El cáncer de vejiga es el sexto tipo de cáncer más común en los Estados Unidos, después del cáncer de pulmón, el cáncer de próstata, el cáncer de mama, el cáncer de colon y el melanoma. Es el cuarto tipo de cáncer más común en hombres y el undécimo cáncer más común en mujeres. De los cerca de 83 000 casos nuevos por año, alrededor de 63 000 corresponden a hombres y alrededor de 20 000 a mujeres. De cerca de 17 000 defunciones por año, más de 12 000 corresponden a hombres y menos de 5000 a mujeres. No se entienden bien las razones de esta disparidad entre los sexos.[1,2]
Número estimado de casos nuevos y defunciones por cáncer de vejiga en los Estados Unidos para 2024:[2]
Las vías urinarias están formadas por los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Las vías urinarias están revestidas de urotelio de células transicionales desde la pelvis renal hasta la uretra proximal. Es posible que se presente un carcinoma de células de transición (también conocido como carcinoma urotelial) en cualquier parte a lo largo de estas vías.
En condiciones normales, la vejiga, la parte inferior de los riñones (pelvis renal), los uréteres y la uretra proximal están revestidos con una membrana mucosa especializada conocida como epitelio de transición (también llamado urotelio). La mayoría de los cánceres que se forman en estos tejidos son carcinomas de células de transición (también llamados carcinomas uroteliales) que se derivan del epitelio de transición. Para obtener más información, consultar Tratamiento del cáncer de células renales y Tratamiento del cáncer de células de transición de pelvis renal y de uréter.
El carcinoma de células de transición de vejiga puede ser de grado bajo o de grado alto:
El cáncer de vejiga se divide también en enfermedad con invasión muscular y enfermedad sin invasión muscular de acuerdo con el grado de invasión de la capa muscular (también llamado músculo detrusor), que es el músculo grueso y profundo de la pared de la vejiga.
En condiciones de inflamación crónica, como cuando hay una infestación de la vejiga por el parásito Schistosoma haematobium, es posible que se presente una metaplasia escamosa en la vejiga. La incidencia de carcinomas de células escamosas de vejiga es más alta en condiciones de inflamación crónica que la que se observa en otros casos. Además de los carcinomas de células de transición y los carcinomas de células escamosas, en la vejiga se pueden formar adenocarcinomas, carcinomas de células pequeñas y sarcomas. En los Estados Unidos, los carcinomas de células de transición representan la mayoría (>90 %) de los cánceres de vejiga. Sin embargo, un número significativo de carcinomas de células de transición tiene áreas de diferenciación de células escamosas o de otro tipo.
El envejecimiento es el factor de riesgo más importante para la mayoría de los cánceres. Otros factores de riesgo para el cáncer de vejiga son los siguientes:
Se cuenta con evidencia sólida que relacionan la exposición a carcinógenos con el cáncer de vejiga. El factor de riesgo más común para el cáncer de vejiga en los Estados Unidos es el consumo de cigarrillos. Se calcula que hasta la mitad de todos los cánceres de vejiga se presentan por el consumo de cigarrillos y que este aumenta el riesgo del cáncer de vejiga entre 2 y 4 veces por encima del riesgo inicial de una persona.[19,20] Los fumadores con menos polimorfismos funcionales de la N-acetiltransferasa 2 (conocidos como acetiladores lentos) tienen un riesgo más alto de cáncer de vejiga que otros fumadores, supuestamente debido a su reducida capacidad para desintoxicarse de los carcinógenos.
Ciertas exposiciones ocupacionales también se relacionaron con el cáncer de vejiga; se notificaron tasas más altas de cáncer de vejiga en las industrias de tinturas textiles y de caucho para neumáticos, y entre los pintores, los trabajadores del cuero, calzado y aluminio, hierro y siderurgia. Las sustancias químicas específicas relacionadas con la carcinogénesis vesical incluyen la beta-naftilamina, el 4-aminobifenilo y la bencidina. Aunque estas sustancias químicas por lo general están prohibidas en los países occidentales, se sospecha que muchas otras sustancias químicas en uso también causan cáncer de vejiga.[20]
La exposición al fármaco quimioterapéutico ciclofosfamida también se relacionó con un aumento del riesgo del cáncer de vejiga.
Las infecciones crónicas de las vías urinarias y la infestación por el parásito S. haematobium también se relacionaron con un aumento del riesgo del cáncer de vejiga, que a menudo se presenta como carcinoma de células escamosas. Se piensa que la inflamación crónica desempeña una función importante en la carcinogénesis en estos casos.
El cáncer de vejiga se suele presentar con hematuria macroscópica o microscópica. Es menos común que los pacientes se quejen de frecuencia urinaria, nocturia y disuria, síntomas que son más comunes en los pacientes de carcinoma in situ. Los pacientes con carcinomas uroteliales de vías urinarias superiores a veces presentan dolor debido a la obstrucción que causa el tumor.
Los carcinomas uroteliales son a menudo multifocales; se debe evaluar todo el urotelio si se encuentra un tumor. En pacientes de cáncer de vejiga, las imágenes de las vías urinarias superiores son esenciales para la estadificación y la vigilancia. Esto es posible de lograr con ureteroscopia, pielografía retrógrada durante la cistoscopia, pielografía intravenosa o urogramas con tomografía computarizada (TC). Del mismo modo, los pacientes de carcinoma de células de transición de vías urinarias superiores tienen un riesgo alto de cáncer de vejiga; es necesario que estos pacientes se sometan a cistoscopia y vigilancia periódica de la vía urinaria superior contralateral.
Cuando se sospecha que hay un cáncer de vejiga, la prueba de diagnóstico más útil es la cistoscopia. Los estudios radiológicos, como las TC o las ecografías, no tienen la sensibilidad suficiente para ayudar a detectar cánceres de vejiga. La cistoscopia se puede realizar en un consultorio de urología.
Si se observa un cáncer de grado alto en la cistoscopia, se suele citar al paciente para una exploración bimanual con anestesia y una repetición de la cistoscopia en un quirófano, de modo que se pueda realizar la biopsia o la resección transuretral de uno o más tumores. Si se observa un cáncer de grado alto (incluso un carcinoma in situ) o cáncer invasivo, el paciente se estadifica con una TC del abdomen y la pelvis (o un urograma con TC), o bien una radiografía o una TC del tórax. Los pacientes con una elevación de la fosfatasa alcalina no hepática o síntomas que indican metástasis óseas se someten a una gammagrafía ósea.
Los factores pronósticos más importantes de un carcinoma de vejiga son los siguientes:
Entre los cánceres sin invasión muscular, también son pronósticos los siguientes factores:[21]
La mayoría de los tumores superficiales son bien diferenciados. Los pacientes con tumores superficiales menos diferenciados, grandes, múltiples o relacionados con un carcinoma in situ (Tis) en otras áreas de la mucosa vesical tienen el mayor riesgo de recidiva y de cáncer invasivo. Se considera que estos pacientes tienen riesgo de cáncer en toda la superficie endotelial.
Los pacientes que mueren por cáncer de vejiga casi siempre tienen enfermedad que se metastatizó desde la vejiga hasta otros órganos. Como los cánceres de vejiga de grado bajo rara vez crecen en la pared muscular de la vejiga y hacen metástasis con poca frecuencia, los pacientes de cáncer de vejiga de grado bajo (grado I) casi nunca mueren por el cáncer. No obstante, sufren recaídas múltiples y la resección es necesaria.
Casi todas las muertes por cáncer de vejiga ocurren en pacientes con enfermedad de grado alto, que tiene un potencial mucho mayor de invadir profundamente la pared muscular de la vejiga y diseminarse a otros órganos.
Alrededor del 70 % al 80 % de los pacientes con cáncer de vejiga recién diagnosticado presentarán tumores superficiales de la vejiga (es decir, estadio Ta, Tis o T1). El pronóstico de estos pacientes depende en gran medida del grado tumoral. Los pacientes con tumores de grado alto tienen un riesgo significativo de morir por su cáncer, incluso si no invaden el músculo.[22] Entre los pacientes con tumores de grado alto, quienes presentan cáncer de vejiga superficial y sin invasión muscular, a menudo se curan; aquellos con enfermedad con invasión muscular, a veces se curan.[23-25] En estudios se demostró que algunos pacientes con metástasis a distancia lograron una respuesta completa a largo plazo después de haber sido tratados con regímenes de quimioterapia combinada, aunque la mayoría de estos pacientes tienen metástasis limitadas a sus ganglios linfáticos y un estado funcional casi normal.[26,27]
Hay ensayos clínicos apropiados para los pacientes de cáncer de vejiga en todos los estadios. Siempre que sea posible, los pacientes deben considerar la participación en los ensayos clínicos diseñados para mejorar el tratamiento estándar.
También se dispone de información general sobre ensayos clínicos en el portal de Internet del NCI.
