Cómo funcionan las herramientas de evaluación del riesgo de cáncer de mama
, por Sharon Reynolds
Nota: En marzo de 2024, la actriz Olivia Munn anunció que recibió un diagnóstico de cáncer de mama (seno). Munn mencionó la importancia que tuvo una herramienta de evaluación del riesgo de cáncer en el proceso que llevó al diagnóstico. En esta entrevista, la doctora Ruth Pfeiffer y el doctor Peter Kraft, de la División de Epidemiología y Genética del Cáncer (DCEG) del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), explican cómo se crean estas herramientas y cómo las personas las pueden usar para entender y controlar su riesgo.
¿Pueden los modelos de evaluación del riesgo de cáncer pronosticar si una mujer tendrá cáncer de mama?
Doctora Pfeiffer: Las mujeres quieren saber: ¿tendré cáncer de mama? Por desgracia, estos modelos no ofrecen un pronóstico seguro para una persona en particular. Presentan un promedio en la población.
Por ejemplo, si el riesgo estimado de una mujer durante cierto período es del 5 %, significa que de cada 100 mujeres que tienen los mismos factores de riesgo, como la edad y los antecedentes familiares de cáncer de mama, 5 de ellas tendrán cáncer de mama en ese período. Pero no podemos identificar a esas 5 mujeres entre las 100 que tendrán cáncer de mama.
Doctor Kraft: Y es importante recordar que estas estimaciones del riesgo no garantizan un desenlace específico. Por ejemplo, aunque el valor de riesgo sea relativamente alto en una de las herramientas, no significa siempre que la persona tendrá cáncer de mama. Y un valor de riesgo bajo no significa que no tendrá cáncer de mama.
Doctora Pfeiffer: Ninguna mujer debe pensar: “No necesito un examen de detección porque mi riesgo de cáncer de mama es bajo”. Por otro lado, no hay por qué alarmarse si su riesgo es alto.
Hay varios modelos de riesgo del cáncer de mama. ¿En qué se diferencian?
Doctora Pfeiffer: Una de las grandes diferencias son los factores [de riesgo] que los modelos consideran. También hay algunos modelos en los que se considera que una mujer podría morir por causas que no sean el cáncer de mama. Es el caso de los modelos de evaluación del NCI para el riesgo de cáncer de mama, cáncer colorrectal y melanoma. En otros modelos se calcula lo que llamamos el riesgo puro: la probabilidad de que una mujer tenga cáncer de mama si no muriera de ninguna otra causa. Con estos modelos se producen cálculos de riesgo más alto.
Todos los modelos emplean información algo diferente, pero todos incluyen factores que tienen una asociación comprobada con el riesgo de cáncer de mama. Por ejemplo, se considera si la mujer presenta antecedentes familiares de cáncer, el número de partos y la edad en cada parto, y cualquier enfermedad benigna de la mama. Las enfermedades benignas de la mama son afecciones que a veces aparecen en una mamografía y llevan a una biopsia, pero no son cáncer de mama.
Estos factores no siempre causan cáncer de mama, pero por algún motivo pronostican el riesgo de presentarlo.
¿Qué pueden hacer las personas con la información de una herramienta de evaluación del riesgo?
Doctor Kraft: Es muy importante que hablen con el proveedor de servicios de salud sobre lo que significa el riesgo estimado en su caso. Es la oportunidad para hablar sobre lo siguiente: ¿Tengo un riesgo alto? Si es alto, ¿qué puedo hacer? ¿Qué me recomiendan?
Doctora Pfeiffer: También hay modelos de pronóstico del riesgo de cáncer de mama que incluyen factores de riesgo modificables, como el índice de masa corporal, el consumo de bebidas alcohólicas y el uso de la terapia de reemplazo hormonal. Una persona podría tratar de modificar estos factores y preguntarse, por ejemplo: ¿Cuál sería mi riesgo si no bebo alcohol? ¿O si mi índice de masa corporal estuviera dentro del límite normal? Eso podría ayudar a que alguien tome decisiones sobre ciertos cambios en su estilo de vida.
Hay otras decisiones que deberá consultar con los profesionales médicos, como las relacionadas con los exámenes de detección del cáncer o la toma de medicamentos que disminuyen el riesgo de cáncer, ya que podrían tener efectos secundarios. Pero eso no debería impedir que vaya a Internet y vea cuál es su riesgo.
El conocimiento es poder. Contar con ese conocimiento podría animar a las mujeres a ir [al médico] para que las ayude a poner esa información en su contexto.
¿Qué hace el NCI para que los modelos de riesgo sean más útiles o precisos?
Doctor Kraft: La herramienta de evaluación del riesgo de cáncer de mama del NCI y otras de este tipo usan factores que las personas conocen. No incluyen el riesgo por las características genéticas.
Por desgracia, en la mayoría de los estudios sobre el riesgo hereditario del cáncer de mama participaron personas de ascendencia europea. En estos estudios genéticos no se incluyeron un gran número de estadounidenses negros, latinos, estadounidenses asiáticos ni isleños del Pacífico, por ejemplo. Los modelos que incorporan información genética, como ciertos cambios genéticos, quizás no funcionen tan bien en estos grupos de población.
En el NCI pusimos en marcha el Proyecto Confluencia. En este se estudian las características genéticas del cáncer de mama en poblaciones diversas.
Una de las tareas principales del Proyecto Confluencia es aumentar el número de participantes de grupos diversos. Esto podría mejorar la eficacia del modelo para todos, pero en especial para las personas que se suelen excluir de los estudios genéticos.
El siguiente paso del Proyecto de Pronóstico del Riesgo de Cáncer de Mama es incorporar los nuevos resultados genéticos del Proyecto Confluencia a algunos de los modelos existentes.
Doctora Pfeiffer: Mientras más datos tengamos, y cuanto más representativos sean los datos de las poblaciones en las que usaríamos un modelo, mejor funcionará.
Por ejemplo, los investigadores del NCI crearon un modelo de riesgo de cáncer de mama para mujeres hispanas. Ese modelo distingue entre las mujeres hispanas nacidas en los Estados Unidos y las que nacidas en otros países, porque los datos nos indican que los riesgos son diferentes.
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