Análisis para CA-125 y exploraciones de TC se usan todavía para vigilar el cáncer de ovario a pesar de no comprobarse beneficio
, por Equipo del NCI
A pesar de la evidencia procedente de un estudio clínico con distribución al azar de 2009, un nuevo estudio muestra que parece que los doctores usan todavía en forma rutinaria el análisis de sangre para CA-125 con el fin de vigilar en mujeres un cáncer de ovario recurrente. Los descubrimientos, publicados el 21 de julio en Jama Oncology, sugieren también que las exploraciones con tomografía computarizada (TC) siguen usándose en forma rutinaria para revisar recidivas aun cuando las pautas de la práctica clínica desaconsejan esta práctica.
Muchas mujeres en remisión después de tratamiento para cáncer de ovario tendrán eventualmente una recurrencia del cáncer. Un planteamiento que han usado los doctores para vigilar a las pacientes de una recurrencia y tomar una decisión sobre el tratamiento es efectuar análisis regulares de la sangre para buscar un aumento de la concentración de CA-125, una proteína que puede encontrarse en cantidades altas en mujeres con cáncer de ovario. Sin embargo, resultados de un estudio clínico aleatorizado en fase III reportados en una conferencia nacional en 2009 y publicados en 2010 mostraron que los análisis de CA-125 para la detección temprana de cáncer recurrente aumentaron el uso de quimioterapia e hicieron disminuir la calidad de vida de las pacientes sin mejorar la supervivencia en general.
Los nuevos descubrimientos, de un análisis de datos de seis centros oncológicos de los Estados Unidos, sugieren que a los médicos de estos centros “o no les parecieron suficientemente urgentes los informes [de 2009 y 2010] del estudio clínico sobre los análisis de CA-125 para cambiar los patrones de su práctica, o eligieron no cambiar sus patrones” dijo la doctora Elise Kohn de la División de Tratamiento y Diagnóstico del Cáncer del NCI.
Teoría contra práctica
“La razón para vigilar un cáncer recurrente es que, en teoría, si se descubre temprano puede haber opciones para tratarlo en forma diferente o mejor”, dijo la doctora Katharine Esselen, del Beth Israel Deaconess Medical Center y de la Harvard Medical School de Boston, quien dirigió el análisis. “Pero no hay un acuerdo en la forma de seguir a las pacientes con cáncer de ovario para detectar cáncer recurrente en ellas cuando están en remisión”.
Los signos clínicos de recurrencia tienden a aparecer unos pocos meses después de que las concentraciones de CA-125 empiezan a elevarse, continuó la doctora Esselen. Estos signos clínicos pueden incluir dolor abdominal, distensión o molestia, y los síntomas como sangrado vaginal o náuseas y vómitos.
“Pero, no porque hemos descubierto pronto [una recurrencia] ya significa que tenemos las herramientas para tratarla mejor en esa etapa”, dijo ella.
Para investigar el uso de los análisis de CA-125 y exploraciones con TC en la práctica clínica, la doctora Esselen y sus colegas usaron datos de la National Comprehensive Cancer Network Ovarian Cancer Outcomes Database. La base de datos contiene información sobre todas las pacientes con cánceres de ovario, de trompas de Falopio, o primario de peritoneo que fueron diagnosticadas y tratadas en seis centros oncológicos designados por el NCI en los Estados Unidos entre el 1o de enero de 2004 y el 31 de diciembre de 2011.
En particular, los investigadores examinaron el uso de los análisis de CA-125 y de las exploraciones con TC para vigilar a pacientes en remisión y tomar decisiones acerca del tratamiento con quimioterapia adicional en 1241 mujeres con cáncer de ovario a las que se hizo seguimiento hasta el 31 de diciembre de 2012. Ellos compararon el uso de las dos pruebas antes y después de que se presentaran los resultados del estudio clínico en fase III en la reunión anual de 2009 de la American Society of Clinical Oncology.
