El asesoramiento mejora la ejecución del plan de supervivencia de supervivientes de cáncer de seno de bajos ingresos
, por Equipo del NCI
Los resultados de un estudio clínico aleatorizado muestran que proveer servicios de asesoramiento a supervivientes de cáncer de seno acerca de sus planes para cuidados de supervivencia puede ayudar a sus médicos a proporcionar una mejor atención.
En este estudio patrocinado por NCI, los doctores que atendieron a supervivientes de cáncer de seno, predominantemente latinas que habían tomado una sesión educativa dirigida por enfermeras sobre su plan para cuidados, tenían mucha más probabilidad de tratar problemas como la depresión y los bochornos que los doctores de supervivientes que no recibieron el asesoramiento.
“La sesión de asesoramiento por enfermeras facultó [a las supervivientes], que provenían de un grupo que generalmente no tiene facultad para atender su salud”, explicó la autora principal del estudio, doctora Rose Maly, del Jonsson Comprehensive Cancer Center de la UCLA. La combinación de un plan de atención y la sesión de asesoramiento, continuó ella, “causaron que esta fuera una intervención poderosa e impactante” dijo ella.
Los resultados del estudio fueron publicados el 18 de abril en el Journal of Clinical Oncology.
Aprender a defenderse a sí mismas
La Academia Nacional de Medicina (anteriormente llamada Instituto de Medicina) y los grupos profesionales de oncología recomiendan vehementemente el uso de planes de atención de supervivencia, los cuales resumen los tratamientos recibidos por una paciente y delinean sus atenciones de seguimiento. Informes anecdóticos han sugerido que las pacientes aprecian recibir tales planes.
Desilusionante para los investigadores, estudios aleatorizados anteriores sobre planes de cuidados de supervivencia habían mostrado poco impacto en mejorar la calidad de vida o en responder a las preocupaciones de las supervivientes acerca de su salud. Sin embargo, ninguno de estos estudios se ha enfocado en supervivientes de bajos ingresos y desfavorecidas, quienes pueden tener importantes necesidades de cuidados, escribieron la doctora Maly y sus colegas.
Para su estudio, el equipo de la UCLA reclutó a 212 mujeres de bajos ingresos que habían terminado su tratamiento para cáncer de seno en uno de dos hospitales públicos al menos 1 mes antes de entrar al estudio. La mayoría de las participantes eran latinas (72,6 %), y todos los materiales de intervención habían sido adaptados para participantes de habla hispana así como de un nivel bajo de alfabetización.
Las mujeres del grupo de intervención recibieron planes personalizados de atención basados en el programa de preparación de planes de atención de supervivencia Journey Forward. Después de recibir su plan, cada mujer lo examinó en una sesión privada de 1 hora con una enfermera bilingüe y bicultural.
Las enfermeras animaron a las mujeres a que escribieran las tres preguntas más importantes que tenían acerca de la supervivencia y que luego participaran en actuar el papel para ayudar a las mujeres a practicar la discusión de estas preguntas con su doctor y preguntar sobre la aplicación de las recomendaciones en su plan de atención de supervivencia.
Oportunidades de financiación para la investigación del plan de atención de supervivencia
El NCI está aceptando actualmente solicitudes para dos oportunidades de financiación para investigación centrada en planes de atención de supervivencia:
La sesión de asesoramiento pareció haber ayudado “a establecer las expectativas, y mostró que estas son preguntas completamente razonables para hacer a su médico”, dijo la doctora Erin Kent, de la Unidad de Investigación de Resultados de la División de Control de Cáncer y Ciencias Demográficas del NCI, quien no tuvo parte en el estudio.
Después de su sesión de asesoramiento, se animó a las mujeres a que hicieran una cita con el médico que más había participado en su atención del cáncer para discutir el plan de cuidado. Cada mujer en el grupo de asesoramiento recibió una copia de su plan de cuidados para llevar consigo, y también se enviaba una copia por correo a la clínica donde fue atendida. Las participantes del grupo de control recibieron solo la atención acostumbrada durante el estudio pero se les entregó sus propios planes de atención personalizada al final del estudio.
Los investigadores calcularon una puntuación de aplicación del médico para cada paciente, en una escala de 0 a 100. Esta puntuación identificó cuántas necesidades individuales de atención, identificadas en el plan de atención de una mujer, tuvo en cuenta su doctor en las consultas del año siguiente, y se recopilaron de las llamadas telefónicas trimestrales con las participantes.
Después de un año de seguimiento, la puntuación media de aplicación por médico de la atención recomendada para supervivencia de cáncer de seno fue 60,8 para el grupo de intervención, en comparación con 48,6 en el grupo de control.
En general, las mujeres en el grupo de asesoramiento reportaron también una mayor adherencia por su parte a la atención recomendada, como lo es el cumplimiento con los exámenes de detección de cáncer, que mujeres en el grupo de control, aunque esta diferencia no alcanzó una significación estadística.
El asesoramiento tuvo un efecto más dramático entre las mujeres latinas. Más de 80 % de las mujeres latinas del grupo de intervención reportaron haber seguido la atención recomendada, en comparación con aproximadamente 46 % de las mujeres no latinas en el grupo de intervención. En forma semejante, cerca de 97 % de las mujeres latinas reportaron que el plan de atención de supervivencia mejoró la comunicación con sus médicos, en comparación con 74 % de las mujeres no latinas.
Objetivos futuros
Los investigadores no vieron todos los resultados que ellos esperaban, dijo la doctora Maly. Por ejemplo, no hubo diferencia en la calidad de vida reportada entre los grupos. Y, sorprendentemente, las mujeres casadas o que tenían una pareja tenían más probabilidad que las mujeres solteras de adherirse a los cuidados recomendados de supervivencia.
Estos resultados apuntan a áreas importantes para investigaciones adicionales, dijo la doctora Kent, incluyendo cómo hacer participar mejor a quienes les cuidan y a los familiares en la planificación de los cuidados de supervivencia, la más eficaz programación de intervenciones de supervivencia, y qué partes de la planificación de la atención de supervivencia ayudan mejor a las pacientes y a sus médicos a adherirse a las recomendaciones.
“En este estudio, la sesión dirigida por las enfermeras puede haber hecho [el plan de cuidados] más prominente, más a la medida, más factible y, a fin de cuentas, más eficaz para estas mujeres”, explicó la doctora Kent. “Por esto, pienso que necesitamos ver muy de cerca el contenido de estas intervenciones”.
Aunque se necesita más investigación, dijo la doctora Maly, los resultados del estudio muestran que “las supervivientes no deberán temer hablar a sus doctores acerca de sus planes de atención y de cómo llevarlos a cabo. Los médicos pueden ser muy receptivos a lo que pidan las pacientes”.