Este resumen trata sobre el cáncer de células escamosas de vulva y las neoplasias intraepiteliales de vulva (VIN), algunas de las cuales se piensa que son precursoras de los cánceres de células escamosas invasivos.
Los labios mayores son el sitio más común del carcinoma de vulva y allí se presentan cerca del 50 % de los casos. Los casos de carcinoma de vulva en los labios menores representan entre el 15 % y el 20 %. El clítoris y las glándulas de Bartholino son los sitios que se afectan con menor frecuencia.[1] Las lesiones son multifocales en alrededor del 5 % de los casos. Más del 90 % de los casos de cáncer de vulva invasivos son carcinomas de células escamosas.[2]
El cáncer de vulva representa cerca del 6 % de todos los cánceres del aparato genital femenino en los Estados Unidos.[3]
Número estimado de casos nuevos y defunciones por cáncer de vulva en los Estados Unidos para 2024:[3]
La vulva es el área directamente externa a la vagina, que incluye el monte del pubis o monte de Venus, los labios mayores y menores, el clítoris y las glándulas de Bartholino.
La edad avanzada es el principal factor de riesgo para la mayoría de los cánceres. Otros factores de riesgo del cáncer de vulva son los siguientes:
La VIN asociada con el VPH, denominada VIN de tipo común cuando es de grado 2 y 3, es más frecuente en mujeres menores de 50 años. Por el contrario, la VIN no asociada con el VPH, denominada VIN de tipo diferenciada cuando es de grado 3, es más frecuente en mujeres de más edad.[5,6]
El antiguo tipo de lesión VIN de grado 1 ya no se clasifica como VIN verdadera.[5,6] Las lesiones relacionadas con el VPH de tipo basaloide y de tipo condilomatoso se vinculan con la VIN. De 75 a 100 % de los carcinomas de tipo basaloide y de tipo condilomatoso albergan una infección por el VPH. Los subtipos basaloides y condilomatosos no solo tienen una prevalencia mucho más alta de infección por el VPH en comparación con los subtipos queratinizantes, además comparten muchos factores de riesgo con el cáncer de cuello uterino, entre ellos, los siguientes:
Para obtener más información, consultar Tratamiento del cáncer de cuello uterino.
Es posible que las mujeres con VIN sean asintomáticas en el momento del diagnóstico.
Los signos y síntomas del cáncer de células escamosas de vulva son los siguientes:
Los siguientes procedimientos se utilizan para el diagnóstico y la estadificación del cáncer de vulva:
El pronóstico depende del estado patológico de los ganglios linfáticos inguinales y de la diseminación a las estructuras adyacentes.[8] En las pacientes con una enfermedad operable sin compromiso ganglionar, la tasa de supervivencia general (SG) es del 90 %. Sin embargo, cuando hay compromiso ganglionar, la tasa de SG a 5 años oscila entre el 50 % y el 60 %.[9]
El tamaño del tumor primario es menos importante para determinar el pronóstico.[8]
Es posible que las neoplasias de vulva invasivas y preinvasivas se deban a una infección por el VPH, de manera que el efecto carcinógeno quizás abarque todo el epitelio vulvar. Por esto, las pacientes se vigilan de cerca para identificar signos o síntomas de recidiva.
La International Society for the Study of Vulvovaginal Disease (ISSVD) formuló la clasificación histológica de la enfermedad vulvar y de las lesiones precursoras del cáncer de vulva.[1]
Trastornos epiteliales no neoplásicos de la piel y la mucosa vulvar
Neoplasia intraepitelial de vulva (VIN)
Enfermedad de Paget de la vulva
Otros tipos histológicos
La evaluación para la estadificación del cáncer de vulva quizás incluya las siguientes pruebas y procedimientos:
La sospecha de compromiso vesical o rectal se debe confirmar mediante biopsia.[1]
La Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique (FIGO) y el American Joint Committee on Cancer (AJCC) formularon la estadificación del cáncer de vulva; el sistema FIGO es el que más se usa.[1,2] El estadio se basa en la estadificación patológica en el momento de la cirugía, o antes de iniciar la radioterapia o la quimioterapia cuando éstas son las modalidades de tratamiento inicial.[3]
Este sistema de estadificación no se usa para el melanoma maligno de vulva, que se estadifica igual que el melanoma cutáneo.[1] Para obtener más información, consultar la sección Información sobre los estadios del melanoma en Tratamiento del melanoma.
