Hay tres tipos principales de cáncer de piel:
Los CCB y los CCE son las formas más comunes de cáncer de piel y, en conjunto, se los denomina cánceres de piel no melanoma. En este resumen se aborda el tratamiento de los CCB y CCE de piel, así como la queratosis actínica, que es la lesión no invasiva relacionada. Para obtener información sobre el tratamiento del melanoma, consultar Tratamiento del melanoma.
El cáncer de piel no melanoma es el cáncer más común en los Estados Unidos. El CCB es el tipo más común de cáncer: representa cerca de tres cuartos de los cánceres de piel no melanoma.[1] Según parece, la incidencia del cáncer de piel no melanoma está en aumento en algunas áreas de los Estados Unidos,[2,3] pero no en todas. Es probable que las tasas de incidencia general en los Estados Unidos hayan estado en aumento desde hace varios años.[4] En parte, este aumento quizás se atribuya a una concientización mayor sobre el cáncer de piel y, como consecuencia, los exámenes y las biopsias de lesiones cutáneas.
No es posible calcular con precisión el número total y la tasa de incidencia de los cánceres de piel no melanomas porque no se exige la notificación a los registros del cáncer. Sin embargo, al extrapolar las tarifas de servicio de Medicare a la población de los Estados Unidos, se calculó que en 2012 se trataron alrededor de 3,3 millones de personas por cánceres de piel no melanomas.[5,6] Este número supera el cálculo de la American Cancer Society de todos los otros casos anuales nuevos de cáncer, que fue de alrededor de 2 millones.[6] Aunque el cáncer de piel no melanoma es la neoplasia maligna más común de todas, representa menos del 0,1 % de las defunciones por cáncer.
Los factores de riesgo de cáncer de piel no melanoma son los siguientes:
Este resumen basado en la evidencia trata sobre el carcinoma de células basales (CCB) y el carcinoma de células escamosas (CCE) de piel, así como sobre la queratosis actínica, lesión no invasiva que algunos patólogos consideran como variante del CCE in situ.[1] Tanto el CCB como el CCE son de origen epitelial. Aunque el CCB y el CCE son claramente los tipos más frecuentes de cánceres de piel no melanomas (con una amplia variabilidad de comportamientos clínicos), la categoría de cáncer de piel no melanoma incluye alrededor de 82 tipos de neoplasias malignas de la piel.[10]
Otros tipos de enfermedad maligna de la piel son los siguientes:
Para obtener más información, consultar Tratamiento del melanoma, Tratamiento del carcinoma de células de Merkel, Tratamiento de la micosis fungoide y otros linfomas cutáneos de células T y Tratamiento del sarcoma de Kaposi.
El CCB es por lo menos tres veces más común que el CCE en pacientes sin inmunodepresión. Por lo habitual, se presenta en las áreas de la piel expuestas al sol; la nariz es el sitio más frecuente. Aunque hay muchos cuadros clínicos diferentes de CCB, el tipo más característico es la lesión nodular asintomática o nodular ulcerosa que se eleva de la piel circundante, tiene aspecto nacarado y contiene vasos telangiectásicos.
Los CCB se componen de células no queratinizantes derivadas de la capa de células basales de la epidermis. Son de crecimiento lento y rara vez hacen metástasis. El CCB tiende a causar destrucción local y produce deformidad grave si se deja sin tratar o si las recidivas locales no se pueden extirpar por completo. Las zonas de riesgo alto para la recidiva tumoral después del tratamiento inicial son el centro de la cara (por ejemplo, región periorbitaria, párpados, surco nasogeniano o ángulo entre la nariz y la mejilla), la región posauricular, el pabellón auricular, el conducto auditivo externo, la frente y el cuero cabelludo.[11]
El tipo morfeiforme es un subtipo específico de CCB. Este subtipo aparece normalmente como una placa firme que se asemeja a una cicatriz. Debido a los márgenes tumorales imprecisos, el tipo morfeiforme es difícil de tratar de forma satisfactoria con los tratamientos tradicionales.[12]
Los CCB a menudo presentan una mutación característica en el gen supresor de tumores PTCH1, aunque el mecanismo de carcinogénesis no está claro.[1]
Las personas con daño crónico por exposición al sol, antecedentes de quemaduras, exposición al arsénico, inflamación cutánea crónica (como se observa en úlceras de la piel de larga duración) y que ya recibieron radioterapia tienen predisposición a presentar un CCE. Los CCE tienden a aparecer en las partes de la piel expuestas al sol, como las orejas, el labio inferior y el dorso de las manos. Es menos probable que los CCE que comienzan como queratosis actínica en la piel expuesta al sol hagan metástasis y tienen un pronóstico mejor que los que aparecen de novo o que aparecen en la piel no expuesta al sol.[12]
Los CCE se componen de células queratinizantes. Estos tumores son más malignos que los CCB y varían en cuanto al potencial de crecimiento, invasión y metástasis. El pronóstico se relaciona con el grado de diferenciación y el grado tumoral se notifica como parte del sistema de estadificación.[10] Lo más común es utilizar un sistema de cuatro grados (G1–G4), pero también se usan sistemas de 2 y 3 grados.
Se notificaron mutaciones en el gen supresor de tumores PTCH1 en CCE extirpados de pacientes con antecedentes de CCB múltiples.[13]
El CCE in situ (también conocido como enfermedad de Bowen) es una lesión no invasiva. En ocasiones, es difícil distinguir las características patológicas de un CCE in situ y de un proceso inflamatorio benigno.[1] El riesgo de que se transforme en un CCE invasivo es bajo, al parecer, en el rango del 3 % al 4 %.[14]
Las queratosis actínicas son posibles precursores de los CCE, pero la tasa de progresión es muy baja y la mayoría no se transforma en CCE. Estos parches normalmente rojos y escamosos suelen surgir en las áreas de la piel expuestas en forma crónica al sol y es común encontrarlos en la cara y el dorso de las manos.
