El durvalumab más la quimioterapia mejoran la supervivencia en el cáncer de pulmón de células pequeñas
, por Equipo del NCI
Los nuevos resultados de un estudio clínico grande muestran que el fármaco de inmunoterapia durvalumab (Imfinzi) puede prolongar la supervivencia en algunas personas con cáncer avanzado de pulmón de células pequeñas (CPCP). En el estudio, el tratamiento con durvalumab, junto con un esquema de quimioterapia convencional, aumentó aproximadamente tres meses la supervivencia general en pacientes con un diagnóstico reciente de CPCP avanzado en comparación con quienes recibieron tratamiento solo con la quimioterapia convencional.
Aunque la mejora en la supervivencia con inmunoterapia fue pequeña, es notable porque el CPCP ha sido una enfermedad muy resistente al tratamiento, dijo la doctora Anna Farago, una especialista en cáncer de pulmón en el Centro Oncológico del Hospital General de Massachusetts, quien no participó en el estudio clínico.
“Ahora tenemos dos estudios que muestran que es beneficioso agregar la inmunoterapia a la quimioterapia en pacientes con CPCP sin tratamiento previo”, dijo la doctora Farago.
En marzo de 2019, la Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó el fármaco de inmunoterapia atezolizumab (Tecentriq) junto con la quimioterapia convencional para el tratamiento inicial del CPCP avanzado, basándose en los resultados de un estudio clínico publicados en septiembre de 2018. Los resultados del estudio de evaluación del durvalumab, conocido como CASPIAN, coinciden con esos resultados anteriores. Ambos fármacos son un tipo de inmunoterapia conocida como inhibidores de puntos de control inmunitario.
Los resultados del estudio clínico CASPIAN se presentaron en septiembre en la Conferencia Mundial del Cáncer de Pulmón (WCLC) en Barcelona, España, y se publicaron el 4 de octubre en The Lancet.
“El estudio CASPIAN resalta el valor terapéutico de la quimioinmunoterapia en pacientes con CPCP [avanzado] como un nuevo tratamiento de atención convencional, regular”, escribió el doctor Thorsten Oliver Goetze, del Instituto de Investigaciones Clínicas del Cáncer en Frankfurt, Alemania, en un artículo de fondo adjunto.
El estudio también “plantea más preguntas” que necesitan responderse con estudios clínicos futuros, añadió el doctor Goetze, incluso la forma mejor de usar la quimioterapia en combinación con los inhibidores de puntos de control.
Cáncer de pulmón que tiende a regresar y a diseminarse pronto
El CPCP es una forma especialmente maligna e invasora de cáncer de pulmón. Aproximadamente dos tercios de las personas con un diagnóstico de CPCP, que representa cerca del 15 % de todos los cánceres de pulmón, tienen enfermedad avanzada, y el pronóstico para estos pacientes no es bueno.
“El CPCP tiende a metastatizarse, o a diseminarse, más pronto y a comportarse de una manera más maligna e invasora que el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP), aunque observamos una gama [de comportamientos] con cada uno de estos tipos de cáncer”, dijo la doctora Farago.
Del 50 al 70 % de los pacientes con CPCP responden a la quimioterapia inicial, agregó. “Lamentablemente, este tipo de cáncer de pulmón tiende a regresar y, cuando lo hace, tiende a ser menos sensible a la quimioterapia posterior”, dijo.
Y, aunque muchos otros estudios han tratado de mejorar los tratamientos convencionales para el CPCP, hasta hace poco, el tratamiento de este cáncer no había cambiado en los últimos 20 a 30 años, agregó la doctora Farago.
AstraZeneca, el fabricante del durvalumab, financió el estudio CASPIAN, que se está realizando en 209 centros de 23 países.
El durvalumab ya se está usando como tratamiento convencional para pacientes con CPCNP avanzado.
Los 805 pacientes del estudio clínico CASPIAN tenían CPCP avanzado. De estos, 268 fueron asignados aleatoriamente a recibir el durvalumab más la quimioterapia convencional (el fármaco etopósido más el carboplatino o el cisplatino) y 269 fueron asignados aleatoriamente a recibir solo la quimioterapia convencional (el grupo de control).
