Casi 750 000 casos de cáncer en el mundo por consumo de alcohol en 2020
, por el Equipo del NCI
De acuerdo con un nuevo estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi 750 000 (4 %), de los diagnósticos de cáncer en el mundo en 2020, se atribuyen al consumo de bebidas alcohólicas. Aunque la mayoría de los casos se vinculó al consumo excesivo de alcohol, se halló que el consumo leve y moderado representaba más de 100 000 de esos casos.
Si bien los investigadores analizaron las tendencias durante períodos anteriores en otros estudios y encontraron asociaciones similares, los patrones de consumo de alcohol (quiénes beben qué y dónde) cambian con el tiempo. A pesar de que el consumo de alcohol está en disminución en algunas regiones del mundo, como en partes de Europa, está en aumento en otras regiones, como China, India y muchas naciones del África subsahariana.
Los tipos de cáncer más numerosos vinculados al consumo de alcohol fueron los cánceres de esófago e hígado y, en las mujeres, el cáncer de seno (mama), según informaron los investigadores el 13 de julio en la revista The Lancet Oncology. En cuanto a las zonas, el mayor número de cánceres por consumo de alcohol (en proporción a la población) se observó en el este de Asia y el centro y este de Europa, y el menor número se halló en el norte de África y en Asia occidental.
Los investigadores de la OMS también crearon un sitio web interactivo en el que es posible consultar los resultados por país, sitio del cáncer y otras variables.
Aunque saber que el consumo de alcohol quizás cause cáncer no siempre lleva a que las personas cambien su comportamiento de inmediato, "siempre es mejor saber que no saber", dijo el doctor y máster en Salud Pública Christian Abnet de la División de Epidemiología y Genética del Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer (NCI). "Además, es útil hacer estos estudios para que los países observen sus propios patrones de consumo de alcohol y decidan si harán algunos cambios" en las políticas de salud.
Formas en que el alcohol aumenta el riesgo de cáncer
El consumo de bebidas alcohólicas tiene una fuerte asociación con un aumento del riesgo de ciertos cánceres de cabeza y cuello y de los cánceres de esófago, hígado, colon y recto y, en las mujeres, del cáncer de seno. ¿Pero, por qué?
El alcohol aumenta el riesgo de cáncer de muchas maneras. Los procesos que usa el cuerpo para descomponer el alcohol producen un compuesto llamado acetaldehído, una toxina que varias organizaciones clasificaron como un probable causante de cáncer en las personas.
La descomposición del alcohol produce especies reactivas de oxígeno, unas moléculas que también se conocen como radicales libres. Estas moléculas a veces dañan el ADN, y se producen cambios genéticos que podrían hacer que la célula se vuelva cancerosa.
El alcohol también tiene efectos cancerígenos más imperceptibles, como afectar la capacidad del cuerpo de metabolizar y absorber varios nutrientes necesarios para prevenir el cáncer. También aumenta la concentración de estrógeno en la sangre, una hormona sexual que se vincula al cáncer de seno, y hace que el cuerpo absorba con más facilidad los carcinógenos del humo del tabaco.
"Pero solo un tercio de las personas reconocen la conexión entre el alcohol y el cáncer", dijo la doctora Noelle LoConte, una oncóloga de la Universidad de Wisconsin–Madison y miembro del Comité de Prevención del Cáncer de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO), que no participó en el estudio. "La concientización general es baja, incluso entre los profesionales médicos".
Antes la OMS había dado a conocer recomendaciones sobre políticas relacionadas con el alcohol como parte de su campaña sobre las "mejores inversiones", a fin de que los países se centraran en las iniciativas más eficaces para prevenir las enfermedades no infecciosas. Para las enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol, las recomendaciones incluyen impuestos más altos a la venta de alcohol, limitaciones sobre lugares y horarios para comprar alcohol, y restricciones en las promociones al público.
Por ejemplo, el aumento en la tasa de los impuestos a la venta en Europa central y oriental contribuyeron a la disminución del consumo de alcohol en esas regiones, "y se podría poner en práctica en otras regiones del mundo que aún no tienen reglamentaciones eficaces del consumo de alcohol", comunicaron los autores del estudio a cargo de Harriet Rumgay, de la División de Vigilancia del Cáncer de la OMS.