El cáncer de vejiga tiende a recidivar, incluso cuando no es invasivo en el momento del diagnóstico; por lo tanto, es una práctica estándar realizar la vigilancia de las vías urinarias después de un diagnóstico de este tipo de cáncer. Sin embargo, no se han realizado estudios para evaluar si la vigilancia afecta las tasas de progresión, supervivencia o calidad de vida; los ensayos clínicos tampoco definen un cronograma óptimo de vigilancia. Se piensa que los carcinomas uroteliales reflejan un llamado defecto de campo según el que se presenta un cáncer debido a mutaciones genéticas que están presentes en toda la vejiga o en todo el urotelio del paciente. En consecuencia, las personas a quienes se les resecó un tumor vesical a menudo presentan después tumores recidivantes en la vejiga; con frecuencia, en sitios diferentes a los del tumor inicial. Del mismo modo, pero con menos frecuencia, pueden tener tumores que aparecen en las vías urinarias superiores (es decir, en la pelvis renal o los uréteres).
Una explicación alternativa de estos patrones de recidiva es que las células cancerosas que se desorganizan cuando se extirpa un tumor se pueden reimplantar en otros sitios del urotelio. En favor de esta segunda teoría es que es más probable que los tumores recidiven de modo anterógrado que retrógrado con respecto al cáncer inicial. Es más probable que los cánceres de vías urinarias superiores recidiven en la vejiga que los cánceres de vejiga recidiven en las vías urinarias superiores.[28-31]
Más del 90 % de los cánceres de vejiga son carcinomas de células de transición derivadas del uroepitelio. Entre el 2 % y el 7 % son carcinomas de células escamosas y el 2 % son adenocarcinomas.[1] Los adenocarcinomas pueden ser de origen uracal o no uracal; se piensa que este último tipo surge, por lo general, de la metaplasia del epitelio transicional con irritación crónica. También se pueden presentar en la vejiga carcinomas de células pequeñas.[2,3] Los sarcomas de vejiga son muy poco frecuentes.
El grado patológico de los carcinomas de células de transición, que se basa en la atipia celular, las anomalías nucleares y el número de figuras mitóticas es de gran importancia pronóstica.
La estadificación clínica del carcinoma de vejiga se determina por la profundidad de la invasión tumoral en la pared vesical. Esta determinación exige un examen cistoscópico que incluye una biopsia y un examen con anestesia, para evaluar los siguientes aspectos:
La estadificación clínica, incluso cuando se utilizan tomografías computarizadas (TC) o imágenes por resonancia magnética (IRM) así como otras modalidades de imágenes, a menudo subestima el grado tumoral; en particular, de cánceres menos diferenciados y de mayor profundidad invasiva. Las imágenes con TC son la modalidad estándar de estadificación. No se ha demostrado un beneficio clínico de las IRM o las tomografías por emisión de positrones en lugar de las imágenes con TC.[1,2]
El American Joint Committee on Cancer (AJCC) designó la estadificación según la clasificación TNM (tumor, ganglio linfático y metástasis) para definir el cáncer de vejiga.[3]
Estadio | TNM | Descripción | Imagen |
---|---|---|---|
T = tumor primario; N = ganglio linfático regional; M = metástasis a distancia. | |||
aReproducción autorizada por el AJCC: Urinary bladder. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 757–65. | |||
0a | Ta, N0, M0 | Ta = carcinoma papilar no invasivo. | |
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos. | |||
M0 = sin metástasis a distancia. | |||
0is | Tis, N0, M0 | Tis = carcinoma urotelial in situ: tumor plano. | |
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos. | |||
M0 = sin metástasis a distancia. |
Estadio | TNM | Descripción | Imagen |
---|---|---|---|
T = tumor primario; N = ganglio linfático regional; M = metástasis a distancia. | |||
aReproducción autorizada por el AJCC: Urinary bladder. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 757–65. | |||
I | T1, N0, M0 | T1 = tumor con invasión de la lámina propia (tejido conjuntivo subepitelial). | |
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos | |||
M0 = sin metástasis a distancia. |
Estadio | TNM | Descripción | Imagen | |
---|---|---|---|---|
T = tumor primario; N = ganglio linfático regional; M = metástasis a distancia; p = patológico. | ||||
aReproducción autorizada por el AJCC: Urinary bladder. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 757–65. | ||||
II | T2a, N0, M0 | pT2a = tumor con invasión superficial de la capa muscular propia (mitad interna). | ||
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos. | ||||
M0 = sin metástasis a distancia. | ||||
T2b, N0, M0 | pT2b = tumor con invasión profunda de la capa muscular propia (mitad externa). | |||
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos. | ||||
M0 = sin metástasis a distancia. |
Estadio | TNM | Descripción | Imagen |
---|---|---|---|
T = tumor primario; N = ganglio linfático regional; M = metástasis a distancia; p = patológico. | |||
aReproducción autorizada por el AJCC: Urinary bladder. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 757–65. | |||
IIIA | T3a, T3b, T4a, N0, M0 | –pT3a = microscópico. | |
–pT3b = macroscópico (masa extravesical). | |||
–T4a = tumor extravesical con invasión directa del estroma prostático, el útero o la vagina. | |||
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos. | |||
M0 = sin metástasis a distancia. | |||
T1–T4a, N1, M0 | T1 = tumor con invasión de la lámina propia (tejido conjuntivo subepitelial). | ||
T2 = tumor con invasión de la capa muscular propia. | |||
–pT2a = tumor con invasión superficial de la capa muscular propia (mitad interna). | |||
–pT2b = tumor con invasión profunda de la capa muscular propia (mitad externa). | |||
T3 = tumor con invasión del tejido blando perivesical. | |||
–pT3a = microscópico. | |||
–pT3b = macroscópico (masa extravesical). | |||
T4 = tumor extravesical con invasión directa en cualquiera de los siguientes sitios: el estroma prostático, las vesículas seminales, el útero, la vagina, la pared pélvica o la pared abdominal. | |||
–T4a = tumor extravesical con invasión directa del estroma prostático, el útero o la vagina. | |||
N1 = metástasis en un solo ganglio linfático regional de la pelvis menor (ganglio linfático perivesical, del obturador, ilíaco interno o externo o sacro). | |||
M0 = sin metástasis a distancia. | |||
IIIB | T1–4a, N2, N3, M0 | T1 = tumor con invasión de la lámina propia (tejido conjuntivo subepitelial). | |
T2 = tumor con invasión de la capa muscular propia. | |||
–pT2a = tumor con invasión superficial de la capa muscular propia (mitad interna). | |||
–pT2b = tumor con invasión profunda de la capa muscular propia (mitad externa). | |||
T3 = tumor con invasión del tejido blando perivesical. | |||
–pT3a = microscópico. | |||
pT3b = macroscópico (masa extravesical). | |||
T4 = tumor extravesical con invasión directa en cualquiera de los siguientes sitios: el estroma prostático, las vesículas seminales, el útero, la vagina, la pared pélvica o la pared abdominal. | |||
–T4a = tumor extravesical con invasión directa del estroma prostático, el útero o la vagina. | |||
N2 = múltiples metástasis en ganglios linfáticos regionales de la pelvis menor (metástasis en ganglio linfático perivesical, del obturador, ilíaco interno o externo o sacro). | |||
N3 = metástasis en ganglios linfáticos de la ilíaca común. | |||
M0 = sin metástasis a distancia. |
Estadio | TNM | Descripción | Imagen | |
---|---|---|---|---|
T = tumor primario; N = ganglio linfático regional; M = metástasis a distancia; p = patológico. | ||||
aReproducción autorizada por el AJCC: Urinary bladder. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 757–65. | ||||
IVA | T4b, N0, M0 | T4b = tumor extravesical con invasión de la pared pélvica o la pared abdominal. | ||
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos. | ||||
M0 = sin metástasis a distancia. | ||||
Cualquier T, cualquier N, M1a | TX = tumor primario no evaluable. | |||
T0 = sin indicios de tumor primario. | ||||
Ta = carcinoma papilar no invasivo. | ||||
Tis = carcinoma urotelial in situ: tumor plano. | ||||
T1 = tumor con invasión de la lámina propia (tejido conjuntivo subepitelial). | ||||
T2 = tumor con invasión de la capa muscular propia. | ||||
–pT2a = tumor con invasión superficial de la capa muscular propia (mitad interna). | ||||
–pT2b = tumor con invasión profunda de la capa muscular propia (mitad externa). | ||||
T3 = tumor con invasión del tejido blando perivesical. | ||||
–pT3a = microscópico. | ||||
–pT3b = macroscópico (masa extravesical). | ||||
T4 = tumor extravesical con invasión directa en cualquiera de los siguientes sitios: el estroma prostático, las vesículas seminales, el útero, la vagina, la pared pélvica o la pared abdominal. | ||||
–T4a = tumor extravesical con invasión directa del estroma prostático, el útero o la vagina. | ||||
T4b = tumor extravesical con invasión de la pared pélvica o la pared abdominal. | ||||
NX = ganglios linfáticos no evaluables. | ||||
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos. | ||||
