Este resumen de información sobre el cáncer proporciona una visión general del uso de la vitamina C intravenosa (también denominada ascorbato o ácido L-ascórbico) para el tratamiento de las personas con cáncer. Este resumen incluye una descripción breve de los ensayos clínicos iniciales sobre el uso de la vitamina C intravenosa, la revisión de estudios de laboratorio, con animales y con seres humanos, así como los ensayos clínicos vigentes.
Este resumen contiene la siguiente información clave:
Muchos de los términos médicos y científicos en este resumen tienen un enlace al Diccionario de cáncer del NCI la primera vez que se mencionan en cada sección. Este diccionario se orienta a personas sin conocimientos especializados. Al pulsar sobre un término con un enlace, aparece la definición en una ventana separada.
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La vitamina C es un nutriente esencial con funciones de oxidorreducción. Además, es un cofactor de varias enzimas y cumple una función importante en la síntesis del colágeno.[1] Una deficiencia grave de vitamina C provoca escorbuto, que se relaciona con malestar general, letargo, tendencia a la formación de equimosis y hemorragias espontáneas.[2] Uno de los efectos del escorbuto es el cambio en la estructura del colágeno que se torna de un espesor más fino. Se logra un espesor normal mediante la administración de vitamina C.
En un estudio de mitad del siglo XX, se planteó la hipótesis de que el cáncer tal vez se relacione con cambios en el tejido conjuntivo debido a la deficiencia de vitamina C.[3] En una revisión de la evidencia publicada en 1974 se indicó la posibilidad de que las dosis altas de ácido ascórbico aumentaran la resistencia del anfitrión y sirvieran como tratamiento del cáncer.[4]
Muchas plantas y animales sintetizan vitamina C a partir de la D-glucosa o D-galactosa. Sin embargo, los seres humanos no tienen la enzima L-gulonolactona oxidasa necesaria para la síntesis del ácido ascórbico y deben obtener la vitamina C a partir de los alimentos o los suplementos.[1]
Varias empresas distribuyen la vitamina C como suplemento alimenticio. En los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) regula los suplementos alimenticios como una categoría aparte de los alimentos, cosméticos y medicamentos. A diferencia de los medicamentos, no se exige ni la evaluación ni la aprobación de los suplementos alimenticios por la FDA antes de la comercialización, a menos que se afirme su utilidad para la prevención o el tratamiento de alguna enfermedad específica. La FDA, mediante buenas prácticas de manufactura, también regula la calidad y cantidad de los ingredientes de los suplementos alimenticios. Estas prácticas exigen que cada lote terminado de un suplemento alimenticio cumpla con la descripción del producto en cuanto a identidad, pureza, concentración, composición y límites de contaminación que pudieran adulterar el suplemento. Debido a que los suplementos alimenticios no se someten a una revisión formal anual para uniformar su fabricación, los ingredientes varían mucho entre cada lote y no hay garantías en cuanto a la presencia de los ingredientes que constan en las etiquetas del producto (o de que se encuentren en las cantidades especificadas). La FDA no ha aprobado el uso de dosis altas de vitamina C como tratamiento del cáncer.
El cirujano escocés, Ewan Cameron y su colega, Allan Campbell, fueron los primeros en experimentar con el uso de la vitamina C oral e intravenosa (IV) para tratar el cáncer en la década de 1970.[1] Este proyecto dio paso a la colaboración entre Cameron y el químico Linus Pauling, galardonado con el premio Nobel, lo que promocionó el potencial terapéutico de la vitamina C para la atención del cáncer.[2,3] Como resultado, se llevaron a cabo 2 ensayos clínicos con vitamina C oral a fines de la década de 1970 y a principios de la década de 1980.[4,5] En estos 2 ensayos, no se usó vitamina C intravenosa.
Para obtener más información sobre estos estudios iniciales, consultar la sección Estudios clínicos con seres humanos en este resumen.