Estadio | Definición | |
---|---|---|
FIGO = Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique. | ||
aAdaptación de FIGO Committee on Gynecologic Oncology.[2] | ||
bLa profundidad de la invasión se mide desde la membrana basal de la cresta interpapilar adyacente más profunda displásica sin tumor (o la cresta interpapilar displásica más cercana) hasta el punto más profundo de invasión. | ||
I | Tumor confinado en la vulva. | |
IA | Tumor ≤2 cm con invasión estromal ≤1 mmb. | |
IB | Tumor >2 cm o invasión estromal >1 mmb. |
Estadio | Definición |
---|---|
FIGO = Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique. | |
aAdaptación de FIGO Committee on Gynecologic Oncology.[2] | |
II | Tumor de cualquier tamaño con extensión al tercio inferior de la uretra, el tercio inferior de la vagina o el tercio inferior del ano, sin compromiso ganglionar. |
Estadio | Definición | |
---|---|---|
FIGO = Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique. | ||
aAdaptación de FIGO Committee on Gynecologic Oncology.[2] | ||
bRegional indica los ganglios linfáticos inguinales o femorales. | ||
III | Tumor de cualquier tamaño con extensión a la porción superior de las estructuras perineales adyacentes, o compromiso de ganglios linfáticos móviles sin ulceración. | |
IIIA | Tumor de cualquier tamaño con extensión a los dos tercios superiores de la uretra, los dos tercios superiores de la vagina, la mucosa vesical, la mucosa rectal o metástasis ganglionares regionales ≤5 mm. | |
IIIB | Metástasis ganglionares regionalesb >5 mm. | |
IIIC | Metástasis ganglionares regionalesb con diseminación extracapsular. |
Estadio | Definición | |
---|---|---|
FIGO = Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique. | ||
aAdaptación de FIGO Committee on Gynecologic Oncology.[2] | ||
bRegional indica los ganglios linfáticos inguinales o femorales. | ||
IV | Tumor de cualquier tamaño con fijación al hueso, metástasis ganglionares fijas o ulceradas, o metástasis a distancia. | |
IVA | Enfermedad con fijación al ilíaco o metástasis ganglionares regionales fijas o ulceradasb. | |
IVB | Metástasis a distancia. |
El grado se notifica a los sistemas de registro y a veces difiere entre sistemas porque se usan clasificaciones de 2, 3 y 4 grados. Si no se aclara, el sistema que más se usa es el siguiente:[1]
En general, alrededor del 30 % de las pacientes con enfermedad operable exhiben diseminación ganglionar. El tipo histológico afecta la distribución de la diseminación. Los factores de riesgo de metástasis ganglionares son los siguientes:[4-8]
Las lesiones bien diferenciadas por lo general se diseminan por la superficie y producen poca invasión, mientras que las lesiones anaplásicas acarrean una mayor probabilidad de invasión profunda. La diseminación fuera de la vulva se produce a órganos adyacentes como la vagina, la uretra y el ano, o por medio del sistema linfático a los ganglios linfáticos inguinales o femorales, y luego a los ganglios pélvicos profundos. La diseminación hematógena es infrecuente.
El tratamiento primario del cáncer de vulva es quirúrgico. Además, las pacientes con enfermedad en estadio III o IV reciben radioterapia.[1-3] Las estrategias más nuevas integran la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, y permiten adaptar el tratamiento según el compromiso clínico y patológico de la enfermedad. Las pautas para la combinación de estas estrategias terapéuticas varían.[4]
Hay poca información sobre la eficacia del tratamiento para las pacientes con enfermedad avanzada (estadios III y IV) porque estos casos son infrecuentes y no se ha definido un régimen de quimioterapia estándar para estas pacientes. En ocasiones, los médicos ofrecen la participación en ensayos clínicos a las pacientes con enfermedad en estadio III o IV.