N1 = metástasis en un solo ganglio linfático regional de la pelvis menor (ganglio linfático perivesical, del obturador, ilíaco interno o externo o sacro). | ||||
N2 = múltiples metástasis en ganglios linfáticos regionales de la pelvis menor (metástasis en ganglio linfático perivesical, del obturador, ilíaco interno o externo o sacro). | ||||
N3 = metástasis en ganglios linfáticos de la ilíaca común. | ||||
M0 = sin metástasis a distancia. | ||||
M1a = metástasis a distancia limitadas a ganglios linfáticos ubicados fuera de las ilíacas comunes. | ||||
IVB | Cualquier T, cualquier N, M1b | TX = tumor primario no evaluable. | ||
T0 = sin indicios de tumor primario. | ||||
Ta = carcinoma papilar no invasivo. | ||||
Tis = carcinoma urotelial in situ: tumor plano. | ||||
T1 = tumor con invasión de la lámina propia (tejido conjuntivo subepitelial). | ||||
T2 = tumor con invasión de la capa muscular propia. | ||||
–pT2a = tumor con invasión superficial de la capa muscular propia (mitad interna). | ||||
–pT2b = tumor con invasión profunda de la capa muscular propia (mitad externa). | ||||
T3 = tumor con invasión del tejido blando perivesical. | ||||
–pT3a = microscópico. | ||||
–pT3b = macroscópico (masa extravesical). | ||||
T4 = tumor extravesical con invasión directa en cualquiera de los siguientes sitios: el estroma prostático, las vesículas seminales, el útero, la vagina, la pared pélvica o la pared abdominal. | ||||
–T4a = tumor extravesical con invasión directa del estroma prostático, el útero o la vagina. | ||||
–T4b = tumor extravesical con invasión de la pared pélvica o la pared abdominal. | ||||
NX = ganglios linfáticos no evaluables. | ||||
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos. | ||||
N1 = metástasis en un solo ganglio linfático regional de la pelvis menor (ganglio linfático perivesical, del obturador, ilíaco interno o externo o sacro). | ||||
N2 = múltiples metástasis en ganglios linfáticos regionales de la pelvis menor (metástasis en ganglio linfático perivesical, del obturador, ilíaco interno o externo o sacro). | ||||
N3 = metástasis en ganglios linfáticos de la ilíaca común. | ||||
M1b = sin metástasis a distancia en ganglios linfáticos. |
Para los tipos histológicos uroteliales se usa una designación de grado bajo y alto para coincidir con el sistema de clasificación recomendado por la Organización Mundial de la Salud/International Society of Urologic Pathology.[3]
Para el carcinoma de células escamosas y el adenocarcinoma, se recomienda usar el modelo de grados del Cuadro 6.[3]
G | Definición G |
---|---|
aReproducción autorizada por el AJCC: Urinary bladder. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. New York, NY: Springer, 2017, pp. 757–65. | |
GX | Grado no evaluable. |
G1 | Bien diferenciado. |
G2 | Moderadamente diferenciado. |
G3 | Precariamente diferenciado. |
El tratamiento de los cánceres de vejiga sin invasión muscular (Ta, Tis, T1) se basa en la estratificación del riesgo. Esencialmente, todos los pacientes se tratan al inicio con una resección transuretral (RTU) del tumor de vejiga seguida de una sola instilación inmediata de quimioterapia intravesical (en los Estados Unidos se suele usar mitomicina).[1-7]
La terapia posterior se basa en el riesgo y, por lo general, incluye uno de los siguientes procedimientos:[6-9]
El tratamiento estándar para los pacientes de cáncer de vejiga con invasión muscular cuyo objetivo es la curación consiste en quimioterapia multifarmacológica neoadyuvante a base de cisplatino, seguida de cistectomía radical y derivación urinaria o radioterapia con quimioterapia simultánea.[10-13] Los siguientes son otros abordajes de tratamiento:
Muchos pacientes con diagnóstico reciente de cáncer de vejiga son aptos para participar en ensayos clínicos.
Las técnicas de reconstrucción con depósitos de almacenamiento de baja presión usando la reconfiguración del intestino delgado y grueso, eliminan la necesidad de dispositivos externos de drenaje y, en muchos pacientes, permiten el vaciado por la uretra. Estas técnicas están diseñadas para mejorar la calidad de vida de los pacientes que necesitan una cistectomía.[19]
Estadio (criterios de estadificación TNM) | Opciones de tratamiento | |
---|---|---|
BCG = bacilo de Calmette-Guérin; RHE = radioterapia de haz externo; TNM = T, tamaño del tumor y cualquier diseminación del cáncer al tejido adyacente; N, diseminación del cáncer a ganglios linfáticos adyacentes; M, metástasis o diseminación del cáncer a otras partes del cuerpo; RTU = resección transuretral. | ||
Cáncer de vejiga en estadio 0 | RTU con fulguración, seguida de una instilación inmediata de quimioterapia intravesical posoperatoria | |
RTU con fulguración | ||
RTU con fulguración seguida de una instilación inmediata de quimioterapia intravesical posoperatoria, seguida de instilaciones intravesicales periódicas con el BCG | ||
RTU con fulguración seguida de una instilación inmediata de quimioterapia intravesical posoperatoria, seguida de quimioterapia intravesical | ||
Cistectomía segmentaria (indicada con poca frecuencia) | ||
Cistectomía radical (poco frecuente, para pacientes muy seleccionados con tumores superficiales extensos de grado alto resistentes al tratamiento) | ||
Cáncer de vejiga en estadio I | RTU con fulguración, seguida de una instilación inmediata de quimioterapia intravesical posoperatoria | |
RTU con fulguración | ||
RTU con fulguración seguida de una instilación inmediata de quimioterapia intravesical posoperatoria, seguida de instilaciones intravesicales periódicas con el BCG | ||
RTU con fulguración seguida de una instilación inmediata de quimioterapia intravesical posoperatoria, seguida de quimioterapia intravesical | ||
Cistectomía segmentaria (indicada con poca frecuencia) | ||
Cistectomía radical para pacientes muy seleccionados con tumores superficiales extensos o resistentes al tratamiento | ||
Cáncer de vejiga en estadios II y III | Cistectomía radical | |
Quimioterapia combinada neoadyuvante seguida de cistectomía radical | ||
Cistectomía radical seguida de quimioterapia adyuvante o inmunoterapia | ||
RHE con quimioterapia simultánea o sin esta | ||
Cistectomía segmentaria (para pacientes seleccionados) | ||
RTU con fulguración (para pacientes seleccionados) | ||
Cáncer de vejiga en estadio IV | T4b, N0, M0 | Enfortumab vedotina con pembrolizumab |
Quimioterapia con inmunoterapia | ||
Quimioterapia sola | ||
Terapia sistémica seguida de cistectomía radical | ||
RHE con quimioterapia simultánea o sin esta | ||
Derivación urinaria o cistectomía para la paliación | ||
Cualquier T, cualquier N, M1 | Enfortumab vedotina con pembrolizumab | |
Quimioterapia con inmunoterapia | ||
Quimioterapia sola o adjunta al tratamiento local | ||
Inmunoterapia | ||
RHE para la paliación | ||
Derivación urinaria o cistectomía para la paliación | ||
Otros fármacos quimioterapéuticos eficaces para el tratamiento del cáncer de vejiga metastásico, como paclitaxel, docetaxel, ifosfamida, nitrato de galio y pemetrexed (en evaluación clínica) | ||
Participación en ensayos clínicos | ||
Cáncer de vejiga recidivante | Quimioterapia combinada | |
Inmunoterapia | ||
Terapia dirigida | ||
Cirugía para tumores superficiales nuevos o localizados | ||
Terapia paliativa | ||
Participación en ensayos clínicos |
El gen DPYD codifica la enzima que cataboliza las pirimidinas y las fluoropirimidinas, como la capecitabina y el fluorouracilo. Se estima que entre el 1 % y el 2 % de la población tiene variantes defectuosas de DPYD que reducen la función de la proteína DPD y la acumulación de pirimidinas y fluoropirimidinas en el cuerpo.[20,21] Los pacientes con la variante DPYD*2A que reciben fluoropirimidinas quizás presenten efectos tóxicos graves que ponen en riesgo la salud, y a veces son mortales. Se han identificado muchas otras variantes de DPYD, con diferentes efectos clínicos.[20-22] Es posible que se recomiende evitar la fluoropirimidina o reducir la dosis al 50 % según el genotipo DPYD del paciente y el número de alelos funcionales de DPYD.[23-25] Las pruebas genéticas para DPYD cuestan menos de $200, pero la cobertura del seguro varía debido a la falta de directrices nacionales.[26] Además, es posible que las pruebas retrasen el tratamiento por 2 semanas, lo que no sería aconsejable en casos de urgencia. Este tema es objeto de controversia y requiere evaluación adicional.[27]
Los pacientes con tumores de vejiga en estadio 0 se pueden curar mediante una variedad de tratamientos, aun cuando hay una tendencia alta a la formación de tumores nuevos. En una serie de pacientes con tumores Ta o T1 a quienes se les dio un seguimiento por un mínimo de 20 años o hasta que fallecieron, el riesgo de recidiva de cáncer de vejiga luego de la resección inicial fue del 80 %.[1] De mayor preocupación que la recidiva es el riesgo de progresión a una enfermedad con invasión muscular, localmente avanzada o cáncer de vejiga metastásico. Mientras que la progresión es poco frecuente en los pacientes con tumores de grado bajo, es común entre los pacientes de cánceres de grado alto.
