Se han logrado mejoras notables en la supervivencia de niños y adolescentes con cáncer.[1,2] Entre 1975 y 2020, la mortalidad por cáncer infantil disminuyó en más de un 50 %.[1-5] Entre 1975 y 2017, la tasa de supervivencia a 5 años de los pacientes con neuroblastoma aumentó del 86 % al 91 % en niños menores de 1 año y del 34 % al 83 % en niños de 1 a 14 años.[2,3]
Los niños y adolescentes sobrevivientes de cáncer necesitan un seguimiento minucioso, ya que es posible que los efectos secundarios del tratamiento del cáncer persistan, o se presenten, meses o años después de este. Para obtener información específica sobre la incidencia, el tipo y la vigilancia de los efectos tardíos en los niños y adolescentes sobrevivientes de cáncer, consultar Efectos tardíos del tratamiento anticanceroso en la niñez.
El neuroblastoma es el tumor sólido extracraneal más común en la infancia. Cada año se diagnostican más de 650 casos en los Estados Unidos.[2,6-8] La prevalencia es de alrededor de 1 caso por cada 7000 recién nacidos vivos. La incidencia es de 8,3 casos por 1 millón al año en niños menores de 15 años. La incidencia general de casos de neuroblastoma en los Estados Unidos se ha mantenido estable.[9] Cerca del 37 % de los casos se diagnostican en lactantes, un 90 % de los pacientes tienen menos de 5 años en el momento del diagnóstico y la mediana de edad es de 17 meses en dicho momento.[8,10] Los datos sobre la edad en el momento del diagnóstico indican que se trata de una enfermedad que se presenta durante la primera infancia, donde la tasa de diagnóstico es más alta en el primer mes de vida.[6,10,11]
En los estudios poblacionales sobre exámenes de detección de neuroblastoma en lactantes, se observó que, durante el primer año de vida, la prevalencia de neuroblastoma sin detección clínica y con remisión espontánea es casi igual a la prevalencia del neuroblastoma que se identifica mediante evaluación clínica.[12-14]
Se usaron la base de datos de United States Cancer Statistics, así como la base de datos de supervivencia de los National Program of Cancer Registries, para describir las tendencias epidemiológicas en la incidencia y los desenlaces en pacientes con neuroblastoma de 2003 a 2019. Los pacientes blancos no hispanos tienen un mayor riesgo de presentar neuroblastoma que todos los demás grupos raciales y étnicos. En comparación con los pacientes blancos no hispanos, los riesgos relativos fueron de 0,54 para los pacientes hispanos, 0,64 para los pacientes asiáticos o de las islas del Pacífico no hispanos, 0,69 para los pacientes indígenas americanos y nativos de Alaska no hispanos y 0,73 para los pacientes negros no hispanos.[9] La tasa de supervivencia relativa a 5 años fue mayor en los pacientes blancos no hispanos (80,7 %) o hispanos (80,8 %), en comparación con los pacientes negros no hispanos (72,6 %).[9]
En estudios epidemiológicos se observó que no hay exposiciones ambientales, o de otro tipo, que se relacionen de forma inequívoca con el aumento o la disminución de la incidencia del neuroblastoma.[15]
El neuroblastoma se origina en la médula suprarrenal, así como en las regiones paravertebrales o periaórticas donde hay tejido del sistema nervioso simpático (consultar la Figura 1).
Los estudios de análisis del DNA constitucional en cohortes poco frecuentes de pacientes con neuroblastoma familiar han proporcionado información sobre las complejas bases genéticas del comienzo del tumor. Alrededor del 1 % al 2 % de los pacientes con neuroblastoma tienen antecedentes familiares de esta enfermedad. Estos niños tienen, en promedio, menor edad (9 meses en el momento del diagnóstico) que los pacientes sin antecedentes familiares y alrededor del 20 % presentan neuroblastomas primarios multifocales.
Variantes de la línea germinal. La predisposición genética al neuroblastoma se ha relacionado con varias variantes de la línea germinal, como las siguientes:
Otros síndromes de predisposición al cáncer. Es posible que los niños con anomalías en los genes relacionadas con otros síndromes de predisposición al cáncer tengan un riesgo más alto de presentar neuroblastoma y otras neoplasias malignas. Los síndromes que se enumeran a continuación presentan, en su gran mayoría, alteraciones en genes de la vía RAS natural:
Por otra parte, se ha encontrado neuroblastoma en pacientes con los siguientes síndromes:
Gracias a la mayor disponibilidad de técnicas de secuenciación, se está ampliando el espectro de alteraciones de la línea germinal observadas en pacientes con neuroblastoma. Por ejemplo, en un estudio se identificó una serie de 11 pacientes con variantes patogénicas de la línea germinal en SMARCA4.[29] En otro estudio de 786 pacientes con neuroblastoma, el 13,9 % tenía variantes germinales patogénicas o probablemente patogénicas de genes de predisposición al cáncer. Se observaron variantes con mayor frecuencia en los genes BARD1, ERCC2, CHEK2 y MSH3. Las variantes en BARD1, EZH2, ALK, PTCH1 y MSH3 predominaron de manera específica en pacientes con neuroblastoma, en comparación con los grupos de control. Los pacientes con estas alteraciones presentaron una supervivencia más precaria, en comparación con los pacientes sin dichas alteraciones.[30]
Cabe la posibilidad de que el neuroblastoma esporádico tenga un aumento en la incidencia debido a predisposiciones germinales menos potentes. En estudios de asociación de genoma completo, se identificaron diversas variables genómicas comunes (polimorfismos mononucleótidos) que se relacionan con un riesgo más alto de presentar neuroblastoma. Gran parte de estas variables genómicas de riesgo tienen una relación significativa con fenotipos de neuroblastoma diferenciados (es decir, enfermedad de riesgo alto vs. riesgo bajo).[31]
Las recomendaciones para los exámenes de detección de la American Association for Cancer Research (AACR) surgieron a partir del Childhood Cancer Predisposition Workshop de 2016. La AACR recomienda que las siguientes personas se sometan a vigilancia bioquímica y radiográfica para la detección temprana de tumores durante los primeros 10 años de vida:[26]
La vigilancia se realiza mediante los siguientes procedimientos:[26]
La vigilancia comienza en el momento del nacimiento o del diagnóstico de la predisposición al neuroblastoma y continúa cada 3 meses hasta los 6 años de edad, y luego cada 6 meses hasta los 10 años de edad. En ocasiones, los pacientes con síndrome de Costello tienen una concentración urinaria alta de catecolaminas en ausencia de un tumor que segrega catecolaminas; por lo tanto, solo cuando esta concentración sea muy alta o aumente mucho de manera progresiva se contemplarán otros estudios, además de la ecografía y la radiografía del tórax.[33] Los pacientes con síndrome de Li-Fraumeni no se deben someter a radiografías del tórax.[26]
Alrededor del 5 % de los niños con síndrome de Beckwith-Wiedemann presentan variantes que producen una disminución de la actividad de CDKN1C. En una revisión de todos los estudios grandes sobre subtipos genéticos de síndrome de Beckwith-Wiedemann se hallaron 70 niños con variante de CDKN1C, de los cuales el 4,6 % presentaron neuroblastoma. No hubo casos de tumor de Wilms ni de hepatoblastoma. Hay poca experiencia respecto a los exámenes de detección de neuroblastoma en estos niños, por lo que no existen pautas de aceptación general. No obstante, los autores del estudio recomiendan que se realicen exámenes de detección con VMA/HVA urinario cada 4 o 6 meses. Los pacientes con otros subtipos genéticos de síndrome de Beckwith-Wiedemann tienen una prevalencia de neuroblastoma inferior al 1 %. No se encontraron tumores neuroblásticos entre los 123 niños con el genotipo de ganancia de metilación en la región 1 de control de impronta.[34]
Los datos actualizados no respaldan el uso de exámenes de detección del neuroblastoma para la población general. Los exámenes de detección a las 3 semanas, 6 meses o 1 año de vida no conducen a una reducción de la incidencia de neuroblastoma en estadio avanzado con características biológicas desfavorables en niños mayores, ni disminuye la mortalidad general por neuroblastoma.[13,14] Se ha observado que someter a los lactantes a exámenes de detección de neuroblastoma en estas edades no produce ningún beneficio para la salud pública. Para obtener más información, consultar Exámenes de detección del neuroblastoma.
Evidencia (en contra de los exámenes de detección del neuroblastoma):
Los signos y síntomas más frecuentes del neuroblastoma en niños se deben a la masa tumoral y las metástasis, y comprenden los que siguen a continuación.
El cuadro clínico inicial del neuroblastoma en adolescentes es similar al de los niños. La única excepción es que el compromiso de médula ósea se presenta con menos frecuencia en los adolescentes y que la metástasis es más frecuente en sitios poco habituales, como el pulmón o el encéfalo.[38]
En casos infrecuentes, los niños con neuroblastoma presentan manifestaciones neurológicas paraneoplásicas, como ataxia cerebelosa, opsoclonía o mioclonía.[39] De los niños pequeños que presentan el síndrome opsoclono-mioclono, cerca de la mitad tienen neuroblastoma.[40,41] En el Reino Unido, la incidencia es de alrededor de 0,18 casos por millón de niños al año. La edad promedio en el momento del diagnóstico es de 1,5 a 2 años.[42]
El cuadro clínico por lo general incluye aparición de disfunción neurológica progresiva durante unos pocos días antes del hallazgo de un neuroblastoma; sin embargo, a veces, los síntomas neurológicos surgen mucho después de la extirpación del tumor primario.[40,43,44] Los pacientes de neuroblastoma que presentan este síndrome a menudo tienen neuroblastomas con características biológicas favorables y las tasas de supervivencia son excelentes, aunque se han notificado defunciones relacionadas con el tumor.[40]
El síndrome opsoclono-mioclono parece obedecer a un mecanismo inmunitario que todavía no está bien definido.[40] El tumor primario, por lo general, tiene una infiltración difusa de linfocitos.[45] En el líquido cefalorraquídeo se encuentran concentraciones elevadas de células B y, con frecuencia, se observan bandas oligoclonales de inmunoglobulina. También se presenta elevación de las citocinas de células B en respuesta a los corticoesteroides.[46]
Se analizaron los perfiles del número de copias genómicas en 44 casos de neuroblastoma relacionados con el síndrome opsoclono-mioclono. Dado que no se produjeron recaídas tumorales ni muertes relacionadas con la enfermedad, el perfil genómico global no fue significativo desde el punto de vista pronóstico.[47]
Algunos pacientes presentan una respuesta neurológica rápida a intervenciones inmunitarias o, simplemente, a la extirpación del neuroblastoma, pero en muchos casos la mejora es lenta y parcial. La mejora observada en las manifestaciones iniciales de déficit motor y ataxia en respuesta a la terapia inmunológica, no se relaciona de manera clara con la mejora de la discapacidad neuropsicológica a largo plazo, que consiste sobre todo en un deterioro cognitivo y conductual. No están claros los beneficios a largo plazo de la mejora rápida con el tratamiento, ya sea en los síntomas o en el neuroblastoma subyacente, pero este tratamiento vale la pena debido a la rápida mejora observada.[44,48]
El tratamiento con hormona adrenocorticotrópica o corticoesteroides a veces tiene efecto en los síntomas agudos, pero algunos pacientes no responden a los corticoesteroides.[43,49] Se notificó que, en casos seleccionados, otros tratamientos son eficaces, como varios tipos de inmunomoduladores, la plasmaféresis, la gammaglobulina intravenosa y el rituximab.[43,50-53] Se ha analizado el uso de la terapia inmunodepresora combinada, con una mejora de los resultados a corto plazo.[54] Los desenlaces neurológicos a corto plazo quizás sean superiores en los pacientes tratados con quimioterapia, posiblemente debido a sus efectos inmunodepresores.[39]
El Children’s Oncology Group (COG) llevó a cabo el primer estudio aleatorizado y sin anonimato de fase III de pacientes con síndrome opsoclono-mioclono-ataxia.[55] Los pacientes menores de 8 años con neuroblastoma recién diagnosticado y síndrome opsoclono-mioclono-ataxia se asignaron al azar a un grupo de inmunoglobulina intravenosa (IVIG) o un grupo sin IVIG, además de recibir tratamiento con prednisona y tratamiento adaptado al riesgo tumoral.[55]
La evaluación diagnóstica del neuroblastoma incluye los siguientes procedimientos.
La gammagrafía con metayodobencilguanidina (MIBG) es una parte esencial de la evaluación diagnóstica estándar del neuroblastoma, tanto para el tumor primario como para los sitios de metástasis.[56,57] Asimismo, la gammagrafía con MIBG es esencial para evaluar la respuesta al tratamiento.[57] Cerca del 90 % de los casos de neuroblastoma son ávidos de MIBG; Se usan tomografías por emisión de positrones (TEP) con flúor F 18-fluorodesoxiglucosa para evaluar la extensión de la enfermedad en pacientes con tumores que no sean ávidos de MIBG.[58] Para obtener más información sobre pruebas con imágenes del neuroblastoma, consultar la sección Información sobre los estadios del neuroblastoma.
Las concentraciones séricas de catecolaminas, en contraste con las concentraciones en orina, no se utilizan de rutina para el diagnóstico del neuroblastoma , excepto en circunstancias no habituales.
En los pacientes mayores de 18 meses con enfermedad en estadio 4, el compromiso tumoral extenso de la médula ósea combinado con metabolitos de catecolaminas elevados quizás resulte adecuado para el diagnóstico y la asignación del grupo de riesgo o tratamiento. Sin embargo, la INPC no se puede determinar a partir de un tumor metastásico en la médula ósea. Es posible realizar con éxito una prueba de amplificación de MYCN en la médula ósea comprometida si el compromiso tumoral alcanza, al menos, el 30 %. No obstante, debe hacerse todo lo posible por obtener una biopsia adecuada del tumor primario.
Para obtener información sobre el uso de biopsias en pacientes menores de 1 año de edad, consultar la sección Observación y remisión espontánea del neuroblastoma fetal o neonatal.
El diagnóstico del neuroblastoma exige la participación de patólogos familiarizados con los tumores infantiles. Algunos neuroblastomas no se diferencian morfológicamente solo mediante microscopía óptica convencional y tinción con hematoxilina y eosina de otros tumores de células pequeñas, redondas y azules de la niñez, como los linfomas, el sarcoma de Ewing y los rabdomiosarcomas. En estos casos, tal vez sean necesarios análisis inmunohistoquímicos y citogenéticos para diagnosticar un tumor específico de células azules, redondas y pequeñas.
El criterio mínimo, establecido por acuerdo internacional, para diagnosticar el neuroblastoma se basa en una de las características siguientes:
El fenómeno de remisión espontánea se ha descrito bien en lactantes con neuroblastoma, en particular en quienes presentan el patrón de diseminación metastásica del estadio 4S del INSS o MS del INRG.[60] En casos infrecuentes, el neuroblastoma se detecta antes del nacimiento mediante ecografía fetal.[61] Las recomendaciones de atención están en evolución en relación con la necesidad de una biopsia diagnóstica inmediata para los lactantes de 6 meses o menos con presuntos tumores de neuroblastoma con probabilidad de regresión espontánea. Para obtener más información sobre la enfermedad en estadio 4S del INSS o MS del INRG, consultar la sección Información sobre los estadios del neuroblastoma.
