Las enfermedades histiocíticas en niños y adultos se deben a la acumulación anómala de células del sistema mononuclear fagocítico. En este resumen solo se trata la histiocitosis de células de Langerhans (HCL), un trastorno de las células dendríticas de origen mieloide.
Las enfermedades histiocíticas se han reclasificado en 5 categorías; la HCL pertenece al grupo L (consultar el Cuadro 1).[1,2] La HCL es consecuencia de la proliferación clonal de células de la HCL morfológicamente redondeadas e inmaduras desde el punto de vista inmunofenotípico y funcional, que se encuentran en las lesiones relevantes acompañadas de eosinófilos, macrófagos, linfocitos y, en ocasiones, células gigantes multinucleadas.[3,4] Los histiocitos patológicos y las células de Langerhans (CL) normales de la epidermis comparten idénticas características inmunofenotípicas, como la presencia de gránulos de Birbeck identificados por microscopía electrónica. Hay claras diferencias morfológicas, fenotípicas y de expresión génica entre la variante celular patológica que se encuentra en las lesiones de la HCL (células de la HCL) y la variante normal de CL, de ahí el término células de la HCL.
Grupo de histiocitosis | Enfermedades | |
---|---|---|
XGA = xantogranuloma del adulto; HCB = histiocitiosis cefálica benigna; HEG = histiocitosis eruptiva generalizada; LHH = linfohistiocitosis hemofagocítica; XGJ = xantogranuloma juvenil; HCL = histiocitosis de células de Langerhans; RHM = reticulohistiocitosis multicéntrica; XGN = xantogranuloma necrobiótico; HNP = histiocitosis nodular progresiva; ERD = enfermedad de Rosai-Dorfman; RHS = reticulohistiocitoma solitario; XD = xantoma diseminado. | ||
aAdaptación de Emile et al.[2] | ||
bReproducción autorizada de Blood, volumen 135, número 16, Carlos Rodríguez-Galindo, Carl E. Allen, Langerhans cell histiocytosis, páginas 1319–1331, derechos de autor 2020, autorizada por Elsevier.[1] | ||
Grupo L | Histiocitosis de células de Langerhans (HCL) | |
Histiocitosis de células indeterminadas (HCI) | ||
Enfermedad de Erdheim-Chester (EEC) | ||
Histiocitosis de células de Langerhans y Enfermedad de Erdheim-Chester mixtas | ||
Grupo C | Histiocitosis cutáneas diferentes a HCL | |
Familia de granulomas xantomatosos: XGJ, XGA, RHS, HCB, HEG, HNP | ||
Familia sin granulomas xantomatosos: ERD cutánea, XGN y otras | ||
Histiocitosis cutáneas diferentes a HCL con componente sistémico mayor | ||
Familia de granulomas xantomatosos: xantoma diseminado (XD) | ||
Familia sin granulomas xantomatosos: reticulohistiocitosis multicéntrica (RHM) | ||
Grupo R | Enfermedad de Rosai-Dorfman familiar | |
Enfermedad de Rosai-Dorfman esporádica | ||
Enfermedad de Rosai-Dorfman clásica | ||
Enfermedad de Rosai-Dorfman extraganglionar | ||
Enfermedad de Rosai-Dorfman con neoplasia o enfermedad inmunitaria | ||
Sin clasificación | ||
Grupo M | Histiocitosis malignas primarias | |
Histiocitosis malignas secundarias | ||
Grupo H | Linfohistiocitosis hemofagocítica primaria: afecciones hereditarias monogénicas que producen LHH | |
Linfohistiocitosis hemofagocítica secundaria (LHH no mendeliana) | ||
Linfohistiocitosis hemofagocítica de origen desconocido o indeterminado |
Ahora se ha demostrado que las células de HCL, conocidas durante muchos años por originarse en una proliferación clonal, probablemente se derivan de un precursor mieloide cuya proliferación se relaciona de manera uniforme con la activación de la vía de señalización MAPK/ERK.[5,6]
Desde el punto de vista clínico, la HCL es una enfermedad heterogénea que a veces compromete un solo órgano (HCL monosistémica), el cual a su vez puede afectar un solo sitio (unifocal) o múltiples sitios (multifocal). Otras veces, afecta múltiples órganos (HCL multisistémica). La HCL multisistémica puede comprometer un número limitado de órganos o puede ser diseminada. El compromiso de órganos específicos como el hígado, el bazo y el sistema hematopoyético permite clasificar la HCL multisistémica en dos grupos según el riesgo de muerte por la enfermedad: riesgo alto (es decir, con compromiso multisistémico de órganos de riesgo) y riesgo bajo (es decir, sin compromiso multisistémico de órganos de riesgo).
El histiocito patológico o la célula de la histiocitosis de células de Langerhans (HCL) tiene un perfil de expresión génica muy similar al de una célula dendrítica mieloide. En estudios también se demostró que la variante BRAF V600E se puede identificar en las células mononucleares de la sangre periférica y en el DNA extracelular circulante, por lo general, en pacientes con enfermedad diseminada.[1-3] Esto indica que la HCL multisistémica surge de una variante somática en la médula ósea o de una célula precursora circulante, mientras que la enfermedad localizada surge de una variante que ocurre en una célula precursora en un sitio local.[2]
La clasificación moderna de las enfermedades histiocíticas las subdivide en enfermedades de las células dendríticas, enfermedades de los monocitos y macrófagos, y neoplasias malignas verdaderas. La HCL es una enfermedad de las células dendríticas.[4,5] El análisis exhaustivo de datos de matriz de expresión génica de las células de la HCL concuerda con el concepto de que la célula de Langerhans (CL) de la piel no es la célula de origen de la HCL.[1] Más bien, es probable que el origen sea una célula progenitora hematopoyética antes de convertirse en una célula dendrítica mieloide dedicada que expresa los mismos antígenos (CD1a y CD207) que la CL cutánea.[6,7] Este concepto se apoyó además en los informes que indicaban que el perfil de transcripción de las células de la HCL era distinto al de las células dendríticas mieloides y plasmocitoides, así como al perfil de las CL epidérmicas.[1,6,8,9]
Ahora, la HCL se considera una neoplasia mieloide. Sin embargo, hay controversia sobre la naturaleza de esta enfermedad como neoplasia maligna verdadera o como neoplasia con un comportamiento clínico variable. La misma variante BRAF V600E se ha encontrado en muchos cánceres; no obstante, el gen BRAF con la alteración en V600E también se encuentra en nevos benignos, lo que posiblemente indica que la transformación maligna requiere otras variantes adicionales.[10] Estos hallazgos han planteado la posibilidad de un tratamiento con terapias dirigidas. Hay varios ensayos en curso sobre el uso de inhibidores de BRAF y MEK para el tratamiento de la HCL en adultos y niños.
Para obtener más información, consultar las secciones Estudios citogenéticos y genómicos y Análisis de citocinas.
Las células de la histiocitosis de Langerhans (células de la HCL) que se encuentran en las lesiones propias de la HCL son células dendríticas inmaduras, que conforman menos del 10 % de las células presentes en la lesión.[9,11] Por lo habitual, son células ovaladas grandes, con abundante citoplasma rosado y un núcleo en forma de frijol cuando se usa la tinción de hematoxilina y eosina. Las células de la HCL se tiñen con anticuerpos anti-S100, anti-CD1a y anti-langerina (CD207). La tinción anti-CD1a o anti-langerina confirma el diagnóstico de HCL, pero se necesita cautela al establecer una correlación de este hallazgo con el cuadro clínico inicial en los órganos donde hay células CL normales.[12]
Debido a que las células de la HCL activan otras células inmunitarias, las lesiones de la HCL también contienen histiocitos, linfocitos, macrófagos, neutrófilos, eosinófilos y fibroblastos, incluso a veces contienen células gigantes multinucleadas.
Se han descrito los siguientes tres hallazgos histopatológicos en el encéfalo relacionados con la HCL:
Por lo general, la CL es la presentadora primaria de antígenos a los linfocitos T vírgenes. Sin embargo, en la HCL, la célula dendrítica patológica no produce una estimulación eficiente de las respuestas primarias de los linfocitos T.[14] En la tinción de anticuerpos para los marcadores de células dendríticas, como los antígenos CD80, CD86 y de clase II, se observó que en la HCL las células anormales son células dendríticas inmaduras. Estas células son deficientes para la presentación de antígenos y proliferan a una tasa baja.[11,14,15]
Se ha notificado aumento de células T reguladoras en pacientes con HCL.[15] Se encontró que la población de células CD4 positivas, CD25 (alta) y FoxP3 (alta) comprende un 20 % de las células T y, en las lesiones, están en contacto con células de la HCL. Estas células T se encontraron en concentraciones más altas en la sangre periférica de los pacientes con HCL que en los controles y volvieron a una concentración normal cuando los pacientes estaban en remisión.[15] Se han encontrado células T con funcionamiento deficiente que expresan receptores inhibidores PD-1, TIM3 y LAG-3 en lesiones de HCL, pero no en la sangre periférica de los pacientes.[16] Las células T disfuncionales se acumulan en las lesiones de la HCL porque el PD-1 en la superficie celular se enlaza con el PD-L1 en las células dendríticas patológicas.
El fundamento genómico de la histiocitosis de células de Langerhans (HCL) avanzó gracias a un informe de 2010 sobre la detección de una variante activadora del oncogén BRAF (V600E) en 35 de 61 casos (57 %).[17] En múltiples informes posteriores se confirmó la presencia de variantes BRAF V600E en el 50 % o más de los casos de HCL en niños.[2,18,19] También se han descrito otras variantes de BRAF que producen activación de la señalización.[18,20] Las variantes de ARAF son infrecuentes en la HCL, pero cuando están presentes, también llevan a la activación de la vía RAS-MAPK.[21]
En una serie de 100 pacientes, se estudió la variante BRAF V600E en sangre y médula ósea y se obtuvo un resultado positivo para la variante BRAF V600E en el 65 % de los pacientes cuando se usó un método de reacción en cadena de la polimerasa cuantitativa sensible.[2] Las células circulantes con la variante BRAF V600E se pudieron detectar en todos los pacientes de riesgo alto y en un subgrupo de pacientes con enfermedad multisistémica de riesgo bajo. El alelo BRAF V600E se detectó en el ADN libre circulantes en el 100 % de los pacientes con HCL multisistémica con compromiso de órganos de riesgo, el 42 % de los pacientes con HCL sin compromiso de órganos de riesgo y el 14 % de los pacientes con HCL monosistémica.[22]
En pacientes de riesgo alto, el hallazgo en la médula ósea de células madre positivas para CD34 que además exhibían la variante confirmó el origen de la HCL en las células dendríticas mieloides. En los pacientes con enfermedad de riesgo bajo, la variante se identificó en células dendríticas mieloides más maduras, lo que indica que el estadio del desarrollo celular en el momento en que aparece la variante somática es determinante para definir la extensión de la enfermedad en la HCL.
En un principio se notificó que la HCL pulmonar en adultos no era clonal en cerca del 75 % de los casos,[23] pero al analizar las variantes de BRAF en un estudio posterior, se encontró que entre el 25 % al 50 % de los adultos con esta enfermedad presentaban variantes BRAF V600E.[23,24] En otro estudio de 26 casos de HCL pulmonar se encontró que el 50 % tenía variantes BRAF V600E y el 40 % tenía variantes de NRAS.[25] El número de variantes policlonales y monoclonales es aproximadamente el mismo. No se ha determinado si la clonalidad y las variantes en la vía del gen BRAF coinciden en los mismos pacientes, lo que podría indicar una afección reactiva en lugar de una afección neoplásica en la HCL con pulmón del fumador, y una neoplasia clonal en otros tipos de HCL.
En un estudio de 117 pacientes con HCL, 83 pacientes adultos con HCL pulmonar se sometieron a análisis molecular. Cerca del 90 % de estos pacientes tenía variantes en la vía MAPK.[26][Nivel de evidencia C3] De los 69 pacientes en quienes se analizaron las muestras de biopsia mediante un panel de secuenciación de última generación de 74 genes, el 36 % tenía variantes BRAF V600E, el 29 % tenía deleciones BRAF N486-P490, el 15 % tenía deleciones o variantes de MAP2K1 y el 4 % tenía variantes de NRAS. Solo un paciente tenía una variante de KRAS. Además, en 11 pacientes, las muestras de biopsia se analizaron mediante secuenciación del exoma completo. Se encontraron, en promedio, 14 variantes por paciente; esto es notablemente más alto que el promedio de 1 variante por paciente observada en el entorno pediátrico.[27] No hubo correlaciones clínicas, como la presencia de una variante BRAF V600E y el consumo de cigarrillos. De los 117 pacientes con HCL, el 60 % presentó recaída.
La vía de señalización RAS-MAPK (consultar la Figura 1) transmite señales desde un receptor de la superficie celular (por ejemplo, un factor de crecimiento) por la vía RAS (mediante una de las proteínas RAF [A, B o C]) de manera que se induce la fosforilación de MEK y después, de la cinasa regulada por señales extracelulares (ERK), lo que conduce a una señalización nuclear que afecta el ciclo celular y la regulación de la transcripción. La variante BRAF V600E produce fosforilación ininterrumpida y, por lo tanto, activación de MEK y ERK en ausencia de una señal externa. La activación de ERK ocurre por fosforilación, y esta ERK fosforilada se detecta en prácticamente todas las lesiones de HCL.[17,28]
En un modelo murino de HCL, se observó que la presencia de la variante BRAF V600E inhibe la migración de las células dendríticas mediada por un receptor de quimiocina (CCR7), lo que las obliga a acumularse en la lesión de la HCL.[29] Esta variante también causa un aumento de la expresión de BCL2L1, lo que produce resistencia a la apoptosis. Este proceso conlleva menor respuesta de las células a la quimioterapia. La variante BRAF V600E también interrumpe la proliferación de las células progenitoras hematopoyéticas y produce un fenotipo secretorio relacionado con la senescencia que promueve aún más la acumulación de células anormales.[30]
Otro modelo murino con la variante BRAF V600E bajo el control de los promotores de los genes Scl o Map17 añadió conocimientos adicionales sobre las características biológicas de la HCL neurodegenerativa.[31] En estos estudios se confirmó el origen hematopoyético de los macrófagos positivos para CD11a con variantes BRAF V600E. Este proceso rompe la barrera hematoencefálica y produce la pérdida de células de Purkinje, así como neurodegeneración progresiva mediante resistencia a la apoptosis y producción de proteínas secretoras relacionadas con la senescencia, que incluyen las citocinas inflamatorias IL-1, IL-6 y metaloproteinasas de matriz. El tratamiento con un inhibidor de la cinasa MAP y un senolítico (navitoclax) disminuyó el número de células patógenas y produjo mejoría clínica en los ratones.