En una serie de 125 pacientes de cáncer TaG3 seguidos durante 15 a 20 años, se notificó que el 39 % progresó a una enfermedad en estadio más avanzado, mientras que el 26 % murió por cáncer urotelial. En comparación, de 23 pacientes con tumores TaG1, ninguno murió y el 5 % progresó.[2] Los factores de riesgo para la recidiva y la progresión son los siguientes:[2-6]
Las opciones de tratamiento para el cáncer de vejiga en estadio 0 son las siguientes:
La resección transuretral (RTU) y la fulguración son las formas de tratamiento más comunes y conservadoras. Es importante la vigilancia cuidadosa de la progresión posterior de un tumor vesical. Debido a que la mayoría de los cánceres de vejiga recidivan después de la RTU, a menudo se administra una instilación inmediata de quimioterapia intravesical luego de una RTU. Esta práctica se evaluó en numerosos ensayos controlados aleatorizados y en un metanálisis de 7 ensayos se notificó que un tratamiento único con quimioterapia intravesical reduce las probabilidades de recidiva en el 39 % (oportunidad relativa [OR] = 0,61; P <0,0001).[7,8] Sin embargo, aunque una sola instilación de quimioterapia reduce la tasa de recaída en pacientes con tumores múltiples, la mayoría todavía recae. En consecuencia, tal tratamiento es insuficiente por sí solo para estos pacientes.
En una serie retrospectiva se subrayó la utilidad de realizar una segunda RTU después de 2 a 6 semanas de la primera.[9][Nivel de evidencia C3] Una segunda RTU realizada en 38 pacientes con enfermedad Tis o Ta reveló que 9 pacientes (24 %) tenían invasión de la lámina propia (T1) y 3 pacientes (8 %) tenían invasión muscular (T2).[9]
Dicha información puede cambiar las opciones de tratamiento definitivo para estas personas. Los pacientes con enfermedad recidivante multifocal extensa u otras características pronósticas desfavorables necesitan formas más intensivas de tratamiento.
Evidencia (resección transuretral con fulguración, seguida de una instilación inmediata de quimioterapia intravesical posoperatoria):
El bacilo de Calmette-Guérin (BCG) intravesical es el tratamiento preferido para reducir el riesgo de progresión del cáncer y se utiliza principalmente para cánceres con riesgo intermedio o alto de progresión.[6,11-13] En un metanálisis con datos individuales de pacientes se comparó el uso del BCG intravesical con la MMC intravesical. En los resultados del metanálisis se observó una reducción del 32 % del riesgo de recidiva con el BCG, pero solo cuando el tratamiento con el BCG incluyó una fase de mantenimiento en la que se administró el BCG periódicamente durante 1 año como mínimo (por lo general, una fase de inducción de 6 tratamientos semanales seguida de 3 tratamientos semanales cada 3 meses).[12] La quimioterapia intravesical se tolera mejor que el BCG intravesical.[14-18] Aunque el BCG quizás no prolongue la supervivencia general para la enfermedad Tis, alcanza tasas de respuesta completa de casi el 70 %, lo que disminuye de ese modo la necesidad de una cistectomía de último recurso.[17] En los estudios se observa que el BCG intravesical demora la recidiva y la progresión tumorales.[18,19]
La terapia intravesical con tiotepa, MMC, doxorrubicina o BCG se utiliza con mayor frecuencia para pacientes con tumores múltiples o recidivantes, o como medida profiláctica para pacientes de riesgo alto después de la resección transuretral (RTU).[20-22]
Evidencia (RTU con fulguración seguida de una instilación inmediata de quimioterapia intravesical posoperatoria, seguida de instilaciones intravesicales periódicas con el BCG):
Quimioterapia intravesical
BCG intravesical con tratamientos de mantenimiento con el BCG
El BCG se relaciona con un riesgo importante de toxicidad, que incluye muertes poco frecuentes por sepsis del BCG. En comparación con la MMC, el BCG produce más toxicidad local (44 % con el BCG vs. 30 % con la MMC) y efectos secundarios sistémicos (19 % con el BCG vs. 12 % con la MMC). Debido a la preocupación por los efectos secundarios y la toxicidad, el BCG en general no se usa para pacientes con riesgo bajo de progresión de la enfermedad a un estadio más avanzado.[6,26]
La cistectomía segmentaria se indica con poca frecuencia.[22] Solo está indicada en unos pocos pacientes debido a la tendencia del cáncer de vejiga a comprometer múltiples regiones de la mucosa vesical y presentarse en áreas que no se pueden resecar por segmentos. Es más, la cistectomía (ya sea segmentaria o radical) por lo general no está indicada para el cáncer de vejiga T0 (ver cistectomía radical más adelante).[28,29]
La cistectomía radical se utiliza en pacientes seleccionados con un tumor superficial extendido o resistente al tratamiento,[2,30,31] de acuerdo con informes que indican que hasta el 20 % de los pacientes con tumores Tis morirán por cáncer de vejiga. Sin embargo, la cistectomía (segmentaria o radical) a menudo no está indicada para los pacientes con cáncer de vejiga Ta o Tis. Los pacientes con riesgo alto de progresión, por lo general aquellos con tumores de grado alto recidivantes con carcinoma in situ después de la terapia intravesical con el bacilo de Calmette-Guérin (BCG), deben considerar la cistectomía radical.[32-35]
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Los pacientes con tumores de vejiga en estadio I no son propensos a morir por este tipo de cáncer, pero la tendencia de formación de tumores nuevos es alta. En una serie de pacientes con tumores Ta o T1 a los que se les hizo seguimiento durante por lo menos 20 años o hasta que murieron, el riesgo de recidiva en la vejiga después la resección inicial fue del 80 %.[1] De mayor preocupación que la recidiva es el riesgo de progresión a cáncer de vejiga con invasión muscular, localmente avanzado o metastásico. Mientras que la progresión es poco frecuente en los pacientes con tumores de grado bajo, es común en los pacientes de cánceres de grado alto.
En una serie con 125 pacientes de cáncer TaG3 seguidos durante 15 a 20 años, se notificó que el 39 % progresaron a una enfermedad en estadio más avanzado, mientras que el 26 % murieron por cáncer urotelial. En comparación, de 23 pacientes con tumores TaG1, ninguno murió y el 5 % progresó.[2] Los factores de riesgo de recidiva y progresión son los siguientes:[2-6]
Las opciones de tratamiento para el cáncer de vejiga en estadio I son las siguientes:
La resección transuretral (RTU) y la fulguración son las formas de tratamiento más comunes y conservadoras. Es importante la vigilancia cuidadosa de la progresión posterior de un tumor vesical. Debido a que la mayoría de los cánceres de vejiga recidivan después de la RTU, a menudo se administra una instilación inmediata de quimioterapia intravesical después de una RTU. Esta práctica se evaluó en numerosos ensayos controlados aleatorizados y en un metanálisis de 7 ensayos se notificó que un tratamiento único con quimioterapia intravesical reduce las probabilidades de recidiva en el 39 % (oportunidad relativa [OR] = 0,61, P <0,0001).[7,8]
La estadificación de un cáncer de vejiga mediante resección transuretral (RTU) se basa en la extensión de la invasión. Para evaluar si el cáncer invadió el músculo, la capa muscular propia debe estar presente en el tejido resecado. Mientras que una repetición de la RTU por lo general se considera obligatoria para cánceres de vejiga no invasivos T1 y de grado alto si no hay capa muscular propia en el tejido resecado en la primera RTU, muchos expertos recomiendan que se realice una segunda RTU de rutina dentro de las 2 a 6 semanas de la primera RTU para confirmar la estadificación y lograr una resección más completa. Esto se fundamenta en numerosos hallazgos, incluso los siguientes:
Evidencia (repetición rutinaria de la resección transuretral):
Se observó que la repetición de la RTU no reduce las tasas de recaída ni prolonga la supervivencia, pero hay una justificación clara de usarla para determinar la información precisa de la estadificación con el fin de fundamentar las decisiones de tratamiento. Es posible que dicha información cambie las opciones de tratamiento definitivo de los pacientes y permita identificar a los pacientes con más probabilidades de beneficiarse de un tratamiento más intensivo.