Por lo general, la remisión espontánea se presenta en tumores con las siguientes características:[62-64]
Otras características relacionadas con una remisión espontánea incluyen la ausencia de expresión de la telomerasa,[62,65] la expresión de la proteína H-Ras,[66] y la expresión del receptor de neurotrofina TrkA, un receptor del factor de crecimiento nervioso.[67]
En ciertos estudios se ha indicado que algunos lactantes asintomáticos que tienen un neuroblastoma suprarrenal pequeño de grado bajo, identificado mediante un examen de detección o de forma casual durante una ecografía prenatal, a menudo presentan tumores con regresión espontánea y se pueden vigilar de manera inocua sin intervención quirúrgica o diagnóstico tisular.[68-70]
Evidencia (observación [remisión espontánea]):
El pronóstico de los pacientes con neuroblastoma se relaciona con los siguientes aspectos:
Se combinaron algunos de estos factores pronósticos para crear grupos de riesgo a fin de definir el tratamiento. Para obtener más información, consultar las secciones International Neuroblastoma Risk Group Staging System y Agrupamiento por riesgo para el neuroblastoma del Children’s Oncology Group.
En los Estados Unidos, entre 1975 y 2017, la tasa de supervivencia a 5 años para el neuroblastoma aumentó del 86 % al 91 % en niños menores de 1 año, y del 34 % al 83 % en niños de 1 a 14 años.[2,3] La tasa de supervivencia relativa a 5 años de todos los lactantes y niños con neuroblastoma aumentó del 46 % (diagnósticos de 1974 a 1989) al 71 % (diagnósticos de 1999 a 2005).[73] Estimaciones más recientes, de 2011 a 2017, muestran una tasa de supervivencia aún mayor, de alrededor del 85 %, para lactantes y niños menores de 15 años.[2] Estos valores estadísticos pueden resultar engañosos debido al pronóstico extremadamente heterogéneo en función de la edad, el estadio y las características biológicas del paciente. Sin embargo, en los estudios se demostró una mejora significativa de la supervivencia en pacientes de riesgo alto que recibieron el diagnóstico y el tratamiento entre 2000 y 2010, en comparación con aquellos que recibieron el diagnóstico entre 1990 y 1999.[74] Para obtener más información, consultar el Cuadro 1. Del mismo modo, en el estudio del COG ANBL0531 (NCT00499616) se observaron resultados equivalentes para muchos subgrupos de niños con riesgo intermedio tratados con quimioterapia que se redujo de manera considerable, en comparación con el estudio anterior COG-A3961 (NCT00003093).[75]
El efecto de la edad en el momento del diagnóstico en la supervivencia a 5 años es pronunciado. En el estudio del COG ANBL00B1 (NCT00904241) de 4832 pacientes con neuroblastoma recién diagnosticado, los menores de 18 meses presentaron una tasa de SSC a 5 años del 82 % y una tasa de SG del 91 %. En comparación, los pacientes de 18 meses o más tuvieron una tasa de SSC a 5 años del 64 % y una tasa de SG del 74 %.[76]
Según el National Childhood Cancer Registry (NCCR), las tasas relativas de supervivencia a 5 años de 2011 a 2017 fueron las siguientes:[2]
Los factores clínicos y biopatológicos influyen sobremanera en el efecto que tiene la edad del paciente sobre el pronóstico, según se muestra a continuación:
El neuroblastoma es infrecuente en adolescentes y adultos, quienes representan menos del 5 % de todos los casos. Cuando se presenta un neuroblastoma en este grupo etario, tiene una evolución clínica poco activa (de crecimiento lento, escasa malignidad, indolente) que el neuroblastoma en los pacientes más jóvenes, y exhibe resistencia de novo a la quimioterapia.[79] A veces, el neuroblastoma en adolescentes y adultos jóvenes también exhibe características clinicopatológicas inusuales, como tumores grandes, enfermedad suprarrenal bilateral y características similares a las del feocromocitoma.[80][Nivel de evidencia C1] El neuroblastoma tiene un pronóstico a largo plazo más precario en los pacientes mayores de 10 años o adultos, sin importar el estadio ni el sitio.
Aunque la amplificación de MYCN es infrecuente en los pacientes adolescentes y adultos jóvenes (un 9 % en pacientes de 10 a 21 años de edad), los niños mayores con enfermedad avanzada tienen una tasa de supervivencia precaria. Es habitual que los tumores en la población de adolescentes y adultos jóvenes exhiban anomalías cromosómicas segmentarias, y que las variantes de ALK y ATRX sean mucho más frecuentes.[81-83] En adolescentes, alrededor del 40 % de los tumores exhiben variantes de pérdida de función de ATRX, en comparación con menos del 20 % en los niños más jóvenes y el 0 % en lactantes menores de 1 año.[79] En algunos pacientes se han descrito hallazgos complejos en micromatrices de DNA y nuevas variantes.[80][Nivel de evidencia C1]
La tasa de SG a 5 años en pacientes adolescentes y adultos jóvenes (15–39 años) es del 38 %.[84][Nivel de evidencia C1] La tasa de SSC a 5 años en pacientes de 10 a 21 años es del 32 % y la tasa de SG es del 46 %. Para los pacientes con enfermedad en estadio 4, la tasa de SSC a 10 años es del 3 % y la tasa de SG es del 5 %.[85] La quimioterapia intensiva y la cirugía producen un estado de enfermedad mínima en más del 50 % de estos pacientes.[38,86] Otras modalidades, como la radioterapia local, el trasplante autógeno de células madre y la utilización de sustancias de eficacia comprobada, quizás mejoren el pronóstico precario de los adolescentes y adultos.[85,86]
Las características biológicas de los neuroblastomas que inician en la adultez son diferentes de las de los neuroblastomas en la niñez y adolescencia, de acuerdo con una serie de una sola institución de 44 pacientes (edad, 18–71 años).[87]
Como se indicó antes, en el neuroblastoma que se forma durante la edad adulta predominan las variantes activadoras de ALK. En un estudio retrospectivo de una sola institución, 13 pacientes adultos (mediana de edad, 34 años; intervalo, 16–71 años) con neuroblastoma en recaída, que presentaba variante de ALK, se trataron con lorlatinib. De los pacientes, 9 (69 %) tuvieron respuestas completas o parciales; 5 de ellos ya habían recibido tratamiento con inhibidores de ALK. El lorlatinib se relacionó con efectos adversos importantes que requirieron reducción de la dosis. Sin embargo, se observaron respuestas con dosis menores a las recomendadas para los adultos.[88]
El tipo histológico del tumor del neuroblastoma tiene un efecto significativo en el pronóstico y la asignación del grupo de riesgo. Para obtener más información, consultar la sección Clasificación de los tumores neuroblásticos y el Cuadro 3.
En el estudio ANBL00B1 (NCT00904241) de 4832 pacientes con neuroblastoma recién diagnosticado, el 52 % de los pacientes se clasificaron como favorables y el 48 % como desfavorables, según la International Neuroblastoma Pathology Classification (INPC). La tasa de SSC a 5 años de los pacientes con tumores clasificados como favorables fue del 88 % y la tasa de SG a 5 años fue del 96 %. Para los pacientes con tumores clasificados como desfavorables, la tasa de SSC a 5 años fue del 55 % y la tasa de SG a 5 años fue del 66 % (P < 0,0001).[76]
Las características histológicas que se consideran favorables desde el punto de vista pronóstico son las siguientes:
Un índice alto de mitosis-cariorrexis y células tumorales indiferenciadas se consideran características histológicas desfavorables para el pronóstico, pero el valor pronóstico depende de la edad.[92,93]
En un estudio del COG (P9641 [NCT00003119]), en el que se investigaron los efectos del tipo histológico, entre otros factores, en el desenlace, se trató con cirugía inicial y observación al 87 % de 915 niños con neuroblastoma en estadios 1 y 2 sin amplificación de MYCN. Los pacientes (13 %) con enfermedad sintomática o en riesgo de presentarla, los pacientes con resección tumoral inferior al 50 % en el momento del diagnóstico, y los pacientes con enfermedad progresiva irresecable después de la cirugía sola, se trataron con quimioterapia y cirugía. Aquellos con características histológicas favorables notificaron una tasa de SSC a 5 años del 90 % al 94 % y una tasa de SG del 99 % al 100 %. Los que presentaron tipo histológico desfavorable tuvieron una tasa de SSC a 5 años del 80 % al 86 % y una tasa de SG del 89 % al 93 %.[77]
En un estudio en el que se usaron datos del INRG Data Commons se evaluó el alcance pronóstico de los criterios histológicos subyacentes del INPC. Se demostró la capacidad pronóstica independiente de la edad, la categoría histológica, el índice de mitosis-cariorrexis (MKI) y el grado. Se identificaron 4 grupos de pronóstico histológico relacionados con la edad (edad <18 meses con MKI bajo vs. alto, y edad ≥18 meses con tumores diferenciados vs. indiferenciados o poco diferenciados). En comparación con los árboles de supervivencia generados con los criterios de riesgo del COG establecidos, se identificó y validó un subgrupo pronóstico adicional cuando se analizaron las características histológicas individuales en lugar de usar la INPC. Por lo tanto, la sustitución de la INPC por características histológicas individuales en la futura clasificación de riesgo del COG tal vez elimine la duplicación de la contribución pronóstica de la edad, facilite la armonización internacional de la clasificación de riesgo y proporcione un esquema para un pronóstico más preciso y abordajes terapéuticos refinados.[94] La INPC se describe en la sección Clasificación de los tumores neuroblásticos.
Para obtener más información, consultar la sección Características genómicas y biológicas del neuroblastoma.
Las características clínicas y biológicas del neuroblastoma difieren según el sitio del tumor primario. En un estudio con datos de 8389 pacientes que participaron en ensayos clínicos y que fueron recopilados por el International Risk Group Project, se observaron los siguientes resultados que confirman los resultados de estudios anteriores mucho más pequeños, con menos datos clínicos y biológicos completos:[95]
En un estudio se usaron los Therapeutically Applicable Research to Generate Effect Treatments (TARGET) y los conjuntos de datos de estudios de asociación de genoma completo para comparar los datos genómicos y epigenómicos de neuroblastomas de diagnóstico primario que surgen en la glándula suprarrenal (n = 646) y los neuroblastomas que surgen en ganglios simpáticos torácicos (n = 118). Los neuroblastomas que surgieron en la glándula suprarrenal fueron más propensos a albergar anomalías estructurales del DNA, como la amplificación de MYCN, mientras que los tumores torácicos mostraron defectos en los puntos de control mitótico que daban lugar a hiperdiploidía. Los tumores torácicos fueron más propensos a portar anomalías de ganancia de función en ALK, en comparación con los tumores suprarrenales en todos los casos (OR, 1,89; P = 0,04), y en los casos sin amplificación de MYCN (OR, 2,86; P = 0,003). Debido a que el 16 % de los tumores torácicos portan variantes de ALK, se debe considerar la secuenciación rutinaria para dichas variantes en este contexto.[96]
En la cohorte TARGET, el 70 % de los pacientes con tumores primarios suprarrenales y el 51 % de los pacientes con tumores primarios torácicos presentaban enfermedad en estadio 4. En el estudio de asociación de genoma completo sin amplificación de MYCN, el 43 % de los pacientes con tumores primarios suprarrenales y el 17 % de los pacientes con tumores primarios torácicos presentaban enfermedad en estadio 4. Según el análisis multivariante, la localización suprarrenal fue un factor de predicción independiente de desenlaces más precarios en el estudio de asociación de genoma completo, pero no en la cohorte TARGET después de que se ajustara por el estado de amplificación de MYCN, estadio de la enfermedad y edad de, al menos, 18 meses. En otro análisis multivariante similar al estudio de asociación de genoma completo y de la cohorte TARGET, se observó que el neuroblastoma suprarrenal no era un factor de predicción independiente de una SSC más precaria.[96]
No queda claro si el efecto pronóstico del sitio del tumor primario del neuroblastoma depende completamente de las diferencias en las características biológicas del tumor según el sitio tumoral.
El neuroblastoma multifocal se presenta con poca frecuencia, a menudo en lactantes, y, por lo general, tiene buen pronóstico.[97] Se debe considerar el neuroblastoma familiar y la variante germinal del gen ALK en pacientes con neuroblastomas primarios múltiples.
Antes de la década de 1990, se utilizaban varios sistemas con imágenes y sistemas quirúrgicos para asignar el estadio de la enfermedad. En un esfuerzo por facilitar la comparación de los resultados obtenidos en todo el mundo, se creó un sistema de estadificación patológica y quirúrgica, conocido como el International Neuroblastoma Staging System (INSS).[59] Con el INSS, se pronosticaron desenlaces según el estadio en el momento del diagnóstico, aunque también se encontraron interacciones importantes con variables biológicas.[3,4,11,59,77,78,98-100] Sin embargo, el estadio del INSS para pacientes con enfermedad locorregional puede variar mucho debido a las diferencias en los abordajes quirúrgicos entre instituciones. Se creó el International Neuroblastoma Risk Group Staging System (INRGSS) para el International Neuroblastoma Risk Group Classification System, con el fin de definir de manera uniforme la extensión de la enfermedad en el momento del diagnóstico.[101,102] En la actualidad, el INRGSS se usa en estudios de grupos cooperativos de América del Norte y Europa. El compromiso ganglionar locorregional no modifica el sistema de estadificación.
Para los pacientes con neuroblastoma recién diagnosticado inscritos en el estudio ANBL00B1 (NCT00904241), las tasas de SSC y SG a 5 años, según la estadificación del INRGSS, fueron las siguientes:[76]
Para obtener más información, consultar las siguientes secciones:
La respuesta al tratamiento se ha relacionado con el desenlace. En pacientes con enfermedad de riesgo intermedio que tuvieron una respuesta precaria a la terapia inicial en el estudio del COG ANBL0531 (NCT00499616), 6 de 20 pacientes presentaron enfermedad recidivante o progresiva, y 1 paciente murió.[75]
Por ejemplo, en los pacientes con enfermedad de riesgo alto, la persistencia de células de neuroblastoma en la médula ósea después de la administración de quimioterapia de inducción se relaciona con un pronóstico precario. El pronóstico se puede evaluar mediante técnicas sensibles a la enfermedad residual mínima.[103-105] De modo similar, la persistencia de un tumor ávido de MIBG con un puntaje Curie superior a 2 después de completar el tratamiento de inducción indica un pronóstico precario para pacientes con tumores de riesgo alto sin amplificación de MYCN. Un puntaje Curie superior a 0 después del tratamiento de inducción se relaciona con un desenlace más precario para pacientes con enfermedad de riesgo alto con amplificación de MYCN.[106,107] En un análisis de pacientes de Norteamérica que recibieron trasplantes en tándem se demostró que los pacientes con puntajes Curie superiores a 0 al final del tratamiento de inducción tuvieron tasas de SSC inferiores.[108] Para obtener más información sobre el puntaje Curie, consultar la sección Métodos de puntaje Curie y SIOPEN.