Para obtener más información sobre ensayos clínicos en curso, consultar el portal de Internet del NCI.
Estadio (criterios de estadificación de FIGO) | Opciones de tratamiento |
---|---|
FIGO = Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique; VIN = neoplasia intraepitelial de la vulva. | |
VIN (no se incluye en la estadificación de FIGO) | Cirugía |
Imiquimod tópico | |
Cáncer de vulva en estadios I y II | Cirugía |
Cirugía y radioterapia | |
Radioterapia sola | |
Cáncer de vulva en estadio III | Cirugía con radioterapia o sin esta |
Radioterapia o quimiorradioterapia seguida de cirugía | |
Radioterapia con quimioterapia o sin esta | |
Cáncer de vulva en estadio IVA | Cirugía |
Cirugía y radioterapia | |
Radioterapia o quimiorradioterapia seguida de cirugía | |
Radioterapia con quimioterapia o sin esta | |
Cáncer de vulva en estadio IVB | Quimioterapia |
Cáncer de vulva recidivante | Extirpación local amplia con radioterapia o sin esta |
Vulvectomía radical y exenteración pélvica | |
Radioterapia y quimioterapia citotóxica sincrónicas, con cirugía o sin esta |
Desde la década de 1980, la tendencia para la resección quirúrgica en las pacientes con cáncer de vulva es hacer una operación más limitada, que a menudo se combina con radioterapia a fin de reducir al mínimo la morbilidad.[5] Si durante el examen clínico se observa que los tumores están confinados en la vulva o el perineo, entonces se usa una extirpación local radical con un margen de por lo menos 1 cm en lugar de una vulvectomía radical, y se realiza una incisión separada en lugar de la disección ganglionar inguinal en bloque. En los tumores unilaterales, la disección ganglionar inguinal ipsilateral reemplazó la disección bilateral, y en muchos casos se omite la disección ganglionar femoral.[2,5-7] Sin embargo, las distintas técnicas quirúrgicas no se han sometido a una comparación directa en ensayos controlados aleatorizados. Además, en los estudios no aleatorizados no se usan definiciones uniformes para la estadificación ni descripciones exactas de la disección ganglionar o la radiación complementaria.[8][Niveles de evidencia C2 y C3] Por lo tanto el fundamento científico es escaso.
Otra estrategia para reducir al mínimo la morbilidad de la disección ganglionar inguinal en las pacientes con enfermedad en estadio clínico temprano es la disección de ganglio linfático centinela (DGLC), de manera que solo se usa la disección inguinal cuando hay metástasis en uno o más ganglios linfáticos centinela.
Evidencia (disección de ganglio linfático centinela):
Complicaciones | Morbilidad local de la DGLC (%) | Morbilidad local de la DGLC y la linfadenectomía inguinofemoral (%) |
---|---|---|
DGLC = disección de ganglio linfático centinela. | ||
aP < 0,0001 para todas las comparaciones. | ||
Dehiscencia de la herida | 11,7 | 34 |
Celulitis | 4,5 | 21,3 |
Linfedema crónico | 1,9 | 25,2 |
Por lo tanto, la DGLC quizás sea útil cuando la hace un cirujano experto en el procedimiento, de manera que a veces elimina la necesidad de una disección ganglionar inguinal completa o de radioterapia en pacientes con ganglios linfáticos clínicamente sanos.
Es posible usar la radioterapia en las pacientes que no tolerarían la cirugía o cuando la cirugía se contraindica por el sitio o el grado de la enfermedad.[10-13]
Se encuentran metástasis ganglionares inguinales en el 20 % al 35 % de las pacientes con tumores confinados en la vulva sin compromiso ganglionar.[9,14] La disección ganglionar es un aspecto tradicional del tratamiento quirúrgico primario para la mayoría de los tumores excepto para los tumores más pequeños. Algunos investigadores recomiendan el uso de la radioterapia para evitar la morbilidad de la disección ganglionar, pero no queda claro si la radioterapia produce las mismas tasas de control local y supervivencia que se obtienen con la disección ganglionar en las pacientes con enfermedad en estadio temprano.