Más precisión para calcular el riesgo
A fin de saber qué regiones del mundo se beneficiarían de estos cambios de política, el equipo de la OMS obtuvo el número estimado de diagnósticos de cáncer por país en 2020 de la base de datos del Observatorio Mundial del Cáncer (GLOBOCAN). Combinaron estos datos con los cálculos recientes de riesgos de cáncer asociados con diferentes niveles de consumo de alcohol y los datos por país sobre cuánto beben las personas según la edad y el sexo.
Los métodos que usó el equipo de la OMS difieren de los que se usaron en estudios anteriores, explicó el doctor Abnet. Por ejemplo, en lugar de incluir todos los tipos de cáncer de hígado, "se concentraron en el carcinoma hepatocelular, el tipo de cáncer de hígado que se vincula al consumo de alcohol", explicó.
Asimismo, para el cáncer de esófago, los investigadores se concentraron en el carcinoma de células escamosas, el único tipo conocido que se desencadena por el consumo de alcohol. "Esto quizá haga que el cálculo de casos de cáncer por consumo de alcohol sean más bajos que en estudios anteriores, pero son más precisos", aclaró el doctor Abnet.
En general, el equipo halló que alrededor de 741 300 casos de cáncer en 2020 (un 4,1 %) del total mundial para ese año, se podían atribuir al consumo de alcohol. Más del 75 % de esos casos fueron en hombres.
Los cánceres de esófago e hígado representaron más de 340 000 de los diagnósticos de cáncer atribuibles al alcohol en 2020. Los investigadores calcularon que, en general, alrededor del 17 % de los diagnósticos de cáncer de hígado y el 32 % de los diagnósticos de cáncer de esófago en 2020 se relacionaron con el consumo de alcohol.
El cáncer de seno en mujeres estuvo en el tercer lugar en cantidad de casos, con casi 100 000 casos (alrededor del 4 % a nivel mundial) atribuibles al consumo de alcohol. "Los números del cáncer de seno son bastante altos, solo porque el cáncer de seno es tan frecuente", explicó la doctora LoConte.
Consumo diario de alcohol | Número estimado de casos de cáncer |
Consumo excesivo (60 gramos* o más) | 346 400 |
Consumo moderado a excesivo (entre 20 y 60 gramos) | 291 800 |
Consumo moderado (20 gramos o menos) | 103 100 |
*En los Estados Unidos, la medida que se usa para un trago estándar (12 onzas de cerveza, 5 onzas de vino o un trago de 1,5 onzas de alcohol de 40° o licor) corresponde a alrededor de 14 gramos de alcohol puro (etanol). |
Cuando los investigadores analizaron con más detalle el consumo moderado, encontraron que 41 300 de esos casos se podían atribuir al consumo leve, que equivale a 10 gramos o menos por día.
En general, en Asia oriental y en Europa central y oriental se observaron las proporciones más altas de casos de cáncer atribuidas al consumo de alcohol, y en el norte de África y en Asia occidental, las más bajas. Las tendencias en las mujeres fueron algo diferentes: las proporciones más altas de casos de cáncer atribuidas al consumo de alcohol se hallaron en Europa (central, oriental y occidental), en Australia y en Nueva Zelanda.
Informarse para tomar decisiones y orientar políticas
El estudio tuvo varias limitaciones, por ejemplo, solo se analizó el consumo de alcohol actual y no los hábitos de consumo anterior, comentó el doctor Abnet. Las encuestas a nivel mundial no suelen obtener información sobre el consumo de alcohol anterior, "pero muchas personas siguen un patrón similar, beben con más exceso cuando son jóvenes y con más moderación a medida que envejecen", explicó el doctor.
Es probable que los cálculos de casos de cáncer atribuidos al consumo de alcohol hubiesen sido más altos si se hubiese registrado el consumo anterior, indicó el doctor Abnet. Agregó que las encuestas de ahora tratan de conseguir esta información.
El uso de las pruebas de sangre para calcular con más precisión el consumo real de alcohol también podría beneficiar las investigaciones futuras, escribió la doctora y licenciada en Medicina Amy Justice, de la Universidad de Yale, en un editorial adjunto. "Cuanto antes comencemos a medir con precisión la exposición al alcohol, más pronto entenderemos la carga excesiva real del cáncer atribuible al alcohol, y podremos intervenir con eficacia", señaló la doctora Justice.
