Terapia de radiación (también llamada radioterapia) es un tratamiento del cáncer que usa altas dosis de radiación para destruir células cancerosas y reducir tumores. En dosis bajas, la radiación se usa en rayos-x para ver el interior del cuerpo, como en radiografías de los dientes o de huesos fracturados.
En dosis altas, la radioterapia destruye las células cancerosas o hace lento su crecimiento, al dañar su ADN. Las células cancerosas cuyo ADN está dañado irreparablemente dejan de dividirse o mueren. Cuando las células dañadas mueren, se descomponen y el cuerpo las desecha.
La radioterapia no destruye de inmediato las células cancerosas. Se requieren días o semanas de tratamiento antes de que el ADN esté dañado lo suficiente para que mueran las células cancerosas. Luego, las células cancerosas siguen muriéndose semanas o meses después de terminar la radioterapia.
Hay dos tipos principales de radioterapia, de haz externo y radioterapia interna.
El tipo de radioterapia que usted puede necesitar depende de muchos factores, como:
Radioterapia de haz externo
La radioterapia de haz externo procede de una máquina que enfoca la radiación a su cáncer. La máquina es grande y puede ser ruidosa. No le toca, pero puede moverse a su derredor y envía la radiación a una parte de su cuerpo desde muchas direcciones.
La radioterapia de haz externo es un tratamiento local, lo que significa que trata una parte específica de su cuerpo. Por ejemplo, si tiene cáncer en su pulmón, usted tendrá radiación solo a su pecho, no a todo el cuerpo.
Aprenda más acerca de la radioterapia de haz externo.
Radioterapia interna
La radioterapia interna es un tratamiento en el que la fuente de radiación se pone dentro de su cuerpo. La fuente de radiación puede ser sólida o líquida.
La radioterapia interna con una fuente sólida se llama braquiterapia. En este tipo de tratamiento, semillas, listones o cápsulas que contienen una fuente de radiación se colocan en el cuerpo en el tumor o cerca de este. Como la radioterapia de haz externo, la braquiterapia es un tratamiento local y trata solo una parte específica del cuerpo.
Con la braquiterapia, la fuente de radiación en el cuerpo emitirá radiación por algún tiempo.
Aprenda más acerca de la braquiterapia.
La radioterapia interna con una fuente líquida se llama terapia sistémica. Terapia sistémica quiere decir que el tratamiento se lleva en la sangre a los tejidos de todo el cuerpo en donde localiza y destruye las células cancerosas. La radioterapia sistémica se administra por la boca o por una vena, vía intravenosa, o inyección.
Con radiación sistémica, los fluidos corporales (orina, sudor y saliva) emitirán radiación por algún tiempo.
La radioterapia se usa para tratar el cáncer y aliviar los síntomas del cáncer.
Cuando se usa para tratar el cáncer, la radioterapia puede curar el cáncer, impedir que regrese o detener o hacer más lento su crecimiento.
Cuando los tratamientos se usan para aliviar los síntomas, se conocen como tratamientos paliativos. La radiación de haz externo puede reducir el tamaño de los tumores para tratar el dolor y otros problemas causados por el tumor, tales como dificultad para respirar o la falta de control de la vejiga y del intestino. El dolor causado por el cáncer que se ha extendido a los huesos puede ser tratado con medicamentos de radioterapia sistémica llamados radiofármacos.
La radioterapia de haz externo se usa para tratar muchos tipos de cáncer.
La braquiterapia se usa con frecuencia para tratar cánceres de cabeza y cuello, de seno, cuello uterino, próstata y de ojo.
La radioterapia sistémica usa yodo radiactivo, o I-131, se usa con más frecuencia para tratar ciertos tipos de cáncer de tiroides.
Otro tipo de radioterapia sistémica, llamado terapia dirigida radionúclida, se usa para tratar algunos pacientes con cáncer avanzado de próstata o con tumor gastroenteropancreático neuroendocrino tumor gastroenteropancreático neuroendocrino (GEP-NET). Este tipo de tratamiento puede también referirse como radioterapia molecular.
Para algunas personas, la radiación puede ser el único tratamiento que necesitan. Pero, en la mayoría de los casos, es posible tener radioterapia con otros tratamientos para el cáncer, como cirugía, quimioterapia e inmunoterapia. La radioterapia puede administrarse antes, durante o después de estos otros tratamientos para mejorar las posibilidades de que el tratamiento funcione. El tiempo de administración de la radioterapia depende del tipo de cáncer que se está tratando y de si el objeto de la radioterapia es tratar el cáncer o aliviar los síntomas.
Cuando la radiación se combina con la cirugía, puede administrarse:
Hay un límite de la cantidad de radiación que un área de su cuerpo puede recibir sin peligro en el transcurso de su vida. Dependiendo de la cantidad de radiación con la que ya haya sido tratada un área, es posible que usted no pueda recibir radioterapia en esa zona una segunda vez. Pero, si una zona del cuerpo ya ha recibido la dosis segura de radiación de por vida, otra zona podría aún ser tratada, si la distancia entre las dos áreas es suficientemente grande.
La radiación no solo destruye o hace lento el crecimiento de las células cancerosas, puede también afectar las células sanas del derredor. El daño a las células sanas puede causar efectos secundarios.
Aprenda más acerca de los efectos secundarios de la radioterapia.
La radioterapia puede ser cara. Usa máquinas complejas e implica los servicios de muchos proveedores médicos. El costo exacto de su radioterapia depende del costo de la atención médica en donde vive usted, de la clase de radioterapia que recibe y de cuántos tratamientos necesita.
Hable con su compañía de seguro médico sobre los servicios que pagará. La mayoría de los planes de seguro pagan por radioterapia. Para saber más, hable con la oficina administrativa de la clínica o del hospital a donde va usted para tratamiento. Si necesita ayuda económica, hay organizaciones que tal vez pueden ayudar. Para encontrar tales organizaciones, vaya al banco de datos del NCI Organizaciones que ofrecen servicios de apoyo y busque "ayuda económica". O llame, sin cargos, al 1-800-422-6237 (1-800-4-CANCER) para pedir información de organizaciones que pueden ayudar.
La radiación puede causar efectos secundarios que dificultan comer, tales como las náuseas, úlceras en la boca y problemas en la garganta lo cual se llama esofagitis. Ya que su cuerpo usa mucha energía para sanar durante la radioterapia, es importante que coma suficientes calorías y proteína para mantener su peso durante el tratamiento.
Si tiene problemas para comer y mantener su peso, hable con su doctor o con su enfermera. También puede serle útil que hable con un dietista. Información sobre la superación de problemas para comer la puede obtener en el libro Consejos de alimentación o lea más acerca de los efectos secundarios.
Algunas personas pueden trabajar tiempo completo durante la radioterapia. Otras pueden trabajar solo tiempo parcial o no pueden hacerlo. Cuánto pueda trabajar usted dependerá de cómo se sienta. Pregunte a su doctor o a su enfermera lo que puede esperar del tratamiento que recibirá.
Puede ser que se sienta lo suficientemente bien para trabajar cuando empiece sus tratamientos de radiación. Al pasar el tiempo, no se sorprenda si tiene más cansancio, si tiene menos energía o se siente débil. Cuando haya terminado el tratamiento, pueden ser necesarias solo unas cuantas semanas para que se sienta mejor— o su recuperación puede necesitar meses.
Puede llegar a un punto en su radioterapia que sienta demasiado cansancio como para trabajar. Hable con su empresa para determinar si puede tomarse ausencias por enfermedad. Revise si su seguro médico pagará por tratamiento mientras usted se toma ausencia por enfermedad.