Por lo habitual, los CCB y los CCE se diagnostican a partir de un examen histopatológico de rutina con piezas de biopsia obtenidas mediante rasurado, sacabocado, incisión o escisión.[1]
En ocasiones, para diagnosticar y estadificar los CCB y los CCE se hacen otras pruebas y procedimientos como los siguientes:
Para diagnosticar y estadificar el carcinoma de párpado, se realiza un examen o evaluación oftálmica.
En la octava edición del AJCC Cancer Staging Manual del American Joint Committee on Cancer (AJCC), hay sistemas de estadificación separados para el carcinoma de párpado, y para el carcinoma cutáneo de cabeza y cuello. El sistema de estadificación para el carcinoma cutáneo aborda el carcinoma de células escamosas (CCE) y el carcinoma de células basales (CCB) cutáneos.[1,2] El sistema de estadificación para el carcinoma de párpado contempla los carcinomas de todas las características histológicas.
Se deberán examinar en forma rutinaria los ganglios linfáticos regionales en todos los casos de CCB, en especial, en los siguientes casos:
Como el CCB rara vez hace metástasis, en general no se necesitan pruebas complementarias para determinar si hay metástasis.
Hay varios factores que se correlacionan con un pronóstico precario de recidiva o metástasis. Se aplican sobre todo a pacientes de CCE y a un subgrupo más maligno de carcinoma de piel no melanoma, pero rara vez a pacientes de CCB, e incluyen lo siguiente:[1]
Aunque el tumor sea pequeño, los CCE en pacientes inmunodeprimidos tienden a exhibir un comportamiento más maligno que los CCE en pacientes no inmunodeprimidos. A pesar de que la inmunodepresión no es una parte formal del sistema de estadificación del AJCC, se recomienda que los centros que realizan estudios prospectivos de los CCE registren la presencia y el tipo de inmunodepresión.
El AJCC designó los estadios mediante la clasificación TNM (tumor, ganglio linfático y metástasis) para definir el carcinoma cutáneo de cabeza y cuello, con exclusión de los carcinomas de párpado.[1]
Categoría T | Criterios T |
---|---|
aReproducción autorizada de AJCC: Cutaneous carcinoma of the head and neck. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 171–81. | |
bLa profundidad de la invasión se define como una invasión más allá de la grasa subcutánea o que mide >6 mm (medidos desde la capa granular de la epidermis normal adyacente hasta la base del tumor); la invasión perineural para la clasificación T3 se define como presencia de células tumorales dentro de la vaina nerviosa de un nervio que se encuentra más profundo que la dermis o que mide ≥0,1 mm de calibre, o que presenta compromiso clínico o radiográfico de los nervios sin invasión o sin traspasar la base del cráneo. | |
TX | Tumor primario no identificable. |
Tis | Carcinoma in situ. |
T1 | Tumor que mide ≤2 cm en su mayor dimensión. |
T2 | Tumor que mide >2 cm, pero ≤4 cm en su mayor dimensión. |
T3 | Tumor que mide >4 cm en su mayor dimensión, o con poca erosión ósea, invasión perineural o invasión profunda.b |
T4 | Tumor con invasión macroscópica del hueso cortical o la médula, invasión de la base del cráneo o invasión del foramen de la base del cráneo. |
–T4a | Tumor con invasión macroscópica del hueso cortical o la médula. |
–T4b | Tumor con invasión de la base del cráneo o compromiso del foramen de la base del cráneo. |
Categoría N | Criterios N |
---|---|
ENE = diseminación extraganglionar. | |
aReproducción autorizada de AJCC: Cutaneous carcinoma of the head and neck. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 171-81. | |
bEn ocasiones, se usa una designación "U" o "L" para cualquier categoría N con el fin de indicar metástasis por encima del borde inferior del cricoides (U) o por debajo del borde inferior del cricoides (L). De modo similar, la ENE clínica o patológica se deberá registrar como sin ENE (ENE-) o con ENE (ENE+). | |
NX | Ganglios linfáticos regionales no evaluables. |
N0 | Sin metástasis en ganglios linfáticos regionales. |
N1 | Metástasis en un solo ganglio linfático ipsilateral, que mide ≤3 cm en su mayor dimensión y ENE-. |
N2 | Metástasis en un solo ganglio linfático ipsilateral, que mide ≤3 cm en su mayor dimensión y ENE+; o mide >3 cm, pero ≤6 cm en su mayor dimensión y ENE-; o metástasis en múltiples ganglios linfáticos ipsilaterales, ninguno mide >6 cm en su mayor dimensión y ENE-; o en uno o más ganglios linfáticos bilaterales o contralaterales, ninguno >6 cm en su mayor dimensión, ENE-. |
–N2a | Metástasis en un solo ganglio linfático ipsilateral que mide ≤3 cm en su mayor dimensión y ENE+; o en un solo ganglio linfático ipsilateral que mide >3 cm, pero ≤6 cm en su mayor dimensión y ENE-. |
–N2b | Metástasis en múltiples ganglios linfáticos ipsilaterales, ninguno mide >6 cm en su mayor dimensión y ENE-. |
–N2c | Metástasis en uno o más ganglios linfáticos bilaterales o contralaterales, ninguno mide >6 cm en su mayor dimensión y ENE-. |
N3 | Metástasis en un ganglio linfático que mide >6 cm en su mayor dimensión y ENE-; o en un solo ganglio linfático ipsilateral que mide >3 cm en su mayor dimensión y ENE+; o en múltiples ganglios linfáticos ipsilaterales, contralaterales o bilaterales, cualquiera con ENE+; o en un solo ganglio linfático contralateral de cualquier tamaño y ENE+. |
–N3a | Metástasis en un ganglio linfático que mide >6 cm en su mayor dimensión y ENE-. |
–N3b | Metástasis en un solo ganglio linfático ipsilateral que mide >3 cm en su mayor dimensión y ENE+; o en múltiples ganglios linfáticos ipsilaterales, contralaterales o bilaterales, cualquiera con ENE+; o en un solo ganglio linfático contralateral de cualquier tamaño y ENE+. |
Categoría N | Criterios N |
---|---|
ENE = diseminación extraganglionar. | |
aReproducción autorizada de AJCC: Cutaneous carcinoma of the head and neck. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 171–81. | |