Más tarde, en los estudios sobre farmacocinética se descubrieron diferencias notables en las concentraciones sanguíneas máximas de vitamina C que se obtienen según la vía de administración. Cuando la vitamina C se toma por vía oral, las concentraciones plasmáticas de la misma se controlan estrictamente con un valor máximo viable menor de 300 µM. Sin embargo, este control estricto se evita con la administración IV de la vitamina, que origina concentraciones plasmáticas muy altas de vitamina C (es decir, concentraciones de hasta 20 mM).[6,7] En investigaciones subsiguientes se indicó la posibilidad de que las concentraciones farmacológicas de ascorbato, como las que se logran con la administración IV, causaran destrucción celular en muchas líneas de células cancerosas.[8]
Se encuestó a profesionales sanitarios, que asistieron a reuniones de medicina complementaria y alternativa en 2006 y 2008, sobre la administración de dosis altas de vitamina C intravenosa en pacientes. De los 199 encuestados, 172 había administrado vitamina C a pacientes. En general, los usos más comunes de la vitamina C intravenosa fueron como tratamiento de infecciones, cáncer y fatiga.[9]
En muchos estudios se demostró que las concentraciones suprafisiológicas de ácido ascórbico (0,1–100 mM) disminuyen la proliferación celular de diversas líneas de células cancerosas.[1-5] En particular, se reportó disminución de la proliferación celular luego del tratamiento con ácido ascórbico para las líneas celulares de próstata,[6] páncreas,[7,8] carcinoma hepatocelular,[9] colon,[10] mesotelioma,[11] y neuroblastoma [12].
Se han estudiado a fondo los posibles mecanismos mediante los cuales el tratamiento con dosis farmacológicas de ácido ascórbico produce efectos en células cancerosas. En muchos estudios se demostró que el efecto citotóxico directo in vitro del ácido ascórbico en varios tipos de células cancerosas está mediado por una reacción química que produce peróxido de hidrógeno.[1,7,13,14] El tratamiento de células de cáncer de colon con 2 mM a 3 mM de ácido ascórbico disminuyó la expresión de los factores de transcripción de la proteína de especificidad (Sp) y de los genes regulados por Sp que participan en la progresión del cáncer, así como la alteración del metabolismo del hierro.[10,15] En 1 estudio, se indicó que es posible que la destrucción de células cancerosas de próstata mediada por ascorbato se produzca por la activación de una vía de autofagia.[6] A partir de los datos de un estudio de 2018, se demostró que el hierro lábil y el peróxido de hidrógeno cumplen funciones importantes en los mecanismos de toxicidad selectiva del ascorbato y en la inducción del daño oxidativo del ADN o la destrucción de la célula cancerosa.[16] En otro estudio in vitro, se encontró que el ácido ascórbico destruyó las células de cáncer colorrectal que exhibían mutaciones en KRAS o BRAF mediante la inhibición de la enzima gliceraldehído 3 fosfato deshidrogenasa.[17]
Las diferencias en la quimiosensibilidad de las líneas celulares de cáncer de mama al tratamiento con ascorbato pueden obedecer a la expresión del transportador 2 de la vitamina C dependiente del sodio (SVCT-2).[18]
En las investigaciones se indicó que las dosis farmacológicas de ácido ascórbico potencian los efectos de los siguientes tratamientos:
En los hallazgos de un estudio publicado en 2012 se notificó que las dosis altas de ascorbato aumentan la radiosensibilidad celular del glioblastoma multiforme, y que esto produce más destrucción celular que la radiación sola.[21]
Sin embargo, no en todos los estudios se han observado mejores desenlaces al combinar la vitamina C con la quimioterapia. El tratamiento de células de leucemia y linfoma con ácido deshidroascórbico (la forma oxidada de la vitamina C que aumenta las concentraciones intracelulares de ácido ascórbico) disminuyó los efectos citotóxicos de varios antineoplásicos ya evaluados, como la doxorrubicina, el metotrexato y el cisplatino (las disminuciones relativas de citotoxicidad oscilaron entre el 30 % y el 70 %).[22] En otro estudio, se trataron células de mieloma múltiple con bortezomib o con plasma obtenido de voluntarios sanos que tomaron suplementos de vitamina C oral. Las células que se trataron con la combinación de bortezomib y plasma de voluntarios presentaron menor citotoxicidad que las células tratadas con bortezomib solo.[23]