La meta de una investigación de este tipo no es asustar a las personas que consumen bebidas alcohólicas, explicó la doctora LoConte. "Para bien o para mal, la sociedad en general tiene un miedo tremendo al cáncer. Creo que hay una gran parte de la sociedad que si supiese [el riesgo], cambiaría su forma de beber", dijo la doctora.
Es probable que lo más exitoso sea ayudar a quienes beben en exceso para que dejen de tomar o tomen menos, agregó la doctora y destacó que "está muy claro que [beber alcohol en exceso] no tiene ningún beneficio para la salud, y lleva a muchos riesgos para la salud en general".
El doctor Abnet explicó que es probable que el consumo de alcohol más peligroso sean los "atracones" o episodios de consumo intensivo de grandes cantidades de bebidas alcohólicas en pocas horas: 5 o más tragos (en el caso de los hombres), o 4 o más tragos (en el caso de las mujeres). Agregó que los estudios recién comenzaron a analizar el vínculo entre los episodios de consumo intensivo de alcohol y el cáncer.
"Muchas de nuestras encuestas solo calculan el número total de tragos por semana y no diferencian entre la persona que bebe 1 trago por día cada semana y alguien que bebe 7 tragos en un solo día de la semana", mencionó el doctor Abnet.
Aunque es importante que las personas tengan la información para tomar decisiones, "el comité de ASCO en definitiva piensa que la creación de políticas es la forma de salir del problema", concluyó la doctora LoConte. "Debemos tratar de usar las políticas de salud para que la decisión más fácil sea la decisión más saludable".
"Creemos que obtendremos el mayor éxito si nos centramos en el consumo de alcohol por parte de los jóvenes, y la acción de la [campaña "mejores inversiones" de la OMS] que más se relaciona con la disminución del consumo en la juventud es el aumento de los precios", continuó la doctora. "Además, creemos que es importante que las comunidades controlen sus propias políticas de salud (por ejemplo, en las comunidades indígenas, donde con frecuencia el consumo de alcohol es alto)".
Es importante seguir estudiando los cánceres vinculados al alcohol, a medida que los patrones de consumo de alcohol cambian con el tiempo, comentó el doctor Abnet. Por ejemplo, en muchas partes del mundo, las mujeres comenzaron a beber más de lo acostumbrado, explicó el doctor y agregó que si el consumo aumenta en un grupo, es probable que los casos de cáncer también aumenten.
También parece que la pandemia de COVID-19 produjo un aumento en el consumo de alcohol en las mujeres en los Estados Unidos y en otros países, explicó la doctora LoConte. "Ahora es mucho más fácil conseguir alcohol con las entregas a domicilio o las compras sin tener que bajarse del automóvil, y las mujeres en particular tienen una carga enorme de las tareas de cuidado familiar, que llevó a que bebieran más", aclaró la doctora.
"Por lo que sucedió durante eventos como el huracán Katrina y los ataques del 11 de septiembre, sabemos que cuando las personas beben para hacer frente a situaciones traumáticas de mucho estrés, suelen continuar ese patrón de consumo incluso después de que las cosas se calman o se resuelven", agregó la doctora. "Por eso creo que sucederá lo mismo con la COVID-19, pero será importante observar si las tendencias en el mundo son iguales".
¿Qué es un trago?
Las porciones de alcohol se miden por volumen, pero la cantidad de alcohol en una porción es muy diferente según la variedad o la marca de cerveza o vino, el tipo de cóctel, o la combinación de bebidas (así como la cantidad que se sirve).
"Creo que la percepción suele ser que si cabe en un vaso, es un trago", comentó la doctora LoConte. Sin embargo, en los estudios se demostró que las personas que se sirven su propio trago de vino o de licor en casa subestiman cuánto consumen en realidad.
"Si las personas se sirven las bebidas, muchas quizá no usen una medida [cantidades] al preparar cócteles en casa. Esa es una gran preocupación con el consumo excesivo de alcohol, que las personas no son francas consigo mismas", señaló el doctor Abnet.