bEn ocasiones, se usa la designación "U" o "L" en cualquier categoría N para indicar metástasis por encima del borde inferior del cricoides (U) o por debajo del borde inferior del cricoides (L). De modo similar, la ENE clínica o patológica se deberá registrar como sin ENE (ENE-) o con ENE (ENE+). | |
NX | Ganglios linfáticos regionales no evaluables. |
N0 | Sin metástasis en ganglios linfáticos regionales. |
N1 | Metástasis en un solo ganglio linfático ipsilateral, que mide ≤3 cm en su mayor dimensión y ENE-. |
N2 | Metástasis en un solo ganglio linfático ipsilateral que mide >3 cm, pero ≤6 cm en su mayor dimensión y ENE-; o metástasis en múltiples ganglios linfáticos ipsilaterales, ninguno mide >6 cm en su mayor dimensión y ENE-; o en ganglios linfáticos bilaterales y contralaterales, ninguno mide >6 cm en su mayor dimensión y ENE-. |
–N2a | Metástasis en un solo ganglio linfático ipsilateral que mide >3 cm, pero ≤6 cm en su mayor dimensión y ENE-. |
–N2b | Metástasis en múltiples ganglios linfáticos ipsilaterales, ninguno mide >6 cm en su mayor dimensión y ENE-. |
–N2c | Metástasis en ganglios linfáticos bilaterales o contralaterales, ninguno mide >6 cm en su mayor dimensión y ENE-. |
N3 | Metástasis en un ganglio linfático que mide >6 cm en su mayor dimensión y ENE-; o metástasis en cualquier ganglio linfático y ENE manifiesta desde el punto de vista clínico (ENE+). |
–N3a | Metástasis en un ganglio linfático que mide >6 cm en su mayor dimensión y ENE-. |
–N3b | Metástasis en cualquier ganglio linfático y ENE+. |
Categoría M | Criterios M |
---|---|
aReproducción autorizada de AJCC: Cutaneous carcinoma of the head and neck. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 171–81. | |
M0 | Sin metástasis a distancia. |
M1 | Metástasis a distancia. |
Estadio | T | N | M | Imagen |
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T = tumor primario; N = ganglio linfático regional; M = metástasis a distancia. | ||||
aReproducción autorizada de AJCC: Cutaneous carcinoma of the head and neck. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 171–81. | ||||
0 | Tis | N0 | M0 | |
I | T1 | N0 | M0 | |
II | T2 | N0 | M0 | |
III | T1 | N1 | M0 | |
T2 | N1 | M0 | ||
T3 | N0 | M0 | ||
T3 | N1 | M0 | ||
IV | T1 | N2 | M0 | |
T2 | N2 | M0 | ||
T3 | N2 | M0 | ||
T4 | Cualquier N | M0 | ||
Cualquier T | N3 | M0 | ||
Cualquier T | Cualquier N | M1 |
El AJCC designó los estadios mediante la clasificación TNM.[1] La clasificación TNM se usa para estadificar todos los tipos celulares del carcinoma de párpado, excepto el melanoma.
Categoría T | Criterios T |
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aReproducción autorizada de AJCC: Eyelid carcinoma. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 779-85. | |
TX | Tumor primario no evaluable. |
T0 | Sin indicios de tumor primario. |
Tis | Carcinoma in situ. |
T1 | Tumor que mide ≤10 mm en su mayor dimensión. |
–T1a | Tumor sin invasión del tarso palpebral ni el margen del párpado. |
–T1b | Tumor con invasión del tarso palpebral o el margen del párpado. |
–T1c | Tumor con compromiso de todo el grosor del párpado. |
T2 | Tumor que mide >10 mm, pero ≤20 mm en su mayor dimensión. |
–T2a | Tumor sin invasión del tarso palpebral ni el margen del párpado. |
–T2b | Tumor con invasión del tarso palpebral o el margen del párpado. |
–T2c | Tumor con compromiso de todo el grosor del párpado. |
T3 | Tumor que mide >20 mm, pero ≤30 mm en su mayor dimensión. |
–T3a | Tumor sin invasión del tarso palpebral ni el margen del párpado. |
–T3b | Tumor con invasión del tarso palpebral o el margen del párpado. |
–T3c | Tumor con compromiso de todo el grosor del párpado. |
T4 | Cualquier tumor del párpado con invasión de las estructuras oculares, orbitarias o faciales adyacentes. |
–T4a | Tumor con invasión de las estructuras oculares o intraorbitarias. |
–T4b | Tumor con invasión (o que erosiona a través de) de las paredes óseas de la órbita o con diseminación a los senos paranasales, o invasión del saco lagrimal, el conducto nasolagrimal o el encéfalo. |
Categoría N | Criterios N |
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aReproducción autorizada de AJCC: Eyelid carcinoma. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 779–85. | |
NX | Ganglios linfáticos regionales no evaluables. |
N0 | Sin indicios de compromiso de ganglios linfáticos. |
N1 | Metástasis en un solo ganglio linfático regional ipsilateral, que mide ≤3 cm en su mayor dimensión. |
–N1a | Metástasis en un solo ganglio linfático ipsilateral, según evaluación clínica o hallazgos en imágenes. |
–N1b | Metástasis en un solo ganglio linfático ipsilateral, según una biopsia de ganglio linfático. |
N2 | Metástasis en un solo ganglio linfático ipsilateral, que mide >3 cm en su mayor dimensión; o en ganglios linfáticos bilaterales o contralaterales. |
–N2a | Metástasis documentada mediante evaluación clínica o hallazgos en imágenes. |
–N2b | Metástasis documentada mediante hallazgos microscópicos en una biopsia de ganglio linfático. |
Categoría M | Criterios M |
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aReproducción autorizada de AJCC: Eyelid carcinoma. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 779–85. | |
M0 | Sin metástasis a distancia. |
M1 | Metástasis a distancia. |
Estadio | T | N | M |
---|---|---|---|
T = tumor primario; N = ganglio linfático regional; M = metástasis a distancia. | |||
aReproducción autorizada de AJCC: Eyelid carcinoma. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 779–85. | |||
0 | Tis | N0 | M0 |
IA | T1 | N0 | M0 |
IB | T2a | N0 | M0 |
IIA | T2b–c | N0 | M0 |
T3 | N0 | M0 | |
IIB | T4 | N0 | M0 |
IIIA | Cualquier T | N1 | M0 |
IIIB | Cualquier T | N2 | M0 |
IV | Cualquier T | Cualquier N | M1 |
Los tratamientos del carcinoma de células escamosas y el carcinoma de células basales se describen en el Cuadro 10.
