Vacunas contra la COVID-19 para las personas con cáncer
Muchas personas que reciben tratamiento de cáncer tienen preguntas sobre las vacunas contra la COVID-19 y sobre cómo la COVID-19 podría afectar el tratamiento oncológico. Estas preguntas y respuestas se crearon con el asesoramiento del doctor Steven Pergam, del Centro de Investigación Oncológica Fred Hutchinson en Seattle. El doctor Pergam codirigió un comité formado por la Red Nacional Integral Oncológica (NCCN) que elaboró recomendaciones sobre la vacunación contra la COVID-19 para los pacientes de cáncer.
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Varias organizaciones piden que los pacientes de cáncer se vacunen contra la COVID-19, incluso con las dosis de refuerzo. ¿Por qué?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la NCCN y otras organizaciones relacionadas con el cáncer piden que quienes tienen cáncer se vacunen contra la COVID-19 y reciban las dosis de refuerzo. Esto es porque las personas con cáncer o el sistema inmunitario debilitado corren un mayor riesgo de tener complicaciones graves por COVID-19. Se demostró que las vacunas disminuyen el riesgo de hospitalización y muerte por COVID-19, incluso para las personas con cáncer. Además, ahora hay pruebas de que es posible que el virus continúe presente en las personas con inmunodepresión (sistema inmunitario debilitado), lo que podría llevar a que aumenten las variantes nuevas. Por este motivo, la vacunación en estas personas (y la población en general) aún es importante para disminuir el ritmo de transmisión del virus y salvar vidas.
Recomendaciones sobre la vacunación contra la COVID-19
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que todas las personas de 6 meses o más de edad actualicen sus vacunas contra la COVID-19. Esto incluye a la mayoría de las personas con enfermedades preexistentes, como el cáncer.
¿Hay algunos pacientes que están recibiendo tratamiento de cáncer que no se deberían vacunar?
Recomendamos que los pacientes que acaban de recibir un trasplante de células madre o terapia de células T con CAR, que suelen recibir terapia inmunodepresora, esperen hasta al menos 3 meses después de completar el tratamiento antes de vacunarse contra la COVID-19 (o volver a vacunarse, que es lo que se recomienda a los pacientes que reciben estas terapias). Esto se basa en datos de [otras] vacunas con eficacia limitada durante los momentos en que se debilitó el sistema inmunitario de los pacientes durante el tratamiento.
Todos los otros pacientes que están en tratamiento de cáncer, incluso quienes reciben quimioterapia intensiva, se deben vacunar y recibir la vacuna de refuerzo sin demora.
¿Si me vacuno durante el tratamiento de cáncer, hará que sea menos eficaz?
No. No se comprobó que las vacunas de ningún tipo, ni siquiera la vacuna contra la COVID-19, disminuya la eficacia del tratamiento de cáncer.
¿Qué pasa con los sobrevivientes que no están recibiendo tratamiento de cáncer? ¿Hay algún motivo por el que no se deberían vacunar?
El sistema inmunitario de muchos sobrevivientes se debilita, y esto podría hacer que corran un riesgo mayor de tener COVID-19 grave o crónica. Además, los sobrevivientes de cáncer suelen ser personas mayores que tienen otras enfermedades (de corazón, riñón o pulmón) que aumentan el riesgo de presentar COVID-19 grave. Es importante que se vacunen por todos estos motivos.
¿Qué pasa con las personas que estarán en tratamiento pronto, porque tuvieron un diagnóstico reciente de cáncer o el tratamiento se demoró por la pandemia?
Lo mejor es vacunarse lo antes posible. Sin embargo, recomendamos que quienes reciban trasplantes de células madre y terapia de células T con CAR esperen. También, los pacientes de cáncer que están por operarse deberían esperar varios días o incluso 2 semanas después de la cirugía antes de vacunarse. De esta manera, los médicos podrán saber si los síntomas, como una fiebre, es por la cirugía o la vacuna.
¿Es posible que las vacunas contra la COVID-19 causen cáncer? ¿Podrían las vacunas hacer que el cáncer recidive (vuelva) o que crezca más rápido?
No hay pruebas de que las vacunas contra la COVID-19 causen cáncer, recidiva o progresión de la enfermedad. Es más, las vacunas contra la COVID-19 no cambian el ADN (es decir, el código genético).
Justo después de vacunarme, ¿podrían aparecer más marcadores tumorales o signos de recidiva del cáncer?
No estamos al tanto de ninguna prueba que indique que las vacunas afecten los biomarcadores del cáncer de esta forma. Sin embargo, sabemos que las vacunas de Pfizer y Moderna a veces hacen que se agranden los ganglios linfáticos, en especial los ganglios linfáticos axilares (debajo del brazo). En general, si unos días después de recibir la vacuna aparece hinchazón en la axila del brazo vacunado, quiere decir que la vacuna está produciendo una buena respuesta inmunitaria.
En algunas personas que se vacunaron hace poco y se hicieron tomografías, estos ganglios linfáticos se ven más brillantes en las imágenes. Por eso, si debe programar pruebas con imágenes, nuestro comité recomienda avisar al equipo oncológico que se acaba de vacunar. Quizás le pidan que espere a hacerse la tomografía, salvo que sea urgente.
Si tiene hinchazón después de vacunarse y esta no desaparece después de 1 semana, asegúrese de avisar al médico.
Tengo linfedema en un brazo por una cirugía de ganglio linfático. ¿Podré recibir la vacuna en ese brazo?
Los pacientes con linfedema o que se hicieron una disección de ganglios linfáticos en un brazo, por ejemplo a causa del tratamiento del cáncer de mama (seno), deben recibir la vacuna en el otro brazo. Los pacientes con linfedema tienen un aumento del riesgo de infección y no se deben vacunar en el brazo afectado.