El bacilo de Calmette-Guérin (BCG) intravesical es el tratamiento preferido para reducir el riesgo de progresión del cáncer y se utiliza principalmente para cánceres con riesgo intermedio o alto de progresión.[6,13-15] En un metanálisis con datos individuales de pacientes de ensayos aleatorizados en los que se comparó el uso del BCG intravesical con la mitomicina (MMC) intravesical, se notificó que hubo una reducción del 32 % del riesgo de recidiva con el BCG, pero solo cuando el tratamiento con el BCG incluyó una fase de mantenimiento en la que se administró el BCG periódicamente durante 1 año como mínimo (por lo general, una fase de inducción de 6 tratamientos semanales seguida de 3 tratamientos semanales cada 3 meses).[14] La quimioterapia intravesical se tolera mejor que el BCG intravesical.[16-20] Aunque el BCG quizás no prolongue la supervivencia general para la enfermedad Tis, alcanza tasas de respuesta completa de casi el 70 %, lo que disminuye de ese modo la necesidad de una cistectomía de último recurso.[19] En los estudios se observa que el BCG intravesical demora la recidiva y progresión tumorales.[20,21]
Evidencia (quimioterapia intravesical inmediata después de una resección transuretral):
Evidencia (BCG intravesical con tratamientos de mantenimiento con BCG):
El BCG se relaciona con un riesgo importante de toxicidad, que incluye muertes poco frecuentes por sepsis del BCG. En comparación con la MMC, el BCG produce más toxicidad local (44 % con el BCG vs. 30 % con la MMC) y efectos secundarios sistémicos (19 % con el BCG vs. 12 % con la MMC). Debido a la preocupación por los efectos secundarios y la toxicidad, el BCG en general no se usa para pacientes con riesgo bajo de progresión de la enfermedad a un estadio más avanzado.[6,23]
Evidencia (2 ciclos de tratamiento con el BCG intravesical):
La terapia intravesical con tiotepa, mitomicina, doxorrubicina o el BCG se utiliza con mayor frecuencia para pacientes con tumores múltiples o recidivantes, o como medida profiláctica para pacientes de riesgo alto después de la resección transuretral (RTU).[27,28]
Evidencia (quimioterapia intravesical):
La cistectomía segmentaria se indica con poca frecuencia.[32] Solo está indicada para relativamente pocos pacientes debido a la tendencia del carcinoma de vejiga a comprometer múltiples regiones de la mucosa vesical y presentarse en áreas que no se pueden resecar por segmentos. Es más, la cistectomía (segmentaria o radical) por lo general no está indicada para los pacientes con cáncer de vejiga T0.[33,34]
La cistectomía radical se utiliza para pacientes seleccionados con tumores superficiales extensos o resistentes al tratamiento.[35-43] Los pacientes con riesgo alto de progresión, por lo general aquellos con tumores recidivantes de grado alto con carcinoma in situ después de la terapia intravesical con el BCG, deben considerar la cistectomía radical. Otros factores de riesgo son los tumores múltiples y los tumores mayores de 3 cm.
Ciertos pacientes de cáncer de vejiga sin invasión muscular enfrentan un riesgo sustancial de progresión y muerte por sus cánceres.
Evidencia (cistectomía radical):
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Las opciones de tratamiento para el cáncer de vejiga en estadio II y cáncer de vejiga en estadio III son las siguientes:
Los tratamientos más comunes para el cáncer de vejiga con invasión muscular son la cistectomía radical y la radioterapia. No hay evidencia sólida de ensayos controlados aleatorizados para determinar si la cirugía o la radioterapia son más eficaces. Hay evidencia sólida de que ambos tratamientos son más eficaces cuando se combinan con quimioterapia. Los tratamientos con el mayor nivel de evidencia científica que apoyan su eficacia son la cistectomía radical precedida de quimioterapia multifarmacológica a base de cisplatino y radioterapia con quimioterapia simultánea.
La cistectomía radical es una opción de tratamiento estándar para el cáncer de vejiga en estadio II y estadio III; su eficacia para prolongar la supervivencia aumenta si va precedida de quimioterapia multifarmacológica a base de cisplatino.[1-4] La cistectomía radical se acompaña de disección de los ganglios linfáticos pélvicos e incluye la extirpación de la vejiga, los tejidos perivesicales, la próstata y las vesículas seminales en los hombres y la extirpación del útero, las trompas de Falopio, los ovarios, la pared vaginal anterior y la uretra en las mujeres.[5-8] En los estudios de los desenlaces después de una cistectomía radical, se notifica un aumento de la supervivencia en los pacientes que tenían más, en vez que menos, ganglios linfáticos resecados; no se sabe si esto representa un beneficio terapéutico de la resección de ganglios adicionales o una migración de estadio.[9] No hay ensayos controlados aleatorizados para evaluar el beneficio terapéutico de la disección de ganglios linfáticos en este entorno.
La cistectomía radical es una operación mayor con una tasa de mortalidad perioperatoria del 2 % al 3 % cuando se lleva a cabo en centros de excelencia.[6-8] Las complicaciones posoperatorias incluyen el íleo. La mayoría de los hombres sufren de disfunción eréctil después de la cistectomía radical; la disfunción sexual después de esta operación también es común en las mujeres.[10-12]
En un estudio de 27 mujeres sometidas a cistectomía radical, se notificó disminución de la capacidad de tener un orgasmo en el 45 %, disminución de la lubricación en el 41 %, disminución del deseo sexual en el 37 % y dolor durante el coito vaginal en el 22 %. Menos de la mitad logró tener relaciones sexuales vaginales exitosas y la mayoría informó una disminución de la satisfacción en su vida sexual después de la cirugía.[12] Los estudios indican que se puede realizar una cistectomía radical con preservación del funcionamiento sexual en algunos hombres. Además, las nuevas formas de derivación urinaria pueden obviar la necesidad de un artefacto urinario externo.[13-16]
En un análisis retrospectivo de una sola institución, se encontró que los pacientes de edad avanzada (≥ 70 años) en buen estado de salud obtienen resultados clínicos y funcionales después de la cistectomía radical similares a los de los pacientes más jóvenes.[17]
Sin embargo, después de una cistectomía radical todavía hay alrededor del 30 % al 40 % de riesgo de recidiva para los pacientes con enfermedad invasiva del músculo, incluso en centros de excelencia.[6-8] Se informó que las tasas de supervivencia general (SG) a 5 años están entre el 50 % y el 60 %, pero estas tasas varían según el estadio del cáncer.[4] En un ensayo aleatorizado prospectivo, la adición de radioterapia preoperatoria a la cistectomía radical no aportó ventaja alguna para la supervivencia cuando se comparó con la cistectomía radical sola.[18]
Dado que el cáncer de vejiga recidiva por lo común con metástasis a distancia, se evaluó la administración de quimioterapia sistémica antes o después de la cistectomía como un medio para mejorar los desenlaces. La administración de quimioterapia antes de la cistectomía (es decir, quimioterapia neoadyuvante) tal vez se prefiera al tratamiento posoperatorio porque la subestadificación del tumor mediante quimioterapia puede aumentar la resecabilidad; la enfermedad metastásica oculta se trata tan pronto como sea posible y es probable que se tolere mejor la quimioterapia. En la actualidad, el el conjunto de pruebas que respalda la quimioterapia preoperatoria es mucho más fuerte que la evidencia que respalda la quimioterapia posoperatoria.
Evidencia (quimioterapia combinada neoadyuvante seguida de cistectomía radical):
La mayoría de los pacientes incluidos en estos estudios recibió cisplatino, metotrexato y vinblastina con doxorrubicina o sin esta. No se sabe si el régimen doble de cisplatino y gemcitabina ofrece algún beneficio cuando se administran en el entorno preoperatorio, ni hay evidencia de beneficio para los regímenes de quimioterapia a base de carboplatino.
Sobre la base de estos hallazgos, la quimioterapia combinada preoperatoria a base de cisplatino seguida de cistectomía radical representa una opción terapéutica estándar para los pacientes de cáncer de vejiga con invasión muscular que son aptos para recibir quimioterapia y para quienes la prioridad es aumentar al máximo la supervivencia.
En numerosos ensayos, se ha investigado si la administración de quimioterapia después de una cistectomía radical mejora la supervivencia sin progresión (SSP) y la SG. Aunque en algunos ensayos se ha observado beneficio para la SSP de la quimioterapia postoperatoria a base de cisplatino, los ensayos suelen ser pequeños y de poca potencia, y ninguno demostró algún beneficio convincente para la SG.
Evidencia (quimioterapia adyuvante):
Evidencia (inmunoterapia adyuvante):
La radioterapia definitiva es una opción estándar que produce tasas de supervivencia a 5 años de alrededor del 30 % al 40 %.[24] Los resultados mejoran cuando la radioterapia y la quimioterapia se administran de forma simultánea. Sin embargo, mientras que se observó que la adición de quimioterapia a la radioterapia reduce las tasas de recaídas locales, no se observó que aumente la supervivencia, reduzca la mortalidad o mejore de la calidad de vida.