En resumen, la HCL ahora se considera una neoplasia mieloide impulsada principalmente por variantes activadoras de la vía MAPK. Entre el 50 % y el 60 % de las variantes activadoras son variantes BRAF V600E, que abundan en pacientes con HCL multisistémica con compromiso de órganos de riesgo y en pacientes que tienen enfermedad neurodegenerativa.[32] En los estudios en curso se evalúa si la detección de variantes de nivel bajo en la sangre periférica se puede usar como marcador de enfermedad residual mínima para ayudar en la toma de decisiones sobre el tratamiento.
Debido a que es posible detectar la activación de la vía RAS-MAPK (elevación de ERK fosforilada) en todos los casos de HCL, incluso en aquellos sin variantes de BRAF, se consideró la posibilidad de que hubiera alteraciones genómicas en otros componentes de la vía. Se han identificado las siguientes alteraciones genómicas:
En otro estudio se detectaron variantes de MAP2K1 solo en 11 de 22 casos con gen BRAF natural.[33] En un estudio se observó que la variante de MAP2K1 y otras variantes relacionadas con la HCL en niños y adultos son mutuamente excluyentes de la presencia de las variantes de BRAF.[34] Los autores encontraron diversas variantes en otras vías (por ejemplo, JNK, RAS-ERK y JAK-STAT) en niños y adultos con la variante BRAF V600E o variantes de MAP2K1. En otro estudio se evaluaron alteraciones de cinasas y variantes mieloides en 73 adultos con HCL.[35] Estos investigadores notificaron una mediana de 2 variantes por adulto, a diferencia de los niños que por lo general solo tienen 1 variante. Se encontró la variante BRAF V600E en el 31 % de los pacientes con HCL, una inserción y deleción (indel) en BRAF en el 29 % de ellos, y una variante de MAP2K1 en el 19 % de ellos. En el 89 % de los adultos con HCL se encontraron alteraciones en otras proteínas cinasas y vías relacionadas. Las variantes de MAP2K1 se presentaron en ausencia de variantes de BRAF.
En resumen, los estudios corroboran la activación generalizada de ERK en la HCL, La activación de ERK en la mayoría de los casos se explica a partir de las alteraciones de los genes BRAF y MAP2K1.[17,27,28] En conjunto, estas variantes en la vía de la cinasa MAP representan casi el 80 % de las causas de la activación generalizada de ERK en la HCL.[17,27,28] El resto de los casos exhiben diversas variantes que incluyen deleciones pequeñas en BRAF, fusiones génicas de BRAF (mencionadas antes), así como variantes de los genes ARAF, MAP3K1, NRAS, ERBB3, PI3CA y CSF1R, así como otros genes infrecuentes.[34,32][Nivel de evidencia C1]
Las repercusiones clínicas de los hallazgos genómicos descritos son las siguientes:
Las variantes BRAF V600E son la diana terapéutica de los inhibidores de BRAF (por ejemplo, vemurafenib y dabrafenib) y de la combinación de inhibidores de BRAF con inhibidores de MEK (por ejemplo, dabrafenib y trametinib, o vemurafenib y cobimetinib). Estos fármacos y sus combinaciones están aprobadas para su uso en adultos con melanoma. En adultos, el tratamiento del melanoma con combinaciones de un inhibidor de BRAF y un inhibidor de MEK mostró una mejora significativa de los desenlaces de supervivencia sin progresión en comparación con el tratamiento con un inhibidor de BRAF solo.[41,42]
En varios informes de casos y en 2 series de casos también se observó eficacia de los inhibidores de BRAF para el tratamiento de la HCL en niños.[43-48] No obstante, es difícil evaluar la función a largo plazo de este tratamiento porque la mayoría de los pacientes recaen al suspender los inhibidores. Para obtener más información, consultar las secciones Tratamiento de la histiocitosis de células de Langerhans multisistémica recidivante, resistente al tratamiento o progresiva de riesgo alto y Terapias dirigidas para el tratamiento de la enfermedad monosistémica y multisistémica.
Las pruebas con tinción inmunohistoquímica han mostrado un aumento de las concentraciones de muchas citocinas o quimiocinas diferentes, tanto en lesiones de HCL como en el suero o plasma de pacientes con HCL.[49,50] En un análisis de la expresión génica en la HCL mediante técnicas de micromatriz génica, se identificaron 2000 genes expresados de manera diferencial. De 65 genes de los que se notificó antes que estaban relacionados con la HCL, solo 11 exhibieron expresión aumentada en los resultados de la micromatriz. El gen con mayor aumento de expresión en las células positivas para CD207 y CD3 fue el SPP1 (codificador de la proteína osteopontina); otros genes que activan y reclutan células T hacia los sitios de inflamación también exhiben un aumento de expresión.[1] El perfil de expresión de las células T fue el de un fenotipo de células T reguladoras activadas con aumento de la expresión de FOXP3, CTLA4 y SPP1. Estos hallazgos respaldan un informe previo sobre el aumento de las células T reguladoras en la HCL.[1] Hubo una expresión pronunciada de los genes relacionados con los progenitores mieloides tempranos, como CD33 y CD44, lo que es compatible con un informe anterior de aumento de las células dendríticas mieloides en la sangre de pacientes con HCL.[51] Se planteó un modelo de precursores de células dendríticas mieloides equivocados en el que se reclutan células precursoras de células dendríticas mieloides a los sitios de HCL por un mecanismo desconocido, y las células dendríticas, a su vez, reclutan linfocitos mediante la excreción de osteopontina, neuropilina-1 y vanina-1.[1]
En un estudio se evaluaron los posibles biomarcadores de la HCL en el sistema nervioso central. En el estudio se examinaron 121 proteínas únicas en el líquido cefalorraquídeo (LCR) de 40 pacientes pediátricos con HCL que se compararon con un grupo de control que incluyó a 29 pacientes con leucemia linfoblástica aguda, 25 pacientes con tumores encefálicos, 28 pacientes con enfermedades neurodegenerativas y 9 pacientes con linfohistiocitosis hemofagocítica. Solo la osteopontina exhibió un aumento significativo de la concentración en el LCR de los pacientes de HCL con neurodegeneración o lesiones expansivas (hipófisis), en comparación con todos los grupos de control. El análisis de la expresión de osteopontina en estos tejidos confirmó aumento de la expresión del gen SPP1.[13]
Varios investigadores han publicado estudios en los que analizan la concentración de diversas citocinas o factores de crecimiento en la sangre de pacientes con HCL. En estos estudios se incluyeron muchos de los genes cuya expresión no estaba aumentada según los resultados de expresión génica mencionados antes.[1] Una explicación de las concentraciones elevadas de estas proteínas es una respuesta inflamatoria sistémica, donde las células que se encuentran fuera de las lesiones de la HCL producen citocinas y factores de crecimiento. Otra posible explicación es que los macrófagos de las lesiones de la HCL producen las citocinas que se cuantifican en la sangre o que están concentradas en las lesiones.
Se midieron las concentraciones de IL-1 ß y prostaglandina GE2 en la saliva de pacientes con lesiones orales de HCL o HCL multisistémica de riesgo alto con lesiones orales y sin estas. Las concentraciones de ambas sustancias estaban más elevadas en los pacientes con enfermedad activa y disminuyeron después de un tratamiento exitoso.[52]
Se calcula que la incidencia anual de histiocitosis de células de Langerhans (HCL) oscila entre 2 y 10 casos por 1 millón de personas de 15 años o menos.[1-3] La proporción entre sexos (H:M) es cercana a 1, y la mediana de la edad en el momento del cuadro clínico inicial es de 30 meses.[4] En una encuesta de 4 años realizada en Francia a 251 casos nuevos de HCL, se encontró una incidencia anual de 4,6 casos por 1 millón de personas menores de 15 años (H:M, 1,2).[5]
En un estudio poblacional en Inglaterra se identificaron 658 pacientes que recibieron el diagnóstico de HCL entre 2013 y 2019.[6] La prevalencia de HCL fue de 9,95 casos por 1 millón de personas a finales de 2019. Entre ellos, el 49 % de los pacientes eran menores de 15 años, con una tasa de incidencia de 4,46 casos por 1 millón de niños por año. Los autores consideraron que esta incidencia probablemente sea una subestimación, en especial para la HCL monosistémica. Este es el primer estudio que en el que se identifica con exactitud pacientes adultos de 30 a 60 años o más. Sin embargo, el estudio también incluyó a pacientes de 15 a 29 años en la categoría de adultos, lo que produjo una tasa de incidencia total en adultos de 1,06 casos por 1 millón de adultos por año. Los pacientes que vivían en circunstancias socioeconómicas más desfavorecidas y los mayores de 30 años tuvieron tasas de supervivencia más precarias que las personas con un nivel socioeconómico más alto o que los niños.
Se revisaron los datos del registro del Surveillance, Epidemiology, and End Results (SEER) de 2000 a 2009 para identificar los casos de HCL de riesgo alto y evaluar las variables demográficas.[7] De 145 casos, la incidencia estandarizada por edad de la enfermedad diseminada fue de 0,7 por 1 millón de niños por año, con incidencia más baja en los pacientes negros (0,41 por 1 millón) y más alta en los pacientes hispanos (1,63 por 1 millón) menores de 5 años. El hacinamiento y unas condiciones socioeconómicas más precarias fueron factores relacionados con mayor riesgo de HCL, tal vez por la correlación con infecciones maternas y neonatales.[8] En un estudio poblacional de casos y controles, las madres hispanas tuvieron más probabilidad que las madres blancas no hispanas de tener hijos con HCL; este riesgo aumentó cuando ambos progenitores eran hispanos. Las madres negras no hispanas tuvieron menos probabilidades que las madres blancas no hispanas de tener niños con HCL.[9] Además, en un estudio familiar de asociación genómica, se encontró una asociación fuerte entre un polimorfismo del gen SMAD6 y la HCL, en especial en pacientes hispanos.[10] El estudio de Inglaterra (descrito antes) incluyó a 658 adultos y niños, el 79 % de los cuales eran blancos. En este estudio no se observó ningún aumento de la incidencia en la población hispana, lo que refleja las diferencias en la población de Inglaterra.[6]
Aunque se han propuesto los siguientes factores de riesgo de la HCL, no hay confirmación de asociaciones firmes y constantes:
Los esfuerzos para definir una causa viral no han tenido éxito.[13,14]
La evaluación completa de cualquier paciente que presente HCL incluye lo siguiente:[15]
Otras pruebas y procedimientos son los siguientes:
En pacientes con HCL multisistémica grave, es posible que sea necesario obtener otras pruebas para una linfohistiocitosis hemofagocítica secundaria, como ferritina, triglicéridos, fibrinógeno, dímeros d, lactato–deshidrogenasa, CXCL9 y sCD25.
La TC pulmonar a veces se indica en pacientes con radiografías del tórax anormales o síntomas pulmonares. Es posible que las TC de alta resolución muestren indicios de HCL pulmonar cuando la radiografía de tórax es normal. Por lo tanto, se puede considerar una TC cuando hay signos o síntomas respiratorios en lactantes y niños pequeños que tienen radiografías de tórax normales. Los pacientes con HCL pulmonar también pueden tener radiografías de tórax normales y pruebas del funcionamiento pulmonar anormales.[20]
La HCL causa cambios de hígado graso o áreas hipodensas a lo largo del espacio porta, que se pueden identificar mediante TC, si está indicada.[21]
Todos los pacientes con compromiso de cuerpo vertebral necesitan una evaluación detenida del tejido blando circundante que a veces afecta la médula espinal.
Los hallazgos de la IRM compatibles con una HCL del sistema nervioso central (SNC) incluyen la intensificación de la protuberancia, los ganglios basales y la sustancia blanca cerebelosa cuando se usa la técnica FLAIR en T2, además de lesiones expansivas o realce meníngeo. En un informe de 163 pacientes, se encontraron lesiones meníngeas en un 29 % de los pacientes y compromiso del plexo coroideo en un 6 %. Se encontraron lesiones en los senos paranasales o lesiones mastoideas en el 55 % de los pacientes versus el 20 % de los controles, y se encontraron espacios de Virchow-Robin acentuados en el 70 % de los pacientes versus el 27 % de los controles.[24]
El diagnóstico definitivo siempre exige un diagnóstico patológico. No obstante, algunas veces es complicado obtener la confirmación patológica o hay una contraindicación para la biopsia, como una enfermedad aislada del infundíbulo hipofisario o una vértebra plana sin masa de tejido blando, y en este caso el riesgo supera el beneficio de obtener la confirmación del diagnóstico.
El pronóstico esta muy relacionado con la extensión de la enfermedad en el momento del cuadro clínico inicial cuando hay compromiso de órganos de riesgo alto (hígado, bazo o médula ósea) y con la respuesta al tratamiento inicial. En muchos estudios se confirmó una tasa alta de mortalidad (35 %) en pacientes con enfermedad multisistémica de riesgo alto, cuando no hay buena respuesta al tratamiento durante las primeras 6 semanas.[25] Debido a los avances del tratamiento, como la introducción temprana de terapia complementaria para los pacientes con una respuesta deficiente, el desenlace para los niños con HCL y compromiso de órganos de riesgo alto ha mejorado.[26,27] En los datos de HISTSOC-LCH-III (NCT00276757) se observó una tasa de supervivencia general (SG) de un 84 % en los pacientes tratados durante 12 meses con quimioterapia sistémica.[28]
Durante muchos años, se pensó que los pulmones eran órganos de riesgo alto, pero el compromiso pulmonar aislado en la HCL pediátrica ya no se considera que acarrea un riesgo significativo de muerte,[25] a menos que se presente neumotórax unilateral o bilateral.
