecer con éxito… cuidados [paliativos] de alta calidad en persona y de forma virtual”, comentó el doctor Joseph A. Greer, del Hospital General de Massachusetts, que dirigió el estudio.
Además, los resultados del estudio afectan el acceso a los cuidados paliativos, señaló el doctor Greer. La telemedicina permite que las personas con cáncer que viven en áreas rurales (donde quizás no haya muchos proveedores de cuidados paliativos) o que no tienen transporte confiable reciban cuidados paliativos.
“Muchos de nosotros vemos el potencial de la telemedicina, y los estudios como este ayudan a ofrecer las pruebas” necesarias para demostrar que es posible usarla con eficacia para algo tan complejo como los cuidados paliativos, comentó la doctora Roxanne Jensen, del Programa de Investigación sobre la Prestación de Atención de la Salud del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), que no participó en el estudio.
Atención paliativa del cáncer por videoconsulta
Los cuidados paliativos, que se deben integrar al tratamiento del cáncer, se administran a las personas en cualquier estadio de la enfermedad para ayudar a controlar los síntomas físicos y los problemas emocionales.
Sin embargo, antes era común que los cuidados paliativos se ofrecieran solo en la etapa final de la vida. En estudios recientes, se observó que incorporar los cuidados paliativos más temprano en el tratamiento del cáncer, como cuando se diagnostica por primera vez una enfermedad avanzada, ayuda a mejorar la calidad de vida.
En las pautas de atención oncológica, los expertos recomiendan incluir los cuidados paliativos como parte estándar de la atención de las personas con cáncer avanzado. Sin embargo, debido a que las personas con cáncer avanzado ahora viven más tiempo y hay un número limitado de médicos especializados en cuidados paliativos, es difícil para algunos hospitales, en particular, los que son más pequeños y los que están en zonas rurales, satisfacer este aumento en la necesidad de cuidados paliativos, explicó el doctor Greer.
Hoy en día, muchos centros oncológicos y hospitales prestan algunos servicios mediante telemedicina con regularidad, como el seguimiento a las consultas de rutina. El doctor Greer y sus colegas querían investigar si los cuidados paliativos, que implican cuidados más complicados, como la evaluación y el control de los síntomas y los problemas de salud mental, también se podrían ofrecer de forma virtual y con la misma eficacia que en persona.
No hay diferencias en la calidad de vida
En su estudio, los investigadores inscribieron a 1250 adultos con diagnóstico reciente de cáncer de pulmón de células no pequeñas en estadio avanzado que recibían tratamiento en uno de los 22 centros oncológicos de los Estados Unidos.
Los participantes se asignaron al azar para recibir, al menos una vez al mes, cuidados paliativos por videoconsulta o en persona. Los participantes del grupo de videoconsulta primero asistieron en persona a una reunión inicial con el equipo de atención y después por videoconsulta a todas las reuniones posteriores. Los 138 proveedores de cuidados paliativos del estudio atendieron a ambos grupos.
Los pacientes completaron cuestionarios en el momento de la inscripción y cada 3 meses durante el año siguiente. En los cuestionarios se les preguntó sobre la calidad de vida, incluso su bienestar físico, emocional, social y funcional, así como su satisfacción con los cuidados paliativos.
Después de 6 meses, los pacientes de ambos grupos notificaron mejoras parecidas en la calidad de vida, como la mejora del apetito, menos dolor y claridad de pensamiento. Los pacientes de ambos grupos también estuvieron satisfechos por igual con la atención recibida.
Los síntomas psicológicos, como la ansiedad y la depresión, mejoraron en un grado similar entre ambos grupos. El promedio de sesiones de cuidados paliativos en cada grupo también fue parecido: 4,7 sesiones en el grupo de videoconsulta y 4,9 sesiones en el grupo de consulta presencial. Esto indica que ambos grupos tuvieron casi el mismo número de interacciones con los proveedores médicos. Los médicos de cuidados paliativos informaron que trataron temas parecidos en las videoconsultas y en persona.
En el estudio también participaron 548 cuidadores, que en su mayoría eran cónyuges o parejas de los pacientes. La participación de los cuidadores en el grupo de videoconsultas (37 %) fue menor que en el grupo de consultas en persona (50 %). Pero los cuidadores de ambos grupos indicaron un nivel similar de satisfacción con la atención.
El doctor Greer señaló que, como los cuidadores suelen acompañar a los pacientes a la clínica, esto podría haber llevado a una mayor participación en persona.
Lograr el equilibrio adecuado
Los resultados de este estudio “cambiarán la práctica clínica” y contribuyen al conjunto de conocimientos para poner en práctica los cuidados paliativos, subrayó el doctor Eduardo Bruera, del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas en un editorial.
“Estos hallazgos deberían tranquilizar tanto a los médicos como a los pacientes que prefieren los cuidados paliativos por videoconsulta siempre que sea posible”, comentó.
El doctor Greer señaló que faltaría investigar más qué tipos de problemas se abordan mejor en persona que en video. También se necesita investigar más si el efecto de la telemedicina difiere según factores como la edad del paciente, el nivel de escolaridad o la experiencia con la tecnología.
Esto es importante, señaló la doctora Jensen, ya que la telemedicina aún es un desafío para algunas personas, como aquellas que tienen poco o ningún acceso a Internet, barreras de idioma, y limitaciones visuales o auditivas.
“A medida que nos sintamos más cómodos con las videoconsultas y la telemedicina, hay que asegurarnos de que las personas que no se sienten cómodas con [o no tienen acceso a] la tecnología reciban la atención que necesitan”, comentó.
El doctor Greer espera que los resultados del estudio ofrezcan las pruebas que los formuladores de políticas necesitan para mantener la asistencia al acceso ampliado para los servicios de telemedicina de cuidados paliativos, incluso cuando caduque parte de la cobertura de telemedicina que se estableció durante la pandemia.
Es evidente que la prestación de cuidados paliativos mediante videoconsultas ofrece muchos beneficios a los pacientes, indicó la doctora Jensen, como estar más cómodos porque las consultas las hacen desde su casa y son más fáciles de programar. De hecho, en un estudio reciente sobre los beneficios de la telemedicina oncológica, se observó que las videoconsultas ahorran a los pacientes una cantidad considerable de tiempo, viajes y dinero.
Pero no tiene que ser una cosa u otra, explicó el doctor Bruera. “Deberíamos estandarizar un modelo de atención que sea híbrido y flexible, capaz de pasar rápido de una consulta presencial a una por video o al revés”, agregó.
La doctora Jensen estuvo de acuerdo y señaló lo siguiente: “Espero que con este estudio las personas se tranquilicen de que pueden conseguir lo necesario de ambos tipos de consultas y elegir lo mejor para ellas y sus familiares”.