La mayoría de los protocolos para preservar la vejiga que utilizan una combinación de quimioterapia y radioterapia han seguido un algoritmo relativamente complejo. Después de la etapa inicial de resección transuretral (RTU) del tumor de vejiga, los pacientes se someten a una repetición de la RTU para resecar al máximo el tumor. A continuación, se trata al paciente con quimiorradioterapia sincrónica en una dosis de casi 40 Gy, seguida de una repetición de la cistoscopia con biopsias para evaluar si hay cáncer residual. Si se detecta cáncer residual en el estudio histopatológico, se considera que la quimiorradioterapia fracasó y se aconseja que el paciente se someta a una cistectomía radical. Si las biopsias después de dosis de 40 Gy son benignas, a continuación se completa la quimiorradioterapia con una dosis de cerca de 65 Gy.
Con la radioterapia definitiva, los mejores resultados se observan en pacientes con lesiones solitarias y sin carcinoma in situ ni hidronefrosis.
Después de la radioterapia, casi el 50 % de los pacientes experimentan disuria y frecuencia urinaria durante el tratamiento, que se soluciona varias semanas después de este, y el 15 % informa sufrir de efectos tóxicos intestinales.
No se han llevado a cabo ensayos aleatorizados con el fin de comparar directamente el abordaje de quimiorradioterapia para preservar la vejiga con la cistectomía radical; en consecuencia, no se conoce la eficacia relativa de estos dos tratamientos.
Evidencia (radioterapia de haz externo con quimioterapia simultánea o sin esta):
Resección transuretral seguida de quimiorradioterapia
Resección transuretral seguida de quimiorradioterapia
Radioterapia y quimioterapia
Quimioterapia neoadyuvante seguida de quimiorradioterapia
La cistectomía segmentaria solo es apropiada para pacientes muy seleccionados.[1] No hay ensayos controlados aleatorizados en los que se compare la cistectomía segmentaria con la cistectomía radical. Solo se trata de rutina con cistectomía segmentaria a los pacientes con adenocarcinomas del uraco. Estos tumores suelen ser adenocarcinomas mucinosos que se presentan en la cúpula de la vejiga y se tratan con una resección en bloque de la cúpula de la vejiga y el uraco remanente, incluso el ombligo.[31-34]
El cáncer de vejiga en estadio II se puede controlar en algunos pacientes mediante una resección transuretral (RTU) pero, a menudo, son necesarias formas más intensivas para tratar un tumor recidivante o de tamaño grande, focos múltiples o grado indiferenciado de la neoplasia.
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Pocos pacientes de cáncer de vejiga en estadio IV se pueden curar y, para muchos pacientes, el énfasis está en la paliación de los síntomas. El potencial curativo se restringe a pacientes con enfermedad en estadio IV con compromiso de los órganos pélvicos por diseminación directa o metástasis en ganglios linfáticos regionales.[1]
Las opciones de tratamiento para pacientes con enfermedad T4b, N0, M0 son las siguientes:
El enfortumab vedotina es un conjugado anticuerpo-fármaco, en el que se combina un anticuerpo que se une a la nectina-4 con un inhibidor de microtúbulos. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos aprobó el uso de enfortumab vedotina en monoterapia para los pacientes con carcinoma urotelial metastásico que ya ha sido tratado. El pembrolizumab es un anticuerpo contra la proteína de muerte celular programada-1 (PD-1) que la FDA aprobó en monoterapia para el tratamiento de pacientes con cáncer de vejiga metastásico. La combinación de los dos fármacos demostró una tasa de respuesta y una duración de la respuesta alentadoras, lo que derivó en un ensayo de fase II de un solo grupo y luego en una comparación con quimioterapia en un ensayo de fase III aleatorizado, controlado.[2-4] Si bien, entre los ensayos, los resultados no se pueden extrapolar, la combinación de enfortumab vedotina con pembrolizumab es una opción de terapia de primera línea para pacientes que no presentan una contraindicación.
Evidencia (enfortumab vedotina con pembrolizumab):
Durante muchos años, la quimioterapia a base de cisplatino fue el tratamiento sistémico de primera línea estándar para los pacientes con carcinoma urotelial en estadio IV que eran aptos para recibir cisplatino. En un ensayo de fase III aleatorizado controlado se notificó una SG más prolongada cuando se administró quimioterapia a base de cisplatino con nivolumab, en comparación con la quimioterapia sola.[5]
Evidencia (quimioterapia con inmunoterapia):
Los regímenes de quimioterapia combinada a base de cisplatino son la opción de tratamiento estándar para los pacientes con cáncer de vejiga en estadio IV.[6-10] Los únicos regímenes de quimioterapia que demostraron proporcionar una supervivencia más larga en los ensayos controlados aleatorizados son el metotrexato, la vinblastina, la doxorrubicina y el cisplatino (MVAC); dosis altas del régimen MVAC, y el cisplatino, el metotrexato y la vinblastina (CMV). En un ensayo controlado aleatorizado, se comparó la combinación de gemcitabina y cisplatino (GC) con el régimen MVAC y no se notificaron diferencias en la tasa de respuesta o la supervivencia. Es de destacar que los pacientes con buen estado funcional y enfermedad solo en los ganglios linfáticos tienen una tasa baja, pero significativa, de lograr una remisión completa duradera con el régimen MVAC o la combinación GC. Por ejemplo, en el ensayo grande controlado aleatorizado en el que se comparó el régimen MVAC con la combinación GC, la tasa de supervivencia general (SG) a 5 años en pacientes con enfermedad solo en los ganglios linfáticos fue del 20,9 %.[11]
El cisplatino como sustancia única y los regímenes multifarmacológicos que no incluyen cisplatino no han demostrado mejorar la supervivencia en ningún ensayo controlado aleatorizado. No hay un régimen que haya demostrado prolongar la supervivencia en pacientes que no son aptos para los regímenes de quimioterapia multifarmacológica a base de cisplatino; sin embargo, muchos regímenes han demostrado respuestas radiológicas mensurables.
Estos incluyen carboplatino y paclitaxel,[12] carboplatino y gemcitabina,[13-15] paclitaxel y gemcitabina,[16-18] gemcitabina como sustancia única [19,20] y paclitaxel como sustancia única.[21-23] Si bien se estudiaron los regímenes de carboplatino, metotrexato y vinblastina; carboplatino, epirrubicina, metotrexato y vinblastina, y paclitaxel, gemcitabina y carboplatino, estos no se utilizan ampliamente.[24-27]
Evidencia (quimioterapia sola):
La radioterapia definitiva con quimioterapia simultánea o sin esta, que se evaluó sobre todo para pacientes con enfermedad localmente avanzada (T2–T4), parece tener un potencial curativo mínimo en pacientes con metástasis en ganglios linfáticos regionales.[34,35] En consecuencia, los pacientes con indicios de metástasis ganglionares en general se excluyeron de los ensayos de fase III de radioterapia.[36,37]
La derivación urinaria se puede indicar no solo para la paliación de los síntomas urinarios sino, también, para preservar el funcionamiento renal de quienes son aptos para recibir quimioterapia.
Las opciones de tratamiento para pacientes con enfermedad con cualquier T, cualquier N, M1 son las siguientes:
El enfortumab vedotina es un conjugado anticuerpo-fármaco, en el que se combina un anticuerpo que se une a la nectina-4 con un inhibidor de microtúbulos. La FDA de los Estados Unidos aprobó el uso de enfortumab vedotina en monoterapia para los pacientes con carcinoma urotelial metastásico que ya ha sido tratado. El pembrolizumab es un anticuerpo contra PD-1 que aprobó la FDA en monoterapia para el tratamiento de pacientes con cáncer de vejiga metastásico. La combinación de los dos fármacos demostró una tasa de respuesta y una duración de la respuesta alentadoras, lo que derivó en un ensayo de fase II de un solo grupo y luego en una comparación con quimioterapia en un ensayo de fase III aleatorizado, controlado.[2-4] Si bien, entre los ensayos, los resultados no se pueden extrapolar, la combinación de enfortumab vedotina con pembrolizumab es una opción de terapia de primera línea para pacientes que no presentan una contraindicación.