Los pacientes con enfermedad monosistémica y con enfermedad multisistémica de riesgo bajo no suelen morir a causa de la HCL, pero la enfermedad recidivante produce muchas complicaciones mórbidas y efectos tardíos significativos.[29] En general, se encontraron recidivas en el 10 % de los pacientes con enfermedad unifocal monosistémica, el 25 % de los pacientes con HCL ósea multifocal monosistémica y el 50 % de los pacientes con enfermedad multisistémica de riesgo bajo, así como en aquellos con enfermedad multisistémica de riesgo alto que logran un estado de enfermedad inactiva con quimioterapia. En los datos del estudio HISTSOC-LCH-III se observó una diferencia significativa de la tasa de reactivación en los pacientes con compromiso de órganos de riesgo bajo asignados al azar para recibir 6 meses de tratamiento (54 %) versus 12 meses de tratamiento (37 %).[28] De manera similar, un grupo de pacientes de riesgo alto que se trataron de manera no aleatorizada durante 12 meses tuvo una tasa de reactivación del 30 %, en comparación con más del 50 % en estudios previos donde los pacientes recibieron la misma terapia durante 6 meses.[28]
En la mayoría de los pacientes de riesgo alto cuya enfermedad se reactiva (30 %) después de lograr un estado de enfermedad inactiva, esta reactivación se produce en órganos de riesgo bajo como el hueso. Estos pacientes tendrán el mismo riesgo de efectos tardíos que los pacientes con enfermedad multisistémica de riesgo bajo.[28] El principal desafío del tratamiento actual es reducir esta incidencia general de reactivaciones en un 20 % a un 30 %, además del riesgo significativo de consecuencias permanentes graves en este grupo de pacientes.
Además del alcance de la enfermedad, los factores pronósticos para los niños con HCL son los siguientes:
En un estudio de 173 pacientes con la variante BRAF V600E y 142 pacientes sin esta variante, se identificó la variante en el 88 % de los pacientes con enfermedad de riesgo alto, el 69 % de los pacientes con HCL multisistémica de riesgo bajo y el 44 % de los pacientes con HCL monosistémica de riesgo bajo.[31] La variante también se encontró en el 75 % de los pacientes con síndrome neurodegenerativo y en el 73 % de los pacientes con compromiso hipofisario. La variante BRAF V600E también se ha relacionado con un aumento de la incidencia de enfermedad cutánea y una edad más temprana de presentación inicial. La resistencia al tratamiento inicial y la recaída fueron más altas en los pacientes que tenían la variante. Las variantes de MAP2K1 se asociaron con enfermedad monosistémica ósea.[31]
En un estudio anterior de 100 pacientes no se encontró ninguna de esas correlaciones clínicas, excepto que las recaídas se presentaron con mayor frecuencia en pacientes con HCL de riesgo bajo y riesgo alto que tenían la variante BRAF V600E.[32]
En un estudio colaborativo internacional de 377 pacientes, se encontraron 300 pacientes (79,6 %) con variantes en la vía MAPK y se compararon con pacientes sin variantes. En este estudio se confirmaron los resultados de un estudio anterior. También se encontró un aumento del riesgo de HCL ósea de riesgo para el SNC y compromiso gastrointestinal y cutáneo, y menos casos de HCL ósea multifocal monosistémica con variantes de BRAF en pacientes con variantes en la vía MAPK.[33] Una cohorte de pacientes con una variante del exón 12 en el gen BRAF tuvo una incidencia mucho más alta de HCL pulmonar. Las variantes de MAP2K1 fueron más frecuentes en pacientes con HCL ósea monosistémica, pero no en pacientes con HCL ósea de riesgo para el SNC. La repercusión pronóstica de la variante de BRAF se relacionó de manera más estrecha con el compromiso multisistémico y de órganos de riesgo, en lugar de la presencia de la variante en sí.
Una proporción significativa de pacientes que sobreviven a la HCL presentan recaídas de la enfermedad o consecuencias permanentes. La diabetes insípida de origen central es la afección más común y la HCL neurodegenerativa del SNC es la afección más grave.[34]
Los pacientes se deben someter a un seguimiento durante muchos años, debido al riesgo de reactivación (que oscila entre un 10 % para las lesiones óseas monosistémicas unifocales hasta casi un 50 % para la HCL multisistémica de riesgo bajo y alto) y el riesgo de efectos permanentes a largo plazo.
Los pacientes con diabetes insípida o lesiones craneales en los huesos de la órbita, la apófisis mastoides o el temporal exhiben un riesgo más alto de una HCL con compromiso del sistema nervioso central (SNC) y una HLC en el SNC con síndrome neurodegenerativo. Estos pacientes se deben someter a IRM con contraste de gadolinio en el momento del diagnóstico de la HCL y, luego, cada 1 o 2 años durante 10 años para detectar indicios de enfermedad en el SNC.[35] El comité sobre la HCL en el SNC de la Histiocyte Society no recomienda ningún tratamiento cuando se encuentran indicios radiológicos de HCL en el SNC de tipo neurodegenerativo en ausencia de neurodegeneración clínica y los hallazgos de la IRM no cambian con el tiempo. Sin embargo, se recomiendan exámenes neurológicos cuidadosos e imágenes apropiadas de IRM a intervalos regulares.[36]
También se deben obtener pruebas de respuesta auditiva del tronco encefálico a intervalos regulares para identificar lo antes posible las manifestaciones clínicas de la HCL del SNC, ya que esto quizás afecte la respuesta al tratamiento.[37] Cuando hay signos clínicos, se indica la intervención en pacientes con evidencia radiológica de cambios en el cerebelo relacionados con la HCL. En los estudios disponibles de las diferentes formas de tratamiento para la neurodegeneración del SNC, se indica que a veces los cambios neurodegenerativos se estabilizan o mejoran, pero solo con un tratamiento precoz.[37] Es fundamental vigilar a los pacientes en riesgo con exámenes neurológicos e IRM cerebrales seriadas. Para obtener más información, consultar la sección Histiocitosis de células de Langerhans con síndrome clínico neurodegenerativo.
En niños con HCL en el pulmón, las pruebas de funcionamiento pulmonar y las TC del tórax son métodos sensibles para detectar la progresión de la enfermedad.[38]
En un estudio de 16 años de seguimiento en pacientes de una sola institución, se indicó que los niños con HCL tienen un riesgo más alto de presentar HCL con pulmón de fumador durante la edad adulta, en comparación con otros fumadores jóvenes sanos. La educación continua sobre este riesgo debe formar parte del seguimiento rutinario de los niños con HCL en cualquier sitio.[38]
En resumen, muchos pacientes con enfermedad multisistémica tendrán secuelas a largo plazo debido a la enfermedad subyacente o al tratamiento. Las secuelas endocrinas y del SNC son las más comunes. Estas secuelas a largo plazo afectan de manera significativa la calidad de vida relacionada con la salud en muchos de estos pacientes.[39][Nivel de evidencia C1] El Children's Oncology Group publicó directrices específicas de seguimiento a largo plazo después del tratamiento del cáncer infantil u otras afecciones con quimioterapia, que están disponibles en su sitio web. Para obtener más información, consultar la sección Enfermedad tardía y efectos del tratamiento de la histiocitosis de células de Langerhans infantil.
El cáncer en niños y adolescentes es raro, aunque desde 1975 se ha observado un aumento gradual de la incidencia general.[40] Los niños y adolescentes con cáncer se deben derivar a centros médicos que cuenten con equipos multidisciplinarios de especialistas en oncología con experiencia en el tratamiento de los cánceres que se presentan en la niñez y la adolescencia. Este equipo multidisciplinario incorpora la pericia de los siguientes profesionales de atención de la salud y otros para asegurar que los niños reciban el tratamiento, los cuidados médicos de apoyo y la rehabilitación que les permitan lograr una supervivencia y calidad de vida óptimas:
Para obtener información específica sobre los cuidados médicos de apoyo para niños y adolescentes con cáncer, consultar los resúmenes de Cuidados médicos de apoyo y cuidados paliativos.
La American Academy of Pediatrics estableció pautas para los centros de oncología pediátrica y su función en el tratamiento de los pacientes con cáncer infantil.[41] En estos centros de oncología pediátrica, se dispone de ensayos clínicos para la mayoría de los tipos de cáncer que se presentan en niños y adolescentes, y se ofrece la oportunidad de participar a la mayoría de los pacientes y familiares. Por lo general, los ensayos clínicos para los niños y adolescentes con cáncer se diseñan a fin de comparar un tratamiento que parece mejor con el tratamiento estándar actual. La mayoría de los avances en la identificación de tratamientos curativos para los cánceres infantiles se lograron mediante ensayos clínicos. Para obtener información sobre los ensayos clínicos en curso, consultar el portal de Internet del NCI.
La presentación clínica más frecuente de la histiocitosis de células de Langerhans (HCL) es una lesión ósea dolorosa; la piel es el segundo órgano afectado en orden de frecuencia. Los síntomas sistémicos de fiebre, pérdida de peso, diarrea, edema, disnea, polidipsia y poliuria se relacionan con un compromiso orgánico específico y un cuadro clínico inicial de enfermedad monosistémica o multisistémica (consultar el Cuadro 2).[34]
Grupo clínico | Descripción | ||
---|---|---|---|
SNC = sistema nervioso central; HCL = histiocitosis de células de Langerhans. | |||
aReproducción autorizada de Blood, volumen 135, número 16, Carlos Rodríguez-Galindo, Carl E. Allen, Langerhans cell histiocytosis, páginas 1319–1331, derechos de autor 2020, autorizada por Elsevier.[34] | |||
Enfermedad multisistémica | Compromiso de 2 o más sistemas | ||
Compromiso de órganos de riesgo | Compromiso del hígado, el bazo o la médula ósea | ||
Ausencia de compromiso de órganos de riesgo | Ausencia de compromiso del hígado, el bazo o la médula ósea | ||
Enfermedad monosistémica | Compromiso de solo 1 sistema | ||
Sitio único | Piel, hueso, ganglio linfático u otro sitio (por ejemplo, tiroides o timo) | ||
Sitios múltiples | Enfermedad ósea multifocal | ||
Sitio especial | Lesión en la base del cráneo con extensión intracraneal o lesión vertebral con extensión al tejido blando intrarraquídeo | ||
Histiocitosis de células de Langerhans pulmonar | Enfermedad pulmonar aislada | ||
Histiocitosis de células de Langerhans del sistema nervioso central | Lesiones tumorales | ||
Enfermedad neurodegenerativa | |||
Alteraciones en las imágenes del sistema nervioso central vinculadas con la histiocitosis de células de Langerhans | |||
Síntomas en el sistema nervioso central vinculados con la histiocitosis de células de Langerhans |
El compromiso de determinados órganos en el momento del cuadro clínico inicial se usa para clasificar este compromiso como de riesgo alto o de riesgo bajo. El riesgo se refiere al peligro de muerte en los pacientes de riesgo alto. Aunque el compromiso crónico recidivante de órganos de riesgo bajo no suele ser mortal, a veces acarrea consecuencias devastadoras a largo plazo.
Los pacientes con HCL monosistémica (compromiso de un solo órgano) pueden presentar compromiso unifocal (un solo sitio) o multifocal (múltiples sitios). El hueso es el sitio de compromiso de un solo órgano más frecuente. Con menor frecuencia se presenta una HCL multisistémica (compromiso de múltiples órganos) que afecta un número limitado de órganos, o hay enfermedad diseminada. Algunos pacientes con HCL en la piel, los huesos, los ganglios linfáticos o la hipófisis, en cualquier combinación, se clasifican como pacientes de riesgo bajo de muerte, a pesar de un riesgo bastante alto de consecuencias a largo plazo.
Las decisiones de tratamiento dependen del compromiso de órganos de riesgo alto o riesgo bajo y el tipo de presentación de la enfermedad: unifocal, multifocal o multisistémica.
La histiocitosis de células de Langerhans (HCL) monosistémica de riesgo bajo afecta solo uno de los siguientes sitios u órganos:
El compromiso óseo es el más común, cerca del 80 % de los pacientes con HCL tienen compromiso en los huesos. La HCL puede afectar cualquier hueso del cuerpo, aunque no suele afectar las manos ni los pies.[43]
Los sitios de las lesiones óseas durante la niñez son los siguientes:
La HCL cutánea en los lactantes puede circunscribirse a la piel (compromiso cutáneo exclusivo) o acompañarse de compromiso multisistémico. En un informe de 61 casos neonatales entre 1069 pacientes registrados en la base de datos de la Histiocyte Society, casi un 60 % (36 de 61 pacientes) tenía enfermedad multisistémica y, de ellos, un 72 % presentaban compromiso de órganos de riesgo.[30] En un análisis retrospectivo de 71 lactantes y niños con HCL, que tenían compromiso en apariencia exclusivamente cutáneo, se observó que el compromiso multisistémico era más probable en los mayores de 18 meses y que estos pacientes solían recaer después del tratamiento con vinblastina y prednisona.[47] En esta categoría, 8 de 11 pacientes tenían células circulantes con la variante BRAF V600E, en comparación con 1 de 13 pacientes del grupo con compromiso exclusivamente cutáneo. Los pacientes menores de 1 año con compromiso cutáneo exclusivo sometidos a evaluación integral para descartar compromiso de cualquier otro sitio tuvieron una tasa de supervivencia sin progresión a 3 años del 89 % después del tratamiento inicial.