En 2007, un grupo de investigadores demostró que el uso de N-acetilcisteína oral y vitamina C, ambos compuestos que se cree que actúan sobre todo como antioxidantes, tal vez produzca efectos antineoplásicos in vivo mediante la disminución de las concentraciones del factor inducible por hipoxia 1, un factor de transcripción que se dirige al factor de crecimiento endotelial vascular y que cumple una función en la angiogénesis.[24]
En algunos estudios se demostró la inhibición del crecimiento tumoral después del tratamiento con ascorbato farmacológico en modelos animales de las siguientes neoplasias:
Se investigaron los efectos tumorales de la administración parenteral de ácido ascórbico combinada con tratamientos estándar. En un modelo murino de cáncer de páncreas, la combinación de gemcitabina (30 mg/kg o 60 mg/kg cada 4 días) con la inyección intraperitoneal de ascorbato (4 g/kg por diarios) logró disminuciones más pronunciadas del peso y el volumen tumoral, en comparación con el tratamiento de gemcitabina sola.[8] En un estudio de modelos murinos de cáncer de ovario, se encontró que el ascorbato mejoró el efecto inhibitorio tumoral de carboplatino y paclitaxel, la quimioterapia de primera línea para el cáncer de ovario.[27] En un estudio que utilizó modelos de xenoinjertos de cáncer de pulmón de células no pequeñas y glioblastoma multiforme se observó que la combinación de quimioterapia (carboplatino para el cáncer de pulmón y temozolomida para el glioblastoma), radioterapia, e inyección intraperitoneal de ascorbato farmacológico (4g/kg/d) resultó en una supervivencia más prolongada en comparación con la combinación de quimioterapia y radioterapia.[15]
En un estudio se evaluó la eficacia de la inyección parenteral de ascorbato con gemcitabina o radioterapia en un modelo de xenoinjerto de sarcoma de ratón. El tratamiento consistió en dosis de ascorbato intraperitoneal (4 g/kg) en combinación con gemcitabina (60 mg/kg) o radioterapia (12 Gy en 2 fracciones). En comparación con el grupo control, la combinación de los tratamientos produjo una inhibición significativamente mayor del crecimiento tumoral y una mayor tasa de supervivencia sin aumento de la toxicidad, lo que indica una toxicidad selectiva hacia las células cancerosas.[16]
También hay informes de estudios con animales en los que la vitamina C interfirió con el efecto anticanceroso de varios fármacos. En un estudio descrito en 2008, la administración de ácido deshidroascórbico antes del tratamiento con doxorrubicina en ratones con xenoinjertos de linfoma produjo tumores significativamente más grandes que los del tratamiento con doxorrubicina sola.[22] Cabe destacar que en este estudio se utilizó el deshidroascorbato, la forma oxidada de la vitamina C que se sabe que ingresa en las células mediante transporte activo y que luego se reduce a vitamina C, aunque no se use de forma sistemática. Los ratones con xenoinjertos de mieloma múltiple tratados con la combinación de vitamina C oral y bortezomib presentaron volúmenes tumorales mayores que los tratados con bortezomib solo.[23] Este aumento de volumen tumoral se produjo debido a una reacción química que se presenta en el tubo digestivo, pero que no es importante en la administración intravenosa.
A principios de la década de 1970, se llevó a cabo una serie de casos consecutivos en 50 pacientes con cáncer avanzado que se trataron con dosis intravenosas (IV) y orales de ácido ascórbico.[1] Estos pacientes comenzaron el tratamiento con ácido ascórbico después de que se considerara improbable la eficacia de los tratamientos convencionales. Los pacientes recibieron ácido ascórbico IV (10 g/día durante 10 días consecutivos; algunos pacientes recibieron dosis más altas), ácido ascórbico oral (10 g/día), o ambos. Los pacientes presentaron una variedad amplia de respuestas al tratamiento como las siguientes:
Sin embargo, los autores indicaron que la falta de controles impidió que se señalara en forma definitiva alguna respuesta beneficiosa del tratamiento con ácido ascórbico.[1] En un informe de caso publicado en 1975, se describió en detalle el caso de uno de los pacientes que presentó regresión tumoral.[2] El paciente con diagnóstico de sarcoma de células reticulares presentó mejora en el bienestar; las masas pulmonares desaparecieron después del tratamiento con ácido ascórbico IV y oral. Algunas de las manifestaciones de la enfermedad reaparecieron cuando se disminuyó la dosis diaria de ácido ascórbico; sin embargo, la remisión se logró de nuevo después de que el paciente retomó la dosis inicial más alta.
