Respuesta sólida y rápida del NCI a la pandemia de la COVID-19
, por Doctor Norman E. Sharpless
A fines de la semana pasada, convoqué una reunión de emergencia de dos consejos asesores clave del NCI, el Consejo de Asesores Científicos (BSA) y el Consejo Nacional Asesor del Cáncer (NCAB).
Fue la primera reunión de los dos consejos que se llevó a cabo por completo en forma virtual. Se realizó para que el liderazgo del NCI actualizara a los miembros de los consejos sobre la respuesta del NCI frente a la pandemia de la COVID-19, y para que este recibiera el asesoramiento de los consejos con respecto a nuestros planes para responder a la pandemia. (Pulse aquí para ver la grabación en inglés de la reunión completa).
Esta reunión fue extraordinaria por muchos motivos, sobre todo debido a las circunstancias por las que se convocó. Está demás decir que nos encontramos en medio de una situación que plantea retos muy difíciles, que se caracteriza por una pérdida considerable de vidas, una caída económica sin precedentes y cambios bruscos inimaginables en la vida diaria.
En el NCI, sabemos que estos problemas son graves en especial para las personas con cáncer y sus familiares. Algunos pacientes tienen un riesgo mayor de tener una enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) grave porque el cáncer o el tratamiento de este los debilita o los expone más a sufrir complicaciones. Además, muchos tratamientos eficaces contra el cáncer, como la quimioterapia paliativa, la cirugía y la radioterapia, se postergaron o cancelaron para minimizar el riesgo de exposición al coronavirus, pero dejaron a estos pacientes expuestos a un mayor riesgo de sufrimiento por cáncer.
He conversado con muchos de mis colegas de los centros oncológicos de todo el país, y están sumamente preocupados. Ellos y sus instituciones también están tomando todas las medidas posibles para adaptarse a la situación de la mejor forma, aunque saben que estas no siempre son suficientes para atender las necesidades de sus pacientes.
En el NCI nos adaptamos a la situación de igual manera y actuamos para que, en la mayor medida posible, sigan en marcha las actividades de investigación del cáncer de todo el país. Durante la reunión de la semana pasada, recalqué a los miembros de los consejos asesores que la prioridad máxima del NCI es, y siempre será, avanzar con la investigación del cáncer y hacer lo posible para disminuir la carga de la enfermedad.
Por otra parte, les recordé también que el NCI, como la organización de investigación del cáncer más grande del mundo, cuenta con una inmensa experiencia y una capacidad de investigación única que hace que nuestra participación en respuesta a la pandemia sea una obligación moral.
De hecho, el NCI tiene mucho que ofrecer como institución:
- amplios antecedentes en la investigación virológica, incluso la labor que llevó al descubrimiento de los primeros tratamientos de la infección por el VIH y el SIDA, además de la elaboración de la vacuna contra el VPH y las pruebas de esta a gran escala;
- una infraestructura nacional para la investigación que abarca grandes instituciones académicas con los mejores expertos, médicos con experiencia y una trayectoria comprobada de realización de estudios clínicos de complejidad;
- una larga lista de alianzas y colaboraciones con instituciones gubernamentales y de salud pública, y con empresas privadas;
- el Laboratorio Nacional de Investigación Oncológica de Frederick (FNLCR), dotado de recursos de tecnología e investigación avanzados que son de aplicación directa e inmediata en una pandemia vírica.
Durante la reunión nos concentramos en presentar un panorama de algunas de las actividades específicas relacionadas con la pandemia que el NCI inició en las últimas 4 a 6 semanas. La enorme cantidad de trabajo que se ha realizado y la velocidad con que se ha completado, es increíble.
Reorientación de los recursos y la experiencia en el Laboratorio Nacional de Investigación Oncológica de Frederick
El FNLCR es el único Centro de Investigación y Desarrollo Financiado por el Gobierno Federal (FFRDC) dedicado a la investigación biomédica. Con sede en Frederick (Maryland), el FNLCR es un poderoso centro de investigación dotado de científicos de excelencia y tecnología de vanguardia. Según explicó el doctor Doug Lowy, subdirector del NCI, durante la reunión de los consejos asesores de la semana pasada, el FNLCR se adapta a la perfección para responder ante una crisis como la pandemia del coronavirus. El NCI emplea estos recursos para responder a la COVID-19.
Pruebas serológicas: evaluación de la respuesta inmunitaria
Los investigadores del FNLCR pusieron en marcha una iniciativa centrada en la serología, un término que, de forma inesperada, es ahora parte del lenguaje diario. La serología es el proceso por el que se mide la respuesta inmunitaria, en la forma de anticuerpos en la sangre, cuando una persona tiene una infección.