Evidencia (enfortumab vedotina con pembrolizumab):
Durante muchos años, la quimioterapia a base de cisplatino fue el tratamiento sistémico de primera línea estándar para los pacientes con carcinoma urotelial en estadio IV que eran aptos para recibir cisplatino. En un ensayo de fase III aleatorizado controlado se notificó una SG más prolongada cuando se administró quimioterapia a base de cisplatino con nivolumab, en comparación con la quimioterapia sola.[5]
Evidencia (quimioterapia con inmunoterapia):
Los regímenes de quimioterapia combinada a base de cisplatino son el estándar de atención de la terapia de primera línea para pacientes con cáncer de vejiga en estadio IV que la pueden tolerar.[6-10] Los únicos regímenes de quimioterapia que demostraron proporcionar una supervivencia más larga en los ensayos controlados aleatorizados son el régimen MVAC; el régimen MVAC de dosis densas y el régimen CMV. En un ensayo controlado aleatorizado, se comparó la combinación GC con el régimen MVAC y ninguno de los dos regímenes se relacionó con diferencias estadísticamente significativas en la tasa de respuesta o la supervivencia. Por lo general, los dos regímenes se consideran equivalentes, pero nunca se compararon en un ensayo de ausencia de inferioridad. Es de destacar que los pacientes con buen estado funcional y enfermedad solo en los ganglios linfáticos tienen una tasa baja, pero significativa, de lograr una remisión completa duradera con el régimen MVAC o la combinación GC. Por ejemplo, en el ensayo grande controlado aleatorizado en el que se comparó el régimen MVAC con la combinación GC, la tasa de SG a 5 años en pacientes con enfermedad solo en los ganglios linfáticos fue del 20,9 %.[11] El régimen MVAC de dosis densas y el régimen MVAC de dosis estándar se compararon en un ensayo controlado aleatorizado: el MVAC de dosis densas se relacionó con una supervivencia más prolongada.
El cisplatino como sustancia única y los regímenes multifarmacológicos que no incluyen cisplatino no han demostrado mejorar la supervivencia en ningún ensayo controlado aleatorizado. No hay un régimen que haya demostrado prolongar la supervivencia en pacientes que no son aptos para los regímenes de quimioterapia multifarmacológica a base de cisplatino; sin embargo, muchos regímenes han demostrado respuestas radiológicas mensurables.
Estos incluyen carboplatino y paclitaxel,[12] carboplatino y gemcitabina,[13-15] paclitaxel y gemcitabina,[16-18] gemcitabina como sustancia única [19,20] y paclitaxel como sustancia única.[21-23] Si bien se estudiaron los regímenes de carboplatino, metotrexato y vinblastina; carboplatino, epirrubicina, metotrexato y vinblastina, y paclitaxel, gemcitabina y carboplatino, estos no se utilizan ampliamente.[24-27]
En los estudios en curso se evalúan nuevas combinaciones de quimioterapia.
Evidencia (quimioterapia):
En los estudios en curso se evalúan nuevas combinaciones de quimioterapia.
La inmunoterapia se propone como una alternativa de tratamiento para los pacientes de cáncer de vejiga en estadio IV. En los ensayos clínicos, los inhibidores de puntos de control inmunitario que exhiben actividad contra PD-1 o contra el ligando 1 de muerte celular programada (PD-L1) tuvieron efecto contra el carcinoma urotelial de pacientes tratados antes con quimioterapia con derivados del cisplatino o que no eran aptos para recibirla.[53-57] Actualmente hay varios fármacos aprobados; sin embargo, el pembrolizumab es el fármaco que tiene el mayor nivel de evidencia científica y los mejores datos de supervivencia.
El pembrolizumab es un anticuerpo monoclonal humanizado que se une al PD-1. En pacientes tratados antes con quimioterapia con derivados del platino, se observó que el pembrolizumab prolongó más la SG que la quimioterapia de segunda línea. Como resultado, la FDA aprobó el pembrolizumab para pacientes de carcinoma urotelial localmente avanzado o metastásico que pertenecen a una de las tres categorías siguientes:
Es importante señalar que, en 2018, la FDA emitió una alerta sobre los datos preliminares de 2 ensayos de tratamiento de primera línea en curso que compararon el tratamiento con pembrolizumab o atezolizumab con el tratamiento a base de cisplatino o carboplatino. Los datos mostraron que la inmunoterapia se relacionó con una supervivencia más breve en los pacientes con una expresión de PD-L1 baja. Como resultado, se enmendaron las fichas técnicas para restringir el uso de ambos fármacos para las tres categorías de pacientes descritas más arriba.
Evidencia (pembrolizumab):
El atezolizumab es un anticuerpo monoclonal humanizado que se une a la PD-L1 e impide que esta se fije a sus receptores PD-1 o B7-1. Se ha notificado en ensayos clínicos que el atezolizumab es eficaz contra el carcinoma urotelial, pero no se observó prolongación de la SG o mejoría de la calidad de vida. En el único ensayo controlado aleatorizado en el que se probó el atezolizumab, no se notificó una diferencia significativa de SG en comparación con la quimioterapia de segunda línea.
La FDA aprobó el atezolizumab para pacientes de carcinoma urotelial avanzado localmente o metastásico que pertenecen a una de las tres categorías siguientes:
Es importante señalar que, en 2018, la FDA emitió una alerta para informar sobre los datos preliminares de 2 ensayos de tratamiento de primera línea en curso que compararon el tratamiento con pembrolizumab o atezolizumab con el tratamiento a base de cisplatino o carboplatino. Los datos mostraron que la inmunoterapia se relacionó con una supervivencia más breve en los pacientes con una expresión de PD-L1 baja. Como resultado, se enmendaron las fichas técnicas para restringir el uso de ambos fármacos para las tres categorías de pacientes descritas más arriba.
Evidencia (atezolizumab):
El nivolumab es un anticuerpo completamente humano tipo inmunoglobulina G4 que actúa como inhibidor del punto de control inmunitario PD-1 y bloquea la interacción entre PD-L1 y PD-L2 con PD-1. Debido a la carencia de publicaciones de ensayos controlados, no se dispone de datos que demuestren que el consumo de nivolumab prolongue la supervivencia o mejore la calidad de vida.
Evidencia (nivolumab):
El avelumab es un anticuerpo monoclonal anti–PD-L1 que exhibió actividad contra el carcinoma urotelial. En un ensayo controlado aleatorizado, se informó un beneficio de la SG con el avelumab de mantenimiento cuando se administró después de la quimioterapia con derivados del platino en pacientes cuyo cáncer no progresó durante la quimioterapia.
Evidencia (avelumab):
El durvalumab es un anticuerpo monoclonal anti–PD-L1 que exhibió actividad contra el carcinoma urotelial. No se han publicado ensayos clínicos controlados ni datos que demuestren que este fármaco prolongue la supervivencia o mejore la calidad de vida.
Evidencia (durvalumab):
La radioterapia definitiva con quimioterapia o sin esta, que se evaluó sobre todo para pacientes con enfermedad localmente avanzada (T2–T4), parece tener un potencial curativo mínimo en pacientes con metástasis en los ganglios linfáticos regionales.
La derivación urinaria se puede indicar no solo para la paliación de los síntomas urinarios sino, también, para preservar el funcionamiento renal de quienes son aptos para recibir quimioterapia.
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Por lo general, el pronóstico para cualquier paciente con cáncer de vejiga invasivo progresivo o recidivante es precario. El tratamiento de la recidiva depende del tratamiento previo, los sitios de recidiva y las consideraciones individuales del paciente.
Las opciones de tratamiento del cáncer de vejiga recidivante son las siguientes:
Los pacientes que no recibieron quimioterapia previa por un carcinoma urotelial, se deberían considerar para recibir quimioterapia como se describió más arriba para la enfermedad en estadio IV.
Para los pacientes de carcinoma de células de transición recidivante, la quimioterapia combinada produjo tasas altas de respuesta, con respuestas ocasionales completas.[1,2]
Los regímenes de quimioterapia combinada con base en cisplatino son el estándar de atención para el tratamiento inicial de pacientes con cáncer de vejiga en estadio IV que pueden tolerarlos.[3-7] En el marco de ensayos controlados aleatorizados, los únicos regímenes de quimioterapia que mostraron como resultado una supervivencia más prolongada son MVAC (metotrexato, vinblastina, doxorrubicina y cisplatino), MVAC de dosis densa y CMV (cisplatino, metotrexato y vinblastina).
En un ensayo controlado aleatorizado se comparó GC (gemcitabina y cisplatino) con MVAC; ninguno régimen se relacionó con una diferencia estadísticamente significativa en la tasa de respuesta o la supervivencia. En general, aunque ambos regímenes se consideran equivalentes, no se han comparado en un ensayo de ausencia de inferioridad. Es de destacar que los pacientes con buen estado funcional y enfermedad solo en los ganglios linfáticos tienen una tasa baja pero significativa de lograr una remisión completa duradera con MVAC o GC. En el ensayo grande, aleatorizado y controlado en el que se comparó MVAC con GC, por ejemplo, la tasa de supervivencia general (SG) a 5 años en pacientes con enfermedad solo en los ganglios linfáticos fue de 20,9 %.[8] En un ensayo controlado aleatorizado, se comparó MVAC de dosis densa con MVAC de dosis estándar; MVAC se dosis densa se relacionó con una supervivencia más prolongada.