En 1976, se describió una serie de casos más numerosa de pacientes con cáncer en estadio terminal que se trataron con ascorbato. En este estudio, 100 pacientes de cáncer en estadio terminal (50 ya se habían informado antes) [1] se trataron con ascorbato (10 g/día por 10 días IV, después por vía oral) y se compararon con 1000 controles emparejados del mismo hospital. La media de supervivencia de los pacientes tratados con ascorbato fue 300 días más larga que la de los controles emparejados.[3,4]
En 2 estudios se intentó repetir los resultados iniciales. Estos estudios fueron ensayos aleatorizados, controlados con placebo en los que pacientes de cáncer recibieron 10 g diarios de vitamina C oral o placebo, hasta que presentaron signos de progresión del cáncer. En estos estudios, no se administró vitamina C intravenosa. Al final de cada estudio, no se encontraron diferencias significativas en cuanto a síntomas, estado funcional o supervivencia entre los grupos tratados con ascorbato y los tratados con placebo.[5,6]
Un estudio incluyó 3 informes de casos de pacientes con cáncer que recibieron vitamina C intravenosa como terapia principal. En el transcurso del tratamiento con vitamina C, los pacientes utilizaron otros tratamientos, como vitaminas, minerales y productos botánicos. Según los autores, los casos se revisaron en conformidad con las directrices NCI Best Case Series guidelines. En el análisis de las características histopatológicas se indicó un pronóstico precario para estos pacientes, pero tuvieron una supervivencia más prolongada después de recibir vitamina C intravenosa.[7] La vitamina C se administró en dosis de 15 g a 65 g, al inicio 1 o 2 veces por semana durante varios meses; 2 pacientes la recibieron con menor frecuencia durante 1 a 4 años.
En 1 estudio, se demostró que el tratamiento con vitamina C intravenosa mejoró la calidad de vida y disminuyó los efectos secundarios relacionados con el cáncer en los pacientes con esta enfermedad.[8]
En un estudio piloto de un solo grupo, se usaron infusiones semanales de 60 g de ácido ascórbico por un período de 9 semanas administradas a pacientes de cáncer de próstata resistente a la castración, y no se observó una reducción del antígeno prostático específico en suero ni regresión tumoral.[9]
En algunos estudios se observó que es posible administrar la vitamina C de forma inocua a voluntarios sanos y a pacientes de cáncer en dosis de hasta 1,5 g/kg, con exámenes de detección; esto evitaría el tratamiento de personas con factores de riesgo de toxicidad (por ejemplo, deficiencia de glucosa-6-fosfato–deshidrogenasa, enfermedades renales o urolitiasis). En estos estudios también se encontró que las concentraciones plasmáticas de vitamina C son más altas después de la administración IV que la oral, y que estas concentraciones se mantienen durante más de 4 horas.[10,11]
En un estudio de fase I publicado en 2012 se examinó la inocuidad y la eficacia de combinar ascorbato IV con gemcitabina y erlotinib en pacientes con cáncer de páncreas en estadio IV. Se inscribieron en el estudio 14 pacientes y se planificó que recibieran gemcitabina IV (1000 mg/m2 durante 30 minutos, una vez por semana, por 7 semanas), erlotinib oral (100 mg, diarios, por 8 semanas) y ascorbato IV (50 g/infusión, 75 g/infusión o 100 g/infusión, 3 veces por semana, durante 8 semanas). Se notificaron efectos adversos mínimos del tratamiento con ácido ascórbico. De los pacientes, 5 recibieron menos de 18 de las 24 infusiones de ascorbato previstas y, por lo tanto, no se sometieron a imaginología de seguimiento para evaluar la respuesta. Entre los pacientes, 3 presentaron enfermedad progresiva que se comprobó mediante evaluación clínica. Los otros 9 pacientes contaban con imágenes repetidas para evaluar el tamaño tumoral, y cada uno cumplió con los criterios de enfermedad estable.[12]
