Carcinógenos en el medio ambiente y el riesgo de cáncer
¿Cualquier nivel de exposición a un carcinógeno conocido siempre resulta en cáncer?
Todas las sustancias que causan cáncer reciben el nombre de carcinógenos. Pero aunque una sustancia sea clasificada como carcinógena no significa que necesariamente vaya a causar cáncer. Existen muchos factores que influyen para que una persona expuesta a un carcinógeno padezca de cáncer, como la cantidad y la duración de la exposición y los antecedentes genéticos de la persona. Los cánceres causados por la exposición involuntaria a carcinógenos en el medio ambiente es más probable que ocurran en subgrupos de la población, como los trabajadores de ciertas industrias que pueden verse expuestos a los carcinógenos en el lugar de trabajo.
¿Cómo se puede limitar la exposición a los carcinógenos?
En Estados Unidos, se han establecido normas para reducir la exposición a los carcinógenos conocidos en el lugar de trabajo. Fuera del trabajo, las personas también pueden tomar medidas para limitar la exposición a carcinógenos ya conocidos, como por ejemplo, hacer pruebas para detectar radón en el sótano, dejar de fumar, limitar la exposición al sol y mantener un peso saludable..
¿Cuántos cánceres son causados por la exposición involuntaria a carcinógenos en el medio ambiente?
Esta pregunta no se puede responder con certeza porque se desconocen las causas precisas de la mayoría de los cánceres. Algunos investigadores han indicado que, en la mayoría de las poblaciones, las exposiciones ambientales son responsables de una proporción relativamente pequeña del total de los cánceres (menos de 4 por ciento), mientras que otros investigadores atribuyen una proporción mayor a las exposiciones ambientales (19 por ciento).
¿Quién decide cuáles son las exposiciones ambientales que causan cáncer en los seres humanos?
Dos organizaciones—el Programa Nacional de Toxicología (National Toxicology Program, NTP), un esfuerzo de colaboración entre dependencias del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (U.S. Department of Health and Human Services, HHS) y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (International Agency for Research on Cancer, IARC), la entidad de la Organización Mundial de la Salud dedicada al área del cáncer—han creado listas de sustancias que, con base en la evidencia científica disponible, se sabe o se anticipa de forma razonable que tienen un efecto carcinógeno en los seres humanos.
Específicamente, el NTP publica el Informe sobre Carcinógenos con regularidad. Esta publicación exigida por el Congreso de EE. UU. identifica agentes, sustancias, mezclas o exposiciones (denominadas en forma colectiva como "sustancias") en nuestro medio ambiente que podrían causar cáncer en los seres humanos. La edición de 2011 enumera 53 carcinógenos humanos conocidos e incluye descripciones del proceso de preparación del informe con base en datos científicos y los criterios usados para incluir una sustancia en la lista de carcinógenos.
La IARC también produce informes basados en comprobación científica sobre sustancias que pueden aumentar el riesgo de cáncer en los seres humanos. Desde 1971, la agencia ha evaluado más de 900 agentes, entre los que se cuentan sustancias químicas, mezclas complejas, exposiciones ocupacionales, agentes físicos, agentes biológicos y factores relacionados con el estilo de vida. Entre estos, más de 400 se han identificado como carcinógenos, como probables carcinógenos o como posibles carcinógenos en seres humanos.
La IARC convoca a científicos expertos para que evalúen la evidencia de que una sustancia puede aumentar el riesgo de cáncer. La agencia describe los principios, los procedimientos y los criterios científicos que guían las evaluaciones. Por ejemplo, las sustancias se seleccionan para evaluación a partir de dos criterios principales: (a) existe evidencia de exposición en seres humanos y (b) existe cierta evidencia o sospecha de que haya un efecto carcinógeno.
¿Cómo decide el NTP si se incluirá una sustancia en la lista de carcinógenos humanos conocidos?
A medida que se identifican posibles carcinógenos nuevos, estos son evaluados de manera científica por la Junta de Asesores Científicos y el director del NTP. A continuación, se prepara un borrador de la monografía del Informe sobre Carcinógenos, el cual lo revisa otro grupo de expertos científicos, el público y otras dependencias federales. El borrador se sigue revisando en la medida en que sea necesario y se difunde para recibir comentarios adicionales del público y también es evaluado por un panel de revisores externos especialmente asignado para este fin. Por último, se envía al HHS la monografía terminada con las recomendaciones de inclusión en la lista a fin de recibir la aprobación final.