Se notificó un ensayo aleatorizado en el que se estudió la eficacia de la radioterapia en pacientes con cáncer de vulva clínicamente localizado.[14,15] En ese estudio, las mujeres con enfermedad clínicamente confinada en la vulva, sin sospecha clínica de metástasis ganglionar inguinal, se sometieron a vulvectomía radical seguida de radiación inguinal (50 Gy en fracciones de 2 Gy) o disección inguinal (con radiación inguinal si había compromiso ganglionar patológico). Aunque se proyectó la inclusión de 300 pacientes, el estudio se interrumpió después de la asignación al azar de 58 mujeres porque se identificaron desenlaces más precarios en las mujeres del grupo de radioterapia.
En resumen, el ensayo se interrumpió de manera prematura, y es poco lo que se puede concluir sobre la eficacia relativa de los dos abordajes de tratamiento.[14]
El uso de radioterapia pélvica se comparó con la disección ganglionar pélvica en pacientes con compromiso ganglionar pélvico documentado.
Evidencia (resección ganglionar pélvica vs. radioterapia pélvica):
No hay una quimioterapia estándar para el cáncer de vulva, y los informes que describen el uso de esta modalidad de tratamiento en el entorno de la enfermedad metastásica o recidivante son esporádicos.[5]
La quimioterapia se ha estudiado para usarla en combinación con la radioterapia en el entorno neoadyuvante o como tratamiento primario en la enfermedad avanzada a partir de la extrapolación de los regímenes que se usan para los cánceres de células escamosas de ano y cuello uterino. Los regímenes de quimioterapia incluyen varias combinaciones de fluorouracilo (5-FU), cisplatino, mitomicina o bleomicina.[5]
No hay evidencia clara de mejoría de la supervivencia o efectos paliativos. Debido a que muchas pacientes con cáncer de vulva avanzado o recidivante son de edad avanzada o tienen comorbilidades, la tolerabilidad farmacológica es un aspecto importante durante la administración de estos fármacos.
No se encontraron ensayos aleatorizados en una revisión sistemática sobre el uso de quimiorradioterapia neoadyuvante en pacientes inoperables o que necesitaban una cirugía extensa, como exenteración pélvica, colostomía o derivación urinaria.[17] Se revisaron 5 estudios no aleatorizados que cumplieron con los criterios de inclusión sobre la administración de quimiorradioterapia neoadyuvante en esta población con el fin de intentar una cirugía curativa.[18-22] En los 5 estudios se usaron 4 programas diferentes de quimiorradioterapia y técnicas de fraccionamiento de las dosis de radioterapia. En los 4 estudios en los que se usó 5-FU con cisplatino o mitomicina, la tasa de operabilidad después de la quimiorradioterapia osciló entre el 63 % y el 92 %.[18-21] En un estudio que usó bleomicina, la tasa de operabilidad solo fue de 20 %.[22]
En resumen, la evidencia indica que la quimiorradioterapia prequirúrgica con 5-FU y cisplatino o mitomicina quizás aumente la operabilidad de las pacientes, pero el fundamento científico está limitado por el diseño del estudio. Además de la escasez de ensayos aleatorizados, la interpretación de estos estudios es complicada por la falta de una definición estándar de operabilidad.[4][Nivel de evidencia C3] La toxicidad del tratamiento es considerable.