La HCL con compromiso cutáneo exclusivo a veces se resuelve por sí sola y las lesiones desaparecen sin tratamiento durante el primer año de vida. Solo se administra tratamiento cuando los exantemas son muy extensos y hay dolor, ulceración o hemorragia. Estos pacientes se deben controlar de cerca, porque la HCL cutánea exclusiva en neonatos y lactantes muy pequeños puede progresar en cuestión de semanas o meses y convertirse en una enfermedad multisistémica de riesgo alto que pone en peligro la vida.[48-50]
En una revisión de pacientes que presentaron una HCL con compromiso cutáneo exclusivo en los primeros 3 meses de vida, se compararon los hallazgos clínicos e histopatológicos de 21 niños cuya HCL remitió de manera espontánea con los de 10 niños cuya enfermedad no remitió.[49] Los pacientes cuya enfermedad remitió presentaron lesiones distales que aparecieron durante los primeros 3 meses de vida: pápulas necróticas o máculas hipopigmentadas. Los pacientes con enfermedad que no remitió y que necesitaron tratamiento sistémico presentaron con mayor frecuencia lesiones en áreas intertriginosas. Los estudios inmunohistoquímicos no revelaron diferencias en la expresión de interleucina (IL)-10, Ki-67 o E-cadherina, ni en el número de T-reg, entre los 2 grupos clínicos.
La enfermedad de Hashimoto-Pritzker, o histiocitosis congénita autolimitada con compromiso cutáneo, es una enfermedad de regresión espontánea que muestra el mismo resultado de tinción inmunohistoquímica que la HCL, pero al microscopio electrónico exhibe cuerpos densos que se cree que son mitocondrias senescentes.[51] Una revisión minuciosa de casos originales reveló que algunos pacientes progresaron a HCL multisistémica; se considera que la distinción entre el compromiso cutáneo exclusivo y la enfermedad de Hashimoto-Pritzker carece de valor clínico porque todos estos lactantes se deben observar de cerca después del diagnóstico. Aún no está claro si la presencia o ausencia de la variante BRAF V600E se puede usar para definir la indicación de terapia sistémica para la HCL con compromiso cutáneo exclusivo.
El compromiso ungueal de la HCL es un hallazgo inusual que se puede presentar en más de un sitio. Suele observarse como estrías longitudinales de color diferente al de las uñas y pérdida de tejido ungueal. Esta afección a menudo responde al tratamiento habitual de la HCL.[52]
En la boca, los síntomas iniciales incluyen hipertrofia gingival y úlceras en el paladar blando o duro, la mucosa yugal, o la lengua y los labios. Los dientes hipermóviles (dientes flotantes) y la caída de dientes por lo general indican compromiso del hueso subyacente.[53,54] Las lesiones en la cavidad oral suelen preceder al compromiso de la HCL en otros sitios.
Los ganglios cervicales son los afectados con mayor frecuencia, en grupos apelmazados blandos o duros y acompañados de linfedema. Un timo agrandado, o un compromiso ganglionar mediastínico, a veces se asemeja a un proceso infeccioso y causa síntomas asmáticos. En consecuencia, se indica la biopsia con cultivo para estos casos. El compromiso mediastínico es infrecuente (<5 %) y, a menudo, se presenta con dificultad respiratoria, síndrome de la vena cava superior, o tos y taquipnea. La tasa de supervivencia a 5 años para estos pacientes es del 87 %; las muertes se atribuyen en su mayoría a compromiso hematológico.[55]
En la HCL, el compromiso pulmonar es menos frecuente en los niños que en los adultos porque el hábito de fumar en los adultos es un factor etiológico clave.[56] De 1482 niños del registro francés de HCL, un 7,4 % de los pacientes presentó compromiso pulmonar y un 1 % presentó enfermedad grave que necesitó admisión a cuidados intensivos con inserciones múltiples de tubos de drenaje torácico para varios neumotórax y, en algunos casos, pleurodesis.[57] En una revisión de 178 casos de HCL de otro centro, se encontró compromiso pulmonar en 13 niños (7,3 %), 3 de ellos con enfermedad multisistémica de riesgo alto.[58] El análisis multivariante de la enfermedad pulmonar en la HCL multisistémica no mostró que la enfermedad pulmonar fuera un factor de pronóstico independiente. Las tasas de SG a 5 años fueron del 94 % en aquellos pacientes con compromiso pulmonar y del 96 % en aquellos sin compromiso pulmonar.[25] Rara vez se observa compromiso pulmonar aislado en los niños.
El patrón quístico o nodular de la enfermedad refleja la destrucción del tejido pulmonar inducida por citocinas. En su forma clásica, la enfermedad es simétrica y predomina en los campos pulmonares superiores y medios, no afecta el ángulo costofrénico y produce una imagen muy característica en la TC de alta resolución.[59] La confluencia de quistes a veces lleva a la formación de bullas, y el neumotórax espontáneo en ocasiones es el primer signo de HCL pulmonar, aunque los pacientes pueden presentar taquipnea o disnea. A la larga, la fibrosis generalizada y la destrucción del tejido de los pulmones provocan una insuficiencia pulmonar grave. La disminución de la capacidad de difusión también puede indicar el inicio de hipertensión pulmonar.[38]
La fibrosis generalizada y la reducción de la capacidad de difusión son mucho menos comunes en los niños. En los niños de corta edad con enfermedad difusa, es posible que el tratamiento detenga la progresión de la destrucción tisular y que los mecanismos normales de reparación restauren la función pulmonar, a pesar de que en los estudios radiológicos se sigan observando cicatrices o incluso quistes residuales inactivos.
Los pacientes con HCL en ocasiones exhiben un compromiso de la parte posterior de la hipófisis y del infundíbulo hipofisario, lo que lleva a diabetes insípida de origen central. El compromiso de la hipófisis anterior a menudo produce retraso del crecimiento y pubertad tardía o precoz. En escasas ocasiones, el compromiso hipotalámico causa obesidad mórbida. Para obtener más información sobre la diabetes insípida, consultar la sección Sistema endocrino.
Se ha notificado compromiso de la tiroides en la HCL. Los síntomas incluyen agrandamiento tiroideo masivo, hipotiroidismo y síntomas respiratorios.[60]
Los pacientes con HCL pueden presentar múltiples lesiones óseas como compromiso de un solo órgano (enfermedad ósea monosistémica multifocal) o lesiones óseas acompañadas de compromiso de otros sistemas orgánicos (enfermedad multisistémica con afectación ósea). En un estudio japonés de HCL (JLSG-02) se incluyeron pacientes con compromiso óseo multifocal monosistémico y otros con compromiso multisistémico que incluyó el hueso. En una revisión del estudio se encontró que los pacientes del grupo de enfermedad multisistémica con compromiso óseo tenían más probabilidades de presentar lesiones en el hueso temporal, la apófisis mastoides, el peñasco, la órbita y el hueso cigomático (es decir, huesos de riesgo para el SNC).[61] Estos pacientes también tuvieron una incidencia más alta de diabetes insípida, que se correlacionó con una mayor frecuencia de lesiones óseas de riesgo. En un estudio de la Histiocyte Society se encontró una disminución de la mortalidad en pacientes con HCL multisistémica de riesgo alto con compromiso óseo, lo que indica que la HCL ósea quizás tenga una evolución más lenta.[62]
En la HCL, el hígado y el bazo son órganos de riesgo alto, y el compromiso de estos órganos afecta el pronóstico. Para obtener más información, consultar las secciones Hígado (colangitis esclerosante) y Bazo.
Aunque es poco frecuente, se notificó infiltración de la HCL en el páncreas y los riñones.[63]
Los pacientes presentan diarrea, rectorragia, fístulas perianales o síndrome de malabsorción.[64,65]
La diabetes insípida, causada por el daño de la HCL a las células que secretan la hormona antidiurética en la hipófisis posterior, es la manifestación endocrina más frecuente de la HCL.[66] Por lo general, en la IRM se observa nodularidad o engrosamiento del tallo hipofisario y pérdida del punto brillante de la hipófisis en las imágenes ponderadas en T2. Cuando hay engrosamiento del infundíbulo hipofisario, o este es muy grande, hay una probabilidad del 50 % de que el paciente tenga un germinoma, una HCL o un linfoma.[67] Las biopsias de la hipófisis son muy infrecuentes, pero a veces se indican cuando es el único sitio de enfermedad y el grosor del infundíbulo hipofisario es de más de 6,5 mm o hay una masa hipotalámica.[68] Si la enfermedad hipofisaria se asocia con otros sitios de compromiso, es posible obtener una biopsia de esos sitios para establecer el diagnóstico.
Alrededor del 4 % de los pacientes con HCL presentan una diabetes insípida en apariencia idiopática antes de que se identifique la presencia de otras lesiones de la HCL. En un estudio prospectivo de seguimiento se inscribieron pacientes pediátricos con diabetes insípida central idiopática como cuadro clínico inicial que solo recibieron tratamiento para la diabetes insípida. En el estudio se observó que el 19 % de los pacientes, con el tiempo, presentaron signos de HCL, mientras que en el 18 % se diagnosticó craneofaringioma y en el 10 % germinoma.[69] En un estudio prospectivo de las causas de la diabetes insípida de origen central en niños y adultos jóvenes, se encontró que el 15 % de los pacientes tenían HCL, el 11 % presentaban germinomas y el 7 % tenían craneofaringiomas.[70] Los otros diagnósticos se relacionaron con traumatismos, asociación familiar o defectos de la línea media, y el 50 % permanecieron con estado idiopático. Las decisiones sobre el tratamiento de un paciente con diabetes insípida de origen central aparentemente aislada, o de un paciente con HCL sin confirmación por biopsia, siguen siendo controvertidas.
El abordaje es diferente para los pacientes con HCL confirmada que se acompaña de diabetes insípida. Estos pacientes tienen entre un 50 % y un 80 % más de probabilidades de presentar otras lesiones diagnósticas de HCL (incluso lesiones óseas, pulmonares o cutáneas) durante el primer año luego de la aparición de la diabetes insípida.[68,71] En general, es más común que los pacientes con HCL presenten diabetes insípida en un momento más tardío durante la evolución de la enfermedad, según se destaca en los siguientes estudios:
En el momento del diagnóstico, los pacientes con enfermedad multisistémica y compromiso craneofacial (en particular, órbita, mastoides y temporal) presentaron un aumento significativo en el riesgo de desarrollar diabetes insípida durante el curso de la enfermedad (riesgo relativo, 4,6). De los pacientes con HCL y diabetes insípida, el 75 % presentaban estas lesiones óseas de riesgo para el SNC.[72] El riesgo de diabetes insípida aumenta cuando la HCL se mantiene activa durante un período más largo o se reactiva.
Cerca del 50 % de los pacientes que presentan diabetes insípida aislada (como manifestación inicial de la HCL) tienen alteraciones en la hipófisis anterior en el momento del diagnóstico o las presentan durante los 10 años posteriores al inicio de la diabetes insípida.[71,76] Las alteraciones de la hipófisis anterior incluyen amenorrea secundaria, panhipopituitarismo, deficiencia de la hormona del crecimiento, hipoadrenalismo y alteraciones de las gonadotropinas. La incidencia de alteraciones de la hipófisis anterior es más alta en los pacientes con HCL que en aquellos con diabetes insípida central idiopática verdadera.
Aunque es infrecuente, se ha notificado HCL ocular, que a veces produce ceguera. Es posible que otros sistemas orgánicos estén comprometidos y que la HCL ocular no responda bien a la quimioterapia convencional.[46]
Los pacientes con HCL a veces presentan lesiones expansivas en la región hipotálamo-hipofisaria, el plexo coroideo, la sustancia gris o la sustancia blanca.[77] Estas lesiones contienen células de la HCL positivas para CD1a y linfocitos positivos para CD8 y, por lo tanto, son lesiones activas de la HCL.[78]
Los pacientes con tumores hipofisarios grandes (>6,5 mm) presentan un riesgo más alto de disfunción de la hipófisis anterior y HCL neurodegenerativa en el sistema nervioso central (SNC).[79] En un estudio retrospectivo de 22 pacientes, se encontró que todos presentaban signos radiológicos de HCL neurodegenerativa en el SNC detectados al cabo de una mediana de tiempo de 3 años y 4 meses después del diagnóstico de HCL; dichos signos radiológicos empeoraron en 19 pacientes. Se observó disfunción neurológica en 5 pacientes, disfunción de la hipófisis anterior en 18 de 22 pacientes y diabetes insípida en 20 pacientes. Se presentó deficiencia de la hormona del crecimiento en 21 pacientes, deficiencia de la hormona luteinizante o la hormona foliculoestimulante en 10 pacientes y deficiencia de la hormona tiroidea en 10 pacientes.
Del 1 % al 4 % de los pacientes con histiocitosis de células de Langerhans presentan un síndrome clínico neurodegenerativo crónico llamado HCL-cND. Estos pacientes a veces tienen temblores, alteraciones en la marcha, ataxia, disartria, cefaleas, alteraciones visuales, problemas cognitivos y conductuales, y psicosis.
De 1897 pacientes con HCL, 36 pacientes recibieron un diagnóstico de histiocitosis de células de Langerhans con HCL-cND. La incidencia de HCL-cND fue del 4,1 % a los 10 años de seguimiento. Este subtipo fue más frecuente en los pacientes con compromiso hipofisario (86,1 vs. 12,2 % sin lesiones hipofisarias), compromiso cutáneo (75 vs. 34,2 % sin lesiones cutáneas), y compromiso óseo de la base del cráneo (63,9 vs. 28,4 % sin lesiones del cráneo). Fue más probable que los pacientes con una variante de BRAF presentaran una HCL-cND (93,7 %) que los que no tenían la variante (54,1 %). En el análisis multivariante, el riesgo general de HCL-cND fue de 2,13 en los pacientes con lesiones en la base del cráneo, de 9,8 en pacientes con la variante BRAF V600E, y de 30,88 para los pacientes con compromiso hipofisario. El riesgo de HCL-cND no se había estabilizado hasta 20 años después del diagnóstico de HCL.[80]
En las IRM encefálicas de estos pacientes se observa una señal hiperintensa en el núcleo dentado y la sustancia blanca del cerebelo en las imágenes ponderadas en T2, o se observan lesiones hiperintensas en los núcleos basales en las imágenes ponderadas en T1 o atrofia del cerebelo.[24] Los hallazgos radiológicos pueden preceder a la aparición de los síntomas por muchos años o se encuentran de manera coincidente. Se publicó un estudio de 83 pacientes con HCL que se sometieron a por lo menos 2 IRM encefálicas para evaluar lesiones craneofaciales, diabetes insípida u otras deficiencias endocrinas relacionadas con síntomas neuropsicológicos.[35] De 83 pacientes, 47 (57 %) presentaron cambios neurodegenerativos radiológicos tras una mediana de tiempo de 34 meses desde el diagnóstico de HCL. Se presentaron deficiencias neurológicas clínicas en 12 (25 %) de los 47 pacientes entre 3 y 15 años después del diagnóstico de HCL y deficiencias casi imperceptibles en la memoria auditiva a corto plazo en 14 de 47 pacientes.