El Laboratorio de Serología de VPH en el FNLCR cumple una función central de larga trayectoria en la creación y estandarización de pruebas serológicas para detectar anticuerpos contra tipos de virus del papiloma humano (VPH) que causan cáncer. En estos momentos, las tareas del laboratorio se modificaron para llevar a cabo las pruebas serológicas del nuevo coronavirus, incluso, en colaboración con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), para validar las pruebas serológicas que presentan a la FDA los científicos externos y las empresas.
El personal del Laboratorio de Serología de VPH también trabaja en colaboración estrecha con los colegas del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y varios centros médicos académicos, muchos de estos en regiones del país muy afectadas por el virus, como Nueva York.
Las pruebas serológicas son necesarias para que el país vuelva a una seminormalidad, entre otras cosas, mediante la identificación de las personas que tuvieron la infección y que comprueban la inmunidad contra la COVID-19. Las pruebas serológicas también sirven para analizar la sangre de quienes tuvieron la COVID-19 y se recuperaron, con el propósito de elaborar plasma de convaleciente, un posible tratamiento para las personas con enfermedad grave.
Los desenlaces de la COVID-19 y sus características genéticas
El NCI también comenzó una serie de estudios genómicos para tratar de identificar alteraciones genéticas relacionadas con los desenlaces favorables y desfavorables de la COVID-19. Uno de los estudios se concentrará en las personas con cáncer.
Esta iniciativa estará a cargo del doctor Stephen J. Chanock, director de la División de Epidemiología y Genética del Cáncer (DCEG) del NCI, en colaboración con los investigadores del NIAID y el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI), y que en su mayor parte se llevará a cabo en el FNLCR. La meta es identificar rápido las variantes genéticas relacionadas con el desenlace de la infección en cada persona mediante el análisis de muestras obtenidas de personas infectadas por el nuevo coronavirus .
Se espera que este análisis no solo permita entender mejor las características biológicas de la infección por este coronavirus en particular, sino también identificar posibles blancos adonde dirigir los nuevos tratamientos y proponer ideas para los exámenes de detección.
Un aspecto importante de esta iniciativa es que los datos de estos estudios se divulgarán de forma rápida y amplia con otros investigadores.
Identificación de posibles tratamientos de la COVID-19
En el FNLCR también se lleva a cabo la Iniciativa RAS del NCI, cuyo propósito es crear nuevas terapias para tratar cánceres que se inician por formas mutadas de genes RAS, en particular de KRAS (mutaciones oncoiniciadoras). Estos tipos de cáncer incluyen los muy mortales, como el cáncer de páncreas y el cáncer de pulmón, por lo tanto, estas iniciativas para encontrar terapias dirigidas al RAS han sido de alta prioridad para la comunidad de investigadores del cáncer.
En estos momentos, en el FNLCR se están usando algunos de los avances en la Iniciativa RAS para identificar nuevos tratamientos de la COVID-19. Parte de estos avances es una colección de pruebas de detección, que se usó con éxito para identificar los compuestos químicos que bloquean la actividad de las mutaciones oncoiniciadoras en proteínas de KRAS.
Ahora esta colección de pruebas de detección se usa para identificar los posibles compuestos químicos que bloquean la actividad de una enzima clave (proteasa), porque el nuevo coronavirus necesita de esta para multiplicarse en las células infectadas.
En colaboración con el Laboratorio Nacional de Argonne (ANL) en la Universidad de Chicago (otro centro de investigación financiado por el gobierno federal), los compuestos que bloqueen la actividad de esta proteasa se someterán a más pruebas y se perfeccionarán para convertirlos en posibles tratamientos de la COVID-19.
Adaptación de los estudios clínicos del cáncer e inicio de estudios nuevos
Como era de esperar, la pandemia de la COVID-19 ha tenido un gran efecto en los estudios clínicos del cáncer. He conversado con los directores y el personal de los centros oncológicos designados por el NCI, y es una preocupación grave.
Como informó en la reunión el doctor Jim Doroshow, subdirector del NCI, la inscripción de pacientes en los estudios clínicos de tratamientos financiados por el NCI se redujo a la mitad y se anticipa que esta tendencia continuará. En algunos estudios siguen las inscripciones, como en los estudios de tratamientos curativos o para pacientes sin otras opciones de tratamiento. Pero la participación en la mayoría de otros tipos de estudios disminuyó de forma drástica.
