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Exámenes de detección del cáncer colorrectal: ¿qué papel tendrá la biopsia líquida Shield?

, por Alyssa Voss

Un trabajador de salud extrae sangre del brazo de un paciente con una jeringa.

En julio, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó la prueba de sangre Shield para la detección primaria en las personas con riesgo promedio de cáncer colorrectal.

Fuente: iStock/LightFieldStudios

En julio, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó la primera prueba de sangre para usar como método de detección primaria en las personas con riesgo promedio de cáncer de colon.

La prueba, llamada Shield, detecta la presencia de ciertos cambios en el ADN extracelular circulante, que es el ADN libre que flota en la sangre. Estos cambios indican que hay un tumor o lesiones precancerosas en el colon. 

La aprobación se basó en los hallazgos de un estudio de casi 8000 personas, en los que la prueba detectó cáncer colorrectal en más del 83 % de los participantes a quienes se les había detectado cáncer colorrectal en una colonoscopia. Pero la prueba no fue mucho menos sensible para detectar las lesiones precancerosas en el colon: solo alrededor del 13 %. 

Una ventaja de la colonoscopia es que es posible encontrar estas lesiones precancerosas, que se llaman pólipos adenomatosos, porque el médico también los puede extirpar durante el mismo procedimiento, comentó Asad Umar, veterinario y doctor en Inmunología y Bioquímica, de la División de Prevención del Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), que no participó en el estudio. En este sentido, añadió el doctor Umar, la colonoscopia además ayuda a prevenir el cáncer de colon.

Aunque algunos expertos dijeron estar entusiasmados con la posibilidad de que la prueba Shield detecte el cáncer colorrectal, también advirtieron que queda claro cómo encaja dentro de la detección sistemática de la enfermedad, que incluye otras opciones de detección no invasivas.

“Tener una prueba de sangre sencilla para el cáncer colorrectal que se pide durante una consulta médica de rutina es un paso enorme para cerrar la brecha de detección”, señaló el doctor Umar, al referirse al hecho de que casi un tercio de las personas aptas para la detección del cáncer colorrectal no se la hacen. “Pero aún hay cuestiones importantes sobre la eficacia de esta prueba frente a las otras opciones disponibles”.

Esas dudas incluyen factores como la frecuencia con la que debe hacerse la prueba y el costo de esta. Pero en última instancia, recalcó el doctor Umar, la pregunta más esencial que hay que responder es si esta prueba “tiene una repercusión en la prevención de las muertes por cáncer de colon”.

Una prueba que se suma a los exámenes de detección sistemática del cáncer colorrectal

La Comisión de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF) recomienda que las personas de 45 a 75 años con un riesgo promedio de cáncer colorrectal se hagan los exámenes de detección de la enfermedad con regularidad. La frecuencia dependerá del tipo de prueba. Por ejemplo, si la colonoscopia inicial da negativa, las personas pueden esperar 10 años hasta volver a hacerse la prueba. En comparación, las pruebas de materia fecal se deben repetir cada 1 a 3 años.

Entre los cánceres para los que se recomiendan exámenes de detección, la tasa de personas que se hacen la detección para el cáncer colorrectal está entre las más altas. A pesar de esto, según datos recientes, el 30 % de los adultos que reúnen las condiciones no están al día con ningún examen de detección recomendado para el cáncer colorrectal, y la enfermedad aún es la segunda causa principal de muerte por cáncer en los Estados Unidos. 

La colonoscopia se considera el mejor método disponible, y es de lejos el examen de detección más común para el cáncer colorrectal en los Estados Unidos. Pero la colonoscopia es invasiva, aunque el riesgo de daño al colon sea bajo, y requiere casi un día completo de preparación, algo que para muchas personas es desagradable. Además la colonoscopia requiere sedación y un plan de logística, ya que la persona necesita que alguien la lleve a su casa después del procedimiento.

Otra prueba de detección aprobada por la FDA es la prueba inmunoquímica de sangre oculta en la materia fecal (FIT), que detecta sangre en la muestra de heces que las personas obtienen en casa. Hay otro tipo de FIT (sDNA-FIT o Cologuard) que detecta cambios genéticos relacionados con el cáncer colorrectal. 