El equipo de la doctora Esselen encontró que el uso de los análisis de CA-125 y de exploraciones con TC de rutina, y el tiempo para volver a administrar tratamiento no diferían considerablemente ni antes ni después de que se presentaran los datos del estudio clínico en 2009, o antes y después de su publicación en The Lancet, en octubre de 2010.
Con el uso de los índices de reembolso de Medicare en 2015 y los números principales de los análisis de CA-125 y de exploraciones con TC efectuados por paciente en su estudio, el equipo de la doctora Esselen calculó también los costos de usar las dos pruebas para vigilancia de rutina de población de mujeres de los Estados Unidos con cáncer de ovario en remisión. El costo medio de tales pruebas es cerca de USD 16,2 millones por año, calcularon ellos, habiéndose gastado la mayor parte del costo en exploraciones de TC (cerca de USD 14,2 millones por año).
Por qué se sigue usando el análisis de CA-125 de rutina
La doctora Esselen citó dos razones principales por las que los doctores puedan seguir usando el análisis de CA-125 para vigilar de rutina a mujeres con cáncer de ovario en remisión. “Una es la mayor facilidad para adoptar una nueva tecnología o una nueva práctica que dejar una tecnología ya establecida”, dijo ella. La otra es que el análisis de CA-125 “puede proveer beneficios tanto a la paciente como al proveedor que no se pueden estudiar o medir con facilidad”.
Para mujeres con cáncer de ovario, continuó la doctora Esselen, al saber los resultados de este análisis puede darles tranquilidad o ayudarles a prepararse para los pasos siguientes, aun cuando no se empiece inmediatamente el tratamiento adicional. Y algunos doctores pueden sentir que al saber con anticipación que hay una recurrencia les ayudará para que algunas pacientes encuentren un estudio clínico o tengan una segunda cirugía que pudiera tratar el cáncer recurrrente.
En un editorial adjunto, el doctor James Goodwin, de la University of Texas Medical Branch, en Galveston, escribió que “Participar para tomar una decisión no requiere que los médicos presenten a la paciente opciones perjudiciales”—en este caso, análisis de CA-125 para pacientes en remisión después de tratamiento para cáncer de ovario.
Pero tanto la doctora Esselen como la doctora Kohn indicaron que las pacientes preguntan sobre los análisis de CA-125 después de oír hablar a otras mujeres con cáncer de ovario o leerlo en Internet. En su propia práctica, la doctora Esselen revisa con cada paciente el papel de este análisis y de otras formas de vigilar el cáncer.
“Deberíamos estar educando a nuestras pacientes sobre el verdadero significado de los resultados del análisis de CA-125”, asintió la doctora Kohn. “La decisión sobre el análisis deberá ser más bien una decisión en equipo, en donde la paciente es parte del equipo. En nuestra clínica de investigación en NCI, yo digo a las pacientes directamente que ‘yo no trato números, yo trato a pacientes’”.
La doctora Kohn explica también a las pacientes que las concentraciones de CA-125 varían entre las mujeres y dentro de ellas, y que ella misma puede usar resultados del análisis para ayudarse a dar forma a las decisiones sobre cuándo empezar y cuándo interrumpir tratamientos. También dice a las pacientes los factores clínicos y radiológicos que ella usa para guiar esas decisiones.
“Es muy fácil hablar de los análisis de CA-125 a gran escala y de su falta de impacto en la supervivencia en general”, añadió la doctora Esselen. “Pero cuando hay una mujer con antecedentes de cáncer de ovario sentada enfrente de una, la historia es completamente diferente”.
Y conforme los investigadores saben más acerca del cáncer de ovario y se extienden las opciones de tratamiento de cáncer recurrente, dijo ella, ellos pueden encontrar que hay subgrupos de pacientes en remisión para quienes es adecuado usar los análisis de CA-125 para guiar las decisiones de tratamiento.