En la evaluación histológica inicial de estas lesiones neurodegenerativas, se notificó una infiltración abundante de células T, por lo general sin células dendríticas positivas para CD1a, además de activación microglial y astrocitosis.[78] Sin embargo, en un informe de 2018, en el análisis de tejido encefálico de pacientes con HCL con síndrome clínico neurodegenerativo se encontró infiltración perivascular de células negativas para CD207 pero que reaccionaron a la tinción para la proteína alterada BRAF V600E en la protuberancia, el cerebelo y los núcleos basales. Estas son áreas que se identifican mediante hallazgos anormales en las IRM que son característicos de las imágenes con recuperación de la inversión atenuada de fluido (FLAIR) en T2. El análisis con PCR cuantitativa de estas áreas indicó aumento en el número de células con alteraciones de BRAF y una expresión elevada de osteopontina. El tejido encefálico en estas áreas mostró desmielinización activa, que se correlacionó con los hallazgos radiológicos y el deterioro clínico.[81]
Se publicó un estudio sobre las consecuencias permanentes en el SNC (deficiencias neuropsicológicas) en 14 de 25 pacientes con HCL observados durante una mediana de 10 años.[82] De estos pacientes, 7 tenían diabetes insípida y 5 tenían evidencia radiográfica de cambios neurodegenerativos de HCL en el SNC.[82] Los pacientes con lesiones craneofaciales tuvieron puntuaciones más bajas de rendimiento y CI verbal que los pacientes con otras lesiones de HCL.
Durante varios años, los grupos de estudio nacionales e internacionales han definido los grupos de tratamiento según el riesgo de manera que los pacientes con histiocitosis de células de Langerhans (HCL) se asignan en función del riesgo de muerte y de efectos tardíos por la enfermedad.
Según el sitio y la extensión de la enfermedad, es posible que el tratamiento de la HCL incluya observación (después de la biopsia o el curetaje), cirugía, radioterapia o fármacos por vía oral, tópica o intravenosa. La duración recomendada para el tratamiento es de 12 meses en los pacientes que necesitan quimioterapia cuando la enfermedad es monosistémica con compromiso óseo, cutáneo o ganglionar.
En los pacientes con enfermedad multisistémica de riesgo alto o bajo, la tasa de reactivación después de 6 meses de tratamiento fue de hasta el 50 % en los ensayos HISTSOC-LCH-I e HISTSOC-LCH-II.[27,83] En los ensayos del grupo alemán-austriaco-neerlandés (Deutsche Arbeitsgemeinschaft für Leukämieforschung und Behandlung im Kindesalter [DAL]) se trataron a los pacientes durante 1 año y se presentaron menos recaídas (29 %).[75,84] A partir de estos hallazgos, el ensayo HISTSOC-LCH-III se diseñó para administrar 12 meses de quimioterapia a todos los pacientes con enfermedad multisistémica de riesgo alto y para asignar al azar a recibir 6 o 12 meses de tratamiento a los pacientes con enfermedad multisistémica de riesgo bajo. La tasa de reactivación se redujo significativamente hasta un 30 % en los pacientes con enfermedad de riesgo bajo o riesgo alto que recibieron 12 meses de tratamiento.[28]
El tratamiento estándar para la HCL se basa en datos de ensayos internacionales con un gran número de pacientes. Sin embargo, algunos pacientes tienen HCL solo en la piel, la boca, la hipófisis u otros sitios que no se estudiaron en estos ensayos internacionales. En esas situaciones, las recomendaciones terapéuticas se fundamentan en series de casos que no cuentan con la solidez de la evidencia obtenida de los ensayos.
La Histiocyte Society organiza ensayos clínicos de tratamiento pediátrico en los que se han inscrito pacientes desde la década de 1980. La información sobre los centros que están inscribiendo pacientes en estos ensayos se encuentra en el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
Las opciones de tratamiento para los pacientes con enfermedad monosistémica o multisistémica de riesgo bajo varían según el sitio de compromiso, como se explica a continuación:
Las opciones de tratamiento para los pacientes con compromiso cutáneo aislado son las siguientes:
Los pacientes con compromiso cutáneo exclusivo necesitan una evaluación completa para la estadificación debido a que se encontró enfermedad multisistémica que exigía tratamiento en un 41 % de estos pacientes remitidos a un centro de atención.[47] Se indica un seguimiento clínico cuidadoso (pero no radiológico) de los lactantes pequeños con HCL solo en la piel porque es posible que la enfermedad progrese a un compromiso multisistémico de riesgo alto. Los niños pequeños con HCL solo en la piel se deben vigilar periódicamente durante muchos años porque 1 de 19 niños y 1 de 25 niños en dos series presentaron diabetes insípida tardía.[30,48]
Las opciones de tratamiento para los pacientes con lesiones cutáneas aisladas y sintomáticas son las siguientes:
Las opciones de tratamiento para los pacientes con lesiones craneales únicas en las regiones frontal, parietal u occipital, o con lesiones únicas en cualquier otro hueso, son las siguientes:
Los huesos de riesgo para el SNC incluyen las apófisis mastoides, los huesos temporales, el esfenoides, los cigomáticos, el etmoides, los maxilares, los huesos de la órbita, los huesos de los senos paranasales y los huesos que forman la fosa craneal anterior o media. Este riesgo se refiere al aumento del riesgo de progresión a diabetes insípida cuando se produce el compromiso encefálico (SNC).
El propósito del tratamiento de los pacientes con lesiones aisladas de riesgo para el SNC es disminuir la probabilidad de presentar diabetes insípida y otros problemas neurológicos a largo plazo.[26]
Las opciones de tratamiento para los pacientes con lesiones craneales en apófisis mastoides, temporal u órbita son las siguientes:
Hay polémica sobre la necesidad de tratamiento sistémico durante el cuadro clínico inicial de una HCL ósea unifocal, incluso cuando hay compromiso de huesos de riesgo para el SNC. En una revisión retrospectiva se notificó sobre una serie de pacientes con lesiones en órbitas o mastoides que se sometieron solo a curetaje quirúrgico. El tratamiento lo completó un solo cirujano especializado en otorrinolaringología.[101] Ninguno de estos pacientes presentó diabetes insípida.
Sin embargo, al comparar las tasas de incidencia de diabetes insípida en pacientes que recibieron poca quimioterapia, o que no la recibieron (incidencia del 20–50 %), con las tasas de incidencia notificadas en el ensayo DAL-HX 83 del grupo alemán-austriaco-neerlandés (incidencia del 10 % en pacientes tratados por HCL), se observó que la solidez de la evidencia del ensayo DAL-HX 83 respalda el tratamiento quimioterapéutico para prevenir la diabetes insípida en pacientes con HCL en huesos de riesgo para el SNC.[75,76] No obstante, cabe destacar que en los estudios DAL-HX se usaron más fármacos y el tratamiento duró 12 meses.
Las opciones de tratamiento para pacientes con lesiones óseas vertebrales o femorales en riesgo de fractura son las siguientes:
Las opciones de tratamiento para pacientes con lesiones óseas múltiples (lesiones óseas monosistémicas multifocales) en riesgo de fractura son las siguientes:
Un ciclo corto (<6 meses) de monoterapia (por ejemplo, prednisona) no es suficiente y el número de recaídas es más alto. Se informó de una tasa de reactivación del 18 % cuando se usó un régimen multifarmacológico durante 6 meses versus una tasa de reactivación histórica del 50 % al 80 % con cirugía sola o con un régimen de monoterapia.[105] En una comparación de los resultados de dos ensayos realizados en Japón, no se observó mejoría en las tasas de supervivencia sin progresión (66 vs. 65 %) cuando se añadió más prednisona y una fase de mantenimiento prolongada.[106]
Para obtener información sobre otros fármacos que se usan para tratar la HCL ósea multifocal, consultar la sección Lesiones óseas múltiples en combinación con compromiso cutáneo, compromiso ganglionar o diabetes insípida (HCL multisistémica de riesgo bajo).
Las opciones de tratamiento para las lesiones óseas múltiples en combinación con compromiso cutáneo, compromiso ganglionar o diabetes insípida (HCL multisistémica de riesgo bajo) son las siguientes:
Los pacientes con HCL multisistémica de riesgo bajo tienen una tasa de supervivencia de casi el 100 %, pero las reactivaciones mostraron ser factores de riesgo importantes de efectos tardíos significativos en los ensayos del DAL y de la Histiocyte Society.[28,75]
Aunque los bisfosfonatos se usan para la HCL ósea, en algunas publicaciones se notifican respuestas en otros órganos, como la piel.[110,111]
Las lesiones de la HCL en el SNC son las siguientes:
Se usan fármacos que cruzan la barrera hematoencefálica, como la cladribina y otros análogos nucleosídicos, por ejemplo, la citarabina, para las lesiones activas de la HCL del SNC.
Las opciones de tratamiento para los pacientes con lesiones de HCL en el SNC son las siguientes:
No se ha establecido ningún tratamiento óptimo para la HCL-cND y la evaluación de la respuesta es difícil.[118]
En la HCL-cND se presentan señales hiperintensas en las imágenes FLAIR en T2, con mayor frecuencia, en la sustancia blanca cerebelosa, la protuberancia, los núcleos basales y, algunas veces, en el cerebro. No queda claro si se deben tratar los cambios de la HCL que se observan en las IRM en el cerebelo, la protuberancia y los núcleos basales, cuando estos no se acompañan de manifestaciones clínicas a nivel neurológico. En los estudios iniciales se observó que no todos los cambios radiológicos relacionados con la HCL progresaron a una enfermedad clínica neurodegenerativa. Sin embargo, es importante establecer un tratamiento en los estadios tempranos de la enfermedad clínica antes de que aparezca el daño permanente. La recomendación actual es la vigilancia con evaluación neurológica, tanto clínica como con IRM. El tratamiento comienza tan pronto como se observa la progresión clínica de la enfermedad neurodegenerativa. No está claro si los cambios radiológicos progresivos deben ser una indicación para comenzar el tratamiento.[37]
Se han utilizado otros fármacos para la HCL activa, como la dexametasona, la cladribina y el infliximab, en un número pequeño de pacientes con resultados contradictorios. Muchos de estos fármacos pueden dar lugar a la resolución completa o parcial de los hallazgos radiográficos, pero las tasas de respuesta clínica definitiva no se han definido de manera rigurosa.[37,119-122]; [115][Nivel de evidencia C2]
Las opciones de tratamiento para los pacientes con HCL-cND son las siguientes:
La experiencia clínica indica que la terapia con inhibidores de BRAF V600E quizás sea la opción más eficaz para mejorar los síntomas neurológicos en la HCL-CND, pero es posible que este tratamiento deba continuarse de por vida.[81][Nivel de evidencia C3]; [123]
En el protocolo JLSG-96 del Japan LCH Study Group, la citarabina no logró prevenir el inicio del síndrome neurodegenerativo. Los pacientes recibieron citarabina en dosis de 100 mg/m2 diariamente los días 1 a 5 durante la inducción y 150 mg/m2 el día 1 de cada ciclo de mantenimiento (cada 2 semanas durante 6 meses). De 91 pacientes, 13 presentaron enfermedad neurodegenerativa, que es similar a la tasa notificada en los pacientes en los estudios de la Histiocyte Society.[124][Nivel de evidencia B4]
El reconocimiento precoz de la neurodegeneración clínica y el establecimiento de tratamiento temprano es esencial para el éxito terapéutico. En varios países se encuentran en curso estudios en los que se combinan los hallazgos de las IRM y los marcadores de la desmielinización en el líquido cefalorraquídeo (LCR), para identificar a los pacientes que necesitan tratamiento, incluso antes de que aparezcan síntomas clínicos. También se están realizando estudios sobre el uso del LCR y biomarcadores séricos para predecir y prevenir la enfermedad neurodegenerativa.[118]
Es posible que el hígado esté agrandado debido a infiltración directa de las células de la HCL, o como reacción secundaria al exceso de citocinas, que provoca activación de macrófagos o infiltración de linfocitos alrededor de las vías biliares. Las células de la HCL presentan tropismo portal (vías biliares) que a veces lleva a lesión biliar y esclerosis ductal. Es posible que también se encuentren células de la HCL peribiliares y, en raras ocasiones, masas nodulares de la HCL.[126]
Cuando la HCL afecta el hígado, se observan áreas hipoecogénicas o una señal de baja intensidad a lo largo del sistema portal o las vías biliares en las ecografías, las TC o las IRM del hígado.[126] Si bien la ecografía o la colangiografía por IRM pueden ser útiles para el diagnóstico de esta complicación, la biopsia hepática es la única forma definitiva de corroborar una HCL activa o una fibrosis hepática residual. Los resultados de la biopsia a menudo muestran linfocitos y efectos obstructivos biliares sin células de la HCL.[127]
Los pacientes con HCL hepática exhiben hepatomegalia (>3 cm por debajo del margen costal en la línea medioclavicular) o hepatoesplenomegalia y disfunción, comprobadas por hipoproteinemia (<55 g/l, hipoalbuminemia <25 g/l) o hallazgos histológicos de enfermedad activa.[28] Los pacientes también pueden presentar concentraciones elevadas de fosfatasa alcalina, transaminasas hepáticas y γ-glutamil–transpeptidasa, así como disfunción de la coagulación o ascitis.