Hay una gama amplia de abordajes de tratamiento del carcinoma de células basales de la piel (CCB), incluso escisión, radioterapia, criocirugía, electrodesecación y curetaje, exposición fotodinámica o exposición a la luz de rayo láser y terapias tópicas. Cada uno de estos abordajes es útil en situaciones clínicas específicas. Según la selección de casos, estos abordajes tienen tasas sin recidiva que oscilan entre el 85 % y el 95 %.[1-9]
Se publicó una revisión sistemática de 27 ensayos controlados aleatorizados en la que se compararon varios tratamientos para el CCB.[10] Se publicaron 18 estudios completos y 9 solo en forma de resumen. Se analizaron solo 19 de los 27 ensayos según los criterios de intención de tratamiento. Dado que la tasa de letalidad por CCB es tan baja, el criterio principal de valoración de la mayoría de los ensayos es respuesta completa o tasa de recidiva después del tratamiento. La mayoría de los estudios identificados no fueron de calidad alta y tuvieron períodos de seguimiento cortos que conducirán a una sobrestimación del control tumoral; solo un estudio tuvo un período de seguimiento de 4 años. En una revisión bibliográfica de tasas de recidiva en series de casos con seguimiento a largo plazo después del tratamiento de CCB, se indicó que solo el 50 % de las recidivas se presentaron en los 2 primeros años, el 66 % después de 3 años y el 18 % después de 5 años.[11] Un hallazgo común fue que las tasas de recidivas a 10 años fueron de cerca del doble de las tasas de recidiva a 2 años.
Las opciones de tratamiento para el CCB de la piel (enfermedad localizada) son las siguientes:
Este tratamiento quirúrgico tradicional suele depender de márgenes quirúrgicos que oscilen de 3 a 10 mm, según el diámetro del tumor. Es posible que sea necesaria una nueva escisión si se encuentra que el margen quirúrgico del corte en parafina es insuficiente. Por ejemplo, en un ensayo, se extirparon de modo incompleto 35 de 199 CCB primarios (18 %) durante la cirugía inicial y se sometieron a otra escisión.[12] Además, en muchos laboratorios se realiza un examen patológico de solo una pequeña fracción del margen total del tumor. En consecuencia, la indicación de márgenes sin compromiso tumoral puede estar sujeta a un error de muestreo.[13]
En ensayos clínicos, la escisión se comparó con radioterapia, cirugía micrográfica de Mohs, terapia fotodinámica (TFD) y criocirugía.
Evidencia (escisión quirúrgica con evaluación de los márgenes):
La cirugía micrográfica de Mohs es una forma de escisión tumoral que incluye el seccionamiento radial progresivo y el examen en tiempo real de los márgenes de resección hasta lograr márgenes adecuados no comprometidos, evitando márgenes mayores que los necesarios. Se trata de una técnica especializada que se utiliza para lograr los márgenes más estrechos necesarios para evitar la recidiva tumoral y, al mismo tiempo, preservar al máximo el aspecto cosmético. El tumor se delinea al microscopio con resección radial seriada hasta que se elimina por completo a medida que se evalúan las secciones congeladas en tiempo real. En series de casos no controladas, se indicó que las tasas de control de la enfermedad fueron superiores a otros métodos de tratamiento para el CCB.[18-20] Sin embargo y, como se indicó en la sección Escisión quirúrgica con evaluación de los márgenes, no es evidente que la tasa de control de la enfermedad fue mejor cuando se la comparó directamente con la escisión quirúrgica de CCB faciales en un ensayo aleatorizado de CCB primarios.[12]
Esta cirugía es la más conveniente para el tratamiento de tumores que recidivaron después de la escisión inicial o que están en áreas cosméticas delicadas (por ejemplo, el área periorbitaria del párpado, el surco nasogeniano, el ángulo entre la nariz y la mejilla, el surco posterior de la mejilla, el pabellón auricular, el conducto auditivo externo, la frente, el cuero cabelludo, los dedos y los genitales).[19,21] También se usa para tratar tumores con bordes clínicos mal definidos.
