Pasar al contenido principal
Un sitio oficial del Gobierno de Estados Unidos
English
Enviar por correo electrónico

La detección temprana del cáncer de páncreas tal vez prolongue la vida de las personas con riesgo alto de este cáncer

, por Edward Winstead

Primer plano de una máquina de resonancia magnética en forma de tubo circular por la que se observa a una paciente conversando con un profesional médico.

Los investigadores usan imágenes por resonancia magnética para examinar el páncreas en busca de lesiones precancerosas y cánceres de páncreas en estadio temprano en las personas con riesgo alto de tener la enfermedad.

Fuente: iStock/vm

Según un nuevo estudio, es probable que las pruebas con imágenes periódicas para vigilar el páncreas ayude a detectar el cáncer de páncreas en un estadio más temprano en las personas con riesgo alto de tenerlo que cuando se suele diagnosticar en la población general.

En el estudio también se indicó que detectar el cáncer de páncreas más temprano mediante este tipo de vigilancia quizás prolongue la vida de las personas con riesgo alto en comparación con otros pacientes similares en la población general sin riesgo alto de la enfermedad.

El cáncer de páncreas se diagnostica a menudo solo después de que la enfermedad se diseminó dentro del cuerpo o llegó a un estadio avanzado. Durante más de dos décadas, los investigadores estudiaron formas de detectar la enfermedad en estadios más tempranos, cuando podría ser más tratable.

Los nuevos hallazgos provienen de un estudio de cohorte de larga duración dirigido por investigadores del Centro de Investigación del Cáncer de Páncreas Sol Goldman del Centro Oncológico Kimmel de Johns Hopkins.

En el estudio, cerca de 1700 personas con riesgo alto de cáncer de páncreas se hicieron pruebas anuales con imágenes para detectar signos de la enfermedad. Cada participante del estudio tenía antecedentes familiares de cáncer de páncreas o había heredado cambios genéticos relacionados con un aumento del riesgo de cáncer.

En esta última actualización del estudio, los investigadores se concentraron en 26 participantes a quienes se les había diagnosticado cáncer de páncreas en el programa de vigilancia a lo largo de dos décadas.

Estos participantes del estudio tenían una proporción más alta de cáncer de páncreas en estadio temprano en el momento del diagnóstico, en comparación con un grupo similar de personas con cáncer de páncreas en la población general sin riesgo alto de la enfermedad.

La tasa de supervivencia a 5 años después del diagnóstico fue mucho más alta en los participantes del programa con cáncer de páncreas (50 %) que en el grupo de comparación (9 %), según los resultados publicados en la JAMA Oncology el 3 de julio.

“Se demostró que este programa de vigilancia marca una diferencia en uno de los cánceres más mortales”, dijo el doctor Udo Rudloff, licenciado en Medicina, que trata a pacientes con cáncer de páncreas en el Centro de Investigación Oncológica del Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), pero que no participó en el estudio.

“Los nuevos resultados demuestran que es posible encontrar tumores más temprano mediante un programa de detección”, continuó el doctor Rudloff, señalando que los programas de vigilancia incluyen una pequeña proporción de todos los pacientes con cáncer de páncreas.

La enfermedad tiende a reaparecer, agregó, y se necesitan tratamientos más eficaces tanto para demorar la recidiva como para tratar el cáncer de páncreas recurrente.

Una enfermedad poco común pero a menudo mortal

El cáncer de páncreas es el octavo cáncer más común en los Estados Unidos, pero es la tercera causa principal de muerte por cáncer. Las opciones de tratamiento son limitadas.

Las pautas creadas por los expertos en cáncer de páncreas recomiendan vigilar a las personas con riesgo alto de presentar la enfermedad. Como el cáncer es poco común, los estudios de investigación dirigidos a detectar lesiones precancerosas y cánceres de páncreas en estadio temprano se han centrado en las personas con riesgo alto.

Hace varios años, los investigadores de Hopkins informaron que la vigilancia podría aumentar la probabilidad de identificar cánceres de páncreas en estadio temprano.

