Son frecuentes los problemas de salud en los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles
, por el Equipo del NCI
En un nuevo estudio grande se indica que es más probable que los sobrevivientes de cáncer que recibieron el diagnóstico cuando eran adolescentes o adultos jóvenes tengan una serie de problemas de salud crónicos, que las personas de la misma edad que no tuvieron cáncer.
En el estudio también se vincularon algunos tipos de tratamiento del cáncer con el riesgo de ciertos problemas de salud en los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles. Los adolescentes y adultos jóvenes son las personas que tienen entre 15 y 39 años de edad.
"Los sobrevivientes de cáncer en general tienen un riesgo mayor de presentar afecciones médicas graves debido a los tratamientos que recibieron", dijo la doctora Chun Chao, directora del estudio, de Kaiser Permanente Southern California.
Aunque los investigadores saben mucho sobre los efectos tardíos del cáncer y del tratamiento de la enfermedad en adultos sobrevivientes del cáncer infantil, saben poco sobre los efectos tardíos en los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles, señaló la doctora Chao.
"Tradicionalmente, no se estudia o se estudia poco al grupo de sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles", explicó la doctora.
"Este estudio es una llamada de atención para que revisemos nuestro enfoque en los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles", advirtió la doctora Ashley Wilder Smith, directora de la Unidad de Resultados de Investigación del NCI, que no participó en la investigación.
"Es importante que los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles tengan un seguimiento minucioso, que reciban atención coordinada entre los oncólogos, los médicos de atención primaria y otros especialistas, y que continúen con los exámenes que necesitan los sobrevivientes", dijo la doctora Smith.
En el nuevo estudio, que se publicó el 16 de julio en la Journal of Clinical Oncology, se usaron datos de las historias clínicas electrónicas de más de 90 000 miembros de Kaiser Permanente. El propósito fue comparar el riesgo de 26 afecciones médicas en los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles con el riesgo en un grupo de personas sin cáncer de la misma edad. Las afecciones fueron, entre otras: insuficiencia cardíaca, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, diabetes, pérdida de audición y enfermedades crónicas de riñón e hígado.
Un grupo entre dos grupos
Cada año en los Estados Unidos, alrededor de 89 000 adolescentes y adultos jóvenes reciben un diagnóstico del cáncer. En décadas recientes, aumentó la incidencia del cáncer en este grupo de edad. Se calcula que en los Estados Unidos hay más de 633 000 sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles, y se anticipa un aumento de esta cifra.
La doctora Smith comentó que una diferencia importante entre estos sobrevivientes y los sobrevivientes de cánceres infantiles o cánceres adultos, es que "no hay lugares de referencia para los adultos jóvenes, como centros médicos u oncólogos que se especialicen en el tratamiento de esta población que está entre los dos grupos de edad".
Si bien algunos adultos jóvenes tienen cánceres que suelen ocurrir en la niñez, como la leucemia y el osteosarcoma, otros tienen cánceres que se observan más en adultos mayores, como el cáncer de seno (mama) y el cáncer de colon. Por este motivo, a los adultos jóvenes los atienden oncólogos pediátricos u oncólogos que tratan sobre todo a adultos mayores, explicó la doctora Smith.
Además, puntualizó la doctora, los adultos jóvenes suelen estar en un período de transición en la vida y tienden a mudarse más, o sea que tal vez no tengan un médico de atención primaria o un lugar habitual adonde recibir atención médica.
Asimismo, "los adultos jóvenes participan menos en los estudios clínicos que los niños o adultos mayores que reciben tratamiento del cáncer", comentó la doctora Emily Tonorezos, directora de la Oficina de Supervivencia del Cáncer del NCI. "Una de las muchas razones por las que esto es importante, es que tal vez hayan otras diferencias en la respuesta al tratamiento o en la toxicidad que aún no hemos descubierto y que son exclusivas de este grupo".
Propensos a muchos problemas médicos
La doctora Chao y sus colegas analizaron las historias clínicas electrónicas de 6778 sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles que recibieron el diagnóstico entre los años 2000 al 2012. El equipo comparó la información de estas historias clínicas con la de los expedientes de otros 87 737 miembros de Kaiser Permanente, de la misma edad y sexo durante el mismo período, que no tenían antecedentes de cáncer (grupo de comparación).
Los sobrevivientes en el estudio eran de diferentes razas y grupos étnicos, que en su mayoría eran blancos no hispanos o hispanos. El tiempo de seguimiento promedio de los sobrevivientes fue de alrededor de 6 años después del diagnóstico de cáncer, con tiempos de seguimiento en el estudio de entre 2 a 15 años.