En particular, la radioterapia es útil para el tratamiento de pacientes con lesiones primarias que de otra forma necesitarían someterse a una cirugía difícil o extensa (por ejemplo, en la nariz y las orejas).[22] La radioterapia elimina la necesidad de un injerto de piel cuando la cirugía podría resultar en un defecto extenso. Los resultados cosméticos a menudo son buenos, con poca hipopigmentación o telangiectasia en la vía de tratamiento. La radioterapia también se puede usar para lesiones que recidivan después de un abordaje quirúrgico primario.[23]
Se evita administrar radioterapia a pacientes con afecciones que los predisponen a cánceres inducidos por radiación, como el xeroderma pigmentoso o el síndrome del nevo basocelular.
Evidencia (radioterapia):
El curetaje y la electrodesecación componen un método ampliamente empleado para extirpar CCB primarios; en particular, lesiones superficiales en el cuello, el tronco y las extremidades que se consideran que tienen riesgo bajo de recidiva. Se usa una cureta afilada para raspar completamente el tumor hasta su base, seguida de electrodesecación de la base de la lesión. Aunque es un método rápido de destrucción tumoral, lo adecuado del tratamiento no se puede evaluar de inmediato ya que el cirujano no puede detectar visualmente la profundidad de la invasión microscópica del tumor. Este procedimiento a veces se llama electrocirugía.
Evidencia (curetaje y electrodesecación):
La criocirugía se considera en ocasiones para pacientes con tumores primarios pequeños, clínicamente bien definidos.[26-28] No se usa con frecuencia para el tratamiento de CCB, pero puede ser útil para pacientes con afecciones que impiden otros tipos de cirugía.[8,29-35] Las contraindicaciones para la criocirugía son las siguientes:
También se deberá tener cuidado antes de tratar una neoplasia nodular ulcerosa de más de 3 cm de diámetro, carcinomas fijados al hueso o cartílago subyacentes, tumores situados en los márgenes laterales de los dedos y en la fosa cubital del codo, o carcinomas recidivantes después de una escisión quirúrgica. Es inevitable la pérdida permanente de pigmento en el sitio de tratamiento, de modo que el tratamiento no es adecuado para pacientes de piel oscura.
El edema es común después del tratamiento, en especial alrededor de la región periorbitaria, la sien y la frente. Por lo general, los tumores tratados exudan material necrótico y después se forma una escara que persiste durante cerca de cuatro semanas. Se notificaron atrofia y cicatrización hipertrófica, así como casos de neuropatía motora y sensorial.
Evidencia (criocirugía):
La terapia fotodinámica (TFD) con fotosensibilizadores se usa para el tratamiento de un grupo amplio de tumores epiteliales superficiales.[39] Se aplican en el tumor fotosensibilizadores tópicos como el 5-ácido aminolevulínico o el aminolevulinato de metilo y luego se expone a una luz de longitud de onda específica (ya sea láser o de banda ancha), según las características de absorción del fotosensibilizador. En el caso de CCB múltiples, se investigó el uso de fotosensibilizadores sistémicos de corta duración (intravenosos) como la verteporfina.[40] Una vez activado por la luz, el fotosensibilizador reacciona con el oxígeno del tejido para formar radicales de oxígeno de especie simple que produce la destrucción local de células.
Evidencia (terapia fotodinámica):
El fluorouracilo (5-FU) tópico en forma de crema al 5 % resulta útil en circunstancias específicas limitadas. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó este tratamientos para CCB superficiales en pacientes para quienes no son prácticos los tratamientos convencionales; por ejemplo, personas con lesiones múltiples o con sitios de tratamiento difíciles. No se ha establecido la inocuidad o la eficacia para otras indicaciones.[41,42][Nivel de evidencia C3] Debido a la naturaleza superficial de los efectos del 5-FU tópico, es posible que persista el compromiso dérmico no visible, que da una falsa impresión de éxito del tratamiento. Además, la enérgica inflamación con la que se acompaña en ocasiones causa una toxicidad importante en la piel y malestar en una gran proporción de los pacientes.
El imiquimod es un agonista de los receptores tipo toll 7 u 8, que induce una cascada de citocinas de las células T auxiliares y producción de interferón. Según se informa, actúa como inmunomodulador.
Aunque la FDA aprobó el imiquimod para el tratamiento de los CCB superficiales, algunos investigadores en el campo no lo recomiendan como monoterapia inicial para el CCB. En ocasiones se reserva para pacientes con lesiones pequeñas en sitios de riesgo bajo que no pueden recibir tratamiento con terapias más establecidas.[42] El imiquimod en crema al 5 % se usa en cronogramas que oscilan entre 2 veces por semana y 2 veces por día durante 5 a 15 semanas. La mayor parte de la experiencia se limita a series de casos de CCB con un área menor de 2 cm2 y que no se encuentran en sitios de riesgo alto (por ejemplo, dentro de 1 cm de la línea del nacimiento del cabello, los ojos, la nariz, la boca o las orejas; o en la región anogenital, las manos o los pies).[42] Los períodos de seguimiento en general fueron cortos. Las tasas notificadas de RC varían mucho entre el 40 % y el 100 %.[42][Nivel de evidencia C3]
Se realizaron varios ensayos aleatorizados de imiquimod.[43-48] Sin embargo, los diseños de todos los ensayos hacen imposible interpretar su eficacia a largo plazo. La mayoría fueron estudios patrocinados por la industria para establecer las dosis, con números reducidos de pacientes que recibieron cualquiera de los regímenes administrados; además, solo se siguieron a los pacientes durante 6 a 12 semanas, momento en que se realizó la escisión para determinar la respuesta histológica.[42][Nivel de evidencia B3]
Este método se usa con muy poca frecuencia para el tratamiento de los CCB por su dificultad para controlar los márgenes tumorales.[49] Pocos médicos tienen una experiencia extensa con la técnica para el tratamiento de un CCB. No hay ensayos aleatorizados que lo comparen con otras modalidades.
