FDA aprueba irinotecan en liposoma para tratar el cáncer pancreático
, por Equipo del NCI
El 22 de octubre, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos aprobó el irinotecan en liposoma (Onivyde®) para usarse en combinación con fluorouracilo y leucovorina para tratar a pacientes con cáncer pancreático metastático cuya enfermedad haya avanzado después de quimioterapia con gemcitabina.
La aprobación se basó en resultados de un estudio clínico de 417 pacientes con cáncer pancreático metastático. Los pacientes en el estudio fueron asignados aleatoriamente para recibir tratamiento con irinotecan en liposoma solo, irinotecan en liposoma en combinación con los fármacos de quimioterapia fluorouracilo y leucovorina, o con fluorouracilo y leucovorina solos.
Los pacientes tratados con los tres fármacos tuvieron una media de supervivencia de 6,1 meses, comparados con 4,2 meses para quienes fueron tratados con fluorouracilo y leucovorina solos. No hubo un beneficio de supervivencia con irinotecan en liposoma solo comparados con fluorouracilo y leucovorina solos. Los pacientes tratados con los tres fármacos tuvieron un retraso de 3,1 meses en crecimiento del tumor, comparados con 1,5 meses para quienes recibieron solo fluorouracilo y leucovorina.
La gemcitabina ha sido la piedra angular del tratamiento del cáncer pancreático en los últimos 20 años. Un planteamiento común de investigación en la mayor parte de ese tiempo ha sido combinar gemcitabina con otro fármaco en un intento de aumentar su eficacia en pacientes que no habían sido tratados anteriormente con un resultado bueno de funcionamiento, explicó el doctor Austin G. Duffy, de la Unidad de Oncología Torácica y Gastrointestinal en el Centro de Investigación de Cáncer del NCI.
“Pero, además de que desafortunadamente se ha hecho poco avance en términos de opciones subsiguientes de tratamiento para pacientes que ya han recibido una combinación de fármacos de primera línea y cuyo cáncer ha avanzado”, anotó el doctor Duffy.
“Hay relativamente pocos estudios clínicos en fase III que se llevan a cabo en este grupo de pacientes, lo que se dice en una modalidad de segunda línea”, añadió él. Por eso, cualquier estudio clínico aleatorizado en fase III, como este, que demuestra un beneficio de supervivencia en cáncer de páncreas es importante, tanto por la razón obvia de que puede ayudar a pacientes individuales, como también por los numerosos estudios negativos en forma decepcionante en fase III de esta enfermedad por fármacos que parecían prometedores en estudios en fase II”.
A pesar de estos resultados, el doctor Duffy advirtió que será todavía importante ver en qué forma toleran los pacientes esta nueva terapia y su impacto en su calidad de vida.
Resultados positivos de estudios y la disponibilidad de nuevas opciones para pacientes con cáncer de páncreas son siempre buenas noticias, dijo él.
“Sin embargo, nadie estará o deberá estar satisfecho con estas ganancias modestas”, continuó él. “Necesitamos obtener lo mejor en cada etapa”.