Cada sobreviviente de cáncer tiene experiencias personales únicas
Hay casi 17 millones de sobrevivientes de cáncer en los Estados Unidos. Cada persona hace frente a los efectos del diagnóstico y el tratamiento de formas distintas. Aunque todavía se estudian las opciones de tratamiento personalizado, a medida que aumenta el número de sobrevivientes, también se investigan las formas de mejorar el cuidado y el bienestar general de los sobrevivientes para que tengan una vida más larga y sana.
¿Y ahora qué hacemos? La doctora que quiere ayudar a los sobrevivientes a encontrar respuestas
“Se arremangó y dijo 'no me daré por vencida'" contó la doctora Melissa Hudson acerca de una madre cuyo niño había sobrevivido un tumor cerebral complicado. “Logró conseguir el tratamiento que necesitaba su hijo, pero no tenía que haber sido tan difícil”, comentó la doctora Hudson, directora de la División de Supervivencia al Cáncer en el hospital de investigación infantil de St. Jude. “Necesitamos conectar mejor a los sobrevivientes de cáncer infantil con los servicios y los recursos”.
En los últimos 50 años, los logros para entender mejor la biología y el tratamiento del cáncer ayudaron a aumentar el número de sobrevivientes de cáncer infantil. Se hicieron estudios para evaluar si era posible bajar la intensidad de los tratamientos sin disminuir la eficacia (estudios de disminución escalonada de la dosis). Los resultados llevaron a la “eliminación o disminución de la radioterapia porque nos dimos cuenta de que el tratamiento era excesivo”, explicó la doctora Hudson. También hubo mejoras en el diagnóstico y la atención clínica, como el uso de técnicas de imágenes en vez de la cirugía para determinar el estadio del linfoma de Hodgkin.
Sin embargo, los niños que sobreviven el cáncer tienen importantes problemas cognitivos, físicos y emocionales a largo plazo por el tratamiento. Estos problemas, que se llaman efectos tardíos, incluyen dolor de huesos, infertilidad, nuevos cánceres u otros efectos. En el hospital St. Jude se ofrece orientación, un plan de atención y control a largo plazo. Pero “no es realista pensar que todos los sobrevivientes tendrán acceso a programas de seguimiento” debido a las distancias o el costo, comentó la doctora Hudson. Considera que sería útil establecer un apoyo más integral y generalizado para los sobrevivientes. Para que esto sea realidad, la doctora Hudson trabaja en el desarrollo de pautas y recomendaciones de atención.
Por último, es esencial que además de que haya menos efectos negativos por el tratamiento de cáncer en la calidad de vida, aseguremos que los sobrevivientes de cáncer tengan acceso a la atención que necesitan. De esta forma, no solo podrán sobrevivir, sino vivir su vida a pleno.