En un análisis de pacientes de 4 ensayos consecutivos de riesgo alto del COG, una respuesta parcial (RP) o mejor al final de la inducción, según los International Neuroblastoma Response Criteria de 1993,[59] se relacionó de manera significativa con una mayor SSC y SG. En un análisis multivariante (n = 407), la ausencia de pérdida de heterocigosis (LOH) en 11q fue el único factor que permaneció relacionado de manera significativa con una RP o mejor (OR, 1,962 vs. 11q LOH; IC 95 %, 1,104 –3,487; P = 0,0216).[109]
Una disminución de las mitosis y un aumento de la diferenciación histológica del tumor primario después del tratamiento también predicen la respuesta.[110]
La exactitud del pronóstico a partir de la disminución del tamaño del tumor primario es menos clara. En un estudio realizado en 7 centros internacionales grandes, 229 pacientes de riesgo alto recibieron diversas formas de tratamiento, como quimioterapia, extirpación quirúrgica del tumor primario, radiación dirigida al lecho tumoral, terapia mielosupresora con trasplante de células madre y, en la mayoría de los casos, isotretinoína e inmunoterapia con un anticuerpo anti-GD2 potenciada con citocinas. La respuesta del tumor primario después de la quimioterapia de inducción se midió de 3 maneras: reducción del 30 % o más en la dimensión más larga del tumor, reducción del 50 % o más del volumen tumoral, o una reducción del 65 % o más del volumen tumoral (calculada con una técnica radiológica convencional de 3 dimensiones del tumor). Las mediciones se realizaron en el momento del diagnóstico y después de la quimioterapia de inducción antes de la resección del tumor primario. Ninguno de los métodos de medición de la respuesta del tumor primario al final de la quimioterapia de inducción predijo la supervivencia.[111]
Las concentraciones séricas altas de lactato–deshidrogenasa (LDH) y ferritina produjeron tasas peores de SSC y de SG a 5 años en una cohorte internacional grande de pacientes con diagnóstico de neuroblastoma (n > 8575) de 1990 a 2016. Las concentraciones séricas más altas de LDH y ferritina también dieron como resultado tasas peores de SSC y de SG a 3 años en pacientes con neuroblastoma de riesgo alto después de 2009. En un análisis multivariante ajustado por edad en el momento del diagnóstico, estado de MYCN y enfermedad en estadio 4 según el INSS, las concentraciones de LDH y ferritina conservaron capacidad pronóstica independiente (P < 0,0001).[112][Nivel de evidencia C1]
Aunque las concentraciones séricas de ferritina y LDH no se evaluaron de forma crítica en el sistema de clasificación INRG original, en un análisis subsecuente del INRG Data Commons se ha demostrado con claridad la significancia estadística independiente de estas concentraciones séricas en el pronóstico de todos los pacientes y de los pacientes de riesgo alto, incluso en el período transcurrido entre 2010 y 2016. Por lo tanto, se indicó que estos valores, fácilmente obtenibles mediante pruebas de laboratorio, se incorporaran al sistema de clasificación pronóstica del INRG.[112]
Los niños con neuroblastoma se agrupan en subconjuntos con diferentes riesgos previstos de recaída de acuerdo con factores clínicos y marcadores biológicos presentes en el momento del diagnóstico.
Las características genómicas clave del neuroblastoma de riesgo alto se describen a continuación:
Las anomalías cromosómicas segmentarias, que a menudo se encuentran en 1p, 2p, 1q, 3p, 11q, 14q y 17p, se detectan mejor mediante hibridación genómica comparativa. Estas anomalías se encuentran en la mayoría de los tumores de neuroblastoma en estadio 4 o de riesgo alto.[3,4,6-8] En todos los pacientes con neuroblastoma, un mayor número de puntos de ruptura de cromosomas (es decir, un mayor número de anomalías cromosómicas segmentarias) se correlacionó con las siguientes características:[3-7][Nivel de evidencia C2]
En un análisis del neuroblastoma localizado, resecable y sin amplificación de MYCN, se evaluaron casos de dos estudios europeos consecutivos y una cohorte de Norte América (que incluyó casos en estadios 1, 2A y 2B de acuerdo al INSS) para detectar alteraciones cromosómicas segmentarias (a saber, ganancia de 1q, 2p y 17q, además de pérdida de 1p, 3p, 4p y 11q). En el estudio se descubrió que las características genómicas del tumor tenían una repercusión pronóstica diferente según la edad del paciente (<18 meses o >18 meses). Los pacientes se trataron solo con intervención quirúrgica, con independencia de la presencia de residuo tumoral.[9][Nivel de evidencia C1]
En un estudio de niños mayores de 12 meses con neuroblastomas primarios irresecables sin metástasis, se encontraron anomalías cromosómicas segmentarias en la mayoría de los pacientes. Los niños mayores fueron más propensos a presentarlas y tener más de estas anomalías por célula tumoral. En los niños de 12 a 18 meses, la presencia de anomalías cromosómicas segmentarias tuvo un efecto significativo en la SSC, pero no en la SG. Sin embargo, en los niños mayores de 18 meses, hubo una diferencia significativa en la SG entre aquellos con anomalías cromosómicas segmentarias (67 %) y aquellos sin anomalías cromosómicas segmentarias (100 %), con independencia de las características histológicas del tumor.[7]
Las anomalías cromosómicas segmentarias también permiten pronosticar la recidiva en lactantes con neuroblastoma metastásico o neuroblastoma localizado irresecable sin amplificación del gen MYCN.[1,2] En un análisis de 133 pacientes (edad ≥18 meses) con tumores en estadio 3 del INSS sin amplificación de MYCN se demostró que las anomalías cromosómicas segmentarias estaban relacionadas con una SSC inferior, y la pérdida de 11q se relacionó de modo independiente con una SG más precaria.[10]
En un análisis de pacientes de riesgo intermedio en un estudio del Children's Oncology Group (COG), la pérdida de 11q, pero sin pérdida de 1p, se asoció a una SSC inferior; sin embargo, no afectó la SG (con pérdida de 11q y sin pérdida de 11q: tasas de SSC a 3 años, 68 % y 85 %, respectivamente P = 0,022; tasas de SG a 3 años, 88 % y 94 %, respectivamente; P = 0,09).[11][Nivel de evidencia B4]
En un análisis multivariante de 407 pacientes de 4 ensayos consecutivos del COG sobre alto riesgo, se observó que la pérdida de heterocigosidad de 11q es un factor de predicción significativo para la enfermedad progresiva, y que la ausencia de heterocigosidad de 11q se asociaba con tasas más altas de respuesta completa al final de la inducción y respuesta parcial al final de la inducción.[12][Nivel de evidencia C1]
En un estudio de colaboración internacional de 556 pacientes con neuroblastoma de riesgo alto se identificaron dos tipos de anomalías segmentarias en el número de copias que se relacionaron con desenlaces muy desfavorables. Se encontraron pérdidas distales de 6q en el 6 % de los pacientes y se relacionaron con una tasa de supervivencia a 10 años de solo el 3,4 %. Además de la amplificación de MYCN, se detectaron amplificaciones de regiones fuera del locus de MYCN en el 18 % de los pacientes y se relacionaron con una tasa de supervivencia a 10 años del 5,8 %.[13]
La amplificación de MYCN se detecta en el 16 % al 25 % de los tumores de neuroblastoma.[14] De los pacientes con neuroblastoma de riesgo alto, el 40 % al 50 % de los casos exhiben amplificación de MYCN.[15]
De acuerdo a la mayoría de los análisis multivariantes de regresión de factores pronósticos, en todos los estadios de la enfermedad, la amplificación del gen MYCN permite predecir claramente un pronóstico más precario, tanto para el tiempo hasta la progresión del tumor como para la SG.[1,2] En el estudio ANBL00B1 (NCT00904241) participaron 4832 pacientes con diagnóstico nuevo inscritos entre 2007 y 2017. Las tasas de SSC a 5 años y de SG fueron del 77 % y 87 %, respectivamente, en los pacientes cuyos tumores no tenían amplificación de MYCN (n = 3647; 81 %). En comparación, las tasas de SSC a 5 años y de SG fueron de 51 % y 57 %, respectivamente en los pacientes cuyos tumores exhibían amplificación de MYCN (n = 827; 19 %).[8]
En la cohorte de tumores localizados con amplificación de MYCN, los pacientes con tumores hiperdiploides tienen mejores desenlaces que aquellos con tumores diploides.[16] Sin embargo, los pacientes con tumores hiperdiploides con amplificación de MYCN o cualquier anomalía cromosómica segmentaria evolucionan de modo relativamente precario en comparación con los pacientes con tumores hiperdiploides sin amplificación de MYCN.[3]
Las características clínicas y biopatológicas más desfavorables se relacionan, en cierta medida, con la amplificación de MYCN. En un análisis multivariante de regresión logística en 7102 pacientes del estudio del Internacional Neuroblastoma Risk Group (INRG), las anomalías cromosómicas segmentarias agrupadas y las ganancias de 17q fueron las únicas características de pronóstico precario, aún cuando no estaban asociadas a la amplificación de MYCN. No obstante, las anomalías cromosómicas segmentarias en 11q, otra característica de pronóstico precario, son casi mutuamente excluyentes con la amplificación de MYCN.[17,18]
En una cohorte de 6223 pacientes de la base de datos del INRG con estado de MYCN conocido, el cociente de riesgos instantáneos (CRI) para la SG relacionada con la amplificación de MYCN fue de 6,3 (intervalo de confianza [IC] 95 %, 5,7–7,0; P < 0,001). El mayor efecto pronóstico adverso de la amplificación de MYCN en la SG se observó en los pacientes más jóvenes (<18 meses: CRI, 19,6; ≥18 meses: CRI, 3,0). Los pacientes cuyo desenlace se vio más afectado por el estado de MYCN fueron los que presentaban características favorables, como una edad menor de 18 meses, índice de mitosis cariorrexis alto y ferritina baja.[19][Nivel de evidencia C1]
La amplificación intratumoral heterogénea de MYCN (hetMNA) se refiere a la coexistencia de células tumorales con amplificación de MYCN (agrupadas o dispersas) y células tumorales sin amplificación de MYCN. La HetMNA se ha notificado de manera infrecuente. Es posible que se presente dentro del tumor, así como entre el tumor y la metástasis; al mismo tiempo o de forma transitoria durante la evolución de la enfermedad. El grupo de biología de la International Society of Paediatric Oncology Europe Neuroblastoma (SIOPEN) investigó la importancia pronóstica de este subtipo de neuroblastoma. Se analizó el tejido tumoral de 99 pacientes en quienes se identificó hetMNA y que recibieron el diagnóstico entre 1991 y 2015, para aclarar la importancia pronóstica de los clones con amplificación de MYCN en casos de neuroblastoma sin amplificación de MYCN. Los pacientes menores de 18 meses presentaron un desenlace más favorable en todos los estadios en comparación con los pacientes de más edad. Se estableció una correlación significativa de los antecedentes genómicos con la frecuencia de la recaída y la SG. No se presentaron recaídas en los casos que solo presentaban anomalías cromosómicas numéricas. Este estudio indica que los tumores con hetMNA se evalúan teniendo en cuenta las características genómicas del tumor y el cuadro clínico, incluso la edad del paciente y el estadio de la enfermedad. Se necesitan más estudios en pacientes menores de 18 meses que exhiban enfermedad localizada con hetMNA.[20]
La expresión del gen FOXR2 se observa en alrededor del 8 % de los casos de neuroblastoma. La expresión del gen FOXR2 por lo general es nula después del nacimiento, a excepción de los tejidos reproductivos en varones.[21] La expresión de FOXR2 también se observa en un subgrupo de tumores neuroectodérmicos primitivos del sistema nervioso central (SNC), llamados NB-FOXR2 del SNC.[22] La sobreexpresión de FOXR2 fue casi mutuamente excluyente en tumores de neuroblastoma con expresión elevada de MYC y MYCN. A pesar de que la expresión del gen MYCN no fue elevada en el neuroblastoma con activación de FOXR2, el perfil de expresión génica en los casos que expresaban FOXR2 fue parecido al del neuroblastoma con amplificación de MYCN. FOXR2 se une MYCN y estabiliza la proteína MYCN, lo que deriva en concentraciones elevadas de proteína MYCN en el neuroblastoma con activación de FOXR2. Este hallazgo explica la similitud entre los perfiles de expresión génica del neuroblastoma con activación de FOXR2 y el neuroblastoma con amplificación de MYCN.
El neuroblastoma con activación de FOXR2 se observa en tasas similares en los casos con riesgo alto y sin riesgo alto.[21] Entre los casos de riesgo alto, los desenlaces de los pacientes cuyos tumores presentaban activación de FOXR2 fueron similares a los de los casos con amplificación de MYCN. En un análisis multivariante, la activación de FOXR2 se relacionó significativamente con una SG inferior, así como con el estadio 4 del INSS, edad de 18 meses o más y amplificación de MYCN.
En comparación con los cánceres en adultos, el neuroblastoma infantil exhibe un número bajo de variantes por genoma que afectan la secuencia de proteínas (10–20 por genoma).[23] El gen que con mayor frecuencia presenta variantes es ALK, que está alterado en cerca del 10 % de los pacientes (ver más abajo). Otros genes con frecuencias incluso más bajas de variantes son ATRX, PTPN11, ARID1A y ARID1B.[24-30] Como se muestra en la figura , la mayoría de los neuroblastomas carecen de variantes de genes alterados de modo recurrente.
El gen ALK proporciona las instrucciones para la elaboración de un receptor tirosina–cinasa de superficie celular que se expresa en concentraciones importantes solo en los encéfalos embrionarios y neonatales en desarrollo. La variante exónica de ALK es la alteración que se encuentra con más frecuencia en el neuroblastoma. Las variantes germinales de ALK se identificaron como la causa principal del neuroblastoma hereditario. Se encontró que las variantes exónicas activadoras de ALK adquiridas de forma somática también son oncoiniciadoras del neuroblastoma.[29]
En 2 estudios de cohortes numerosas se examinaron los marcadores clínicos y la importancia pronóstica de las alteraciones en ALK. En un estudio del COG se analizó el estado de ALK en 1596 muestras de diagnóstico de neuroblastoma en todos los grupos de riesgo.[29] En otro estudio de la SIOPEN se evaluaron 1092 pacientes con riesgo alto de neuroblastoma.[31]
En un estudio donde se compararon los datos genómicos de neuroblastomas de diagnóstico primario que se originaron en la glándula suprarrenal (n = 646) con los de neuroblastomas originados en los ganglios simpáticos torácicos (n = 118), el 16 % de los tumores torácicos albergaban variantes de ALK.[32]
Los inhibidores de molécula pequeña de la cinasa de ALK, como el loratinib (añadido a la terapia convencional), se están probando en pacientes de neuroblastoma con variante recurrente de ALK (NCT03107988) y en pacientes con neuroblastoma de riesgo alto recién diagnosticado con activación de ALK (COG ANBL1531).[29] Para obtener más información, consultar las secciones Tratamiento del neuroblastoma de riesgo alto y Tratamiento del neuroblastoma recidivante en Tratamiento del neuroblastoma.