En un estudio clínico de fase I de 2013 (NCT01049880) se evaluó la inocuidad de la combinación de ascorbato farmacológico con gemcitabina en el tratamiento de pacientes con cáncer de páncreas en estadio IV. Durante cada ciclo de 4 semanas, los pacientes recibieron gemcitabina semanal por 3 semanas (1000 mg/m2 durante 30 minutos) e infusiones de ascorbato 2 veces por semana, durante 4 semanas (15 g durante 30 minutos en la primera semana, seguido de aumentos semanales en la dosis hasta que se alcanzaran concentraciones plasmáticas de por lo menos 350 mg/dl [20 mM]). En los 9 pacientes, la media de supervivencia sin progresión fue de 26 semanas y la supervivencia general fue de 12 meses. El tratamiento combinado se toleró bien y no se notificaron eventos adversos significativos.[13]
En 2014, en un ensayo clínico de fase I/IIA se investigaron los efectos tóxicos de la combinación de ascorbato IV con carboplatino y paclitaxel para el cáncer epitelial de ovario en estadio III/IV. Se aleatorizaron a 27 pacientes para que recibieran quimioterapia sola o quimioterapia junto con vitamina C intravenosa. Se administró quimioterapia durante 6 meses y vitamina C intravenosa durante 12 meses. La incorporación de la vitamina C intravenosa disminuyó la toxicidad relacionada con la quimioterapia.[14]
En 2015 se realizó un ensayo clínico de fase I/II con dosis altas de vitamina C intravenosa (alrededor de 1,5 g/kg de masa corporal) en combinación con diferentes quimioterapias, en función del diagnóstico de cáncer específico, para hacer lo siguiente:[15]
Se analizó el uso de dosis altas de vitamina C intravenosa en 14 pacientes y en general se toleraron bien y fueron inocuas. Los efectos adversos temporales menores incluyeron aumento del flujo urinario, sed, náuseas, vómitos y escalofríos, algunos de ellos se podrían evitar. La administración de la quimioterapia no afectó la concentración plasmática de vitamina C. Sin embargo, algunos pacientes presentaron enfermedad estable, mejoras funcionales y aumento de la energía. El tamaño de la muestra fue tan pequeño que el carácter generalizable de estos resultados es dudoso.[15]
En 2017, en un estudio de fase I/IIA, se informó sobre el uso de la vitamina C intravenosa con el tratamiento habitual de quimioterapia con gemcitabina en pacientes con cáncer de páncreas de diagnóstico reciente.[16] Al inicio, se inscribieron 7 participantes. Cuando se confirmó la inocuidad de este régimen, se inscribieron 7 participantes adicionales. De los 14 participantes inscritos, 12 completaron la evaluación farmacocinética de la fase I. La evaluación consistió en mediciones farmacocinéticas de la vitamina C intravenosa y la gemcitabina como fármacos independientes, seguidas de mediciones farmacocinéticas de la vitamina C intravenosa en combinación con la gemcitabina. La administración de vitamina C intravenosa no interfirió con la gemcitabina.
En mayo de 2019, se publicó un estudio donde se evaluó la inocuidad, la farmacocinética y la eficacia de las dosis altas de vitamina C intravenosa en combinación con los regímenes mFOLFOX6 (oxaliplatino, leucovorina y fluorouracilo) o FOLFIRI (leucovorina, fluorouracilo y clorhidrato de irinotecán) de quimioterapia combinada. En este estudio se incluyeron a 36 pacientes de cáncer colorrectal metastásico o cáncer gástrico. El objetivo principal fue determinar la dosis máxima tolerada y la dosis recomendada de ácido ascórbico para la fase II junto con la administración de mFOLFOX6 o FOLFIRI. Los pacientes recibieron tratamiento con quimioterapia en un ciclo de 14 días con infusiones de vitamina C en 3 días consecutivos durante 3 horas cada vez. En la parte del estudio con el aumento escalonado de la dosis, las dosis de ácido ascórbico variaron de 0,2 g/kg a 1,5 g/kg. Para determinar la tasa de administración óptima del ácido ascórbico, las cohortes de pacientes recibieron tasas de infusión de 0,6 g/min, 0,8 g/min o 1 g/min. En el estudio no se observó una toxicidad limitante de dosis en ninguna de las dosis ni en las tasas de dosificación, por lo tanto no se alcanzó una dosis máxima tolerada y se recomendó una dosis de ácido ascórbico para la fase II de 1,5 g/kg. En general, no se presentaron efectos adversos y los tratamientos se consideraron inocuos y tolerables. Se está realizando un ensayo aleatorizado de fase III (NCT02969681) para determinar la eficacia clínica del ácido ascórbico con mFOLFOX6 junto con bevacizumab o sin este en pacientes de cáncer colorrectal metastásico.[17]