Otros 268 pacientes fueron asignados aleatoriamente a recibir el durvalumab más un segundo inhibidor de puntos de control inmunitario, el tremelimumab, además de la quimioterapia convencional.
El análisis intermedio planificado del estudio CASPIAN que se presentó en el WCLC y que se publicó en The Lancet, que incluía datos solo de los grupos del durvalumab y de control, mostró que los pacientes que recibieron el durvalumab además de la quimioterapia tuvieron una vida más larga en general después de la asignación aleatoria: una mediana de 13.0 meses en comparación con 10.3 meses.
Otra manera, quizás más útil, de interpretar los datos, dijo la doctora Farago, es que un año después de que los pacientes fueron asignados aleatoriamente a los distintos tratamientos, el 54 % de los pacientes en el grupo del durvalumab seguían vivos todavía, frente a solo el 40 % de los que se encontraban en el grupo de control. Y, a los 18 meses, 34 y 25 % respectivamente de los pacientes continuaban vivos en los grupos del durvalumab y de control.
“De manera importante… se observó el mismo grado de beneficio [de supervivencia] en todos los grupos de pacientes, incluidos los que tenían metástasis cerebral”, dijo el investigador principal del estudio clínico, el doctor Luis Paz-Ares, del Hospital Universitario 12 de Octubre en Madrid, España, en la conferencia de prensa de WCLC.
El mismo número de pacientes en ambos grupos (el 62 %) presentó efectos secundarios graves, como neumonía, anemia y concentraciones reducidas de glóbulos blancos, las células que combaten las infecciones. Y, en ambos grupos, el 9 % de los pacientes suspendieron el tratamiento debido a efectos secundarios graves.
“La diferencia principal se encontró, tal como se había anticipado, en la incidencia de los eventos adversos relacionados con el sistema inmunitario”, dijo el doctor Paz-Ares. Las personas en el grupo del durvalumab presentaron más efectos secundarios relacionados con el sistema inmunitario, entre estos, problemas tiroideos.
De todos modos, 87 y 85 % de los pacientes en los dos grupos, respectivamente, completaron cuatro ciclos de quimioterapia. Se presentaron efectos adversos que provocaron la muerte en 5 % de los pacientes en el grupo del durvalumab y en 6 % de los pacientes en el grupo de control.
Esperanza de continuar mejorando
Quedan algunas preguntas sin responder, escribió el doctor Goetze en el artículo de fondo, entre estas: ¿Cuántos ciclos de quimioterapia habitual se necesitan junto con el tratamiento de inhibidores de puntos de control inmunitario? Y, ¿cuál es la función de la radioterapia en la prevención de la diseminación del CPCP al cerebro?
Además, como es el caso en todo estudio clínico, la doctora Farago señaló que, los pacientes tuvieron que satisfacer ciertos criterios para que se les incluyera en el estudio CASPIAN, “así que esta combinación de tratamientos tal vez no sea la correcta para todos los pacientes”.
“Se justifica la realización de estudios adicionales para identificar a los pacientes con CPCP que posiblemente obtengan un beneficio [del durvalumab] de supervivencia a largo plazo”, escribieron el doctor Paz-Ares y sus coautores.
“Queda mucho por hacer para mejorar el tratamiento del CPCP, y esperamos continuar viendo mejoras en los desenlaces clínicos de los pacientes con las estrategias de los estudios clínicos que están en fase de desarrollo”, dijo la doctora Farago.
Para acelerar los avances contra esta enfermedad tan maligna, invasora y resistente al tratamiento, en el 2017, el NCI fundó el Consorcio sobre Cáncer de Pulmón de Células Pequeñas . El consorcio reúne a expertos en el CPCP, incluida la doctora Farago, de instituciones de todos los Estados Unidos.
Los investigadores continúan dando seguimiento a los pacientes en el estudio CASPIAN, incluidos los del tercer grupo de tratamiento, cuyos resultados no se han presentado todavía.