Las opciones de tratamiento del carcinoma de células basales metastásico de piel (o de la enfermedad avanzada local no tratable con modalidades locales) son las siguientes:
Es frecuente que los CCB exhiban una activación constitutiva de la vía de señalización del erizo sónico hedgehog/PTCH1. El vismodegib y el sonidegib son dos inhibidores de “smoothened”, una proteína transmembranaria que participa en la vía de señalización del erizo sónico hedgehog, que se aprobaron para el tratamiento de adultos con CCB metastásico, pacientes con CCB localmente avanzado que recidivó después de una cirugía y pacientes que no son aptos para someterse a cirugía o radioterapia.
Evidencia (vismodegib):
Evidencia (sonidegib):
No se dispone de tratamientos estándar de quimioterapia y solo hay informes anecdóticos en la bibliografía.[52]
Debido a que no hay un tratamiento curativo para el CCB metastásico, es apropiada la participación en ensayos clínicos. Para obtener información sobre los ensayos clínicos en curso, consultar el portal de Internet del NCI.
Después del tratamiento de un CCB, se debe hacer un seguimiento clínico a los pacientes y examinarlos de forma periódica. La mayoría de las recidivas se presentan dentro de los 5 años, pero cerca del 18 % de las recidivas se diagnostican después de ese período.[11]
Los pacientes que presentan un CCB primario también tienen un riesgo alto de cánceres primarios de piel posteriores debido a que su piel dañada por el sol es susceptible a otros cánceres.[53-55] Este efecto a veces se denomina carcinogénesis de campo. La edad en el momento del diagnóstico del primer CCB (<65 años), el pelo rojo y un CCB inicial en las extremidades superiores parecen estar relacionados con un riesgo más alto de nuevos CCB subsiguientes.[56]
Las opciones de tratamiento del CCB no metastásico recidivantes son las siguientes:
La cirugía micrográfica de Mohs se usa por lo común para tratar las recidivas locales de los CCB.
Evidencia (escisión quirúrgica vs cirugía micrográfica de Mohs):
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
El carcinoma de células escamosas (CCE) localizado de piel es una enfermedad sumamente curable.[1] Hay una variedad de abordajes de tratamiento para los CCE localizados; por ejemplo, escisión, radioterapia, criocirugía, y electrodesecación y curetaje.
La evidencia es escasa o de calidad insuficiente como para permitir la comparación directa de los desenlaces para pacientes de CCE esporádicos, clínicamente localizados, tratados con terapias locales. En una revisión sistemática de la literatura, se encontró solo un ensayo controlado aleatorizado para el tratamiento de este tipo de pacientes; en ese ensayo se comparó el tratamiento adyuvante con la observación después del tratamiento local inicial en lugar de diferentes terapias locales.[2] En ese ensayo pequeño de un solo centro, 66 pacientes con CCE de riesgo alto y clínicamente localizado se asignaron al azar, después de la escisión quirúrgica del tumor primario (con radiación o sin esta, según la valoración clínica), para recibir isotretinoína combinada (1 mg/kg oral por día) e interferón α (3 × 106 U subcutáneas 3 veces por semana) durante 6 meses o a someterse a observación.[3] Después de una mediana de seguimiento de 21,5 meses a 65 pacientes evaluables, no hubo diferencia en el criterio de valoración combinado (primario) para la recidiva del CCE o un segundo tumor primario (45 vs. 38 %; cociente de riesgos instantáneos = 1,13; intervalo de confianza [IC] 95 %, 0,53–2,41), ni en cualquiera de los componentes individuales del criterio principal de valoración.[3][Nivel de evidencia B1]
El cemiplimab y el pembrolizumab, inhibidores del receptor de muerte programada 1 (PD-1), son las únicas terapias sistémicas para el tratamiento del CCE cutáneo localmente avanzado o metastásico. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó estos medicamentos a partir de las tasas de respuesta (TR) objetiva de estudios de fase temprana.[4-6][Nivel de evidencia C3] Se notificaron efectos tóxicos relacionados con los inhibidores de puntos de control, incluso la muerte. Se recomienda llevar a cabo ensayos clínicos para definir el tratamiento óptimo. Hay ensayos en curso que incluyen inhibidores de PD-1 en entornos de tratamiento neoadyuvante, adyuvante y avanzado/metastásico, en monoterapia y en combinaciones.
Las opciones de tratamiento del carcinoma de células escamosas de piel (enfermedad localizada) son las siguientes:
La escisión es quizás el tratamiento más común para un CCE.[7] Este tratamiento quirúrgico tradicional suele depender de márgenes quirúrgicos que oscilan entre 4 y 10 mm, según el diámetro del tumor y el grado de diferenciación. En una serie de casos prospectivos de 141 CCE, un margen de 4 mm fue adecuado para abarcar toda la diseminación tumoral microscópica subclínica en más del 95 % de los tumores bien diferenciados de hasta 19 mm de diámetro. Se necesitaron márgenes mayores de 6 a 10 mm para tumores más grandes y tumores menos diferenciados en localizaciones de riesgo alto (por ejemplo, cuero cabelludo, orejas, párpados, nariz y labios).[8] Es posible que sea necesario realizar otra escisión si el margen quirúrgico del corte en parafina no es suficiente.