Referencias | Diseño del ensayo | Afección o tipo de cáncer | Dosis | Grupos de tratamiento (inscritos; tratados; de placebo o de control sin tratamiento)b | Resultados | Terapia simultánea utilizada | Puntaje del nivel de evidencia científicac |
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aPara obtener más información y la definición de los términos, consultar el Diccionario de cáncer del NCI. | |||||||
bEs posible que el número de pacientes tratados más el número de pacientes del grupo de control no sea igual al número de pacientes inscritos; el número de pacientes inscritos es igual a número de pacientes inicialmente registrados o considerados por los investigadores que realizaron un estudio; el número de pacientes tratados es igual al número de pacientes inscritos a los que se sometió al tratamiento en estudio Y cuyos resultados se notificaron. | |||||||
cPara obtener más información sobre el análisis de los niveles de evidencia científica y una explicación de los puntajes asignados, consultar Niveles de evidencia de los estudios sobre las terapias integrales, alternativas y complementarias en seres humanos con cáncer. | |||||||
[16] | Ensayo de fase I/IIA | Cáncer de páncreas de diagnóstico reciente | 6 dosis de 25–75 g/infusión en la fase I y 64 dosis de 100 g/infusión en la fase II | 14; 12; ninguno | El ácido ascórbico no interfirió con la farmacocinética de la gemcitabina | Gemcitabina | 2Dii |
[12] | Ensayo de fase I, sin anonimato | Cáncer de páncreas metastásico en estadio IV | 50, 75, o 100 g/infusión 3 veces/semana durante 8 semanas | 14; 14 (9 analizados); ninguno | El ácido ascórbico se toleró bien con la gemcitabina y el erlotinib | Gemcitabina, erlotinib | 2Dii |
[13] | Ensayo de fase I, sin anonimato | Adenocarcinoma pancreático en estadio IV | 15 g/semana hasta que las concentraciones plasmáticas alcanzaron al menos 350 mg/dl (20 mM) | 15; 11 (9 completos); ninguno | El ácido ascórbico se toleró bien con la gemcitabina | Gemcitabina | 2Dii |
[14] | Ensayo piloto de fase I/IIA | Cáncer de ovario en estadio III/IV | Hasta 75 o 100 g, 2 veces/semana durante 12 meses | 27; 14 (quimioterapia), 13 (quimioterapia y vitamina C intravenosa); ninguno | La adición del ácido ascórbico a la terapia con carboplatino y paclitaxel redujo los efectos tóxicos de la quimioterapia | Carboplatino, paclitaxel | 2C |
Están en curso ensayos con dosis altas de vitamina C intravenosa en combinación con otros fármacos.[12,14] En varios estudios se incluyeron dosis pequeñas de ácido ascórbico IV (1000 mg) junto con regímenes de trióxido de arsénico, con resultados desiguales. Consultar el Cuadro 2 para los resultados.
Referencias | Diseño del estudio | Afección o tipo de cáncer | Dosis | Grupos de tratamiento (inscritos; tratados; de placebo o de control sin tratamiento)b | Resultados | Terapia simultánea utilizada | Puntaje del nivel de evidencia científicac |
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N = número de pacientes; ECA = ensayo controlado aleatorizado. | |||||||
aPara obtener más información y la definición de los términos, consultar el Diccionario de cáncer del NCI. | |||||||
bEs posible que el número de pacientes tratados más el número de pacientes del grupo de control no sea igual al número de pacientes inscritos; el número de pacientes inscritos es igual a número de pacientes inicialmente registrados o considerados por los investigadores que realizaron un estudio; el número de pacientes tratados es igual al número de pacientes inscritos a los que se sometió al tratamiento en estudio Y cuyos resultados se notificaron. | |||||||
cPara obtener más información sobre el análisis de los niveles de evidencia científica y una explicación de los puntajes asignados, consultar Niveles de evidencia de los estudios sobre las terapias integrales, alternativas y complementarias en seres humanos con cáncer. | |||||||
[18] | ECA | Mieloma múltiple | 1000 mg | 48; grupo 1 (N = 16), grupo 2 (N = 17), grupo 3 (N = 15); ninguno | Se notificó que la adición de trióxido de arsénico y ácido ascórbico a dosis altas de melfalán fue inocua y se toleró bien | Melfalán | 1iiDii |