“Estamos aprendiendo que, cuando se diagnostica la enfermedad en un estadio más temprano, y en especial en el estadio I, los pacientes logran una supervivencia a largo plazo muy diferente a la de quienes reciben un diagnóstico de la enfermedad en el estadio IV”, explicó el doctor Michael Goggins, licenciado en Medicina y Cirugía, coautor del estudio y director del Laboratorio de Detección Temprana del Cáncer de Páncreas en Johns Hopkins.

Nuevos resultados de ocho centros médicos en el programa de vigilancia

Los nuevos hallazgos confirmaron los resultados del trabajo anterior del grupo y ofrecieron información adicional. En el estudio actual, la tasa de mortalidad por cáncer de páncreas a 5 años fue del 43 % para las 26 personas en el programa de vigilancia, en comparación con el 86 % para las del grupo de comparación.

De esas 26 personas, 10 (38,5 %) tenían cáncer en estadio I y 8 pacientes (30,8 %) tenían cáncer en estadio II; en el grupo de comparación, 155 pacientes (10,3 %) tenían cáncer en estadio I y 377 (25,1 %) tenían cáncer en estadio II. Además, los tumores de los participantes del estudio solían ser más pequeños que los de las personas en el grupo de comparación.

Para vigilar a los participantes del estudio, los investigadores usaron imágenes por resonancias magnéticas o ecografías endoscópicas, en las que se observan imágenes del páncreas, los conductos biliares y el tubo digestivo.

El estudio se realizó en ocho centros médicos con experiencia en el tratamiento de personas con cáncer de páncreas. Solo podían inscribirse las personas en quienes se confirmó un riesgo alto de la enfermedad.

"La vigilancia del cáncer de páncreas integra a equipos multidisciplinarios de expertos que recopilan y evalúan los resultados de las pruebas", dijo el doctor Rudloff. Es posible que los hospitales comunitarios que reciben a pocas personas con cáncer de páncreas cada año no tengan la experiencia necesaria para realizar la vigilancia, agregó.

Riesgos y beneficios de la vigilancia del cáncer de páncreas

La detección anual del cáncer de páncreas tiene riesgos potenciales, inclusivo los resultados positivos falsos que a veces llevan a más pruebas y procedimientos médicos innecesarios o a resultados negativos falsos que llevan a que se pasen por alto cánceres en estadios tempranos.

Otro riesgo posible es que, con un seguimiento anual se aumente la preocupación de la persona por tener cáncer y le cause un malestar psicológico. Sin embargo, en un estudio anterior se había señalado que es posible que comenzar la vigilancia disminuya la preocupación por el cáncer en algunas personas.

“En general, las personas que se inscriben en [estos estudios de vigilancia] desean poder controlar su riesgo de cáncer”, explicó el doctor Goggins. “Pero es necesario investigar más para evaluar si [estas] personas están peor o mejor en los aspectos psicológicos que aquellas que no reciben vigilancia”.

Los investigadores también evalúan análisis de sangre y otras herramientas que podrían ayudar a detectar signos tempranos del cáncer de páncreas.

“Necesitamos aprender a calcular mejor el riesgo de cáncer de páncreas e identificar a las personas que más necesitan de la vigilancia”, comentó el doctor Goggins.

< Artículo anterior

Se confirmó en un estudio clínico el tratamiento de preferencia para algunas personas con cáncer de esófago

Artículo siguiente >

Tratamiento integral de la persona: los centros oncológicos responden a las necesidades sociales

Si desea copiar algo de este texto, vea Derechos de autor y uso de imágenes y contenido sobre instrucciones de derechos de autor y permisos. En caso de reproducción digital permitida, por favor, dé crédito al Instituto Nacional del Cáncer como su creador, y enlace al producto original del NCI usando el título original del producto; por ejemplo, “La detección temprana del cáncer de páncreas tal vez prolongue la vida de las personas con riesgo alto de este cáncer publicada originalmente por el Instituto Nacional del Cáncer.”

Enviar por correo electrónico