Hay pocos datos sobre la evolución genómica de las variantes exónicas desde el diagnóstico hasta la recaída del neuroblastoma. Se aplicó la secuenciación del genoma completo a 23 muestras emparejadas de tumores de neuroblastoma obtenidas en el momento del diagnóstico y de la recaída con el fin de definir las alteraciones genéticas somáticas relacionadas con la recaída;[33] en un segundo estudio se evaluaron 16 muestras emparejadas obtenidas en el momento del diagnóstico y de la recaída.[34] En ambos estudios se identificó un aumento del número de variantes en las muestras obtenidas durante la recaída en comparación con las muestras del diagnóstico. Esto se confirmó en un estudio de muestras tumorales de neuroblastoma enviadas a secuenciación de última generación.[35]
Asimismo, en 3 muestras de recaída se encontraron alteraciones estructurales que comprometían genes de la vía MAPK compatibles con activación de la vía, es decir que se detectaron anomalías en esta vía en 18 de 23 (78 %) muestras de recaída. Se encontraron anomalías en ALK (n = 10) y en NF1 (n = 2), además de una anomalía en cada uno de los siguientes genes: NRAS, KRAS, HRAS, BRAF, PTPN11 y FGFR1. Incluso con una secuenciación masiva, 7 de las 18 alteraciones no fueron detectables en el tumor primario, esto subraya la evolución de las variantes que presumiblemente conducen a la recaída y la importancia de las evaluaciones genómicas de los tejidos obtenidos en el momento de la recaída.
Dada la naturaleza metastásica generalizada del neuroblastoma de riesgo alto y en recaída, el uso de métodos para medir el DNA tumoral circulante (ctDNA) quizás revele otras alteraciones genómicas que no se encuentran con las biopsias tumorales convencionales. Además, estos abordajes han demostrado la capacidad para detectar variantes de resistencia en pacientes con neuroblastoma tratados con inhibidores de ALK.[37][Nivel de evidencia C1] En un análisis de muestras seriadas de ctDNA en pacientes que recibieron tratamiento con lorlatinib, la frecuencia de una variante alélica en ALK se correspondía con la carga de enfermedad en la mayoría de los pacientes, pero no en todos.[38] En un subconjunto de pacientes que progresaron mientras tomaban lorlatinib, se notificaron segundas variantes compuestas de ALK o variantes de otros genes, incluso en los genes de la vía RAS.
En un estudio de secuenciación masiva, 276 muestras de neuroblastoma (en todos los estadios y de pacientes de todas las edades en el momento del diagnóstico) se evaluaron mediante secuenciación de solo 2 puntos de gran actividad de variantes de ALK, lo que reveló un 4,8 % de variantes clonales y otro 5 % de variantes subclonales. Este hallazgo indica que las variantes subclonales del gen ALK son comunes.[39] Por lo tanto, la secuenciación masiva permite descubrir variantes en minúsculos subgrupos de células tumorales de neuroblastoma que no se destruyen durante el tratamiento y se convierten en el origen de una recaída.
El alargamiento de los telómeros, los extremos de los cromosomas, promueve la supervivencia celular. Por otra parte, los telómeros se acortan con cada replicación celular, lo que resulta finalmente en la incapacidad de la célula para replicarse. Los pacientes cuyos tumores carecen de mecanismos de mantenimiento de telómeros tienen un pronóstico excelente, mientras que los que albergan mecanismos de mantenimiento de telómeros tienen un pronóstico bastante más precario.[40] Los tumores de neuroblastoma de riesgo bajo, caracterizados según sus características clínicas o biológicas, exhiben poca actividad de alargamiento de los telómeros. Se identificaron mecanismos genéticos aberrantes para el alargamiento de los telómeros en los tumores de neuroblastoma de riesgo alto.[24,25,40,41] Hasta el momento, se describieron los tres mecanismos siguientes, que parecen ser mutuamente excluyentes:
Los tumores positivos para el alargamiento alternativo de los telómeros en las poblaciones infantiles casi nunca se presentan antes de los 18 meses de edad y surgen casi de forma exclusiva en niños más grandes (mediana de edad en el momento del diagnóstico, cerca de los 8 años).[41,44] La proporción de casos de neuroblastoma con variantes de ATRX aumenta con la edad en las poblaciones de adolescentes y adultos jóvenes.[26]
El pronóstico para la SSC de los pacientes de riesgo alto con activación del alargamiento alternativo de los telómeros es tan precario como el de los pacientes con amplificación de MYCN,[41,44] sin embargo, la SG es superior en los pacientes con activación del alargamiento alternativo de los telómeros. La SG más favorable es consecuencia de una evolución un poco más prolongada de la enfermedad después de la recaída, pero con una supervivencia a largo plazo (10 a 15 años) tan baja como la de otros pacientes con neuroblastoma de riesgo alto.[41,44] En un informe, la SSC y la SG en los pacientes de riesgo intermedio y riesgo bajo con activación del alargamiento alternativo de los telómeros fueron similares a las observadas en pacientes positivos para el alargamiento alternativo de los telómeros con enfermedad de riesgo alto.[44]
Con la inmunotinción de las proteínas MYC y MYCN en un subconjunto restringido de 357 tumores de neuroblastoma indiferenciado o poco diferenciado, se demostró que la expresión elevada de las proteínas MYC o MYCN es un factor pronóstico importante.[46] De ellos, 68 tumores (19 %) exhibían una expresión alta de la proteína MYCN y 81 tenían amplificación de MYCN. Entre los tumores, 39 (10,9 %) exhibían expresión alta de MYC, que fue mutuamente excluyentes de la expresión alta de MYCN. En los tumores que expresaban MYC, no se observó la amplificación del gen MYC ni la del gen MYCN. En este estudio, no se examinaron las anomalías cromosómicas segmentarias.[46]
La expresión de cinasas receptoras de neurotrofina y sus ligandos varía entre los tumores de riesgo alto y de riesgo bajo. El receptor TrkA se encuentra en tumores de riesgo bajo y se postula que la ausencia de su ligando NGF produce la remisión espontánea del tumor. En contraste, el receptor TrkB se encuentra en los tumores de riesgo alto que también expresan su ligando, BDNF, que promueve la proliferación y la supervivencia celular del neuroblastoma.[47]
Los neuroblastomas se clasifican como uno de los tumores de células pequeñas, redondas y azules de la niñez. Conforman un grupo heterogéneo de tumores compuestos de agregados celulares con diferentes grados de diferenciación: ganglioneuromas maduros, ganglioneuroblastomas menos maduros y neuroblastomas inmaduros; ello refleja el potencial maligno variable de estos tumores.[1]
Los siguientes son los dos sistemas de clasificación del neuroblastoma:
El sistema de la Internacional Neuroblastoma Pathology Classification (INPC) derivó de la experiencia con la clasificación de Shimada original. En el Cuadro 1 se comparan los dos sistemas . El sistema de la INPC comprende la evaluación de muestras tumorales obtenidas antes del tratamiento para determinar las siguientes características morfológicas:[2-6]
Los pronósticos favorables y desfavorables se definen según estos parámetros histológicos y la edad del paciente. En varios estudios, se confirmó la importancia pronóstica de este sistema de clasificación y de los sistemas relacionados en los que se usan criterios similares (consultar el Cuadro 1).[2-4,6]
International Neuroblastoma Pathology Classification | Clasificación de Shimada original | Grupo pronóstico | |||
---|---|---|---|---|---|
MKI = índice de mitosis-cariorrexis. | |||||
aReproducción autorizada. Copyright © 1999 American Cancer Society. Todos los derechos reservados.[2] Hiroyuki Shimada, Inge M. Ambros, Louis P. Dehner, Jun-ichi Hata, Vijay V. Joshi, Borghild Roald, Daniel O. Stram, Robert B. Gerbing, John N. Lukens, Katherine K. Matthay, Robert P. Castleberry, The International Neuroblastoma Pathology Classification (the Shimada System), Cancer, volumen 86, edición 2, páginas 364–72. | |||||
bLos subtipos de neuroblastoma se describen en detalle en otra parte.[7] | |||||
cSubtipo poco frecuente, sobre todo cuando se diagnostica en este grupo de edad. Se necesita más investigación y análisis. | |||||
dLos grupos pronósticos de estas categorías de tumores no se relacionan con la edad del paciente. | |||||
Neuroblastoma: | (Estroma schwanniano escaso)b | Estroma escaso | |||
Favorable: | Favorable | Favorable | |||
<1,5 años | Tumor poco diferenciado o en diferenciación y tumor con MKI bajo o intermedio | ||||
1,5–5 años | Tumor en diferenciación y con MKI bajo | ||||
Desfavorable: | Desfavorable | Desfavorable | |||
<1,5 años | a) tumor indiferenciadoc | ||||
b) tumor con MKI alto | |||||
1,5–5 años | a) tumor indiferenciado o poco diferenciado | ||||
b) tumor con MKI intermedio o alto | |||||
≥5 años | Todos los tumores | ||||
Ganglioneuroblastoma, entremezclado | (estroma schwanniano abundante) | Estroma abundante entremezclado (favorable) | Favorabled | ||
Ganglioneuroma: | (estroma schwanniano dominante) | ||||
En maduración | Bien diferenciado (favorable) | Favorabled | |||
Maduro | Ganglioneuroma | ||||
Ganglioneuroblastoma, nodular | (compuesto por mezcla de estroma schwanniano abundante, estroma dominante y estroma escaso) | Nodular con estroma abundante (desfavorable) | Desfavorabled |
La mayoría de los neuroblastomas con amplificación de MYCN tienen características histológicas de la INPC desfavorables, pero cerca del 7 % tienen características histológicas favorables. Por lo general, los tumores no expresan MYCN, a pesar de la amplificación de este gen; estos pacientes tienen un pronóstico más favorable que los pacientes cuyos tumores presentan amplificación de MYCN y sobreexpresión de MYCN.[8]
Se analizaron los componentes individuales de los datos de la INPC procedentes del INRG Data Commons (18 865 pacientes), y el análisis validó la capacidad pronóstica independiente de la edad en el momento del diagnóstico, la categoría histológica, el MKI y el grado de diferenciación. Se identificaron 4 grupos de pronóstico histológico relacionados con la edad (edad <18 meses con MKI bajo vs. MKI alto; edad >18 meses con tumores diferenciados vs. indiferenciados o poco diferenciados). Del mismo modo, mediante el uso de un esquema de riesgo carente de los factores de confusión de edad y de la INPC, en este análisis se identificó un nuevo y desfavorable subgrupo de pacientes mayores de 547 días de edad con tumores diploides en estadio 1 o 2, sin amplificación de MYCN o con MKI intermedio o alto, quienes tuvieron una tasa de supervivencia sin complicaciones (SSC) muy precaria (tasa de SSC, 46 %).[9][Nivel de evidencia C1]
En el sistema de la International Neuroblastoma Risk Group (INRG) Classification se utilizó un análisis del árbol de supervivencia para comparar 35 factores pronósticos en más de 8800 pacientes con neuroblastoma de varios de ensayos clínicos. En el análisis se incluyeron las siguientes características histológicas subyacentes de la INCP (sistema de Shimada):[10,11]
Debido a que la edad del paciente se usa en todos los sistemas de estratificación del riesgo, era deseable un sistema de clasificación celular que no empleara la edad del paciente, por lo que se usaron los criterios histológicos subyacentes en el árbol de decisión final, en lugar de la INPC o la clasificación de Shimada. Los hallazgos histológicos permitieron diferenciar de forma más clara 2 subconjuntos de pacientes según los grupos pronósticos, conforme se muestra en el Cuadro 2.
Estadio del INSS o subtipo histológico | Número de casos | SSC (%) | SG (%) | |
---|---|---|---|---|
SSC = supervivencia sin complicaciones; GN = ganglioneuroma; GNB = ganglioneuroblastoma; INSS = International Neuroblastoma Staging System; NB = neuroblastoma; SG = supervivencia general. | ||||
aAdaptado de Cohn et al.[10] | ||||
Estadio 1, 2, 3, 4S del INSS | 5131 | 83 ± 1 | 91 ± 1 | |
GN, en maduración | 162 | 97 ± 2 | 98 ± 2 | |
GNB, entremezclado | ||||
NB | 4970 | 83 ± 1 | 90 ± 1 | |
GNB, nodular | ||||
Estadio 2, 3 del INSS; edad >547 días | 260 | 69 ± 3 | 81 ± 2 | |
11q normal y en diferenciación | 16 | 80 ± 16 | 100 | |
Anomalía de 11q o indiferenciado | 49 | 61 ± 11 | 73 ± 11 |
Los subconjuntos histológicos del INRG se incorporan en el esquema de clasificación de riesgo del INRG. Para obtener más información, consultar el Cuadro 4.
Alrededor del 70 % de los pacientes con neuroblastoma tienen enfermedad metastásica en el momento del diagnóstico. Se realiza una evaluación completa de la enfermedad metastásica antes de iniciar el tratamiento. Por lo general, se hacen los estudios descritos a continuación.[1]
La extensión de la enfermedad metastásica se evalúa mediante una gammagrafía con metayodobencilguanidina (MlBG), que sirve para todos los sitios de enfermedad, incluso el tejido blando, la médula ósea y el hueso cortical. Alrededor del 90 % de los neuroblastomas estarán ávidos de MIBG. La gammagrafía con MIBG tiene una sensibilidad y especificidad del 90 % al 99 %, y la avidez de MIBG se distribuye por igual entre los sitios primarios y metastásicos.[2] Se prefiere usar el yodo I 123 (123I), aunque tiene una semivida más breve que el 131I, porque el primero emite una dosis de radiación más baja, permite obtener imágenes de mejor calidad, produce menos toxicidad tiroidea y su costo es menor.
Las imágenes con 123I-MIBG son idóneas para identificar metástasis en el tejido blando y los huesos; en una comparación prospectiva, demostraron ser superiores al uso de la tomografía por emisión de positrones con tomografía computarizada (TEP-TC).[3] En una revisión retrospectiva de 132 niños con neuroblastoma, la centellografía ósea con tecnecio Tc 99m-difosfonato de metileno (99mTc-MDP) no logró identificar sitios únicos de enfermedad metastásica que cambian el estadio de la enfermedad o el tratamiento clínico determinado a partir de 123I-MIBG o TEP. Se concluyó que las gammagrafías óseas se pueden omitir en la mayoría de los casos.[4]
Las gammagrafías iniciales con MIBG realizadas en el momento del diagnóstico son un método excelente para verificar la respuesta de la enfermedad y realizar la vigilancia posterior al tratamiento.[5] En un análisis retrospectivo de 123I-MIBG y TEP emparejadas en 60 pacientes de neuroblastoma recién diagnosticado se demostró que, para los pacientes en estadios 1 y 2 del International Neuroblastoma Staging System (INSS), la TEP fue superior para determinar la extensión de la enfermedad primaria y más sensible para detectar masas residuales. En contraste, para la enfermedad en estadio 4, las imágenes con 123I-MIBG fueron superiores para detectar metástasis en la médula ósea y los huesos.[6]
Varios grupos han investigado un método semicuantitativo de puntaje para evaluar el alcance de la enfermedad y el valor pronóstico. Los métodos más comunes de puntaje que se utilizan para evaluar el alcance de la enfermedad y la respuesta son los métodos de Curie y de la Society of Paediatric Oncology Europe Neuroblastoma (SIOPEN).