[19] | Fase II, sin anonimato | Mieloma múltiple recidivante o resistente al tratamiento | 1000 mg | 20; 20; ninguno | Se notificó la eficacia clínica y la tolerabilidad con el trióxido de arsénico, la dexametasona y el ácido ascórbico | Dexametasona | 3Dii |
[20] | Fase I/II, sin anonimato | Mieloma múltiple recidivante o resistente al tratamiento | 1000 mg | 22; 22; ninguno | El trióxido de arsénico, el bortezomib, y el ácido ascórbico se toleraron bien con signos de eficacia clínica | Bortezomib | 3Dii |
[21] | Fase II | Mieloma múltiple recidivante o resistente al tratamiento | 1000 mg | 65; 65; ninguno | El melfalán, el trióxido de arsénico y el ácido ascórbico fueron eficaces y se toleraron bien | Melfalán | 3Dii |
[22] | Fase II | Carcinoma colorrectal resistente al tratamiento, metastásico | 1000 mg | 5; 5; ninguno | Los pacientes presentaron efectos secundarios tóxicos moderados a graves sin respuesta clínica | Ninguno | 3Dii |
[23] | Fase II, sin anonimato | melanoma metastásico | 1000 mg | 11;10; ninguno | Los pacientes presentaron efectos secundarios tóxicos sin respuesta clínica | Temozolomida | 3Dii |
Con fundamento en sus datos preclínicos,[19] los investigadores de la Universidad de Iowa trataron a pacientes con carcinoma de células no pequeñas (CPCNP) y glioblastoma multiforme (GBM) en 2 ensayos clínicos piloto (NCT02420314 y NCT01752491).[24] Los participantes en ambos ensayos recibieron terapia convencional y vitamina C intravenosa, con dosis individualizadas para alcanzar una concentración plasmática máxima de ascorbato de 20 mM en cada paciente. El estudio de GBM tuvo un diseño de fase I con un total de 13 pacientes. Se administró vitamina C intravenosa con radioterapia y temozolomida; la toxicidad, la supervivencia sin progresión y la supervivencia general fueron favorables en comparación con los desenlaces de los controles históricos. El ensayo sobre CPCNP tuvo un diseño de fase II con 14 pacientes de cáncer avanzado que recibieron quimioterapia y vitamina C intravenosa (mediana de la concentración máxima en plasma, 16,4 mM). Las tasas de control de la enfermedad y de respuesta objetiva confirmada del grupo en estudio también fueron favorables en comparación con los controles históricos. Las limitaciones de estos estudios incluyeron el uso de controles históricos y el número bajo de participantes inscritos.
Están en curso varios ensayos con dosis altas de vitamina C intravenosa junto con otros fármacos. En la actualidad, los investigadores de la Universidad de Iowa llevan a cabo 5 ensayos, 4 estudios de fase II y 1 estudio de fase IB/II. Los 4 ensayos clínicos de fase II investigan la eficacia de las dosis altas de ascorbato en combinación con regímenes anticancerosos estándares. Estos estudios analizan la combinación de dosis altas de ascorbato con los siguientes tratamientos:
En otro ensayo de fase IB/II (NCT03508726) se está estudiando la inocuidad y la eficacia de las dosis altas de ascorbato con radioterapia preoperatoria en pacientes de sarcoma de tejido blando localmente avanzado.
En varios estudios con resultados desiguales, se incluyó tratamiento con ácido ascórbico IV en una dosis fija de 1000 mg junto con regímenes de trióxido de arsénico. Los investigadores que usaron este abordaje indicaron que es posible que las propiedades prooxidantes del ácido ascórbico IV quizás contribuyan al aumento de los efectos del trióxido de arsénico mediante la sensibilización de las células malignas a los efectos citotóxicos del arsénico.[25] La combinación de tratamientos se toleró bien y se indicaron efectos beneficiosos en pacientes con mieloma múltiple, aunque no se logró determinar la contribución específica de la vitamina C.[18-21] Sin embargo, el uso de regímenes de combinaciones similares derivaron en efectos secundarios graves, progresión de la enfermedad y ausencia de efectos anticancerosos en los pacientes de cáncer colorrectal metastásico resistente al tratamiento [22] y melanoma metastásico.[23] Debido a que estos ensayos no fueron controlados con placebo, no queda claro en qué grado el ascorbato contribuyó a la toxicidad o a la eficacia demostrada en estos estudios.