Hay poca evidencia sobre el uso de quimiorradioterapia neoadyuvante para el cáncer de vulva operable en estadio avanzado, y los datos disponibles no indican una ventaja de este abordaje. En una revisión sistemática solo se encontró un ensayo aleatorizado sobre este tema que se publicó como resumen.[4,23] En ese ensayo, se asignó al azar a 68 pacientes con cáncer de vulva avanzado (T2* >4 cm, T3*, cualquier caso con compromiso ganglionar) para recibir radioterapia neoadyuvante prequirúrgica (50 Gy) con 5-FU y mitomicina simultáneas, o someterse a cirugía primaria. La toxicidad grave relacionada con el tratamiento neoadyuvante fue alta (13 de 24 pacientes; 10 pacientes presentaron dehiscencia de la herida). Después de una media de seguimiento de 42 meses, la tasa de SG a 5 años fue del 30 % en el grupo de quimiorradioterapia neoadyuvante y del 49 % en el grupo de cirugía primaria (RRde muerte, 1,39; IC de 95 %, 0,94–2,06; P = 0,19).[4,23][Nivel de evidencia A1] [Nota: *T2 se define como un tumor confinado en la vulva o el perineo, que mide más de 2 cm en su mayor dimensión, y T3 se define como un tumor con invasión de cualquiera de las siguientes partes: porción inferior de la uretra, vagina o ano.]
El gen DPYD codifica la enzima que cataboliza las pirimidinas y las fluoropirimidinas, como la capecitabina y el fluorouracilo. Se estima que entre el 1 % y el 2 % de la población tiene variantes defectuosas de DPYD que reducen la función de la proteína DPD y la acumulación de pirimidinas y fluoropirimidinas en el cuerpo.[24,25] Los pacientes con la variante DPYD*2A que reciben fluoropirimidinas quizás presenten efectos tóxicos graves que ponen en riesgo la salud, y a veces son mortales. Se han identificado muchas otras variantes de DPYD, con diferentes efectos clínicos.[24-26] Es posible que se recomiende evitar la fluoropirimidina o reducir la dosis al 50 % según el genotipo DPYD del paciente y el número de alelos funcionales de DPYD.[27-29] Las pruebas genéticas para DPYD cuestan menos de $200, pero la cobertura del seguro varía debido a la falta de directrices nacionales.[30] Además, es posible que las pruebas retrasen el tratamiento por 2 semanas, lo que no sería aconsejable en casos de urgencia. Este tema es objeto de controversia y requiere evaluación adicional.[31]
Las opciones de tratamiento de la neoplasia intraepitelial de vulva son las siguientes:
Tradicionalmente se han usado tres grados de VIN; sin embargo, no se ha comprobado que los tres grados correspondan al mismo proceso biológico continuo o de que el grado 1 sea una lesión precancerosa. En 2004, la International Society for the Study of Vulvar Disease (ISSVD) modificó la terminología, y reservó la designación de VIN para dos categorías de lesiones a partir del aspecto morfológico.[9] En 2015, la ISSVD formuló nueva terminología para las lesiones escamosas intraepiteliales (SIL) de la vulva, de la siguiente manera:[10]
El tratamiento de la VIN de grado alto a menudo es una terapia activa debido a un riesgo más alto de progresión a enfermedad invasiva.[2] Las tasas de progresión estimadas son imprecisas. En una revisión sistemática de la bibliografía médica que incluyó a 88 pacientes con VIN 3 no tratadas, se notificó una tasa de progresión de 9 % (8 de 88 pacientes) a cáncer de vulva invasivo durante 12 a 96 meses de observación. En la misma revisión, la tasa de regresión espontánea fue del 1,2 %, y todos los casos se presentaron en mujeres menores de 35 años.[1] Sin embargo, en un estudio de un solo centro, 10 de 63 (16 %) mujeres con VIN 2 o VIN 3 no tratadas exhibieron progresión a cáncer invasivo después de una media de 3,9 años.[11]
Las lesiones de las VIN son multifocales o confluentes y extensas. Es importante obtener múltiples biopsias para planificar el tratamiento y excluir una enfermedad invasiva oculta. La VIN en áreas no pilosas se considera una enfermedad epitelial; sin embargo, la VIN en sitios pilosos afecta al aparato pilosebáceo y requiere una extirpación más profunda porque se puede diseminar por las raíces del pelo.