Los regímenes con cisplatino como sustancia única y aquellos con sustancias múltiples que no incluyen cisplatino nunca lograron mostrar una mejora de la supervivencia en un ensayo controlado aleatorizado. Para los pacientes que no son aptos para someterse a regímenes de quimioterapia de sustancias múltiples que incluyen cisplatino, ningún régimen logró exhibir una prolongación de la supervivencia; sin embargo, se han demostrado respuestas radiológicas mensurables con muchos regímenes.
Estos regímenes incluyen carboplatino más paclitaxel,[9] carboplatino más gemcitabina,[10-12] paclitaxel más gemcitabina,[13-15] gemcitabina como sustancia única y [16,17] paclitaxel como sustancia única.[18-20] Se han estudiado, pero no ampliamente usado, los regímenes con carboplatino, metotrexato y vinblastina; carboplatino, epirrubicina, metotrexato y vinblastina; y paclitaxel, gemcitabina y carboplatino.[21-24]
Evidencia (quimioterapia combinada):
Aunque este estudio no se diseñó para mostrar la equivalencia de los dos regímenes, la eficacia similar y la reducción de los efectos tóxicos con GC, este régimen es una alternativa razonable para pacientes que no pueden tolerar el régimen MVAC.[29][Nivel de evidencia A1]
La inmunoterapia se propone como una alternativa de tratamiento para los pacientes de cáncer de vejiga recidivante. En los ensayos clínicos, los inhibidores de puntos de control inmunitario que exhiben actividad contra la proteína de muerte celular programada 1 (PD-1) o el ligando 1 de muerte celular programada (PD-L1) tuvieron efecto contra el carcinoma urotelial de pacientes tratados antes con quimioterapia con derivados del cisplatino o que no eran aptos para recibirla.[38-42] Actualmente hay cuatro fármacos aprobados; sin embargo, el pembrolizumab es el fármaco que tiene el mayor nivel de evidencia científica y los mejores datos de supervivencia.
El pembrolizumab es un anticuerpo monoclonal humanizado que se une al PD-1. En pacientes tratados antes con quimioterapia con derivados del platino, se observó que el pembrolizumab prolongó más la SG que la quimioterapia de segunda línea. Como resultado, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó el pembrolizumab para pacientes de carcinoma urotelial localmente avanzado o metastásico que pertenecen a una de las tres categorías siguientes:
Es importante señalar que, en 2018, la FDA emitió una alerta para informar que los datos preliminares de dos ensayos en curso exhibieron una supervivencia más breve en los ensayos de primera línea que compararon el tratamiento con pembrolizumab o atezolizumab con el tratamiento con base en cisplatino o carboplatino. Como resultado, se enmendaron las fichas técnicas para restringir el uso de ambos fármacos para las tres categorías de pacientes descritas más arriba.
Evidencia (pembrolizumab):
El atezolizumab es un anticuerpo monoclonal humanizado que se une a la PD-L1 e impide que esta se fije a sus receptores PD-1 o B7-1. Se ha notificado en ensayos clínicos que el atezolizumab es eficaz contra el carcinoma urotelial, pero no se observó prolongación de la SG o mejoría de la calidad de vida. En el único ensayo controlado aleatorizado en el que se probó el atezolizumab, no se notificó una diferencia significativa de SG en comparación con la quimioterapia de segunda línea.
La FDA aprobó el atezolizumab para pacientes de carcinoma urotelial localmente avanzado o metastásico que pertenecen a una de las tres categorías siguientes:
Es importante señalar que, en 2018, la FDA emitió una alerta para informar que los datos preliminares de dos ensayos en curso exhibieron una supervivencia más breve en los ensayos de primera línea que compararon el tratamiento con pembrolizumab o atezolizumab con el tratamiento con base en cisplatino o carboplatino. Como resultado, se enmendaron las fichas técnicas para restringir el uso de ambos fármacos para las tres categorías de pacientes descritas más arriba.
Evidencia (atezolizumab):
El nivolumab es un anticuerpo completamente humano de tipo inmunoglobulina G4 que se une al inhibidor de punto de control inmunitario PD-1 y bloquea la interacción entre PD-L1 y PD-L2 con PD-1. Debido a la carencia de publicaciones de ensayos controlados, no se dispone de datos que demuestren que el consumo de nivolumab prolongue la supervivencia o mejore la calidad de vida.
Evidencia (nivolumab):
El avelumab es un anticuerpo monoclonal anti–PD-L1 que exhibió actividad contra el carcinoma urotelial. En un ensayo controlado aleatorizado, se informó un beneficio de la SG con el avelumab de mantenimiento cuando se administró después de la quimioterapia con derivados del platino en pacientes cuyo cáncer no progresó durante la quimioterapia.
Evidencia (avelumab):
El durvalumab es un anticuerpo monoclonal anti–PD-L1 que exhibió actividad contra el carcinoma urotelial. No se han publicado ensayos clínicos controlados ni datos que demuestren que este fármaco prolongue la supervivencia o mejore la calidad de vida.
Evidencia (durvalumab):
El ramucirumab es un anticuerpo monoclonal de tipo inmunoglobulina G1 que bloquea el receptor 2 del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGFR-2). La FDA aprobó su uso en pacientes con carcinoma gástrico y adenocarcinoma de unión gastroesofágica, pero no en pacientes con cáncer de vejiga.
Evidencia (ramucirumab):
Enfortumab vedotina es un tipo de medicamento para la terapia dirigida que se llama conjugado anticuerpo-fármaco. Los conjugados anticuerpo-fármaco contienen un anticuerpo monoclonal ligado químicamente a un medicamento. La parte de anticuerpo monoclonal en la enfortumab vedotina se enlaza a una proteína llamada nectina-4, que se encuentra sobre la superficie de la mayoría de las células cancerosas de la vejiga. El anticuerpo se liga químicamente a la monometilauristatina E, o MMAE, un tipo de fármaco de quimioterapia llamado inhibidor de microtúbulos. Una vez que las células absorben el conjugado, el medicamento les impide multiplicarse y provoca su muerte.
La FDA aprobó enfortumab vedotina para administrar a pacientes de carcinoma urotelial metastásico que progresó después de tratarse con quimioterapia con derivados del platino de primera línea y con terapia de segunda línea con un inhibidor de punto de control inmunitario. La aprobación se fundamentó en un ensayo de un solo grupo de 125 pacientes de carcinoma urotelial metastásico.[51]
Evidencia (enfortumab vedotina):
Debido a que no hubo un grupo de control, en este estudio no se pudieron demostrar mejoras de la SG o la calidad de vida. Está en marcha un ensayo de seguimiento de fase III para evaluar los beneficios de esta medicación.
Erdafitinib (JNJ-42756493) es un potente inhibidor de tirosina–cinasas de los receptores del factor de crecimiento de fibroblastos 1–4. La FDA aprobó el erdafitinib para pacientes de carcinoma urotelial que tienen una mutación en 1 de los 4 genes del factor de crecimiento de fibroblastos y cuya enfermedad progresó después de recibir quimioterapia.
Alrededor del 20 % de los carcinomas uroteliales metastásicos de vejiga tienen mutaciones en FGFR, así como el 35 % de los carcinomas uroteliales de los uréteres y la pelvis renal.
Evidencia (erdafitinib):
El tratamiento de tumores superficiales nuevos o localmente invasivos que se presentan en el entorno de una terapia conservadora previa para una neoplasia de vejiga superficial se trató en el estadio I de este sumario.
Se deberá considerar la terapia paliativa para pacientes con tumores sintomáticos.
La enfermedad recidivante o progresiva en sitios distantes o que se presenta después de la terapia local definitiva tiene un pronóstico muy adverso y los pacientes deben considerar la participación en ensayos clínicos toda vez que sea posible.
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Los resúmenes del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan a medida que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este resumen a partir de la fecha arriba indicada.
Información general sobre el cáncer de vejiga
Se actualizaron las estadísticas con el número estimado de casos nuevos y defunciones para 2024 (se citó la American Cancer Society como referencia 2).
Aspectos generales de las opciones de tratamiento del cáncer de vejiga
Se añadió Dosificación de fluorouracilo como subsección nueva.
Tratamiento del cáncer de vejiga en estadio IV
Se revisó la lista de opciones de tratamiento para los pacientes con enfermedad T4b (tumor primario), N0 (ganglio linfático regional), M0 (metástasis a distancia).
Se añadió Enfortumab vedotina con pembrolizumab como nueva subsección.
Se añadió Quimioterapia con inmunoterapia como nueva subsección.
Se revisó la lista de opciones de tratamiento para los pacientes con enfermedad con cualquier T, cualquier N, M1.
Se añadió Enfortumab vedotina con pembrolizumab como nueva subsección.
Se añadió Quimioterapia con inmunoterapia como nueva subsección.
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PDQ® sobre el tratamiento para adultos. PDQ Tratamiento del cáncer de vejiga. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/vejiga/pro/tratamiento-vejiga-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.
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