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En general, las dosis altas intravenosas (IV) de ácido ascórbico se toleraron bien en los ensayos clínicos.[1-9] Se ha notificado insuficiencia renal después del tratamiento con ácido ascórbico en pacientes con trastornos renales preexistentes.[10] En un estudio, se notificó la sobrecarga de líquidos relacionada con la infusión de ácido ascórbico, pero esto quizás se deba al método de administración y no al producto.[11]
En informes de casos se indicó que los pacientes con deficiencia de glucosa-6-fosfato–deshidrogenasa (G6PD) deben evitar las dosis altas de vitamina C debido al riesgo de presentar hemólisis.[12-14]
Se demostró que la administración de dosis altas de vitamina C intravenosa interfiere en la medición de los parámetros bioquímicos en suero. En un estudio de la administración de dosis altas de vitamina C intravenosa, se observó que esta interfería en ciertas pruebas de laboratorio, como las que se hacen con los medidores de glucosa que utilizan tiras reactivas, dando resultados falsos de elevación de la concentración de glucosa.[15,16]
Es posible que la vitamina C ocasione interacciones adversas con algunos antineoplásicos cuando se administra en dosis altas. Estas interacciones se detectaron sobre todo en estudios preclínicos. En 2 estudios clínicos iniciales, se evaluó la inocuidad de combinar dosis altas de ascorbato IV con gemcitabina en pacientes con cáncer de páncreas en estadio IV. Los pacientes toleraron bien el tratamiento combinado y no se notificaron efectos adversos importantes.[9,17]
En los estudios con animales in vitro e in vivo, se indicó que el uso de la combinación de vitamina C oral y bortezomib interfiere con la capacidad del fármaco para actuar como inhibidor del proteasoma e impide la apoptosis mediada por bortezomib.[18-20] Esta interferencia se presentó incluso cuando los animales recibieron la vitamina C por vía oral (40 mg/kg/día). En los estudios de cultivos celulares y los realizados con plasma sanguíneo de voluntarios sanos que recibieron vitamina C oral (1 g diario), también se observó una disminución significativa de los efectos inhibitorios del bortezomib en la proliferación de las células de mieloma múltiple. En otro estudio, se encontraron resultados similares. Se observó que el plasma de voluntarios sanos, que tomaron 1 g de vitamina C oral por día, disminuyó la inhibición de la proliferación del bortezomib en las células de mieloma múltiple e impidió el efecto inhibitorio sobre la actividad del proteasoma 20S.[20] Sin embargo, en 1 estudio con ratones que tenían xenoinjertos de células de cáncer de próstata humanos, no se logró encontrar un efecto significativo de la vitamina C oral (40 mg/kg/día o 500 mg/kg/día) sobre la actividad inhibitoria del bortezomib en la proliferación tumoral.[21] Dado que se sabe que la administración intravenosa de vitamina C produce concentraciones más elevadas de ascorbato que la administración oral, estos resultados constituyen una advertencia para los pacientes con cáncer que reciben bortezomib. Los resultados del estudio sobre la administración simultánea de vitamina C intravenosa y bortezomib en seres humanos deberían ayudar a orientar las recomendaciones clínicas.
Se han llevado a cabo muchos estudios, con resultados desiguales, para evaluar las posibles acciones sinérgicas o inhibitorias de la vitamina C en ciertos fármacos quimioterapéuticos. En una serie de estudios en cultivos celulares y en animales con tumores, se observó que cuando se administran concentraciones o dosis altas de ácido deshidroascórbico (forma oxidada de la vitamina C), es probable que estas interfieran con los efectos citotóxicos de varios fármacos quimioterapéuticos.[22] Sin embargo, por lo general, el ácido deshidroascórbico está presente solo en concentraciones bajas en los suplementos alimentarios y en los alimentos frescos.
Con el fin de ayudar a los lectores a evaluar los resultados de los estudios con seres humanos sobre las terapias integrales, alternativas y complementarias del cáncer, se informa, siempre que sea posible, acerca de la solidez de la evidencia (es decir, los niveles de evidencia científica) de cada tipo de tratamiento. Para poder realizar un análisis del nivel de evidencia, el estudio debe cumplir los siguientes requisitos:
Con el objeto de clasificar los estudios con seres humanos, se les asignan puntajes de niveles de evidencia científica por separado, según la solidez estadística del diseño del estudio y la solidez científica de los resultados del tratamiento (es decir, los criterios de valoración) analizados. Los dos puntajes resultantes se combinan para calcular el puntaje total. Para obtener una explicación de los puntajes e información adicional sobre el análisis de los niveles de evidencia de las terapias integrales, alternativas y complementarias para las personas con cáncer, consultar Niveles de evidencia de los estudios sobre las terapias integrales, alternativas y complementarias en seres humanos con cáncer.
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PDQ® . PDQ Vitamina C intravenosa. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/mca/pro/vitamina-c-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.
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