La importancia pronóstica de los puntajes Curie después de la inducción se validó en una cohorte independiente de pacientes.[8] Se hizo un estudio retrospectivo de los puntajes Curie de gammagrafías con 123I-MIBG obtenidas en pacientes de riesgo alto inscritos de manera prospectiva en el ensayo SIOPEN/HR-NBL1 (NCT00030719). Se evaluaron gammagrafías de 10 regiones anatómicas; cada región fue calificada entre 0 y 3 según el alcance de la enfermedad y se generó un puntaje Curie acumulado. En el ensayo SIOPEN/HR-NBL1 se usó un puntaje Curie de 12 como valor límite con utilidad pronóstica óptima en el momento del diagnóstico, y se observó una diferencia significativa en el desenlace según el puntaje Curie (supervivencia sin complicaciones [SSC] a 5 años, 43,0 ± 5,7 % [puntaje Curie ≤12] vs. 21,4 ± 3,6 % [puntaje Curie >12], P < 0,0001). El límite óptimo del puntaje Curie después de la quimioterapia de inducción fue de 2 en SIOPEN/HR-NBL1, un puntaje Curie posinducción superior a 2 se relacionó con un desenlace inferior (tasa de SSC a 5 años, 39,2 ± 4,7 % [puntaje Curie ≤2] vs. 16,4 ± 4,2 % [puntaje Curie >2], P < 0,0001). El puntaje Curie posinducción mantuvo la significación estadística independiente en los modelos de Cox cuando se ajustó según las covariables de edad y número de copias del gen MYCN.[8]
El German Pediatric Oncology Group comparó el valor pronóstico de los métodos de puntajes Curie y SIOPEN en un estudio retrospectivo con 58 pacientes de neuroblastoma en estadio 4, mayores de 1 año de vida. Se observaron resultados muy similares. En el momento del diagnóstico, un puntaje Curie de 2 o inferior, y un puntaje SIOPEN de 4 o inferior (el mejor valor límite) se correlacionaron con tasas de SSC y supervivencia general (SG) significativamente mejores, en comparación con puntajes más altos. Al cabo de 4 ciclos de quimioterapia de inducción, los pacientes con respuesta completa según los puntajes SIOPEN y Curie tuvieron mejores desenlaces que los pacientes con captación residual en las metástasis; sin embargo, la resolución subsiguiente de las metástasis captadoras de MIBG entre los ciclos 4 y 6 de quimioterapia no afectó al pronóstico.[11]
Los ensayos clínicos mencionados no incluyeron evaluaciones de la fase de posinducción de los puntajes Curie o SIOPEN después del trasplante y la inmunoterapia; los valores límite y los desenlaces relacionados con estas evaluaciones quizás difieran de los que se obtienen con los puntajes de preinducción y posinducción.
Se utilizan tomografías por emisión de positrones (TEP) con flúor F 18-fluorodesoxiglucosa para evaluar la extensión de la enfermedad en pacientes con tumores que no son ávidos de MIBG.[6]
Otras pruebas y procedimientos que se utilizan para la estadificación del neuroblastoma son los siguientes.
Se evita la punción lumbar porque las metástasis en el sistema nervioso central (SNC) son infrecuentes en el momento del diagnóstico;[14] además, es posible que una punción lumbar aumente la incidencia subsiguiente de metástasis del SNC.[15]
Durante décadas se han usado combinaciones de factores pronósticos (características clínicas y biológicas) para estratificar el riesgo de los pacientes e informar sobre la asignación del tratamiento.[16] Los esquemas difieren entre los grupos cooperativos internacionales. El International Risk Group (INRG) Task Force ha encabezado los esfuerzos para crear abordajes uniformes de la estadificación y la clasificación del riesgo pretratamiento, según se describe a continuación.[17] Los algoritmos que utilizan estos factores para determinar el riesgo son complejos y cambian un poco en función de los nuevos conocimientos. El INRG Staging System (INRGSS) se utiliza en los estudios en curso del COG y no depende de una variable de resección, sino de las imágenes previas al tratamiento combinadas con la edad y variables biológicas.
El International Neuroblastoma Staging System (INSS) se creó y adoptó por el COG en 1986 y por grupos cooperativos de Europa y Japón en 1993. El INSS es un sistema de estadificación posquirúrgica en el que se usa la localización del tumor con respecto a las estructuras de la línea media, el estado ganglionar y, lo que es más importante, la extensión de la resección quirúrgica inicial con el fin de determinar si un tumor locorregional se encuentra en estadio 1, 2A, 2B o 3 del INSS.[1,18] Este sistema representó el primer paso para armonizar la estadificación de la enfermedad y la estratificación del riesgo en el ámbito mundial. Como resultado de nuevos avances en la comprensión de las características biológicas y genéticas del neuroblastoma, se estableció un sistema de clasificación de riesgo que incorpora factores biológicos y clínicos, además del estadio del INSS, para facilitar la asignación del grupo de riesgo y el tratamiento en los estudios del COG.[1,18-20] La última vez que el COG usó el INSS fue en el estudio ANBL0531 (NCT00499616) de riesgo intermedio, que se cerró en 2014.
Con el propósito de elaborar un sistema de estadificación independiente de la extensión de la resección quirúrgica, el INRGSS se creó en 2005 mediante el uso de factores de riesgo definidos por imagen (IDRF) para categorizar los tumores locorregionales como L1 (IDRF ausentes), L2 (IDRF presentes), M (metastásicos) o MS (el equivalente a 4S del INSS). En numerosos estudios, la presencia de IDRF se ha relacionado con un aumento de complicaciones intraoperatorias, resección tumoral incompleta y peor supervivencia.[21-23] Desde 2014, los ensayos clínicos del COG y de la SIOPEN utilizan el INRGSS, un sistema de estadificación preoperatoria que se creó específicamente para el sistema de clasificación INRG (consultar el Cuadro 3), en lugar del INSS.
Estadio | Descripción |
---|---|
IDRF = factores de riesgo definidos por imágenes; INSS = International Neuroblastoma Staging System. | |
aAdaptado de Monclair et al.[21]; [22] | |
L1 | Tumor localizado sin compromiso de estructuras vitales según la definición de la lista de IDRF,a y limitado a un compartimiento específico del cuerpo. |
L2 | Tumor locorregional con presencia de uno o más IDRF.a |
M | Metástasis a distancia (excepto estadio MS). |
MS | Metástasis limitadas a la piel, el hígado o la médula ósea en niños menores de 18 meses. El tumor primario puede estar en estadio 1, 2 o 3 del INSS. |
Conforme se definen en la bibliografía original, los IDRF comprenden los siguientes aspectos:[21,23]
Los IDRF del COG, en los que se usa un abordaje de localización anatómica, son los siguientes:[22,24]; [23][Nivel de evidencia C1]
La evaluación de la resecabilidad quirúrgica debe incluir los IDRF. A medida que se incrementa el número de IDRF, aumenta la morbilidad quirúrgica y disminuye la posibilidad de resección completa.
La quimioterapia neoadyuvante no siempre elimina de manera eficaz los IDRF, conforme se observó en el ensayo retrospectivo European Unresectable Neuroblastoma realizado entre 2001 y 2006, en el que se analizaron datos de 143 pacientes mayores de 1 año con neuroblastoma en estadio 3 del INSS sin amplificación de MYCN. Todos los pacientes tenían factores de riesgo quirúrgico que indicaban la irresecabilidad de los tumores. En una revisión central de un subconjunto se encontraron características histológicas desfavorables, según la International Neuroblastoma Pathology Classification, en el 53 % de los pacientes. En el momento del diagnóstico, se identificaron 228 IDRF.[24]; [25][Nivel de evidencia C1]
El INRGSS incorporó este sistema de estadificación en un sistema de grupos del riesgo mediante la aplicación de múltiples parámetros en el momento del diagnóstico.[16] Para obtener más información, consultar el Cuadro 4.
El INRGSS simplifica los estadios y usa L1, L2, M o MS. Los tumores localizados se clasifican como enfermedad en estadio L1 o L2, según la presencia de 1 o más de los 20 IDRF.[21] Por ejemplo, en el caso de compresión de la médula espinal, se considera que hay un IDRF cuando el compromiso afecta más de un tercio del canal espinal en el plano transversal, no es posible ver los espacios leptomeníngeos o la intensidad de la señal de la médula espinal en la resonancia magnética es anómala. Para obtener más información sobre el INRGSS, consultar el Cuadro 3 y las listas de los IDRF (IDRF originales e IDRF del COG).
En la colaboración con el INRG también se definieron técnicas para detectar y cuantificar el neuroblastoma en la médula ósea, tanto en el momento del diagnóstico como después del tratamiento. La cuantificación de la enfermedad metastásica en la médula ósea podría dar lugar a evaluaciones más exactas de la respuesta al tratamiento,[26] y ahora se incorpora a los International Neuroblastoma Response Criteria, que evalúan la respuesta al tratamiento.[27]
La decisión del INRG Task Force de reemplazar la categoría de enfermedad 4S con la de la nueva definición de MS se tomó a partir de los informes de desenlaces favorables en un número pequeño de lactantes con tumores primarios L2 y patrones metastásicos, incluso aquellos de 12 a 18 meses de vida.[21,28] En un estudio posterior de los datos originales del INRG se observó que algunas características biológicas predijeron desenlaces precarios de pacientes con enfermedad en estadio MS (edad entre 12 y 18 meses), y que solo los lactantes con características biológicas favorables presentaban desenlaces a largo plazo similares a los de aquellos con el diagnóstico 4S tradicional.[28]
Al combinar el INRGSS, la edad y los factores biológicos, se asigna a cada paciente a un grupo de riesgo del INRG que predice el desenlace y orienta en cuanto al abordaje adecuado de tratamiento según el riesgo. La validez del INRGSS se analizó en los siguientes estudios retrospectivos de neuroblastoma localizado sin amplificación de MYCN y con estadio del INRGSS definido antes:
En la mayoría de los protocolos internacionales se están empezando a incorporar la recopilación y uso de los IDRF para definir el estadio INRG, que se usa en la estratificación del riesgo y la asignación del tratamiento.[30,31] El COG ha estado recopilando y evaluando los datos del INRGSS desde 2006. En un ensayo del COG que se inició en 2014, se usa el INRGSS y la opinión del cirujano para determinar el tratamiento para subconjuntos de pacientes que no tienen un riesgo alto, incluso los que presentan enfermedad en estadios L1, L2 y MS (ANBL1232 [NCT02176967], no se aceptan más inscripciones en el ensayo). Cabe señalar que el INSS acepta que los pacientes de hasta 12 meses se clasifiquen en estadio 4S, mientras que el INRGSS acepta que los pacientes de hasta 18 meses se clasifiquen en el estadio MS. Un tumor primario en estadio 4S del INSS es equivalente a un tumor en estadio 1 o 2 del INSS, mientras que un tumor primario en estadio MS es equivalente a uno en estadio 3 del INSS. En agosto de 2018, se inició un estudio del COG para subconjuntos de pacientes de riesgo alto, pero ya no se aceptan más inscripciones (ANBL1531 [NCT03126916]). Los pacientes aptos para participar incluyen aquellos que presentan enfermedad en estadio M y tienen más de 547 días de vida; los pacientes en estadio M con menos de 547 días de vida y amplificación de MYCN; y los pacientes de cualquier edad con enfermedad en estadio L2 o MS y amplificación de MYCN. Se prevé que el uso de una nomenclatura estandarizada contribuirá de modo importante a una estadificación más uniforme y facilitará las comparaciones entre ensayos clínicos realizados en diferentes partes del mundo.
El estudio biológico del COG ANBL00B1 (NCT00904241) sirve de infraestructura para la adquisición rápida y fiable de marcadores de pronóstico tumoral usados para la clasificación del riesgo y la elegibilidad para ensayos clínicos. Para obtener más información sobre las categorías de riesgo del COG, consultar el Cuadro 5.
En el esquema de clasificación del International Neuroblastoma Risk Group (INRG), se asigna a los pacientes de neuroblastoma a 1 de 16 grupos de riesgo pretratamiento a partir del estadio del INRG, la edad, la categoría histológica, el grado de diferenciación tumoral, la amplificación de MYCN, la anomalía en 11q (la única anomalía cromosómica segmentaria estudiada) y la ploidía. Se definieron 4 niveles de riesgo de acuerdo con los desenlaces de 8800 pacientes de los que se obtuvieron datos de alta calidad a medida que ingresaron en ensayos clínicos (consultar el Cuadro 4). Debido a que el sistema de clasificación del riesgo de neuroblastoma de 2006 no se había modificado para incluir el INRGSS, se realizó un análisis exhaustivo de datos de los IDRF recopilados de los pacientes inscritos en el estudio biológico ANBL00B1 (NCT00904241).
El COG analizó a casi 5000 pacientes con neuroblastoma recién diagnosticado que se inscribieron en el estudio ANBL00B1 entre 2007 y 2017 y que recibieron tratamientos más modernos. Además de utilizar el INRGSS, se examinó el estado cromosómico segmentario de 1q con los factores pronósticos anteriores.[32]
En el agrupamiento general por riesgo, el tipo histológico es un determinante importante del riesgo para todos los tumores en estadios L1 y L2; el grado de diferenciación separa a los neuroblastomas de los ganglioneuroblastomas nodulares en pacientes mayores de 18 meses. Las metas del INRG son aumentar la colaboración internacional y clasificar a los pacientes de manera uniforme con el fin de comparar los resultados de los ensayos clínicos que se realizan en todo el mundo.[17]
Estadio del INRG | Categoría histológica | Grado de diferenciación tumoral | MYCN | Anomalía en 11q | Ploidía | Grupo de riesgo pretratamiento | |
---|---|---|---|---|---|---|---|
GN = ganglioneuroma; GNB = ganglioneuroblastoma. | |||||||
aReproducción autorizada. © (2015) American Society of Clinical Oncology. Todos los derechos reservados. Pinto N et al.: Advances in Risk Classification and Treatment Strategies for Neuroblastoma, J Clin Oncol 33 (27), 2015: 3008–3017.[16] | |||||||
L1/L2 | GN en maduración, GNB entremezclado | A (muy bajo) | |||||
L1 | Cualquiera, excepto GN en maduración o GNB entremezclado | No amplificado | B (muy bajo) | ||||
Amplificado | K (alto) | ||||||
L2 | |||||||
Edad <18 meses | Cualquiera, excepto GN en maduración o GNB entremezclado | No amplificado | No | D (bajo) | |||
Sí | G (intermedio) | ||||||
Edad ≥18 meses | GNB, neuroblastoma nodular | En diferenciación | No amplificado | No | E (bajo) | ||
Sí | H (intermedio) | ||||||
Poco diferenciado o indiferenciado | No amplificado | H (intermedio) | |||||
Amplificado | N (alto) | ||||||
M | |||||||
Edad <18 meses | No amplificado | Hiperdiploidía | F (bajo) | ||||
Edad <12 meses | No amplificado | Diploidía | I (intermedio) | ||||
Edad 12 a <18 meses | No amplificado | Diploidía | J (intermedio) | ||||
Edad <18 meses | No amplificado | O (alto) | |||||
Edad ≥18 meses | P (alto) | ||||||
MS | |||||||
Edad <18 meses | No amplificado | No | C (muy bajo) | ||||
Sí | Q (alto) | ||||||
Amplificado | R (alto) |
El cáncer en niños y adolescentes es infrecuente, aunque desde 1975 se ha observado un aumento gradual de la incidencia general.[1] Por lo general, los niños y adolescentes con cáncer se derivan a centros médicos que cuentan con un equipo multidisciplinario de especialistas en oncología con experiencia en el tratamiento de los cánceres que se presentan en la niñez y la adolescencia. Este equipo multidisciplinario incorpora la pericia de los siguientes profesionales de atención de la salud y otros para asegurar que los niños reciban el tratamiento, los cuidados médicos de apoyo y la rehabilitación que les permitan lograr una supervivencia y calidad de vida óptimas:
Para obtener información específica sobre los cuidados médicos de apoyo para niños y adolescentes con cáncer, consultar los resúmenes de Cuidados médicos de apoyo y cuidados paliativos.