La cirugía micrográfica de Mohs es una forma de escisión tumoral que incluye el seccionamiento radial progresivo y el examen en tiempo real de los márgenes de resección hasta lograr márgenes adecuados no comprometidos, evitando márgenes mayores que los necesarios. Se trata de una técnica especializada que se utiliza para lograr los márgenes más estrechos necesarios para evitar la recidiva tumoral y, al mismo tiempo, preservar al máximo el aspecto cosmético. El tumor se delinea al microscopio con resección radial seriada hasta que se elimina por completo a medida que se evalúan los cortes congelados en tiempo real. No obstante, ya que con esta técnica se elimina el tumor que crece en contigüidad, y en ocasiones se omiten las micrometástasis cutáneas en tránsito no contiguas, algunos profesionales eliminan un margen adicional de la piel en las lesiones de riesgo alto, incluso después de que el procedimiento quirúrgico de Mohs confirma que los márgenes no están comprometidos.[7][Nivel de evidencia C3] En series de casos, la cirugía de Mohs se relacionó con una tasa más baja de recidiva que con otras modalidades locales,[9] pero no se dispone de ensayos aleatorizados que permitan una comparación directa.[2]
Esta cirugía es más adecuada para el tratamiento de tumores en áreas cosméticamente sensibles (por ejemplo, área periorbitaria del párpado, surco nasogeniano, ángulo entre la nariz y la mejilla, surco posterior de la mejilla, pabellón auditivo, conducto auditivo, frente, cuero cabelludo, dedos y genitales) o para tumores que recidivaron después de la escisión inicial.[10,11] La cirugía micrográfica de Mohs también se usa a menudo para tratar tumores de riesgo alto con bordes clínicos pobremente definidos o con invasión perineural.
La radioterapia es una elección lógica de tratamiento; en particular, para pacientes con lesiones primarias que exigen una cirugía más difícil o extensa (por ejemplo, lesiones en la nariz, los labios o las orejas).[7,12] La radioterapia elimina la necesidad de un injerto de piel cuando la cirugía podría resultar en un defecto extenso. Los resultados cosméticos en general son buenos, con una cantidad pequeña de hipopigmentación o telangiectasia en la vía de tratamiento. La radioterapia también se usa en ocasiones para lesiones que recidivan después de un abordaje quirúrgico primario.[13]
Se evita administrar radioterapia a pacientes con afecciones que los predisponen a cánceres inducidos por radiación, como el xeroderma pigmentoso o el síndrome del nevo basocelular.
Aunque la radioterapia, con escisión del tumor primario o sin esta, se utiliza para metástasis de ganglios linfáticos confirmadas clínicamente mediante pruebas histológicas y se relacionó con tasas favorables de supervivencia sin enfermedad, el carácter retrospectivo de estas series de casos hace que sea difícil conocer el efecto de la radiación ganglionar en la supervivencia.[14,15][Nivel de evidencia C2]
El curetaje y la electrodesecación se usan para tratar el CCE de piel. Se usa una cureta afilada para raspar por completo el tumor hasta su base, y luego se aplica electrodesecación en la base de la lesión. Aunque el curetaje y la electrodesecación son un método rápido de destrucción tumoral, no es posible evaluar la idoneidad del tratamiento de inmediato ya que el cirujano no puede detectar visualmente la profundidad de la invasión microscópica del tumor. Su uso se limita a tumores pequeños (<1 cm), bien definidos y bien diferenciados.[7][Nivel de evidencia C2] Este procedimiento a veces recibe el nombre de electrocirugía.
La criocirugía se considera a veces para pacientes con tumores primarios pequeños, clínicamente bien definidos. Es posible que sea útil para pacientes con afecciones que impiden otros tipos de cirugía.[16,17] Las contraindicaciones para la criocirugía son las siguientes:
También se deberá tener cuidado antes de tratar una neoplasia nodular ulcerosa de más de 3 cm de diámetro, carcinomas fijados al hueso o cartílago subyacentes, tumores situados en los márgenes laterales de los dedos y en la fosa cubital del codo, o carcinomas recidivantes después de una escisión quirúrgica. Es inevitable la pérdida permanente de pigmento en el sitio de tratamiento, de modo que el tratamiento no es muy adecuado para pacientes de piel oscura.
El edema es común después del tratamiento, en especial alrededor de la región periorbitaria, la sien y la frente. Por lo general, los tumores tratados exudan material necrótico, después de lo que se forma una escara que persiste durante cerca de 4 semanas. Se notificaron atrofia y cicatrización hipertrófica, así como casos de neuropatía motora y sensorial.
El tratamiento de un CCE in situ (enfermedad de Bowen) es similar al de un CCE de riesgo bajo. No obstante, dado que la enfermedad de Bowen no es invasiva, la escisión quirúrgica —incluso la cirugía micrográfica de Mohs— no suele ser necesaria. Además, se logran tasas altas de respuesta completa (RC) con terapia fotodinámica (TFD).
Evidencia (TFD):
Como en el caso de los carcinomas de células basales (CCB), no es habitual un CCE metastásico y en estadio muy avanzado; los informes de tratamiento sistémico se limitan a notificaciones de casos, series de casos pequeñas o ensayos de fase temprana, y la respuesta tumoral se usó como criterio de valoración.[Nivel de evidencia C3] La tasa de metástasis de tumores primarios en la piel expuesta al sol es del 5 %, del 9 % para los tumores del oído externo y del 14 % para los tumores del labio. Las metástasis se presentan en una tasa todavía más alta (cerca del 38 %) para los CCE primarios que surgen en los carcinomas de cicatrices o áreas no expuestas de la piel.[9] Cerca del 69 % de las metástasis se diagnostican dentro del año, el 91 % dentro de los 3 años y el 96 % dentro de los 5 años.
La FDA aprobó dos inhibidores de PD-1, cemiplimab y pembrolizumab como tratamiento sistémico del CCE recidivante o metastásico que no es susceptible de curación con cirugía o radioterapia (cemiplimab, pembrolizumab), y el CCE localmente avanzado que no es susceptible de curación con cirugía (cemiplimab).