El abordaje terapéutico principal es quirúrgico, pero no hay acuerdo sobre el procedimiento quirúrgico ideal. El objetivo de la cirugía es extirpar o destruir la lesión VIN completa y preservar las características anatómicas y funcionales de la vulva. Una vulvectomía simple produce una tasa de supervivencia a 5 años de casi el 100 %; sin embargo, pocas veces está indicada. Otros procedimientos quirúrgicos más limitados, como la extirpación independiente de múltiples lesiones causan menos deformidad.[12] La elección del tratamiento depende de la extensión de la enfermedad y la experiencia del médico. No hay datos de comparación confiables sobre la eficacia y la inocuidad de los diferentes abordajes quirúrgicos.
En una revisión sistemática de la bibliografía se identificó solo un ensayo aleatorizado de comparación de abordajes quirúrgicos.[2] En ese ensayo, 30 mujeres con VIN de grado alto fueron asignadas al azar a recibir ablación con láser de CO2 o aspiración quirúrgica ultrasónica.[3] No se presentaron diferencias estadísticamente significativas en la recidiva de la enfermedad, disuria o micción urente, adherencias o cicatrización en el periodo entre 2 tratamientos, después de 1 año de seguimiento. Se observó cicatrización en 5 de 16 mujeres tratadas con ablación por láser, y 0 de 14 mujeres tratadas con aspiración quirúrgica ultrasónica (P < 0,01), pero no se notificaron las consecuencias de la cicatrización en el funcionamiento sexual o la calidad de vida.[3][Nivel de evidencia B1] El ensayo clínico fue muy pequeño como para permitir conclusiones confiables sobre la eficacia relativa de estas técnicas quirúrgicas. El resto de la bibliografía sobre la cirugía se deriva de series de casos y es proclive a sesgos importantes.[Nivel de evidencia C2]
Sin importar el procedimiento que se use, todas las pacientes exhiben un riesgo alto de recidiva, en especial, cuando las lesiones son de grado alto o multifocales.[13] Los sitios de recidiva más frecuentes son la piel perianal, el área presacra y el prepucio del clítoris. Cerca del 4 % de las pacientes tratadas por una VIN luego presentan un cáncer invasivo.[14,15]
En las mujeres con VIN de grado alto, se notificaron tasas de respuesta importantes y tolerabilidad aceptable con el uso tópico de imiquimod al 5 %, un modificador de la respuesta inmunitaria con actividad contra los condilomas de vulva relacionados con el VPH 6 y el VPH 11.
Evidencia (imiquimod):
Los abordajes no quirúrgicos se han estudiado porque los procedimientos quirúrgicos en la vulva producen morbilidad física y psicosexual. Algunos de estos abordajes, como el fluorouracilo tópico, el interferón gamma recombinante, la bleomicina y el trinitroclorobenceno, ya no se usan por las tasa altas de recidiva o por los efectos secundarios locales intolerables, como dolor, irritación y ulceración.[8,16]
También se ha empleado la terapia fotodinámica con aplicación tópica de ácido 5-aminolevulínico como sensibilizador para una luz láser de 635 nm. Sin embargo, los datos se limitan a series de casos pequeñas con tasas de respuesta variables.[17,18][Nivel de evidencia C3]
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Las opciones de tratamiento del cáncer de vulva en estadio I y estadio II son las siguientes:
Extirpación local radical con disección ganglionar inguinal y femoral ipsilateral o bilateral. Para las lesiones en estadio I con microinvasión (<1 mm de invasión) sin distrofia vulvar grave asociada, es posible hacer una extirpación amplia (margen de 1 cm, sin disección de ganglios linfáticos). Es posible hacer una extirpación radical local con linfadenectomía unilateral completa para el resto de las lesiones en estadio I, siempre y cuando sean laterales, sin distrofia difusa grave ni compromiso ganglionar.[1] Las pacientes aptas para este procedimiento deben tener lesiones que midan 2 cm o menos de diámetro y 5 mm o menos de invasión, sin invasión del espacio linfático capilar ni compromiso clínico ganglionar.[2,3]
En las pacientes con enfermedad en estadio II, es posible que los tumores grandes T2* exijan una vulvectomía radical modificada o una vulvectomía radical.[4] [Nota: *T2 se define como un tumor confinado en la vulva o el perineo, que mide más de 2 cm en su mayor dimensión.]