Si tiene linfedema en ambos brazos, una alternativa es recibir la inyección en el muslo. En cualquier caso, si tiene linfedema o tuvo una disección de ganglios linfáticos, asegúrese de avisar al personal del centro de vacunación para que le inyecten la vacuna en el otro brazo.
¿Hay alguna vacuna contra la COVID-19 que sea mejor que otra para las personas que tienen cáncer o que son sobrevivientes de cáncer?
Los CDC recomiendan que todas las personas a partir de los 6 meses de edad reciban una vacuna contra la COVID-19 actualizada en 2023–2024 para evitar la enfermedad grave por la COVID-19. Las tres vacunas que recomiendan los CDC son: las dos vacunas de ARNm de Pfizer-BioNTech y de Moderna (aprobadas para personas de 6 meses o más de edad), y la vacuna de subunidad proteica de Novavax (aprobada para personas de 12 o más años de edad). Salvo por la diferencia en la edad mínima para vacunarse, no hay una de estas tres vacunas que sea preferible.
Los especialistas en información del NCI están disponibles para responder a sus preguntas sobre el coronavirus y el cáncer de lunes a viernes de 9:00 a. m. a 9:00 p. m., hora del Este.
¿Se recopilan datos sobre la eficacia de las vacunas en las personas con cáncer?
Hay varios grupos de investigación que estudian la eficacia de la vacuna en las personas con cáncer, como las personas con tumores sólidos o personas que recibieron trasplantes de médula ósea. Por ejemplo, hay investigadores que estudian a las personas con cánceres de la sangre (como la leucemia linfocítica crónica o la leucemia mielógena crónica) porque es más probable que tengan inmunodeficiencia durante un período prolongado. Los datos de poblaciones de pacientes con inmunodepresión indican que las dosis adicionales de la vacuna contra la COVID-19 del esquema principal de vacunación y las vacunas de refuerzo sirven para mejorar la respuesta inmunitaria de algunas personas con cáncer.
Todos los oncólogos quieren saber la respuesta a esta pregunta: ¿cómo responderán mis pacientes a estas vacunas? Todavía faltan muchas evaluaciones y muchos subgrupos de pacientes de cáncer y tratamientos de cáncer que es necesario estudiar más. Mientras más datos haya para determinar las características de las respuestas a las vacunas de distintos grupos de pacientes de cáncer, mejor podremos aconsejar a los pacientes.
¿Protegen menos las vacunas contra la COVID-19 a las personas con cáncer y a los sobrevivientes de cáncer?
En los estudios se observó que, en comparación con las personas que nunca tuvieron cáncer, las vacunas contra la COVID-19 quizás sean menos eficaces en algunas personas con cáncer, en particular, los pacientes con cánceres de la sangre (como la leucemia y el linfoma) o los pacientes que reciben quimioterapia intensiva que les debilita el sistema inmunitario.
La expectativa es que la mayoría de los pacientes responderán a la vacuna. Los pacientes de cáncer quizás no obtengan el mismo nivel de protección, de las vacunas, contra la hospitalización que tiene el público en general. Pero cualquier protección es un beneficio importante, en especial, porque estas vacunas son muy eficaces para evitar las complicaciones graves por COVID-19.
Las capas de prevención siguen siendo importantes para las personas con cáncer, aunque estén vacunadas, en particular para quienes tienen cánceres de la sangre, reciben quimioterapia o radioterapia, y quienes tienen problemas de salud que se sabe que aumentan el riesgo de COVID-19. Seguimos recomendando que estos pacientes usen mascarillas en lugares públicos y eviten las reuniones y los grupos grandes. Hacer este esfuerzo es importante porque si tienen COVID-19, se podría demorar el tratamiento de cáncer.
Las vacunas contra la COVID-19 no evitan la enfermedad en todas las personas vacunadas, pero evitan que los pacientes de cáncer tengan enfermedad grave o la hospitalización por COVID-19.
¿Qué deben hacer los familiares o cuidadores de las personas con cáncer? ¿Es importante que se vacunen?
Esa es una pregunta importantísima. Como estrategia de vacunación, si pensamos que hay personas con cáncer no obtienen protección completa mediante la vacuna contra la COVID-19, una de las mejores formas de protegerlas es vacunar a quienes respondan bien. O sea, vacunar a todas las personas con las que pasan el tiempo. Por eso es importante que cualquier ser querido o cuidador de una persona con cáncer, o que está en contacto cercano con alguien con cáncer se vacune y reciba la dosis de refuerzo, use mascarillas cuando sale a la calle, evite las multitudes y tome otras medidas de prevención.
Información sobre la vacuna contra la COVID-19 para las personas con cáncer y los sobrevivientes de cáncer
Tomar estas medidas ayudarán a disminuir el riesgo de que el cuidador tenga infecciones sintomáticas, ya que es más probable que las personas con síntomas transmitan el virus a quienes las rodean.
Se considera que las vacunas y otras precauciones también ayudan a prevenir la transmisión. Cuando los cuidadores y los seres queridos toman precauciones, es menos probable que se infecten con el virus y lo lleven a la casa.
¿Cómo cree que cambiará la estrategia sobre la vacunación y las vacunas de refuerzo en los próximos meses y años?
Sabemos que la inmunidad a los coronavirus, incluso el SARS-CoV-2, disminuirá con el tiempo. Además, es posible que aparezcan variantes del virus, como la ómicron, que logran huir de las respuestas inmunitarias. Por estos motivos, hará falta administrar vacunas de refuerzo anuales. Ahora se investiga la frecuencia y el momento oportuno para las vacunas de refuerzo adicionales, además de buscar refuerzos contra variantes específicas.