Las complicaciones más graves de la HCL hepática son la colestasis y la colangitis esclerosante.[128] Por lo general, esto ocurre meses después de la presentación inicial, pero en ocasiones se observa en el momento del diagnóstico. La mediana de edad de los niños con esta forma de HCL hepática es de 23 meses. La historia natural de la colangitis esclerosante es variable. Algunos pacientes que reciben quimioterapia mejoran, mientras que otros pacientes tienen enfermedad estable o progresan desde esclerosis hasta cirrosis biliar e hipertensión portal, que se puede observar incluso en ausencia de células de la HCL activas. En un informe de 13 pacientes con HCL y hepatopatía, se encontró que todos los pacientes presentaban variantes BRAF V600E en las muestras de biopsias de piel, huesos o hígado.[129] No se sabe si el uso temprano de la terapia con inhibidores en este grupo de pacientes reducirá o evitará la progresión de la colangitis esclerosante. Esta terapia aún debe investigarse.
Esplenomegalia masiva (por lo general, >2 cm por debajo del margen costal en la línea medioclavicular),[28] por compromiso primario de la HCL o por hipertensión portal secundaria a cirrosis biliar, que a veces lleva a citopenias por hiperesplenismo y produce compromiso respiratorio. En general, la esplenectomía solo brinda alivio transitorio de las citopenias, porque el aumento del tamaño hepático y la activación reticuloendotelial causan secuestro y destrucción de los glóbulos sanguíneos en la sangre periférica. La esplenectomía solo se lleva a cabo como medida para salvar la vida del paciente.
La mayoría de los pacientes con compromiso de la médula ósea son niños pequeños que tienen enfermedad difusa en el hígado, el bazo, los ganglios linfáticos y la piel, y que presentan trombocitopenia significativa (<100 000 × 109/l) y anemia (hemoglobina <10 g/dl; lactantes, <9 g/dl) que no son secundarias a otras causas, con leucopenia o sin esta (<4,0 × 109/l).[28,130] Otros pacientes solo tienen citopenias leves y se observa compromiso de la médula ósea por la HCL que se identifica mediante inmunohistoquímica sensible, citometría de flujo o PCR para análisis de células con alteraciones en BRAF en la médula ósea.[131,132] Un contenido alto de macrófagos a veces oculta las células de la HCL en la médula ósea.[133] Los pacientes con HCL que se consideran de riesgo muy alto a veces presentan hemofagocitosis en la médula ósea.[134] El entorno de citocinas que impulsa la HCL es probablemente responsable del epifenómeno de activación de macrófagos que, en los casos más graves, se presenta con manifestaciones típicas de linfohistiocitosis hemofagocítica, como citopenias e hiperferritinemia.
Durante varios años, los grupos de estudio nacional e internacional han definido los grupos de tratamiento según el riesgo para asignar a los pacientes con histiocitosis de células de Langerhans (HCL) en función del riesgo de muerte y efectos tardíos por la enfermedad.
Según el sitio y la extensión de la enfermedad, es posible que el tratamiento de la HCL incluya observación (después de la biopsia o el curetaje), cirugía, radioterapia o fármacos por vía oral, tópica o intravenosa. La duración recomendada para el tratamiento es de 12 meses en los pacientes que necesitan quimioterapia cuando la enfermedad es monosistémica con compromiso óseo, cutáneo o ganglionar.
En los pacientes con enfermedad multisistémica de riesgo alto o bajo, la tasa de reactivación después de 6 meses de tratamiento fue de hasta el 50 % en los ensayos HISTSOC-LCH-I e HISTSOC-LCH-II.[27,84] En los ensayos del grupo alemán-austriaco-neerlandés (DAL) se trataron a los pacientes durante 1 año y se presentaron menos recaídas (29 %).[75,84] A partir de estos hallazgos, el ensayo HISTSOC-LCH-III se diseñó para administrar 12 meses de quimioterapia a todos los pacientes con enfermedad multisistémica de riesgo alto y para asignar al azar al tratamiento (6 o 12 meses) a los pacientes con enfermedad multisistémica de riesgo bajo. La tasa de reactivación se redujo significativamente hasta un 30 % en los pacientes con enfermedad de riesgo bajo o riesgo alto que recibieron 12 meses de tratamiento.[28]
El tratamiento estándar para la HCL se basa en datos de ensayos internacionales con un gran número de pacientes. Sin embargo, algunos pacientes tienen HCL solo en la piel, la boca, la hipófisis u otros sitios que no se estudiaron en esos ensayos. En esos casos, las recomendaciones terapéuticas se fundamentan en series de casos que no cuentan con la solidez de la evidencia obtenida de los ensayos.
La Histiocyte Society organiza ensayos clínicos de tratamiento pediátrico en los que se han inscrito pacientes desde la década de 1980. La información en inglés sobre los centros que están inscribiendo pacientes en estos ensayos se encuentra en el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
Las opciones de tratamiento para los pacientes de enfermedad multisistémica de riesgo alto (compromiso de bazo, hígado y médula ósea en uno o más sitios), son las siguientes:
Evidencia (quimioterapia):
La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A continuación, se presentan ejemplos de ensayos clínicos nacionales o institucionales en curso:
Es preferible que los pacientes con HCL se inscriban en un ensayo clínico en cuanto sea posible para lograr avances terapéuticos más pronto, aplicar las recomendaciones que se basan en la evidencia científica y asegurar una atención óptima. La información en inglés sobre los ensayos clínicos para niños con HCL se encuentra disponible en el portal de Internet del NCI, el portal de Internet de la Histiocyte Society y el portal de Internet del North American Consortium for Histiocytosis (NACHO).
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Es común que se produzca la reactivación de la histiocitosis de células de Langerhans (HCL) después de una respuesta completa.[137] En un estudio grande, el porcentaje de pacientes con reactivaciones fue del 9 % al 17,4 % para quienes tenían enfermedad de un solo sitio; del 37 %, enfermedad multifocal de un solo sistema; del 46 %, enfermedad multisistémica (sin compromiso de órganos de riesgo); y del 54 % cuando tenían compromiso de órganos de riesgo. El 43 % de las reactivaciones se presentaron en los huesos, el 11 % en los oídos, el 9 % en la piel y el 7 % presentaron diabetes insípida; un porcentaje más bajo de pacientes presentaron recaídas ganglionares, medulares y en órganos de riesgo.[137] La mediana de tiempo hasta la reactivación fue de 12 a 15 meses en los pacientes con enfermedad de riesgo bajo y de 9 meses en los pacientes con enfermedad de riesgo alto. Un tercio de los pacientes presentó más de 1 reactivación, entre 9 y 14 meses después de la reactivación inicial. Los pacientes con reactivaciones tuvieron más probabilidades de presentar secuelas a largo plazo en los huesos, diabetes insípida u otros problemas endocrinos, óticos y pulmonares.[137]
En una revisión integral de los ensayos clínicos del grupo alemán-austriaco-neerlandés (DAL) y la Histiocyte Society, se observó una tasa de reactivación del 46 % a los 5 años en pacientes con HCL multisistémica; la mayoría de las reactivaciones se produjeron dentro de los 2 años de la primera remisión. En el 44 % de los pacientes se presentó una segunda reactivación, de nuevo, dentro de los 2 años de la segunda remisión. El compromiso de los órganos de riesgo en estas reactivaciones se produjo solo en aquellos pacientes que inicialmente estaban en el grupo de riesgo alto (es decir, tenían compromiso del hígado, el bazo o la médula ósea en el momento del diagnóstico original).[83][Nivel de evidencia C2] La mayoría de las reactivaciones, incluso en pacientes con enfermedad de riesgo alto que respondieron al tratamiento inicial, se produjeron en huesos, piel u otras ubicaciones de riesgo bajo.
De acuerdo con estos hallazgos, el porcentaje de reactivaciones en la enfermedad multisistémica fue del 45 % en un ensayo realizado en Japón [124][Nivel de evidencia A1] y del 46 % en el ensayo HISTSOC-LCH-II.[27] No hubo ninguna diferencia estadísticamente significativa en las reactivaciones entre los grupos de riesgo alto y riesgo bajo. En ambos estudios, el DAL-HX y el estudio japonés, se llegó a la conclusión de que el tratamiento intensificado aumentó la velocidad de la respuesta, en especial en niños pequeños y lactantes menores de 2 años. Esto, junto con el cambio rápido a la terapia de rescate para los que no obtuvieron respuestas favorables, redujo la mortalidad de los pacientes con HCL multisistémica de riesgo alto. Según el ensayo aleatorizado HISTSOC-LCH-III (NCT00276757), la prolongación del tratamiento también redujo significativamente la tasa de reactivación. En el ensayo HISTSOC-LCH-IV (NCT02205762) se aborda la duración óptima del tratamiento (12 vs. 24 meses).
Todavía no se ha determinado el tratamiento óptimo para los pacientes con histiocitosis de células de Langerhans (HCL) recidivante, resistente al tratamiento o progresiva.
Las opciones de tratamiento para los pacientes con HCL recidivante, resistente al tratamiento o progresiva, monosistémica o multisistémica, de riesgo bajo son las siguientes:
Los siguientes regímenes de quimioterapia se han usado para el tratamiento de pacientes con enfermedad recidivante, resistente al tratamiento o progresiva de riesgo bajo:
En un estudio de 44 pacientes pediátricos con HCL de riesgo bajo que recibieron cladribina, 5 pacientes lograron una remisión completa después de una mediana de seguimiento de más de 5 años.[139] Se presentó neutropenia de grado 3 o superior en el 32 % de los pacientes, y linfopenia de grado 3 o superior en el 72 % de los pacientes. Los pacientes con enfermedad estable o respuestas parciales después de 6 meses de tratamiento quizás logren una respuesta completa.
La terapia con bisfosfonatos también es eficaz para el tratamiento de pacientes con lesiones óseas de HCL recidivantes.[141]
Evidencia (bisfosfonatos):
En los datos de los estudios del grupo DAL se observó que los pacientes con HCL multisistémica de riesgo alto que presentaron enfermedad progresiva antes de la semana 6 del tratamiento de inducción estándar, o que no obtuvieron por lo menos 1 respuesta parcial antes de la semana 12, solo tenían una probabilidad de supervivencia del 10 %.[26] Estos resultados coincidieron con los del ensayo menos intensivo HISTSOC-LCH-II, en el que los pacientes tratados con vinblastina y prednisona que no respondieron bien hacia la semana 6 tuvieron una probabilidad de supervivencia del 27 %, en comparación con el 52 % en quienes respondieron bien.[27][Nivel de evidencia A1] Para mejorar estos resultados, los pacientes con respuesta deficiente deben pasar a estrategias de rescate hacia la semana 6 si presentan enfermedad progresiva y a más tardar hacia la semana 12 para aquellos que no presentan por lo menos una respuesta buena.
Las opciones de tratamiento para los pacientes con HCL multisistémica recidivante, resistente o progresiva de riesgo alto son las siguientes:
Evidencia (cladribina y citarabina):
Se notificó que los pacientes que no respondieron al tratamiento con cladribina respondieron al tratamiento con clofarabina.[145]; [146][Nivel de evidencia C2]
Evidencia (clofarabina):
El descubrimiento de que la mayoría de los pacientes con HCL presentan la variante BRAF V600E u otras variantes que activan la vía RAS indica que las terapias nuevas dirigidas a moléculas de esta vía (inhibidores de MAP2K/ERK) cumplirán una función importante en el tratamiento de la HCL.
Evidencia (vemurafenib):
Evidencia (dabrafenib con trametinib o sin este):
Aunque se han notificado neoplasias malignas, como carcinoma de células escamosas, en adultos tratados con inhibidores de MAPK, no se han notificado dichas neoplasias en pacientes pediátricos.[148] Al igual que los adultos, los niños desarrollan erupciones acneiformes, fotosensibilidad, diarrea y, a veces, mialgias.[123]
Evidencia (inhibidores de tirosina–cinasas):
Se ha usado el trasplante de células madre hematopoyéticas (TCMH) en pacientes con compromiso multisistémico de órganos de riesgo alto resistente a la quimioterapia.[141,153-156] En los resultados iniciales se observó una mortalidad relacionada con el tratamiento muy alta para los lactantes pequeños enfermos, lo que llevó al uso de un acondicionamiento de intensidad reducida.
Evidencia (acondicionamiento de intensidad reducida vs. acondicionamiento mielosupresor para el TCMH):
De los niños con colangitis esclerosante, el 75 % no responderán a la quimioterapia porque la HCL está inactiva, aunque la fibrosis y la esclerosis permanecen. Pese a sus limitaciones, la biopsia de hígado tal vez sea la única forma de distinguir la HCL activa de la fibrosis terminal. Cuando empeora el funcionamiento hepático, el trasplante de hígado es la única opción de tratamiento. En una revisión de 60 pacientes con HCL (55 niños) sometidos a trasplante de hígado por insuficiencia hepática relacionada con HCL, se informó una tasa de supervivencia a 5 años del 82 %. Se produjo rechazo del trasplante en el 55 % de los pacientes y el 22 % de ellos recibió un segundo trasplante. La tasa de supervivencia general del injerto a 5 años fue del 62 % en los pacientes que recibieron un trasplante de donante fallecido y del 81 % en los pacientes que recibieron un trasplante de un donante vivo (no fue estadísticamente significativo). Murieron 9 pacientes (15 %). Hubo 1 caso de enfermedad linfoproliferativa postrasplante (TLPT). No hay datos de recidivas de HCL. Los autores llevaron a cabo una revisión bibliográfica para identificar otros 50 pacientes con HCL sometidos a un trasplante de hígado. Entre estos pacientes, el 47 % presentó rechazó, el 11 % TLPT y el 8 % HCL recidivante. Se trató a siete pacientes (14 %) con pérdida del injerto con un nuevo trasplante.[158][Nivel de evidencia C2]
En informes de casos y series de casos se ha documentado la eficacia de los inhibidores de MAPK para el tratamiento de la HCL hepática progresiva.[147,159]
Algunos pacientes presentan activación de macrófagos en la médula. Esto resulta confuso para los médicos, que tal vez piensen que el paciente tiene una linfohistiocitosis hemofagocítica (LHH) y una HCL. No se sabe cuál es el mejor tratamiento de esta manifestación potencialmente mortal porque no suele responder bien al tratamiento estándar de la LHH. Se podría considerar la clofarabina, el anticuerpo anti-CD52 alemtuzumab y el trasplante de células madre alogénicas de intensidad reducida.[160][Nivel de evidencia C3] Se desconoce si las terapias más nuevas para LHH, como el anticuerpo contra el interferón-gamma o el inhibidor de JAK-STAT ruxolitinib, serán más eficaces para la activación de macrófagos en la HCL que las opciones anteriores.
La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A continuación, se presenta un ejemplo de un ensayo clínico nacional o institucional en curso:
La evaluación de la respuesta sigue siendo una de las áreas más difíciles del tratamiento de la HCL. Es más fácil cuando hay un área específica que se puede controlar por evaluación clínica o con ecografía, TC, TEP o IRM, como la piel, la hepatomegalia o la esplenomegalia y otras lesiones expansivas o líticas óseas. A pesar de esto, sigue siendo importante el análisis clínico, que incluye la evaluación del dolor y de otros síntomas.
Es posible que las lesiones óseas tarden muchos meses en sanar y es difícil evaluarlas con radiografías simples, aunque la esclerosis en la periferia de una lesión ósea indica curación. Las TC o IRM sirven para evaluar la respuesta de una masa de tejido blando que se relaciona con una lesión ósea, pero no son muy útiles para evaluar la respuesta de las lesiones líticas en los huesos. El resultado de las gammagrafías óseas con tecnecio Tc 99m seguirá dando positivo durante el proceso de curación de hueso. Las TEP a veces son útiles para controlar la respuesta al tratamiento porque la intensidad de la imagen de TEP disminuye con la respuesta de las lesiones y la curación ósea.[17]
Para los niños y adultos con HCL pulmonar, la prueba de funcionamiento pulmonar y las TC de alta resolución son métodos sensibles para detectar la progresión de la enfermedad.[20] Los cambios intersticiales residuales que reflejan fibrosis residual o quistes inactivos residuales se deben distinguir de la enfermedad activa; la gammagrafía con análogo de la somatostatina puede ser útil en este caso.[161]
Los tratamientos que se han utilizado en el pasado, pero que ya no se recomiendan para la HCL infantil, incluyen ciclosporina [162] e interferón α.[163]
Tampoco se indican intervenciones quirúrgicas radicales. Cuando hay lesiones en la mandíbula, es posible que una cirugía extensa arruine la dentición secundaria. Se contraindica la resección quirúrgica de lesiones en la ingle o los genitales porque la quimioterapia puede curar estas lesiones.
El uso de radioterapia en la HCL se ha reducido bastante en los pacientes pediátricos, e incluso la radioterapia de dosis bajas se debe limitar a lesiones de un solo hueso, lesiones de cuerpo vertebral u otras lesiones de un solo hueso que comprimen la médula espinal o el nervio óptico y que no responden a la quimioterapia o que son dolorosas y no susceptibles de recibir otro tratamiento.[93,100,164]
La frecuencia general notificada de las consecuencias a largo plazo de la HCL oscila entre el 20 % y el 70 %. Los niños con compromiso de órganos de riesgo bajo (piel, huesos, ganglios linfáticos o hipófisis) tienen una probabilidad de cerca del 20 % de presentar secuelas a largo plazo.[29,165]; [166][Nivel de evidencia B4] Los pacientes con compromiso multisistémico tienen una tasa notificada de complicaciones a largo plazo de cerca del 70 % cuando el tratamiento es de solo 6 meses.[29,100,167,168] Sin embargo, no se ha informado del alcance de las secuelas a largo plazo en pacientes que reciben tratamiento durante un año.
La razón de esta amplia variación se debe a la definición de caso, el tamaño de la muestra, el tratamiento administrado, el método de recopilación de datos y la duración del seguimiento. En estos estudios de calidad de vida se informaron los siguientes resultados:
Los efectos tardíos de la HCL se presentan en las siguientes partes del cuerpo:
Después del tratamiento se puede presentar leucemia (generalmente, leucemia mieloide aguda) y linfoma linfoblástico. En pocos pacientes se informó de una HCL acompañada de una neoplasia maligna simultánea; algunos de ellos primero presentaron la neoplasia maligna y luego apareció la HCL. Se notificaron 3 pacientes con leucemia linfoblástica aguda (LLA) de células T y HCL agresiva y, al igual que con todos los trastornos histiocíticos relacionados con neoplasias malignas linfoblásticas o posteriores, se encontraron los mismos cambios genéticos en ambas enfermedades, lo que indica un origen clonal común.[174-176] En un estudio se notificaron 2 casos en los que se encontró clonalidad con el mismo genotipo de receptor de células T γ.[175] Los autores de este estudio enfatizaron la plasticidad de los linfocitos que se convierten en células de Langerhans. En el segundo estudio se describió el caso de un paciente que presentó HCL después de una LLA de células T que tenía los mismos reordenamientos del gen del receptor de células T y variantes activadoras del gen NOTCH1.[176]
En una publicación basada en una encuesta a los miembros de la Histiocyte Society y en una revisión bibliográfica, se notificaron 116 casos de pacientes afectados por un par de trastornos: HCL y neoplasia maligna infantil. Prevalecieron las leucemias y los trastornos mieloproliferativos (n = 58; 50,0 %) sobre los tumores sólidos (n = 43; 37,1 %) y los linfomas (n = 15; 12,9 %). En la mayoría de los niños, la neoplasia maligna fue posterior a la HCL (n = 69; 59,5 %). Sin embargo, en algunos casos se observó LLA, incluso LLA de células T, antes de la HCL o de una neoplasia histiocítica. Por lo general, el trastorno histiocítico presentó los mismos hallazgos genéticos subyacentes que la leucemia anterior.[177]
En otro estudio se notificó un análisis poblacional de neoplasias malignas subsiguientes en pacientes pediátricos en la base de datos del Surveillance, Epidemiology, and End Results (SEER) Program desde 2000 hasta 2016.[178] Entre 936 casos pediátricos, se identificaron 2 casos de linfoma no Hodgkin, 2 casos de linfoma de Hodgkin y 1 caso de LLA de células T. No obstante, la mediana de seguimiento fue de 38 meses, lo que quizás no sea suficiente para identificar tumores sólidos secundarios.
La historia natural de la histiocitosis de células de Langerhans (HCL) en adultos es poco conocida. La HCL pulmonar es la excepción. En adultos el diagnóstico de esta enfermedad por lo general se retrasa muchos meses o años y se presentan problemas a largo plazo de dolor crónico y fatiga. Otras diferencias con la HCL que se presenta en la niñez, es la frecuencia de compromiso de varios sitios óseos. La HCL multisistémica de riesgo alto en adultos tal vez sea menos agresiva que la enfermedad de riesgo alto en niños. Un grupo de consenso informó sobre la evaluación y el tratamiento de los pacientes adultos con HCL.[1] Sin embargo, el debate continúa, en especial sobre el tratamiento óptimo de primera línea.
Se realizó una revisión retrospectiva multicéntrica de 219 pacientes adultos (edad >18 años) con HCL para evaluar los desenlaces a largo plazo. La mediana de seguimiento fue de 74 meses. La tasa de supervivencia sin enfermedad a 5 años fue del 58 %, y la tasa de supervivencia general (SG) fue del 88 %. Alrededor de una tercera parte de las muertes estaban relacionadas con la HCL y se produjeron en los 5 años siguientes al diagnóstico. Se produjeron segundos cánceres en el 16,4 % de los casos (tanto hematológicos como tumores sólidos). Las muertes que se produjeron 5 años o más después del diagnóstico en su mayor parte no estuvieron relacionadas con la HCL (es decir, segundos cánceres, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y enfermedad cardiovascular). En comparación con la población general de los Estados Unidos, los pacientes con HCL tenían una razón de mortalidad estandarizada (RME) más alta si se les diagnosticaba antes de los 55 años (RME, 5,94) o si presentaban enfermedad multisistémica (RME, 4,12).[2]
En un estudio poblacional realizado en Inglaterra se encontró que la incidencia de HCL en pacientes mayores de 15 años fue de 1,05 casos por 1 millón de personas.[3] De estas personas, el 44 % eran menores de 45 años. Una incidencia más alta de HCL en áreas económicamente desfavorecidas se relacionó con una incidencia más alta del hábito de fumar en esas áreas.
Más del 90 % de los casos de HCL pulmonar en adultos se presentan en jóvenes que fuman, a menudo más de 20 cigarrillos por día.[4,5]
A menudo, los pacientes adultos exhiben signos y síntomas de HCL durante meses antes de recibir un diagnóstico definitivo y someterse a tratamiento. La HCL en adultos suele ser similar a la enfermedad en los niños y afecta los mismos órganos, aunque la incidencia en cada órgano es un poco diferente. En los adultos, predomina la enfermedad pulmonar que suele manifestarse como una enfermedad monosistémica con un vínculo estrecho con el consumo de tabaco y exhibe algunas características biológicas únicas. La mayoría de los casos de HCL pulmonar aislada en adultos son policlonales y posiblemente reactivos, mientras que son menos los casos monoclonales de HCL pulmonar.[6,7]
En un registro alemán de 121 personas, se observó que el 62 % presentaba compromiso de un solo órgano y el 38 %, compromiso multisistémico. La HCL pulmonar se presentó en el 34 % de la población total del estudio. Los pulmones son el sitio más común, seguido del compromiso óseo y cutáneo. La mediana de edad en el momento del diagnóstico fue de 44 años (± 12,8 años). En estos adultos, se encontró compromiso en todos los sistemas orgánicos que se observaron en la HCL infantil, incluso el sistema endocrino y el sistema nervioso central (SNC), el hígado, el bazo, la médula ósea y el tubo digestivo. La diferencia principal fue una incidencia mucho más alta de HCL pulmonar aislada en adultos, en especial, en jóvenes fumadores. Otras diferencias fueron el compromiso más frecuente de la mucosa genital y oral.[8]
Los signos y síntomas del cuadro clínico inicial publicados en estudios son los siguientes:
Los pacientes que presentan diabetes insípida aislada se deben observar de cerca para identificar el inicio de signos o síntomas característicos de la HCL. Al menos el 80 % de los pacientes con diabetes insípida presentaron compromiso de otros órganos, incluso huesos (68 %), piel (57 %), pulmones (39 %) y ganglios linfáticos (18 %).[9] Sin embargo, la diabetes insípida aislada en adultos es similar a la de los pacientes pediátricos, con progresión del compromiso de la hipófisis posterior a la anterior y luego al hipotálamo y al cerebelo. Para obtener más información, consultar la sección Sistema endocrino.
El compromiso cutáneo se presenta en el 37 % de los adultos con HCL multifocal. Si bien a veces hay HCL cutánea exclusiva, es menos común en los adultos que en los niños. El pronóstico de los adultos con HCL y compromiso cutáneo exclusivo es excelente; la probabilidad de supervivencia a 5 años es del 100 %. El compromiso cutáneo es similar desde el punto de vista clínico al que se observa en los niños y puede adoptar muchas formas.[10] El compromiso inframamario y vulvar es frecuente durante el cuadro clínico inicial de mujeres adultas.
Muchos pacientes exhiben un exantema papular con áreas marrones, rojas o costrosas puntiformes de hasta un centímetro de diámetro. En el cuero cabelludo, el exantema es similar al de la seborrea. En ocasiones hay úlceras abiertas en la piel de la región inguinal, genital o perianal que no se curan después del tratamiento antibacteriano o antifúngico. En general, las lesiones son asintomáticas, pero a veces son pruriginosas o dolorosas. En la boca, la inflamación de las encías o la presencia de úlceras en las mejillas, el paladar blando o duro, las encías o la lengua son signos de HCL.
El diagnóstico de la HCL se suele confirmar mediante biopsia de la piel de lesiones cutáneas persistentes.[10]
La frecuencia relativa de compromiso óseo en los adultos difiere de la frecuencia en los niños. La frecuencia de compromiso mandibular es del 30 % en adultos y del 7 % en niños, y la frecuencia de compromiso craneal es del 21 % en adultos y del 40 % en niños.[8,9,11,12] La frecuencia de lesiones vertebrales (13 %), pélvicas (13 %), en extremidades (17 %) y costales (6 %) en los adultos es similar a la que se encuentra en los niños.[8]
La HCL pulmonar en adultos (40–50 % de los pacientes) suele ser enfermedad monosistémica. No obstante, en algunos pacientes, es posible que haya compromiso de órganos, como huesos, piel, hipotálamo o hipófisis.[13]
La HCL pulmonar es más prevalente en fumadores que en no fumadores, y la proporción hombre-mujer es de casi 1:1, según la incidencia de consumo de cigarrillos en la población estudiada.[13,14] Sin embargo, en un estudio chino sobre la HCL pulmonar, se informó que un 73 % de los pacientes eran hombres.[15] Los pacientes con HCL pulmonar suelen presentar tos seca, disnea o dolor torácico, aunque alrededor del 20 % de los adultos con compromiso pulmonar no presentan síntomas.[16,17] El dolor torácico puede indicar la presencia de un neumotórax espontáneo (10–28 % de los casos de HCL pulmonar en adultos).[15]
Es posible diagnosticar la HCL pulmonar mediante broncoscopia en casi el 50 % de los pacientes adultos, cuando en la muestra obtenida se encuentra inmunotinción de por lo menos un 5 % de células positivas para CD1a.[18] En la tomografía computarizada (TC) pulmonar de alta resolución se observan cambios característicos con quistes y nódulos, más prevalentes en las zonas medias y altas. Estos cambios se han caracterizado como patognomónicos para la HCL pulmonar.[16]
En adultos, las células de la HCL en las lesiones pulmonares se ven como células dendríticas maduras que expresan índices altos de las moléculas accesorias CD80 y CD86, a diferencia de las células de Langerhans (CL) que se encuentran en otros trastornos pulmonares.[17] Sin embargo, se han identificado variantes en la vía MAPK hasta en dos tercios de las lesiones de HCL pulmonar en adultos, lo que indica un proceso clonal en una proporción significativa de los pacientes.[7,19]
En una revisión de 206 pacientes con HCL pulmonar de Francia (mediana de seguimiento, 5 años), la tasa de supervivencia a 10 años fue del 93 %.[20] Los pacientes con insuficiencia respiratoria crónica o hipertensión pulmonar ―cada una presente en menos de un 5 % del grupo de estudio― tuvieron desenlaces mucho más precarios. El 58 % de estos pacientes murió. Los pacientes con HCL pulmonar presentaron una incidencia 17 veces más alta de carcinoma de pulmón que una cohorte de población francesa emparejada por edad y sexo.
Los factores de pronóstico favorable en la HCL pulmonar en adultos son los siguientes:
Los factores pronósticos desfavorables para la HCL pulmonar en adultos incluyen los siguientes:
La mayoría de los pacientes tiene una evolución variable con enfermedad estable en algunos casos, y recaídas y progresión a disfunción respiratoria en otros casos, incluso después de muchos años.[25] En un estudio de la historia natural de la HCL pulmonar en 58 pacientes, se encontró que el 38 % presentaban deterioro del funcionamiento pulmonar después de 2 años.[26] Las variables de pronóstico adverso más significativas fueron el hábito de fumar y concentraciones bajas de PaO2 en el momento de la inclusión.
Se registran los siguientes resultados en las pruebas diagnósticas:
En un estudio, se notificó compromiso hepático en el 27 % de los pacientes adultos con enfermedad multiorgánica.[31] Se observó hepatomegalia (48 %) y alteración de las enzimas hepáticas (61 %). En la imágenes de TC, resonancia magnética (IRM) o ecografía a menudo se observan anomalías en el sistema biliar.
El estadio histopatológico inicial de la HCL hepática incluye la infiltración de células positivas para CD1a y fibrosis periductal con infiltrados inflamatorios y esteatosis o sin esta. El estadio tardío es la esclerosis biliar. El tratamiento con ácido ursodesoxicólico puede ser útil.[31]
La diabetes insípida se presenta en el 25 % de los pacientes y en ocasiones precede al diagnóstico de la HCL.[9] Se observan anomalías en la hipófisis anterior en alrededor del 20 % de estos pacientes.[32] A veces, los estudios por imágenes de la hipófisis son normales.[33]
Las anomalías más frecuentes en el SNC son el agrandamiento de la hipófisis, su tallo o el hipotálamo. Por lo general, el compromiso encefálico se encuentra en el cerebelo, la protuberancia y los ganglios basales, con anomalías observadas en las imágenes con recuperación de la inversión atenuada de fluido (FLAIR) en T2. Algunos pacientes solo presentan cambios en las imágenes, pero otros tienen ataxia, dismetría, disartria y alteraciones conductuales y psicológicas.[34]
El compromiso de la médula ósea por la HCL es poco frecuente y, por lo general, se identifica por recuentos sanguíneos anormales, que también podrían ser un signo de una neoplasia maligna subyacente.[35] La infiltración de los ganglios linfáticos por la HCL es poco frecuente como hallazgo aislado, pero se presenta en hasta un 30 % de los pacientes con HCL multisistémica.[34]
El compromiso digestivo es poco frecuente y, por lo general, se manifiesta con diarrea y dolor.[36] Las anomalías en el corazón o alrededor de los grandes vasos a menudo indican una enfermedad híbrida de Erdheim-Chester (ECD) y HCL.[37]
En una serie grande de pacientes de la Mayo Clinic, el 31 % presentó HCL multisistémica, en comparación con el 69 % de los pacientes del registro de adultos de la Histiocyte Society. Es probable que este hallazgo refleje un sesgo de derivación.[10,38] En los adultos con enfermedad multisistémica, los sitios de enfermedad fueron los siguientes:
Los adultos con HCL tienen tasas más altas de neoplasias malignas que los pacientes de la misma edad sin HCL, en una proporción de 2 a 4 según la edad del paciente.[39] En una revisión de 132 pacientes con HCL de una sola institución, se encontraron 31 pacientes con otras neoplasias malignas antes del diagnóstico de HCL, 11 pacientes con neoplasias malignas simultáneas y 11 pacientes con otras neoplasias malignas después del diagnóstico de HCL. Los tumores sólidos representaron el 74 % de las neoplasias malignas, los linfomas el 17 % de los casos y las neoplasias malignas hematológicas el 9 % de los casos. El 71 % de los pacientes eran fumadores.[39] Estos resultados contrastan con los de un estudio anterior basado en una revisión bibliográfica y encuestas institucionales en donde se notificó una incidencia más alta de linfomas simultáneos con el diagnóstico de HCL.[40]
La relación entre la HCL y una neoplasia maligna se presenta con más frecuencia de lo que se esperaría por casualidad, según cuestionarios enviados a los investigadores de la Histiocyte Society y una revisión bibliográfica. En una publicación, se recopilaron casos de neoplasias malignas en pacientes con HCL entre 1991 y 2015. Se observaron 285 neoplasias malignas en 270 pacientes con HCL. Entre 154 adultos con HCL, se notificaron tumores sólidos en 61 pacientes (39,6 %), linfomas en 56 pacientes (36,4 %) y leucemias y trastornos mieloproliferativos en 37 pacientes (24,0 %). También se observaron neoplasias malignas tiroideas con cierta frecuencia. En los adultos, la HCL y las neoplasias malignas se presentaron simultáneamente en 69 pacientes (44,8 %).[41]
En una revisión de los datos del Surveillance, Epidemiology, and End Results (SEER) Program sobre neoplasias malignas subsiguientes en 456 adultos con HCL, se encontraron 16 casos.[42] Hubo 2 casos de linfoma no Hodgkin, 2 casos de neoplasias mielodisplásicas, 3 casos de cáncer de mama, 3 casos de cáncer de pulmón, 1 caso de cáncer colorrectal, 1 caso de cáncer de tiroides, 1 caso de cáncer de vulva, 1 caso de meningioma y 1 caso de adenocarcinoma, sin otra indicación.
En un estudio de 156 adultos con HCL se notificó la relación de la HCL con la variante BRAF V600E y la presencia de segundas neoplasias malignas primarias.[43] Los pacientes con HCL y la variante presentaron una incidencia del 17,3 % de segundas neoplasias malignas primarias, en comparación con el 4,1 % en los pacientes sin la variante. El cociente de incidencia estandarizado (CIE) fue de 5,72 para las segundas neoplasias malignas en pacientes con HCL, en comparación con 1,7 en adultos emparejados por edad. A diferencia de los niños con HCL, no hubo correlación con la extensión de la enfermedad o la supervivencia sin progresión en adultos con variantes BRAF V600E.
La tomografía por emisión de positrones (TEP) es la modalidad más sensible para encontrar sitios afectados y es útil para el diagnóstico de la HCL.[1] La IRM del encéfalo está indicada para pacientes con síntomas relacionados con la hipófisis y aquellos con indicios de neurodegeneración. Las IRM de la columna vertebral están indicadas para personas con dolor vertebral o neuropatía motora inferior.
La falta de ensayos clínicos limita la capacidad de emitir recomendaciones basadas en la evidencia para adultos con HCL.
Muchos investigadores han recomendado el tratamiento de acuerdo con las directrices para la HCL infantil. Sin embargo, no resulta claro si la HCL en adultos responde tan bien como la forma infantil de la enfermedad. Además, los fármacos usados en el tratamiento de niños no son tan bien tolerados cuando se administran a los adultos. Por ejemplo, la toxicidad neurológica excesiva de la vinblastina impulsó el cierre del ensayo LCH-A1. Los inhibidores de BRAF y MEK se usan cada vez más como tratamiento inicial para muchos adultos.[1] Para obtener más información, consultar la sección Terapias dirigidas para el tratamiento de la enfermedad monosistémica y multisistémica.
Un grupo de expertos internacional propuso por consenso un algoritmo de tratamiento para adultos que se resume a continuación.[1]
Es difícil determinar la eficacia de los tratamientos de la HCL pulmonar porque a veces hay resolución espontánea de la enfermedad o una enfermedad estable sin tratamiento.
Las opciones de tratamiento para los pacientes adultos con HCL pulmonar son las siguientes:
La mejor estrategia para el seguimiento de la HCL pulmonar incluye examen físico, radiografías de tórax, pruebas de funcionamiento pulmonar y tomografías computarizadas (TC) de alta resolución.[48]
Las opciones de tratamiento para los adultos con histiocitosis de células de Langerhans (HCL) ósea son las siguientes:
Las opciones de tratamiento para los pacientes adultos con enfermedad cutánea monosistémica son las siguientes:
La isotretinoína oral ha inducido remisiones en algunos adultos con HCL cutánea resistente al tratamiento.[69][Nivel de evidencia C3]
Evidencia (quimioterapia para el tratamiento de otro tipo de enfermedad monosistémica [no mencionada antes] y multisistémica):
Radioterapia. En un informe sobre la radiocirugía estereotáctica para el tratamiento de adultos con HCL hipofisaria, se observó eficacia para la reducción del tamaño de las masas.[78]
En los informes iniciales se notificó el uso de las siguientes terapias dirigidas para adultos con HCL y compromiso de sitios de riesgo bajo y alto:
De los 4 pacientes con HCL tratados con vemurafenib en el ensayo VE-BASKET (NCT01524978), 1 paciente presentó una respuesta completa y 3 pacientes presentaron respuestas parciales.[82][Nivel de evidencia C3] En 1 paciente con HCL tratado con vemurafenib mejoró la ataxia.[82][Nivel de evidencia C3]
En una serie, se notificaron 6 pacientes tratados con inhibidores de BRAF como tratamiento inicial.[84] De ellos, 5 pacientes tenían enfermedad multisistémica y 1 paciente tenía HCL solo ósea. Hubo 2 respuestas completas, 3 respuestas parciales y 1 caso de enfermedad estable después de 4 a 27 meses de tratamiento.
Se llevó a cabo un ensayo clínico de prueba de concepto de cobimetinib, un inhibidor oral de MEK1 y MEK2, en 18 pacientes adultos con varios tipos de histiocitosis, incluso sarcomas histiocíticos. Los pacientes se trataron independientemente de los hallazgos genómicos. Se observaron respuestas en pacientes con variantes de ARAF, BRAF, NRAS, KRAS, MAP2K1 y MAP2K2. La tasa de respuesta general fue del 89 %, y las respuestas fueron duraderas. Al cabo de 1 año, el 94 % de los pacientes permaneció sin progresión.[81][Nivel de evidencia C2]
Los primeros resultados de la terapia dirigida con inhibidores son alentadores, aunque todavía hay muchas preguntas sin respuesta, en especial, con respecto a la duración óptima de la terapia y la tasa de reactivación una vez que se interrumpe la terapia. Se ha demostrado que un inhibidor de BRAF en combinación con un inhibidor de MEK es eficaz en casos de melanoma con variantes de BRAF (con toxicidad reducida). Esta combinación también puede ser eficaz en pacientes con HCL, pero no suele usarse en pacientes con enfermedades histiocíticas.[79][Nivel de evidencia C3] Hay varios ensayos clínicos en curso sobre inhibidores de BRAF y otros inhibidores de la vía RAS en adultos y niños con HCL.
La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A continuación, se presenta un ejemplo de ensayo clínico nacional o institucional en curso:
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Los resúmenes del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan a medida que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este resumen a partir de la fecha arriba indicada.
Se añadió texto sobre los resultados de un estudio en el que se usó un modelo murino con la variante BRAF V600E bajo el control de los promotores de los genes Scl o Map17 y que añadió conocimientos adicionales sobre las características biológicas de la HCL neurodegenerativa (se citó a Wilk et al. como referencia 31).
Histiocitosis de células de Langerhans infantil
Se añadió texto para indicar que, aunque se han notificado neoplasias malignas, como el carcinoma de células escamosas en adultos tratados con inhibidores de MAPK, no se han notificado dichas neoplasias en pacientes pediátricos. Al igual que los adultos, los niños desarrollan erupciones acneiformes, fotosensibilidad, diarrea y, a veces, mialgias.
Se añadió texto para indicar que, en informes de casos y series de casos, se ha documentado la eficacia de los inhibidores de MAPK para el tratamiento de la HCL hepática progresiva (se citó a Lee et al. como referencia 159).
Se añadió NCT04079179 como ensayo en el que la inscripción en este estudio está abierta a niños o adultos con HCL en recaída o resistente al tratamiento o con otros trastornos histiocíticos recién diagnosticados, en recaída o resistentes al tratamiento.
Se revisó el texto para indicar que la evaluación de la respuesta es más fácil cuando hay un área específica, que se puede controlar por evaluación clínica o con ecografía, tomografías computarizadas, tomografías por emisión de positrones o imágenes por resonancia magnética, como la piel, la hepatomegalia o la esplenomegalia y otras lesiones expansivas o líticas óseas.
Se revisó el texto para indicar que los pacientes con compromiso multisistémico tienen una incidencia de complicaciones a largo plazo de cerca del 70 %. Sin embargo, no se ha informado del alcance de las secuelas a largo plazo en pacientes que reciben tratamiento durante un año.
Histiocitosis de células de Langerhans en adultos
Se añadió texto para indicar que el debate sobre el tratamiento continúa, en especial sobre el tratamiento óptimo de primera línea para adultos con HCL.
Se añadió texto sobre los resultados una revisión retrospectiva multicéntrica de 219 pacientes adultos con HCL para evaluar los desenlaces a largo plazo (se citó a Goyal et al. como referencia 2).
Se añadió Opciones de tratamiento en evaluación clínica como subsección nueva.
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PDQ® sobre el tratamiento pediátrico. PDQ Tratamiento de la histiocitosis de células de Langerhans. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/langerhans/pro/tratamiento-langerhans-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.
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