La FDA aprobó el cemiplimab para el tratamiento sistémico del CCE localmente avanzado o metastásico que no es susceptible de curación con cirugía o radioterapia. La aprobación se basó en los valores de la TR evaluados por un comité de revisión independiente que analizó dos ensayos multicéntricos sin enmascaramiento de fase temprana.[4,5][Nivel de evidencia C3] La dosis aprobada por la FDA es una dosis fija (350 mg en una infusión intravenosa [IV] de 30 minutos de duración que se administra cada 3 semanas) equivalente a la dosis administrada en el ensayo de 3 mg/kg IV durante 30 minutos cada 2 semanas. Se notificaron efectos tóxicos relacionados con los inhibidores de puntos de control, incluso la muerte.
Evidencia (cemiplimab):
Se exigió que los pacientes presentaran por lo menos una lesión medible y se excluyeron aquellos con enfermedad autoinmunitaria que hubiesen recibido un tratamiento sistémico en los 5 años previos, terapia con inhibidores de puntos de control o un trasplante de órgano sólido; también se excluyeron aquellos con estado funcional del Eastern Cooperative Oncology Group inferior a 1, hepatitis o infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Los pacientes recibieron tratamiento con 3 mg/kg IV cada 2 semanas hasta que presentaran enfermedad progresiva. Un comité de revisión independiente evaluó la TR usando los criterios RECIST para las imágenes radiológicas y los criterios de la Organización Mundial de la Salud de fotografías médicas para respuesta compuesta. Las TR se evaluaron en los pacientes después de por lo menos 6 meses de seguimiento.
El pembrolizumab está aprobado para el tratamiento sistémico del CCE recidivante o metastásico no susceptible de cirugía o radioterapia. La aprobación se basó en la TR evaluada por un comité revisor independiente de un ensayo multicéntrico de fase II sin enmascaramiento con múltiples cohortes de pacientes de CCE recidivante o metastásico no susceptible de cirugía o radioterapia.[6][Nivel de evidencia C3] Todavía no se informó sobre la cohorte de pacientes con enfermedad localmente avanzada. Los pacientes recibieron 200 mg de pembrolizumab cada 3 semanas. Un régimen alternativo de dosificación de 400 mg de pembrolizumab cada 6 semanas se aprobó para todas las indicaciones para adultos sobre la base de modelos farmacocinéticos y análisis de exposición-respuesta.
Evidencia (pembrolizumab):
Debido a que las opciones de tratamiento y los resultados a largo plazo son limitados, se recomienda llevar a cabo ensayos clínicos. Las opciones de los ensayos incluyen el uso inhibidores de PD-1 y de cemiplimab en el entorno avanzado, así como en los entornos neoadyuvantes y adyuvantes; también se usan otros inhibidores de control, combinaciones de inhibidores de puntos de control y combinaciones de inhibidores del factor de crecimiento epidérmico.
Los CCE tienen un potencial metastásico confirmado y los pacientes se deberán controlar de forma periódica después del tratamiento inicial. En términos generales, las tasas de recidiva local después de tratamiento de CCE primarios oscilan entre el 3 % y el 23 %, según el sitio anatómico.[9] Alrededor del 58 % de las recidivas locales se manifiestan en el término de 1 año, el 83 % dentro de los 3 años y el 95 % dentro de los 5 años. Los tumores de 2 cm o más de diámetro, 4 mm o más en profundidad o pobremente diferenciados tienen un pronóstico relativamente precario [19] y tasas de recidiva local y metástasis todavía más altas que las mencionadas.[9] Las tasas de recidiva local notificadas también varían según la modalidad de tratamiento; las tasas más bajas se relacionan con la cirugía micrográfica de Mohs. Sin embargo, por lo menos parte de la variación tal vez se deba a los factores que se usan en la selección de pacientes. No hay ensayos no aleatorizados se comparen directamente las distintas modalidades de tratamiento local.
Las opciones de tratamiento del CCE recidivante no metastásico son las siguientes:
Los CCE recidivantes no metastásicos se consideran de riesgo alto y en general se tratan con escisión, a menudo mediante cirugía micrográfica de Mohs. La radioterapia se usa para lesiones que no se pueden resecar por completo.
Como en el caso de los CCB, los pacientes de CCE primarios también tienen un aumento de riesgo de cánceres de piel primarios subsiguientes.[20,21]
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Las queratosis actínicas se suelen presentar en regiones de la piel expuestas en forma crónica al sol, como la cara y la parte dorsal de las manos. La queilitis actínica es una afección relacionada que se suele presentar en el labio inferior.[1] Estas afecciones representan una transformación epitelial temprana que, con el tiempo, quizás se convierta en un carcinoma de células escamosas (CCE) invasivo.
Las queratosis actínicas no son lesiones invasivas. La tasa de progresión es bajísima. Como en un estudio prospectivo la tasa de progresión de los CCE fue de menos de 1 en 1000 por año, se pone en duda la eficacia en función del costo del tratamiento de todas las queratosis actínicas para prevenir los CCE.[2] Por otro lado, en un estudio poblacional de tipo longitudinal, hubo una tasa de cerca del 26 % de regresión espontánea de queratosis solares dentro de 1 año de un examen de detección.[3] Por consiguiente, los estudios diseñados para probar la eficacia de cualquier tratamiento para la progresión de la queratosis actínica a un CCE son imprácticos (o imposibles). No obstante, se ha examinado una variedad de abordajes de tratamiento.[4]
Las opciones de tratamiento de las queratosis actínicas dependen de que las lesiones sean aisladas o de que haya lesiones múltiples en el mismo campo.
Las opciones de tratamiento de la queratosis actínica (que no se enumeran de forma jerárquica) son las siguientes:
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