La American Academy of Pediatrics estableció pautas para los centros de oncología pediátrica y su función en el tratamiento de los pacientes de cáncer infantil.[2] En estos centros de oncología pediátrica, se dispone de ensayos clínicos para la mayoría de los tipos de cáncer que se presentan en niños y adolescentes, y se ofrece la oportunidad de participar a la mayoría de los pacientes y familiares. Por lo general, los ensayos clínicos para los niños y adolescentes con cáncer se diseñan a fin de comparar un tratamiento que parece mejor con el tratamiento estándar actual. La mayoría de los avances en la identificación de tratamientos curativos para los cánceres infantiles se lograron mediante ensayos clínicos. En otros tipos de ensayos clínicos, se exploran o definen tratamientos novedosos cuando no se cuenta con un tratamiento estándar para un diagnóstico de cáncer. Para obtener información sobre ensayos clínicos en curso, consultar el portal de Internet del NCI.
El tratamiento se basa en el riesgo. En el sistema de determinación del riesgo del Children's Oncology Group (COG), cada niño se asigna a un grupo de riesgo bajo, riesgo intermedio o riesgo alto a partir de los siguientes factores:[1-7]
La evaluación del riesgo para el neuroblastoma en estadio bajo con amplificación de MYCN es objeto de polémica por su escasa frecuencia.
En un estudio con 87 pacientes de neuroblastoma en estadio 1 y estadio 2 del INSS con amplificación de MYCN, tomados de varios grupos de ensayos clínicos, se mostró que la edad, el estadio y el tratamiento inicial no tuvieron efecto en el desenlace. La tasa de supervivencia sin complicaciones (SSC) fue del 53 % y la tasa de supervivencia general (SG) fue del 72 %. La supervivencia fue superior en pacientes cuyos tumores eran hiperdiploides en vez de diploides (tasa de SSC, 82 ± 20 % vs. 37 ± 21 %; tasa de SG, 94 ± 11 % vs. 54 ± 15 %).[9]
El COG considera que los lactantes con enfermedad en estadio 4 y 4S, y con amplificación de MYCN tienen riesgo alto.[5] En un estudio europeo, las tasas de SSC general y de SG en lactantes con enfermedad en estadio 4 y 4S y amplificación de MYCN fueron de solo el 30 % a los 2 y 5 años del tratamiento.[10]
Para obtener más información sobre las categorías de riesgo del COG, consultar el Cuadro 5.
Otros factores biológicos que influyeron la selección del tratamiento en algunos estudios del COG previos fueron la pérdida desequilibrada de heterocigosis en 11q y la pérdida de heterocigosidad del cromosoma 1p.[11-13] En 2012, el COG Neuroblastoma Committee definió las características genómicas favorables con el propósito de asignar el riesgo, como las células de neuroblastoma hiperdiploides sin anomalías segmentarias en el número de copias, que incluye la ausencia de pérdida del número de copias en 1p, 3p, 4p o 11q, y la ausencia de ganancia en el número de copias en 1q, 2p o 17q. Esto no se corresponde con el International Neuroblastoma Risk Group Staging System, que solo incluye las anomalías en 11q; no obstante, los criterios podrían modificarse en versiones futuras.
Riesgo | Estadio | Edad | Estado de MYCN | Ploidía del DNA | INPC | Otras |
---|---|---|---|---|---|---|
ID = índice de DNA; HF = tipo histológico favorable; INPC = International Neuroblastoma Pathology Classification; HD = tipo histológico desfavorable. | ||||||
aAdaptado de Liang et al.[1] | ||||||
bGrupo de riesgo bajo, según se define en el ensayo del Children's Oncology Group ANBL00B1 (NCT00904241). | ||||||
cGrupo de riesgo intermedio, según se define en el ensayo del Children's Oncology Group ANBL0531 (NCT00499616). | ||||||
dGrupo de riesgo alto, según se define en el ensayo del Children's Oncology Group ANBL0532 (NCT00567567). | ||||||
Bajob | 1 | Cualquiera | Cualquiera | Cualquiera | Cualquiera | |
2a/2b | Cualquiera | No amplificado | Cualquiera | Cualquiera | Resección ≥50 % | |
4s | <12 meses | No amplificado | ID >1 | HF | Asintomático | |
Intermedioc | 2a/2b | 0–12 años | No amplificado | Cualquiera | Cualquiera | Biopsia o resección <50 % |
3 | <18 meses | No amplificado | Cualquiera | Cualquiera | ||
3 | ≥18 meses a 12 años | No amplificado | Cualquiera | HF | ||
4 | <12 meses | No amplificado | Cualquiera | Cualquiera | ||
4 | 12 meses a <18 meses | No amplificado | ID >1 | HF | ||
4s | <12 meses | No amplificado | Cualquiera | Cualquiera | Sintomático | |
4s | <12 meses | No amplificado | ID = 1 | Cualquiera | Asintomático o sintomático | |
4s | <12 meses | No amplificado | Cualquiera | HD | Asintomático o sintomático | |
4s | <12 meses | Faltante | Faltante | Faltante | Demasiado enfermo para someterse a biopsia | |
Altod | 2a/2b | Cualquiera | Amplificado | Cualquiera | Cualquiera | Cualquier grado de resección |
3 | Cualquiera | Amplificado | Cualquiera | Cualquiera | ||
3 | ≥18 meses | No amplificado | Cualquiera | HD | ||
4 | <12 meses | Amplificado | Cualquiera | Cualquiera | ||
4 | 12 meses a <18 meses | Amplificado | Cualquiera | Cualquiera | ||
4 | 12 meses a <18 meses | Cualquiera | ID = 1 | Cualquiera | ||
4 | 12 meses a <18 meses | Cualquiera | Cualquiera | HD | ||
4 | ≥18 meses | Cualquiera | Cualquiera | Cualquiera | ||
4s | <12 meses | Amplificado | Cualquiera | Cualquiera | Asintomático o sintomático |
Por lo general, el tratamiento se basa en la clasificación del tumor en riesgo bajo, intermedio o alto, conforme consta a continuación:
En el Cuadro 6 se resumen las opciones de tratamiento para el neuroblastoma de riesgo bajo, riesgo intermedio, riesgo alto y en estadio 4S, según el grupo de riesgo del INSS.
Asignación al grupo de riesgo del COG | Opciones de tratamiento | |
---|---|---|
COG = Children's Oncology Group; GM-CSF = factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos; 131I-MlBG = yodo I 131-metayodobencilguanidina; TCMH = trasplante de células madre hematopoyéticas. | ||
Neuroblastoma de riesgo bajo | Cirugía seguida de observación. | |
Observación con biopsia o sin esta. | ||
Quimioterapia con cirugía o sin esta (para enfermedad sintomática o enfermedad progresiva irresecable después de la cirugía). | ||
Radioterapia (solo para tratamiento de urgencia). | ||
Neuroblastoma de riesgo intermedio | Quimioterapia con cirugía o sin esta. | |
Cirugía y observación (para lactantes). | ||
Radioterapia (si fuera necesaria). | ||
Neuroblastoma de riesgo alto | Régimen de quimioterapia, cirugía, ciclos en tándem de terapia mielosupresora y TCMH, radioterapia y dinutuximab, con GM-CSF e isotretinoína. | |
Neuroblastoma en estadio 4S o MS | Observación con cuidados médicos de apoyo (para pacientes asintomáticos con características biológicas tumorales favorables). | |
Quimioterapia (para pacientes sintomáticos o aquellos con características biológicas desfavorables). | ||
Radioterapia (rara vez para pacientes con síntomas relacionados con hepatomegalia por enfermedad metastásica). |
Los International Neuroblastoma Response Criteria (INRC) se usan para evaluar la respuesta al tratamiento.[16-18] La respuesta general en los INRC revisados integra la respuesta tumoral en el tumor primario, los tejidos blandos, las metástasis óseas y la médula ósea. Los sitios primarios y metastásicos de tejido blando se evalúan según los Response Evaluation Criteria in Solid Tumors (RECIST) y las gammagrafías con yodo I 123 (123I)-metayodobencilguanidina (MlBG) o la tomografía por emisión de positrones (TEP) con flúor F 18-fludesoxiglucosa (18F-FDG) si el tumor no es ávido de MIBG. Las gammagrafías con 123I-MIBG, o las TEP con 18F-FDG para la enfermedad no ávida de MIBG, sustituyen a la gammagrafía ósea con tecnecio Tc 99m (99mTc) difosfonato para la evaluación de las metástasis osteomedulares. La médula ósea se evalúa mediante pruebas histológicas o inmunohistoquímicas y pruebas citológicas o inmunocitológicas. La médula ósea con compromiso tumoral del 5 % o menor se clasifica como enfermedad mínima. Las concentraciones urinarias de catecolaminas no se incluyen en la evaluación de la respuesta. La respuesta general se define como respuesta completa, respuesta parcial, respuesta menor, enfermedad estable o enfermedad progresiva.[18]
Los criterios de respuesta generales de los INRC se definen de la siguiente manera:[16,17]
Se debe interpretar con cuidado la evolución de la enfermedad metastásica en un lactante clasificado al inicio con enfermedad en estadio 1 o 2. Si el patrón de las metástasis en dicho paciente es congruente con un patrón de enfermedad 4S (compromiso de piel, hígado, o de menos del 10 % de médula ósea), estos pacientes no se incluyen en la categoría de enfermedad progresiva o metastásica, que sería un criterio típico para excluirlos del protocolo de tratamiento. Más bien, estos pacientes se tratan como los pacientes en estadio 4S.
Hay polémica en torno a la necesidad de usar una medición tridimensional del tumor primario para definir la respuesta o si esto es igual a medir la dimensión más larga, como se hace para determinar la respuesta tumoral según RECIST.[19] Esta última estrategia se adoptó para su uso en los INRC.
En pacientes sin enfermedad metastásica, el estándar de atención es someterlos a una cirugía inicial. El objetivo de dicha cirugía, sobre la base del estadio de la enfermedad y el grupo de riesgo, es lograr los siguientes objetivos:
El COG notificó que una conducta expectante de observación en lactantes menores de 6 meses con masas suprarrenales pequeñas (L1) produjo tasas de SSC y SG excelentes, al mismo tiempo que evitó una intervención quirúrgica en una gran mayoría de los pacientes.[25] De acuerdo con las pautas quirúrgicas descritas en el ensayo clínico sobre neuroblastoma de riesgo intermedio (ANBL0531 [NCT00499616]), por lo general no se extirpa el tumor primario en pacientes con neuroblastoma 4S. En estudios alemanes de grupos seleccionados de pacientes, se realizó una biopsia tisular y se observó a los lactantes con tumores L1 y L2 sin amplificación de MYCN, evitando una cirugía adicional y quimioterapia en la mayoría de los pacientes.[26]
Continúa siendo polémico el hecho de si hay alguna ventaja en la resección macroscópica total de la masa del tumor primario después de la quimioterapia para pacientes en estadio 4 mayores de 18 meses.[27-32] En un metanálisis con pacientes de todas las edades que presentaban neuroblastoma en estadio 3 versus estadio 4, se observó un beneficio de la resección macroscópica total (>90 %), en comparación con la resección subtotal solo para el neuroblastoma en estadio 3.[33] Además, en un estudio pequeño se indicó que, después de la quimioterapia neoadyuvante, el número restante de factores de riesgo definidos por imágenes afectó la integridad de la resección.[34] Cuando el procedimiento lo llevó a cabo un cirujano experimentado, una resección del 90 % o más del tumor primario de neuroblastoma en estadio 4 generó una tasa de control local más alta, pero la SG no cambió de forma estadísticamente significativa.[35]
Para obtener más información sobre los factores de riesgo definidos por imágenes, consultar la sección International Neuroblastoma Risk Group Staging System.
En el paradigma de tratamiento vigente, la radioterapia para pacientes de neuroblastoma de riesgo bajo o intermedio, se reserva para masas tumorales sintomáticas potencialmente mortales o que ponen en peligro algún órgano que no respondió suficientemente rápido a la quimioterapia. Las situaciones comunes en las que se usa radioterapia para estos pacientes son las siguientes:
La radioterapia se ha convertido en parte del estándar de atención para los pacientes con enfermedad de riesgo alto y suele administrarse después de dosis altas de quimioterapia y del rescate de células madre. Para obtener más información, consultar la sección Tratamiento del neuroblastoma de riesgo alto.
Los datos de seguimiento a largo plazo del Childhood Cancer Survivor Study respaldan la limitación del uso de radioterapia en los lactantes con neuroblastoma (que en general no presentan enfermedad de riesgo alto). En este estudio se observaron tasas más elevadas de segundas neoplasias malignas y afecciones crónicas significativas en lactantes tratados con radioterapia.[38][Nivel de evidencia C1]
La compresión de la médula espinal se considera una urgencia médica. Los pacientes se someten a tratamiento inmediato porque aumenta la probabilidad de recuperación neurológica cuando los síntomas están presentes por un período relativamente corto antes del diagnóstico y el tratamiento. La recuperación también depende de la gravedad de los defectos neurológicos (debilidad vs. parálisis). El resultado neurológico es similar, con independencia de si la compresión medular se trata con quimioterapia, radioterapia o cirugía, aunque la radioterapia se utiliza con menos frecuencia que en el pasado.
En los ensayos clínicos finalizados del COG sobre neuroblastomas, se recomendó la quimioterapia inmediata para la compresión medular en pacientes de riesgo bajo o intermedio.[37,39,40] En un estudio único en este entorno, realizado para analizar el efecto de los glucocorticoides en el desenlace neurológico, se indicó que este tratamiento se vinculó con el alivio de los síntomas tempranos. Sin embargo, los glucocorticoides no evitaron el deterioro residual tardío.[40]
Es posible que una intervención neuroquirúrgica sea beneficiosa para los niños con compresión medular grave que no mejora de inmediato o cuyos síntomas empeoran. En algunas ocasiones, la laminectomía produce cifoescoliosis posterior y no elimina la necesidad de quimioterapia.[37,39,40] Se pensó que la laminotomía osteoplástica, procedimiento sin extirpación ósea, produciría menos deformación de la columna vertebral. La laminotomía osteoplástica a veces se relaciona con una incidencia más baja de deformidad espinal progresiva que exige fusión, pero no se ha comprobado que la laminoplastia mejore el déficit neurológico funcional.[41]
La carga de problemas de salud a largo plazo en los supervivientes de neuroblastoma con diseminación intraespinal es alta. En una revisión sistemática de 28 estudios de tratamiento y resultado de pacientes con diseminación intraespinal, la gravedad de los síntomas en el momento del diagnóstico y las modalidades de tratamiento se asociaron más con la presencia de problemas de salud a largo plazo. En particular, la gravedad de los déficits motores neurológicos tuvo mayor probabilidad de predecir el desenlace neurológico.[42] La gravedad del déficit motor en el momento del diagnóstico se relaciona con deformidad espinal y disfunción del esfínter al final del seguimiento, mientras que la disfunción del esfínter en el momento del diagnóstico se correlacionó con problemas de esfínter a largo plazo.[43] Esto respalda el inicio del tratamiento antes del deterioro de los síntomas hasta la pérdida completa de la función neurológica.