Para la enfermedad en estadio I y estadio II, se indica la extirpación local radical y la disección de ganglio centinela, mientras que la disección inguinal se reserva para las pacientes con metástasis en uno o más ganglios centinelas.[5]
Algunos investigadores recomiendan la extirpación radical y la radioterapia ganglionar inguinal como una manera de evitar la morbilidad de la disección ganglionar. No queda claro si la radioterapia produce las mismas tasas de control local y supervivencia que se obtienen con la disección ganglionar en las pacientes con enfermedad en estadio temprano. Un ensayo aleatorizado que abordó este problema en pacientes con enfermedad vulvar clínicamente localizada se interrumpió de manera prematura porque se identificaron desenlaces más precarios en las mujeres del grupo de radioterapia.[6,7] Para la enfermedad en estadio II, la radioterapia adyuvante local quizás esté indicada cuando se obtienen márgenes quirúrgicos de menos de 8 mm, hay invasión del espacio linfático capilar y el grosor es superior a 5 mm.[8,9]
Es posible que la radioterapia radical produzca una supervivencia favorable en las pacientes incapaces de tolerar una cirugía radical o que no reúnen los requisitos para someterse a cirugía debido al sitio o la extensión de la enfermedad.[10-13]
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Las opciones de tratamiento del cáncer de vulva en estadio III son las siguientes:
El tratamiento estándar es vulvectomía radical modificada o vulvectomía radical con linfadenectomía inguinal y femoral.[1] El compromiso ganglionar es un determinante central para la supervivencia. La radioterapia se administra a las pacientes con lesiones primarias grandes y márgenes estrechos. La radioterapia se dirige a la pelvis y la ingle si hay compromiso ganglionar.[2] Por lo general, se administra radioterapia dirigida a la pelvis y la ingle si hay compromiso de dos o más ganglios linfáticos inguinales.[2,3]
A veces también se indica el uso de radioterapia adyuvante localizada en dosis de 45 a 50 Gy cuando hay invasión del espacio linfático capilar y un grosor superior a 5 mm, en especial, si hay compromiso ganglionar.[1]
Es posible usar radioterapia neoadyuvante preoperatoria o quimiorradioterapia para mejorar la operabilidad e incluso disminuir la extensión de la cirugía.[4-10]
Es posible que la radioterapia radical produzca una supervivencia prolongada en las pacientes que no pueden tolerar una cirugía radical o que no reúnen los requisitos para someterse a cirugía debido al sitio o la extensión de la enfermedad.[11,12] Algunos médicos prefieren añadir de manera simultánea fluorouracilo (5-FU), o 5-FU y cisplatino.[1,13]
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Las opciones de tratamiento del cáncer de vulva en estadio IVA son las siguientes:
Es posible que el tratamiento indicado para las pacientes con cáncer de vulva en estadio IVA sea vulvectomía radical y exenteración pélvica.
A veces se usa cirugía seguida de radioterapia después de la resección de lesiones grandes con márgenes estrechos. También se indica el uso de radioterapia adyuvante localizada en dosis de 45 a 50 Gy cuando hay invasión del espacio linfático capilar y un grosor superior a 5 mm.[1] Se administra radioterapia dirigida a la pelvis y la ingle si hay compromiso de uno o más ganglios linfáticos inguinales.[2,3]
A veces se administra radioterapia neoadyuvante o quimiorradioterapia para lesiones primarias grandes (a fin de mejorar la operabilidad) seguida de cirugía radical.[4-10]
Es posible que la radioterapia radical produzca una supervivencia prolongada en las pacientes que no pueden tolerar una vulvectomía radical o que no se consideran aptas para someterse a cirugía debido al sitio o la extensión de la enfermedad.[11,12] Cuando se usa radioterapia como tratamiento primario definitivo del cáncer de vulva, algunos médicos prefieren añadir de manera simultánea fluorouracilo (5-FU), o 5-FU y cisplatino.[1,13-17]
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No hay un abordaje de tratamiento estándar del cáncer de vulva en estadio IVB.