Ni la FIT ni la prueba Cologuard son tan precisas como la colonoscopia. Además, cuando los resultados de estas pruebas dan positivo, las personas igual necesitan hacerse una colonoscopia para encontrar y extirpar posibles pólipos o cáncer. Sin embargo, ambas pruebas son más convenientes y menos costosas que la colonoscopia.

La creación de pruebas de detección del cáncer que usan sangre es un área de investigación muy activa. Tanto los investigadores como las compañías de dispositivos proponen diferentes formas de identificar posibles pistas en el ADN extracelular circulante para detectar el cáncer temprano.

La prueba Shield se basa en el ADN extracelular circulante y usa la misma técnica que algunas de las pruebas de detección de múltiples tipos de cáncer (MCD) que ahora se investigan en estudios a gran escala, como uno que financia el NCI, llamado Estudio de Vanguardia sobre la Detección de Múltiples Cánceres (Vanguard Study).

Se comprobó que la prueba Shield tiene una sensibilidad alta para detectar el cáncer, pero no las lesiones precancerosas

La FDA basó su aprobación en los datos de un gran estudio llamado ECLIPSE, cuyos resultados se publicaron a principios de este año. 

Guardant Health, el fabricante de la prueba, financió un estudio que inscribió a unas 23 000 personas que recibieron una colonoscopia de detección habitual para el cáncer colorrectal. De estos participantes, se seleccionó al azar a alrededor de 10 000 personas que dieron una muestra de sangre para el estudio antes de la colonoscopia. De este modo, los investigadores compararon los resultados de las pruebas de sangre con los resultados de la colonoscopia en casi 8 000 participantes. 

La prueba Shield, además de que tuvo una sensibilidad del 83 % para los cánceres colorrectales y del 13 % para los pólipos precancerosos avanzados identificados mediante colonoscopia, tuvo una especificidad del 90 %. Esto significa que, entre quienes no tenían cáncer ni pólipos precancerosos avanzados, el 90 % tuvo un resultado negativo en la prueba. Para que una prueba sea útil en la detección, dijo el doctor Umar, debe tener sensibilidad muy alta y especificidad muy alta. 

“Estos números están en línea con nuestros objetivos de desempeño para una prueba eficaz de detección de cáncer y están en el rango de [los de] otras pruebas de detección de cáncer colorrectal no invasivas”, explicó el doctor Daniel Chung, gastroenterólogo del Hospital General de Massachusetts, que dirigió el estudio ECLIPSE.

La sensibilidad de la prueba para detectar pólipos precancerosos fue menor que la de la colonoscopia, señaló el doctor Chung. Pero si las personas que no están al día con las recomendaciones de detección vigentes están dispuestas a usar la prueba de sangre, continuó, “veríamos tasas más altas de detección en la población en general y eso podría tener un efecto importante”. 

¿Alentará la disponibilidad de la prueba Shield a que más personas se hagan los exámenes de detección?

En un editorial de la New England Journal of Medicine que acompañó los resultados del estudio, el doctor John M. Carethers, de la Universidad de California en San Diego, estuvo de acuerdo.

“Como la prueba usa sangre, sin necesidad de recolectar heces, es fácil pedirla y enviarla desde cualquier consultorio médico como parte de una extracción de sangre estándar, lo que potencialmente aumenta el uso de la detección del cáncer colorrectal en poblaciones muy diversas”, escribió el doctor Carethers.

Sin embargo, señaló que en la práctica la prueba Shield requiere el mismo paso adicional (y fundamental) que las pruebas de heces: si da resultado positivo, o sea que es posible que haya cáncer o lesiones precancerosas, igual debe hacerse una colonoscopia. 

Con demasiada frecuencia, en los estudios se demuestra que este seguimiento no ocurre. La falta de seguimiento después de una prueba FIT positiva podría causar consecuencias importantes. En un estudio, por ejemplo, quienes no se hicieron una colonoscopia de seguimiento tuvieron el doble de probabilidad de morir de cáncer colorrectal que quienes se la hicieron.

Sin embargo, señaló al igual que el doctor Umar, que aunque muchas personas prefieran usar las pruebas de sangre en vez de una colonoscopia que toma mucho tiempo, o usar la FIT que requiere recolectar materia fecal, hay factores como el costo y la frecuencia con la que se debe realizar la prueba que al final repercutirán en la disminución de la incidencia y las muertes por cáncer colorrectal.

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