En general, el riesgo de presentar alguna de las 26 afecciones médicas fue casi 50 % mayor en los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles que en el grupo de comparación. Después de 10 años, 40 % de los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles presentaron una o más de estas enfermedades, en comparación con solo 20 % de las personas del grupo sin antecedentes de cáncer.
Los problemas médicos más comunes fueron similares entre los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles y los del grupo de comparación. Por ejemplo: colesterol alto, presión arterial alta, diabetes y trastornos de tiroides. No obstante, el riesgo de estos problemas fue mayor en los sobrevivientes de cáncer.
Las afecciones con el riesgo más alto en los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles fueron: necrosis aséptica, osteoporosis, cirugía de reemplazo articular, accidente cerebrovascular, insuficiencia ovárica prematura e insuficiencia cardíaca o un tipo de daño al corazón que se llama miocardiopatía. Sin embargo, incluso en algunos casos, estas afecciones fueron muy poco comunes.
Por otra parte, la doctora Chao dijo, "hallamos que ciertos antecedentes de tratamiento [como un tipo particular de quimioterapia o de radioterapia en cierta dosis] aumentaron el riesgo de determinados problemas de salud crónicos, en comparación con el riesgo en los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles que no habían recibido ese tratamiento".
Por ejemplo, en los sobrevivientes expuestos a las dosis más altas de los medicamentos de quimioterapia derivados del platino que recibieron dosis altas de radioterapia en el cráneo, el riesgo de pérdida de audición fue 15 veces mayor que el de los sobrevivientes que no recibieron estos tratamientos. El riesgo de insuficiencia cardíaca o miocardiopatía de quienes recibieron tratamiento del cáncer de seno con el medicamento trastuzumab (Herceptin) fue casi 3 veces mayor en comparación con quienes no recibieron este tratamiento.
Todos los participantes del estudio eran miembros de Kaiser Permanente con acceso a la atención médica. Según estos datos, señaló la doctora Smith, es posible que el riesgo de problemas de salud crónicos sea más alto en los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles en todos los Estados Unidos, ya que los jóvenes sin seguro médico o con cobertura insuficiente tal vez reciban menos atención preventiva o haya demoras en su atención.
Creación de directrices de supervivencia por edad
Las directrices de supervivencia vigentes para las personas que recibieron tratamiento de cáncer cuando eran adolescentes o adultos jóvenes se basan sobre todo en datos de estudios a largo plazo de sobrevivientes de cánceres infantiles, pero hay muchas razones por las que los dos grupos no son comparables, señaló la doctora Chao.
"Es decir, nuestros datos podrán fundamentar las directrices por edad para la atención de sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles y controlar los riesgos de problemas de salud a largo plazo", agregó la doctora.
Además, dijo la doctora Smith, debido a que los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles corren el riesgo de tener múltiples efectos tardíos, estos pacientes "necesitan la atención coordinada de los proveedores de atención médica de diferentes especialidades".
Los autores reconocieron que el estudio presentó algunas limitaciones. Como el tiempo de seguimiento fue limitado, tal vez no se detectaron problemas de salud tardíos en los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles.
Asimismo, en el estudio no se obtuvieron datos completos sobre los factores de estilo de vida de los sobrevivientes, como fumar, consumo de alcohol y ejercicio.
De todas formas, señaló la doctora Chao, los resultados indican que las personas que tuvieron cáncer en la adolescencia o en la juventud deberían recibir asesoramiento sobre la importancia de llevar un estilo de vida saludable, que podría disminuir su riesgo de tener problemas de salud a largo plazo, como diabetes y enfermedad cardiovascular.
La doctora Smith estuvo de acuerdo: "los adolescentes corren mayor riesgo de tener conductas peligrosas, pero al enfrentarse a un diagnóstico del cáncer hay una oportunidad de intervenir para prevenir o detener esas conductas peligrosas y promover mejores opciones de estilo de vida".
"Uno de los focos más grandes en el campo de la oncología actual es saber qué tipo de estrategia reducirá el riesgo de los problemas de salud a largo plazo de los sobrevivientes y es un tema para el que aún hacen falta respuestas para los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles, señaló la doctora Chao.
La doctora Smith puntualizó que no sabe de ningún otro estudio sobre los sobrevivientes de cánceres adolescentes y juveniles de este tipo con tantos sobrevivientes y con un grupo de control de tan alta compatibilidad que haya captado nuevos problemas médicos en el momento del diagnóstico, y que incluyese tantos tipos de cáncer y tantas otras afecciones médicas.
Además, agregó la doctora, el estudio "tiene información sumamente detallada" sobre los tipos y las dosis de quimioterapia y radioterapia que recibieron los sobrevivientes.
Por este motivo, concluyó la doctora, "anticipo que este estudio se usará muchísimo como referencia en los próximos años porque capta toda esta información".