El tratamiento local se debe personalizar según la extensión de la enfermedad local y metastásica.
No hay una quimioterapia estándar para la enfermedad metastásica, y los informes sobre el uso de esta modalidad son esporádicos.[1] Sin embargo, se ha estudiado el uso de la quimioterapia a partir de la extrapolación de los regímenes que se usan para los cánceres de ano y cuello uterino. Estos regímenes incluyen diferentes combinaciones de fluorouracilo, cisplatino, mitomicina o bleomicina.[1-3] Debido que muchas pacientes con cáncer de vulva avanzado o recidivante son de edad avanzada o tienen comorbilidades, la tolerabilidad farmacológica es un aspecto importante durante la administración de estos fármacos.
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Las opciones de tratamiento del cáncer de vulva recidivante son las siguientes:
El tratamiento y el desenlace dependen del sitio y la extensión de la recidiva.[2] A veces se considera la extirpación radical de la recidiva localizada cuando es técnicamente posible.[3] En algunas pacientes se usa la radioterapia paliativa. El uso de radioterapia, con o sin quimioterapia, produce periodos sin enfermedad prolongado en determinadas pacientes con una recidiva local pequeña.[1,4,5] Cuando la recidiva local se produce después de 2 años del tratamiento primario, el uso de radioterapia y cirugía a veces produce una tasa de supervivencia a 5 años superior al 50 %[6,7]
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Información general sobre el cáncer de vulva
Se actualizaron las estadísticas con el número estimado de casos nuevos y defunciones para 2024 (se citó a la American Cancer Society como referencia 3).
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Cualquier comentario o pregunta sobre el contenido de este resumen se debe enviar al Servicio de Información de Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer. Por favor, no enviar preguntas o comentarios directamente a los integrantes del consejo, ya que no responderán consultas de manera individual.
Algunas de las referencias bibliográficas de este resumen se acompañan del nivel de evidencia. El propósito de esto es ayudar al lector a evaluar la solidez de la evidencia que respalda el uso de ciertas intervenciones o abordajes. El consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento para adultos emplea un sistema de jerarquización formal para asignar los niveles de evidencia científica.
PDQ (Physician Data Query) es una marca registrada. Se autoriza el uso del texto de los documentos del PDQ; sin embargo, no se podrá identificar como un resumen de información sobre cáncer del PDQ del NCI, salvo que el resumen se reproduzca en su totalidad y se actualice de manera periódica. Por otra parte, se permitirá que un autor escriba una oración como “En el resumen del PDQ del NCI de información sobre la prevención del cáncer de mama se describen, de manera concisa, los siguientes riesgos: [incluir fragmento del resumen]”.
Se sugiere citar la referencia bibliográfica de este resumen del PDQ de la siguiente forma:
PDQ® sobre el tratamiento para adultos. PDQ Tratamiento del cáncer de vulva. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/vulva/pro/tratamiento-vulva-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.
Las imágenes en este resumen se reproducen con autorización del autor, el artista o la editorial para uso exclusivo en los resúmenes del PDQ. La utilización de las imágenes fuera del PDQ requiere la autorización del propietario, que el Instituto Nacional del Cáncer no puede otorgar. Para obtener más información sobre el uso de las ilustraciones de este resumen o de otras imágenes relacionadas con el cáncer, consultar Visuals Online, una colección de más de 2000 imágenes científicas.
Según la solidez de la evidencia, las opciones de tratamiento se clasifican como “estándar” o “en evaluación clínica”. Estas clasificaciones no se deben utilizar para justificar decisiones sobre reembolsos de seguros. Para obtener más información sobre la cobertura de seguros, consultar la página Manejo de la atención del cáncer en Cancer.gov/espanol.
Para obtener más información sobre las opciones para comunicarse con el NCI, incluso la dirección de correo electrónico, el número telefónico o el chat, consultar la página del Servicio de Información de Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer.