Brentuximab aprobado para tratamiento inicial de linfoma Avanzado de Hodgkin
, por Equipo del NCI
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos amplió los usos aprobados para el fármaco brentuximab vedotina (Adcetris) en personas con linfoma de Hodgkin. De acuerdo con la nueva aprobación, anunciada el 20 de marzo, brentuximab puede usarse en combinación con otros tres fármacos de quimioterapia como tratamiento inicial, o de primera línea, en pacientes con la enfermedad avanzada.
La aprobación se basó en los resultados de un estudio clínico en fase 3 denominado ECHELON-1. En el estudio, los pacientes con linfoma de Hodgkin que recibieron tratamiento con brentuximab y los fármacos de quimioterapia doxorrubicina, vinblastina y dacarbazina (AVD)—que en conjunto se denominan A+AVD—presentaron una leve mejoría en los que vivieron sin que avanzara la enfermedad (supervivencia sin avance) en comparación con los pacientes que recibieron la terapia convencional actual.
La terapia convencional actual para el linfoma avanzado de Hodgkin consiste en cuatro fármacos de quimioterapia: AVD más el fármaco bleomicina (ABVD). Bleomicina puede tener efectos secundarios graves, incluso daño a los pulmones, explicó el doctor Christopher Melani del Centro de Investigación Oncológica del NCI.
El doctor Melani dijo que "la toxicidad de bleomicina al pulmón es un efecto secundario temido del fármaco, en particular para los pacientes de mayor edad, que presentan un riesgo más alto de tener esta complicación". Por lo tanto, la aprobación de A+AVD ofrece una importante alternativa de tratamiento para los pacientes que quizá no puedan tolerar bleomicina, comentó el doctor.
Acción dirigida a las células del linfoma
ABVD es eficaz y ha sido el régimen de tratamiento más frecuentemente usado durante décadas para los pacientes adultos con linfoma avanzado de Hodgkin. Aproximadamente tres cuartos de los pacientes con enfermedad avanzada que reciban tratamiento de primera línea con ABVD se curarán.
Brentuximab es un tipo de fármaco que se llama conjugado de fármaco y anticuerpo. La parte de anticuerpo del fármaco reconoce a una proteína llamada CD30, que se encuentra en las células clásicas de linfoma de Hodgkin (denominadas células Reed-Sternberg). Cuando el anticuerpo se une a estas células cancerosas, libera la parte de fármaco de brentuximab: una toxina que obstruye la maquinaria de división celular, lo cual conduce a la muerte celular.
Debido a que brentuximab se dirige específicamente a las células cancerosas que expresan CD30, los investigadores esperaban que fuera menos tóxico que bleomicina, que puede destruir cualquier tipo de célula en proceso de división, incluidas las células en los pulmones.
Brentuximab había sido aprobado previamente por la FDA para tratar pacientes con linfoma de Hodgkin cuya enfermedad no había mejorado después de un trasplante de células madre o, en personas que no pueden recibir trasplantes, después de dos o más tratamientos con quimioterapia combinada.
A diferencia de la mayoría de los cánceres, el linfoma de Hodgkin se presenta con mayor frecuencia en personas jóvenes que en adultos mayores. El estudio ECHELON-1 inscribió a 1334 pacientes de 21 países, con una edad promedio de 36 años. Sin embargo, 14 % de los participantes tenían 60 años o más. El estudio fue financiado por Millennium Pharmaceuticals y Seattle Genetics, los fabricantes de brentuximab.
Los participantes fueron asignados al azar para recibir la terapia convencional o la combinación con brentuximab. El criterio de valoración primario del estudio fue una forma modificada de supervivencia sin avance (definida como la cantidad de tiempo hasta que la enfermedad empeora, sobreviene la muerte o hay una respuesta incompleta al tratamiento seguida de terapia adicional para el cáncer).
Menos daño al pulmón con Brentuximab
Luego de una mediana de seguimiento de aproximadamente 2 años, la supervivencia sin avance modificada fue mayor en el grupo que recibió brentuximab que en el grupo que recibió la terapia convencional (82 % frente a 77 %).
Los pacientes tratados con brentuximab presentaron también una reducción de 27 % del riesgo de morir durante el tratamiento o durante el período de seguimiento del estudio.
Si bien la mejora en la supervivencia sin avance modificada fue leve, tomando en cuenta la pequeña cantidad general de pacientes que empeoraron o murieron, comentó el doctor Melani, brentuximab con AVD se asoció con una toxicidad pulmonar considerablemente menor.
En particular, el daño pulmonar sucedió en 2 % del grupo de brentuximab, en comparación con 7 % del grupo que recibió la terapia convencional. Ninguna de las nueve muertes que ocurrieron durante el tratamiento en el grupo de brentuximab se debió a daño pulmonar, mientras que el daño pulmonar causó 11 de las 13 muertes en el grupo que recibió la terapia convencional.
La neuropatía periférica se presentó en más pacientes en el grupo de brentuximab que en el grupo que recibió la terapia convencional (67 % frente a 43 %). Sin embargo, la mayoría de los casos no fueron graves y la neuropatía disminuyó o desapareció en muchos pacientes después de terminado el tratamiento.
Una opción viable para el linfoma de Hodgkin
Se necesitará un período de seguimiento más prolongado para determinar si la eficacia mejorada se mantiene a través del tiempo y para descartar efectos secundarios tardíos, escribieron los doctores Dan Longo, del Instituto Oncológico Dana-Farber, y Vincent DeVita, Jr., del Centro Oncológico Yale, en un editorial adjunto a los resultados del estudio ECHELON-1. No obstante, continuaron los doctores, "parece que la adición de brentuximab vedotina a AVD… merece consideración como tratamiento de primera línea para el linfoma avanzado de Hodgkin".
Para pacientes más jóvenes con diagnóstico reciente de linfoma avanzado de Hodgkin y sin enfermedad pulmonar, es probable que por ahora ABVD permanecerá como atención convencional, dijo el doctor Melani.
"La mayoría de los pacientes jóvenes responden bien con ABVD, y tenemos una amplia experiencia previa con este esquema de tratamiento", dijo el doctor. La terapia convencional con ABVD puede ser también una mejor opción de tratamiento para los pacientes con neuropatía periférica preexistente o con recuento sanguíneo bajo, quienes quizá no puedan tolerar la adición de brentuximab, agregó el doctor.
El doctor Melani manifestó que, sin embargo, para pacientes mayores o para quienes tienen enfermedades pulmonares preexistentes, la aprobación de la combinación con brentuximab "ya está cambiando las decisiones de tratamiento a nivel clínico".