En respuesta, el NCI ha trabajado con la FDA y los programas de estudios clínicos del NCI para aplicar muchas medidas a fin de limitar la interrupción de estos estudios. Las medidas incorporan mucha más flexibilidad en el funcionamiento de los estudios e incluyen las siguientes:
- enviar los medicamentos de administración oral que están en estudio directamente a los pacientes o sus médicos locales;
- permitir que las pruebas y exámenes que se suelen hacer en persona en el centro clínico las realice el médico local del paciente para que este luego envíe los resultados a los investigadores del estudio;
- ofrecer mayor flexibilidad en el cumplimiento de los requisitos establecidos en la documentación de los estudios clínicos en cuanto a las pruebas de seguimiento y la notificación de datos.
Estos son solo algunos de los múltiples cambios hechos para asegurar que los estudios clínicos continúen y que se produzcan datos de trascendencia.
Además de los ajustes a los estudios clínicos del cáncer que están en curso, el NCI trabaja con las organizaciones colaboradoras para poner en marcha estudios clínicos para pacientes que tienen cáncer y COVID-19. También se incluye un protocolo de uso compasivo del medicamento tocilizumab (Actimra) para los pacientes de cáncer con COVID-19 que presentan complicaciones respiratorias graves, quizás a causa de una respuesta inmunitaria hiperactiva llamada síndrome de liberación de citocinas.
En solo cuatro días, los investigadores del NCI redactaron el protocolo por el que se ofrecerá el tocilizumab a un máximo de 200 pacientes que no podían inscribirse en un estudio clínico de fase III del medicamento a cargo del fabricante, Genentech. Se planifica la modificación de los criterios de selección del estudio para incluir a los pacientes que reciben tratamiento (incluso trasplantes de células madre e inmunoterapia) en la actualidad, tanto adultos como niños. El NCI trabaja con Genentech para activar este protocolo con la mayor rapidez posible.
Además, se concretarán planes para realizar un gran estudio clínico de cohortes de pacientes de cáncer con COVID-19, en el que participarán todos los programas de estudios clínicos del NCI, como la Red Nacional de Estudios Clínicos (NCTN) y el Programa Comunitario de Investigación Oncológica del NCI (NCORP).
Mediante este estudio se recopilará documentación amplia de más de 2000 pacientes de todas las edades, entre otros aspectos, sobre el tipo de cáncer, los tratamientos que reciben y sus síntomas; y se vigilará a los pacientes durante un período prolongado para entender mejor el efecto del virus en las personas con cáncer.
Además, los datos de esta iniciativa servirán para los estudios serológicos y genómicos que se realizan en el FNLCR.
Aspectos positivos y próximos pasos
Algo que deseo destacar son algunos aspectos positivos que surgieron de esta situación terrible. Por ejemplo, hemos observado que la telemedicina está en auge.
Como dije en la reunión, los investigadores que trabajan en la ciencia de la implementación tendrán la oportunidad extraordinaria de examinar las repercusiones de la telemedicina en la gestión de la atención del paciente durante esta pandemia, además de identificar el uso más eficaz de la telemedicina y las formas de ampliar su aplicación en el futuro.
Mi predicción es que a las personas que reciben tratamiento del cáncer les gustará que parte de su atención médica sea por telemedicina, y que muchas desearán continuar con la telemedicina para algunos aspectos de la atención incluso después de que termine la pandemia.
También es estimulante presenciar la rapidez con que los organismos de salud del gobierno se movilizan cuando realmente hace falta. Las nuevas actividades de investigación se establecieron e iniciaron a una velocidad notable. Los trámites que a veces tardan meses o más, en algunos casos, se hicieron en pocos días.
Como escuchamos en la reunión, los centros oncológicos designados por el NCI también han tomado medidas audaces y rápidas. Por su cuenta o en colaboración con otros centros oncológicos, muchos centros han iniciado estudios clínicos en los que participan pacientes de cáncer con COVID-19.
En mi opinión, hemos aprendido lecciones importantes que cambiarán, para bien, la forma en que planificamos y llevamos a cabo la investigación y la forma en que atendemos a los pacientes.
A medida que en el NCI continuamos nuestra labor para avanzar en la investigación del cáncer al mismo tiempo que contribuimos a la respuesta mundial ante la COVID-19, seguiremos usando distintos canales de comunicación para informar a la comunidad sobre nuestras actividades. Se ofrecerá más información sobre las iniciativas descritas aquí y otras, la repercusión de esta pandemia en los investigadores, incluso en un grupo de alta prioridad para el NCI: los investigadores al inicio de su carrera.
Mientras tanto, por favor, cuídense. Por favor, sigan las instrucciones de las autoridades de salud pública sobre el distanciamiento físico y otras medidas que nos ayudarán a aplanar la curva de esta pandemia y que, ojalá pronto, nos permitan superarla.