En una serie de 34 lactantes con compresión medular epidural sintomática, ni la cirugía ni la quimioterapia produjeron resultados satisfactorios una vez que se estableció la paraplejia. La frecuencia de los déficit motores de grado 3 y de la disfunción intestinal aumentó con un intervalo más prolongado de duración de los síntomas. La mayoría de los lactantes con compresión medular epidural sintomática presentaron secuelas, que fueron graves en alrededor de la mitad de los casos.[44]
Aunque la función de las imágenes para la vigilancia en la detección de la recaída del neuroblastoma no se ha estudiado bien, la mayoría de los pacientes se someterán a pruebas con imágenes periódicas después de finalizar el tratamiento. A muchos pacientes que recaen no se les detecta la enfermedad mediante gammagrafías, sino por los síntomas que presentan. Factores como la estratificación del riesgo, los sitios de la enfermedad, los marcadores biomoleculares y la dosis de radiación acumulada tal vez se tengan en cuenta en la vigilancia tras el tratamiento.[45-47]
En una serie de 183 pacientes diagnosticados con neuroblastoma, 50 presentaron recidiva o progresión. Se detectó recaída de la enfermedad en la mayoría de los pacientes mediante síntomas o examen médico, gammagrafía con MIBG, catecolaminas urinarias y radiografías o ecografía.[47]
El uso de imágenes transversales con tomografía computarizada es controversial por la cantidad de radiación que emite y la baja proporción de recaídas que se detectan con esta modalidad.[47]
El neuroblastoma de riesgo bajo representa casi la mitad de todos los pacientes con diagnóstico reciente. El éxito de los ensayos clínicos anteriores del Children's Oncology Group (COG) contribuyó a la reducción continua del tratamiento en determinados pacientes con neuroblastoma. De acuerdo con la categorización de riesgo del COG, los pacientes con enfermedad de riesgo bajo suelen presentar enfermedad en estadio bajo (estadio 1, 2A o 2B del International Neuroblastoma Staging System [INSS] y estadio L1 del International Neuroblastoma Risk Group [INRGSS]) y los tumores no presentan amplificación de MYCN, son hiperdiploides y tienen tipo histológico favorable. Para obtener más información sobre las categorías de riesgo del COG, consultar el Cuadro 5.
Para obtener más información sobre la enfermedad en estadio bajo, consultar la sección Tratamiento del neuroblastoma en estadio 4S del INSS y estadio MS del INRG.
Un cirujano con experiencia debe resecar el tumor de los pacientes con enfermedad localizada que parece resecable (ausencia de factores de riesgo definidos por imágenes [L1] o según la pericia del cirujano). Si se confirma que las características biológicas son favorables después de la cirugía, la enfermedad residual no se considera un factor de riesgo de recaída y no se indica quimioterapia. En varios estudios se observó que los pacientes con características biológicas favorables y enfermedad residual tienen desenlaces excelentes, con tasas de supervivencia sin complicaciones (SSC) superiores al 90 % y tasas de supervivencia general (SG) que oscilan entre el 99 % y el 100 %.[1,2]
Se han observado sin hacer una biopsia algunos pacientes en los que se sospecha la presencia de neuroblastoma. El COG está estudiando está estrategia en más detalle en el ensayo ANBL1232 (NCT02176967) (no se aceptan nuevas inscripciones).[3,4]
Las opciones de tratamiento del neuroblastoma de riesgo bajo son las siguientes:
La cirugía sola puede ser el tratamiento de pacientes en la categoría de riesgo bajo. Para obtener más información, consultar el Cuadro 5.
Evidencia (cirugía seguida de observación):
La observación sin biopsia se ha utilizado en el tratamiento del neuroblastoma perinatal con tumores suprarrenales pequeños.
En un estudio del COG se determinó que se pueden observar de manera segura masas suprarrenales pequeñas en estadio 1 o estadio 2 del INSS, que se sospecha que son neuroblastomas, en lactantes menores de 6 meses mediante ecografía de detección o incidental, sin necesidad de obtener un diagnóstico histológico definitivo ni de realizar una intervención quirúrgica. Mediante esta técnica se evitan las posibles complicaciones de la cirugía en pacientes recién nacidos.[3] Los controles de observación a pacientes son frecuentes para detectar el crecimiento o la diseminación tumoral, que indicaría la necesidad de una intervención. Se están realizando investigaciones adicionales, incluida una ampliación de los criterios que permiten la observación sin cirugía, en el estudio del COG ANBL1232 (NCT02176967) (no se aceptan nuevas inscripciones).
Evidencia (observación sin biopsia):
Existe polémica en cuanto a la necesidad de intentar una resección, en el momento del diagnóstico o después, en los lactantes asintomáticos de 12 meses de vida o menos con enfermedad en estadios 2B y 3, sin amplificación de MYCN y con características biológicas favorables. En un ensayo clínico alemán, se observaron algunos de estos pacientes después de una biopsia o una resección parcial sin quimioterapia ni radioterapia; muchos pacientes no presentaron progresión localizada y nunca se sometieron a resección adicional.[4] En el estudio del COG ANBL1232 (NCT02176967) (no se aceptan inscripciones), los lactantes menores de 18 meses con tumores L2 y características biológicas favorables se someten a observación después de la biopsia tumoral..
La quimioterapia con cirugía o sin esta se usa para tratar los siguientes tipos de enfermedad:
Evidencia (para la eliminación de la quimioterapia):
La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Según la clasificación de riesgos del COG, en el riesgo intermedio se incluyen los siguientes pacientes:
Se incluyó un subconjunto de pacientes en estadio 4S y se clasificaron como de riesgo intermedio si tenían tumores diploides o características histológicas desfavorables y sin amplificación de MYCN.
Para obtener más información sobre las categorías de riesgo del COG, consultar el Cuadro 5.
Los resultados del estudio COG-A3961 (NCT00003093) de riesgo intermedio,[6] en combinación con los resultados de estudios europeos, se usaron para redefinir el agrupamiento de riesgo intermedio para el ensayo ANBL0531 (NCT00499616).[7]
Para obtener más información sobre el esquema de clasificación pretratamiento para el neuroblastoma de riesgo intermedio, consultar la sección Agrupamiento por riesgo del International Neuroblastoma Risk Group.
Para obtener más información sobre los tumores en estadios 4S y MS, consultar la sección Tratamiento del neuroblastoma en estadio 4S del INSS y estadio MS del INRG.
Las opciones de tratamiento del neuroblastoma de riesgo intermedio son las siguientes:
Los pacientes de la categoría de riesgo intermedio se tratan con éxito mediante resección quirúrgica completa y 2, 4 u 8 ciclos de quimioterapia neoadyuvante. El régimen de quimioterapia se compone de carboplatino, ciclofosfamida, doxorrubicina y etopósido, y la dosis acumulada de cada fármaco se mantiene baja para reducir al mínimo los efectos a largo plazo del régimen de quimioterapia (ANBL0531 [NCT00499616]). Por regla general, los pacientes cuyos tumores tenían características biológicas desfavorable recibieron 8 ciclos de quimioterapia, en lugar de los 2 o 4 ciclos administrados a los pacientes cuyos tumores tenían características biológicas favorables.
En los casos de neuroblastoma abdominal en los que se piensa que hay compromiso renal, no se realiza una nefrectomía antes de la administración de un curso de quimioterapia.[8] Debe evitarse la nefrectomía.
Son necesarios más estudios para determinar si la quimioterapia inicial está indicada para todos los lactantes con neuroblastoma localizado de riesgo intermedio.
Evidencia (quimioterapia con cirugía o sin esta):
La necesidad de quimioterapia para todos los lactantes asintomáticos con enfermedad en estadios 3 o 4 resulta algo polémica porque en algunos estudios europeos se observaron resultados favorables con cirugía y observación.[11]
Evidencia (cirugía y observación en lactantes):
La radioterapia para los niños con enfermedad de riesgo intermedio se reserva para los pacientes que presentan enfermedad progresiva durante el tratamiento con quimioterapia, o enfermedad progresiva irresecable después del tratamiento con quimioterapia.
En un ensayo aleatorizado prospectivo del COG, en el que se evaluó la quimioterapia de intensidad reducida para los pacientes con neuroblastoma de riesgo intermedio, solo 12 de 479 pacientes (2,5 %) recibió radioterapia local (21 Gy). Un paciente tenía enfermedad en estadio 4S; 5 pacientes, enfermedad en estadio 3; y 6 pacientes, enfermedad en estadio 4. La radioterapia se administró a los pacientes con deterioro clínico, sin importar el tipo de tratamiento inicial (8 pacientes), a los pacientes con enfermedad residual macroscópica y características biológicas desfavorables (3 pacientes) y a los pacientes con recaída después de la terapia (1 paciente).[1,6,14]
La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Los pacientes con mayor riesgo de progresión de la enfermedad y mortalidad tienen más de 18 meses de edad, presentan enfermedad metastásica o localizada con características biológicas desfavorables, como amplificación de MYCN, o tienen características histológicas desfavorables. Para obtener más información sobre las categorías de riesgo del Children's Oncology Group (COG), consultar el Cuadro 5.
Alrededor del 8 al 10 % de los lactantes con enfermedad en estadio MS tienen tumores con amplificación de MYCN y se suelen tratan mediante protocolos de riesgo alto. Las tasas de supervivencia sin complicaciones (SSC) y supervivencia general (SG) a 5 años fueron del 60 % y el 64 %, respectivamente, para los lactantes con enfermedad en estadio MS y amplificación de MYCN (n = 23), entre los 5000 pacientes inscritos en el ensayo del COG ANBL00B1 (NCT00904241).[1]
Para los niños con neuroblastoma de riesgo alto que recibieron los tratamientos actuales, la tasa de SG a 5 años fue de alrededor del 60 % para los pacientes diagnosticados entre 2007 y 2017.[1] Los niños con neuroblastoma de riesgo alto tratados de modo intenso a veces presentan recidivas tardías, algunos más de 5 años después de concluido el tratamiento.[2,3]
En un estudio de la base de datos del International Neuroblastoma Risk Group (INRG), se identificó a 146 pacientes con metástasis a distancia limitada a los ganglios linfáticos (denominadas en estadio 4N), con tendencia a presentar enfermedad con características biológicas favorables y desenlace favorable (tasa de SG a 5 años, 85 %). Este hallazgo indica que, para este subgrupo especial y muy infrecuente de pacientes de riesgo alto en estadio 4, podría considerarse la administración de un tratamiento menos intensivo.[4] Estos desenlaces más favorables se confirmaron en un estudio de una sola institución de 51 pacientes.[5]
Los desenlaces para pacientes con neuroblastoma de riesgo alto siguen siendo precarios, a pesar de las mejoras recientes en la supervivencia observadas en ensayos aleatorizados.
Las opciones de tratamiento del neuroblastoma de riesgo alto suelen ser las siguientes:
Por lo general, el tratamiento de pacientes con enfermedad de riesgo alto se divide en las siguientes 3 fases:
El tratamiento de base que más se usa como terapia de inducción incluye ciclos de dosis intensivas de cisplatino y etopósido, alternados con vincristina, ciclofosfamida y doxorrubicina.[6] El topotecán y la ciclofosfamida se añadieron a este régimen sobre la base de la actividad antineuroblastoma observada en pacientes con recaída de la enfermedad.[7] La respuesta al tratamiento después de 4 ciclos de quimioterapia, o al final de la quimioterapia de inducción, se correlaciona con la SSC al finalizar el tratamiento de riesgo alto.[8-10]
Evidencia (quimioterapia de inducción con tratamientos adicionales o sin estos):
Después de una respuesta a la quimioterapia de inducción, por lo general, se intenta resecar el tumor primario. Es debatible si la resección macroscópica total es beneficiosa antes o después de la quimioterapia de inducción.[14]
Evidencia (resección del tumor primario antes o después de la quimioterapia):
No se ha demostrado, de manera inequívoca, el posible beneficio de los abordajes quirúrgicos radicales para pacientes de riesgo alto con enfermedad metastásica con el fin de lograr la resección completa del tumor, en el momento del diagnóstico o después de la quimioterapia. En varios estudios se notificó que la resección completa del tumor primario en el momento del diagnóstico mejoró la supervivencia; sin embargo, el desenlace en estos pacientes depende más de las características biológicas del tumor, que a veces determinan la resecabilidad, y no tanto del alcance de la resección quirúrgica.[17-19]
Respecto a los pacientes en estadio 4 mayores de 18 meses, hay polémica sobre si hay alguna ventaja de la resección macroscópica total del tumor primario después de la quimioterapia.[15,18-20] En algunos estudios, los pacientes que se sometieron a resecciones incompletas presentaron una evolución menos favorable que aquellos que se sometieron a resecciones completas;[21] estos desenlaces podrían haber sido consecuencia de las características biológicas de los tumores irresecables o de la reducción de las masas tumorales.[22][Nivel de evidencia B1] No se recomienda la resección completa que requiera nefrectomía, debido a la naturaleza nefrotóxica de la quimioterapia estándar y al efecto sin confirmar de la resección completa en el desenlace.
Al final del tratamiento de inducción, los pacientes con enfermedad de riesgo alto suelen someterse a una evaluación completa de la enfermedad. El tratamiento de los pacientes con enfermedad residual al final de la terapia de inducción convencional no está estandarizado. En un estudio retrospectivo se analizó a 201 pacientes con enfermedad de riesgo alto que presentaron una respuesta parcial o inferior al final de la terapia de inducción. Los pacientes fueron seleccionados para recibir de inmediato quimioterapia de dosis alta (cohorte 1), terapia puente (a menudo quimioinmunoterapia de 131 I-MIBG) seguida de quimioterapia de dosis alta (cohorte 2), o terapia adicional, pero no quimioterapia de dosis alta (cohorte 3).[23]
Estos datos retrospectivos indican una función de la terapia puente en pacientes con respuesta incompleta a la terapia de inducción convencional.
Para la fase de consolidación de los regímenes de riesgo alto se usa la quimioterapia mielosupresora y el TCMH, en un intento por erradicar la enfermedad residual mínima (ERM) con dosis de quimioterapia supresora, que de otra manera serían mortales, luego se hace un rescate con células madre autógenas (recogidas durante la quimioterapia de inducción) con el fin de regenerar la médula ósea. En varios estudios aleatorizados controlados grandes se observó una mejora en las tasas de SSC a 3 años con el tratamiento de TCMH (31–47 %) versus la quimioterapia convencional (22–31 %).[24-26] Anteriormente, la irradiación corporal total se utilizó en regímenes de acondicionamiento para el TCMH. En la mayoría de los protocolos actuales se usa quimioterapia en tándem y TCMH con carboplatino/etopósido/melfalán o busulfano/melfalán como acondicionamiento para el TCMH.[27][Nivel de evidencia C1]
Evidencia (quimioterapia mielosupresora y rescate de células madre):
En otro estudio prospectivo y aleatorizado, no se observó ningún beneficio de la purificación de las células madre obtenidas de las células de neuroblastoma antes del trasplante.[33]
Para obtener más información sobre trasplantes, consultar Trasplante autógeno de células madre hematopoyéticas en pediatría y Trasplante de células madre hematopoyéticas y terapia celular para el cáncer en pediatría.
Después de la terapia mielosupresora, se indica radiación dirigida al tumor primario (con independencia de si se realizó una escisión completa o no).[34,35]; [36][Nivel de evidencia C1] La radioterapia de refuerzo para la enfermedad residual macroscópica no demostró ninguna mejora del control local cuando se estudió de forma prospectiva en el ensayo ANBL0532 (NCT00567567).[37][Nivel de evidencia C1] No se ha determinado la dosis óptima de radioterapia.[38]
Evidencia (radioterapia con refuerzo vs. radioterapia sin refuerzo para la resección incompleta):
La irradiación extensa de los ganglios linfáticos, con independencia del alcance de la resección quirúrgica previa al TCMH, no benefició a los pacientes en cuanto a la progresión local o la SG.[39][Nivel de evidencia C1]
El tratamiento de la enfermedad metastásica ósea, administrado en el momento de la irradiación del lecho tumoral primario, también se tiene en cuenta para maximizar el control de la enfermedad. La administración de radioterapia dirigida a sitios metastásicos se determina caso por caso, o según las directrices del protocolo para los pacientes inscritos en los estudios. Muchos niños presentan metástasis óseas generalizadas. Debido a que no es factible irradiar todos los sitios iniciales, la práctica actual es tratar los sitios que no han respondido, según los resultados de la MIBG antes del TCMH.[40-42] El riesgo de compromiso en la primera recaída es mayor en los sitios metastásicos identificados en el momento del diagnóstico que no recibieron radiación durante el tratamiento inicial, en comparación con los sitios de metástasis irradiados con anterioridad.[40]
En una serie retrospectiva de 159 niños con neuroblastoma en estadio M de riesgo alto, se administró irradiación focal a todos los sitios metastásicos, con independencia de la respuesta a la quimioterapia, a menos que las metástasis fueran demasiado numerosas.[43]
Estas observaciones sustentan el paradigma actual de irradiación de las metástasis que siguen captando MIBG tras la quimioterapia de inducción en los pacientes de riesgo alto. No se aconseja irradiar más del 50 % de la médula ósea.[43]
En casos en los que hay metástasis óseas difusas persistentes después de la quimioterapia de inducción, se hace una reevaluación al terminar las dosis altas de quimioterapia antes de decidir la radioterapia de consolidación.
Se publicaron resultados preliminares del tratamiento de radioterapia con haz de protones para tratar pacientes con tumores primarios de neuroblastoma de riesgo alto, que reflejaron niveles aceptables de eficacia y toxicidad.[44]
La terapia de posconsolidación está diseñada para tratar la posible ERM después de un TCMH.[30] En los pacientes de riesgo alto en remisión después de un TCMH, se demostró que la administración de dinutuximab con GM-CSF e isotretinoína mejoró la SSC.[45,46]
Evidencia (todos los tratamientos):
A partir de los datos de la SIOPEN, el COG retiró la IL-2 de la inmunoterapia de posconsolidación estándar.
La terapia con MIBG radiactiva se ha usado para tratar el neuroblastoma recidivante con cierto éxito. Esta terapia ha demostrado ser segura y viable para incorporarla al régimen de tratamiento de los niños con neuroblastoma de riesgo alto recién diagnosticado.[55] Está en curso un ensayo aleatorizado (ANBL1531 [NCT03126916]) que incorpora la terapia con MIBG radiactiva al tratamiento complejo del neuroblastoma de riesgo alto recién diagnosticado.
En un ensayo clínico multinstitucional de fase II de niños con neuroblastoma de riesgo alto, se evaluaron 2 años de la terapia de continuación con eflornitina (conocida antes como difluorometilornitina [DFMO]), un inhibidor oral de la ornitina descarboxilasa.[56] Aunque en el estudio se concluyó que la supervivencia mejoró, en comparación con la de un subconjunto de pacientes que se trataron antes en el ensayo ANBL0032 (NCT00026312), la comparación histórica y el posible sesgo en la selección de los pacientes limitan la validez de este hallazgo. En un informe actualizado se describen los resultados de un análisis de emparejamiento por propensión en el que se comparó a los pacientes que recibieron eflornitina con los pacientes del ensayo ANBL0032 que no la recibieron.[57] En general, el emparejamiento por propensión equilibró las diferencias en las características disponibles de los pacientes. En el análisis de emparejamiento, los pacientes de la cohorte de eflornitina tuvieron tasas de SSC y SG más altas y estadísticamente significativas, en comparación con los pacientes de la cohorte que no recibieron eflornitina (tasas de SSC a 4 años, 84 vs. 73 %, y tasas de SG a 4 años, 96 vs. 84 %). Los autores señalan que tal vez existan factores de confusión no controlados en esta comparación no aleatorizada. Con base en estos resultados, la FDA aprobó el uso de eflornitina como terapia de continuación en diciembre de 2023.
Otro abordaje que se ha estudiado para pacientes en primera remisión tras la finalización del tratamiento estándar es la administración de una vacuna de gangliósidos GD2/GD3. En un ensayo aleatorizado, que incluyó sobre todo a pacientes en primera remisión, la introducción temprana del betaglucano junto con una vacuna GD2/GD3 aumentó los valores de anticuerpos GD2/GD3 sin aumentar los efectos tóxicos. Las tasas de SSP fueron similares para los pacientes de ambos grupos de tratamiento aleatorizados. No obstante, los pacientes con valores más altos tuvieron tasas de SSP más favorables, con independencia del grupo de tratamiento.[58][Nivel de evidencia B1]
La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Los pacientes en estadio 4S del International Neuroblastoma Staging System (INSS) son menores de 12 meses y tienen un tumor primario en estadio 1 o estadio 2 del INSS, mientras que los pacientes en estadio MS del International Neuroblastoma Risk Group (INRG) son menores de 18 meses y tienen un tumor primario de cualquier estadio. Ambos sistemas de estratificación usan la misma definición de patrón limitado de metástasis.
La decisión del INRG Task Force de reemplazar la categoría de enfermedad 4S con la de la nueva definición de MS se tomó a partir de los informes de desenlaces favorables en un número pequeño de lactantes con tumores primarios L2 y patrones metastásicos, incluso en pacientes de 12 a 18 meses de vida.[1,2] En un estudio posterior de los datos originales del INRG se observó que algunas características biológicas predijeron desenlaces precarios en pacientes de entre 12 y 18 meses de edad con enfermedad en estadio MS, y que solo los lactantes con características biológicas favorables presentaban desenlaces a largo plazo similares a los de aquellos con el diagnóstico 4S tradicional.[2]
Los lactantes con enfermedad en estadio MS del INRG tienen características biológicas más favorables y resultados superiores, a pesar de recibir una terapia menos intensiva. La tasa de supervivencia sin complicaciones (SSC) a 5 años fue del 86 % y la tasa de supervivencia general (SG) fue del 95 %. Para los pacientes con tumores con amplificación de MYCN, la tasa de SSC a los 5 años fue del 60 % y la tasa de SG fue del 65 %.[3]
Muchos pacientes con neuroblastoma en estadio 4S o MS no necesitan tratamiento. No obstante, los tumores con características biológicas desfavorables o los pacientes sintomáticos por hepatomegalia progresiva y compromiso orgánico tienen un mayor riesgo de muerte y se tratan con dosis bajas o moderadas de quimioterapia. Entre un 8 % y un 10 % de estos pacientes tendrán amplificación de MYCN y se tratan con protocolos de riesgo alto.[4]
Para obtener más información sobre el esquema de clasificación para el neuroblastoma en estadio 4S o MS del Children's Oncology Group (COG), consultar el Cuadro 5.
No existe ningún abordaje estándar para el tratamiento del neuroblastoma en estadio 4S o MS.
Las opciones de tratamiento del neuroblastoma en estadio 4S o MS son las siguientes:
La resección del tumor primario no se relaciona con un desenlace mejor.[5-7] Con escasa frecuencia, los lactantes con neuroblastoma hepático de gran tamaño en estadio 4S o MS presentan cirrosis por la quimioterapia o la radioterapia que se usa para controlar la enfermedad, y se pueden beneficiar de un trasplante ortotópico de hígado.[8]
La observación con cuidados médicos de apoyo se usa para tratar a pacientes asintomáticos con tumores de características biológicas favorables.
El tratamiento de los niños con enfermedad en estadio 4S o MS depende del cuadro clínico inicial.[5,6] La mayoría de los pacientes no necesitan tratamiento, a menos que la masa tumoral cause compromiso orgánico o riesgo de muerte.
La quimioterapia se usa para tratar a pacientes sintomáticos o pacientes con características biológicas desfavorables. Los pacientes con indicios de crecimiento tumoral rápido en las primeras semanas de vida necesitan una intervención inmediata con quimioterapia para evitar el síndrome compartimental abdominal potencialmente irreversible e insuficiencia renal y hepática.[9]
Los lactantes diagnosticados con un neuroblastoma en estadio 4S o MS del INSS, en particular aquellos con hepatomegalia o aquellos menores de 2 meses con características de riesgo alto o hepatomegalia, quizás presenten un deterioro clínico rápido y se pueden beneficiar de la iniciación temprana del tratamiento.[9] Es difícil identificar a los lactantes con enfermedad en estadio 4S que se beneficiarán de la quimioterapia.
Para evaluar mejor a este grupo de pacientes en estadio 4S, se formuló un sistema de puntaje para medir los signos y síntomas de deterioro o compromiso.[10] Este sistema de puntaje se evaluó de manera retrospectiva y se encontró que predice la evolución clínica; se aplica de forma prospectiva para orientar el tratamiento de pacientes con enfermedad en estadio 4S del INSS.[10,11] El sistema de puntaje se modificó a partir de los resultados descritos antes del estudio ANBL0531 (NCT00499616) de lactantes de más corta edad, para guiar la intervención quimioterapéutica de los lactantes en estadio 4S o MS.[9]
Se han utilizado distintos regímenes de quimioterapia (ciclofosfamida sola, carboplatino y etopósido, o ciclofosfamida, doxorrubicina y vincristina) para tratar a los pacientes sintomáticos. El abordaje consiste en administrar quimioterapia sola mientras los síntomas persisten con el fin de evitar los efectos tóxicos, que contribuyen a una supervivencia más precaria. Además, a menudo se recomienda el uso de dosis más bajas de quimioterapia para los lactantes muy pequeños o de bajo peso, junto con factores estimulantes de colonias de granulocitos después de cada ciclo de quimioterapia.
Evidencia (quimioterapia para la enfermedad en estadio 4S o MS):
La descompresión abdominal quirúrgica de urgencia se puede usar para evitar el deterioro respiratorio y mejorar la ventilación.[12,13]
Antes se pensaba que la toxicidad de la quimioterapia era responsable de la supervivencia más precaria de los pacientes con enfermedad en estadio 4S; sin embargo, el uso de quimioterapia en el ensayo COG-P9641 se limitó a situaciones clínicas específicas con un número recomendado de ciclos.
La quimioterapia para los pacientes con puntajes altos de síntomas incluyó de 2 a 4 cursos de 3 días de carboplatino y etopósido; si los síntomas persistían o la enfermedad progresaba, se administraban hasta 4 cursos de 5 días de ciclofosfamida, doxorrubicina y vincristina. La mitad de los pacientes se sometieron a resección parcial o completa del tumor primario.
En casos poco frecuentes de hepatomegalia marcada en lactantes sintomáticos con neuroblastoma en estadio MS (4S) que no respondieron a la quimioterapia, se administraron dosis muy bajas de radioterapia. En una serie de 41 lactantes sintomáticos con enfermedad en estadio MS, se administró radioterapia a 5 lactantes y 3 de ellos murieron.[9]
La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
El crecimiento del tumor resultante de la maduración del niño se deberá diferenciar de la progresión tumoral mediante biopsia y revisión de las características histológicas. Los pacientes a veces tienen una enfermedad en maduración persistente con captación de metayodobencilguanidina (MlBG) que no afecta el desenlace; en especial, en pacientes con enfermedad de riesgo bajo e intermedio.[1] En un análisis emparejado de 23 gammagrafías con MIBG y tomografías por emisión de positrones (TEP) realizadas a 14 pacientes con neuroblastoma de riesgo alto resistente al tratamiento o recidivante tratados con yodo I 131-MIBG (131I-MIBG), se estableció que la gammagrafía con MIBG fue más sensible que la TEP con flúor F 18-fludesoxiglucosa (18F-FDG) para detectar lesiones óseas metastásicas, aunque hubo una tendencia de la TEP con 18F-FDG a ser más sensible para las lesiones de tejido blando.[2]
A veces se identifican variantes subclonales de ALK u otras lesiones en la vía MAPK en el momento del diagnóstico, con una expansión clonal subsiguiente en el momento de la recaída. En consecuencia, un muestreo en serie de tumores progresivos quizás lleve a la identificación de variantes aprovechables terapéuticamente.[3,4] El análisis molecular exhaustivo moderno, en el que se comparan neuroblastomas primarios y recidivantes de los mismos pacientes, reveló un enriquecimiento clonal extenso y se descubrieron múltiples variantes nuevas; muchos de los tumores exhiben variantes nuevas o enriquecimiento clonal en la vía RAS-MAPK. Esto se observó en los pacientes con tumores de riesgo alto y de riesgo bajo en el momento del diagnóstico.[5,6] Para obtener más información, consultar la sección Características genómicas y biológicas del neuroblastoma.
La secuenciación de tumores de neuroblastoma recurrentes y resistentes al tratamiento de pacientes pediátricos (n = 59) y adultos jóvenes (n = 1) incluidos en el ensayo NCI-COG Pediatric MATCH reveló alteraciones genómicas que se consideraron aprovechable para el tratamiento en los grupos del estudio MATCH en 27 de 60 tumores (45 %).[7] Las variantes del punto caliente de ALK fueron las más frecuentes; se detectaron en 19 de 60 tumores (31,7 %). Las variantes de la vía MAPK (NF1, NRAS) se detectaron en 4 de 60 tumores (6,7 %), y las variantes de FGFR1 se detectaron en 3 de 60 tumores (5 %).
Si un niño presenta un neuroblastoma recidivante que en un principio se diagnosticó como enfermedad de riesgo alto, por lo general, el pronóstico es precario a pesar del tratamiento intensivo adicional.[8-11] Sin embargo, a menudo es posible prolongar la vida de estos pacientes muchos meses más, cuando se usan otros regímenes de quimioterapia.[12,13] La participación en ensayos clínicos es una opción apropiada que se puede ofrecer a estos pacientes. Para obtener información sobre ensayos clínicos en curso, consultar el portal de Internet del NCI.
Se realizó un análisis exhaustivo de los patrones de recaída utilizando la base de datos del International Neuroblastoma Risk Group (INRG) en pacientes diagnosticados o inscritos entre 1989 y 2017.[14][Nivel de evidencia C1]
Se usó la base de datos del INRG para examinar las características clínicas y biológicas que son pronósticas de la supervivencia tras la recaída o progresión del neuroblastoma con el patrón estadístico MS del INRG Staging System (INRGSS). De los 1511 pacientes diagnosticados entre 1984 y 2021 que cumplían los criterios de elegibilidad, se identificaron 209 pacientes con recaída. Los criterios de elegibilidad incluían pacientes menores de 365 días en el momento del diagnóstico inicial con enfermedad en estadio MS del INRGSS o en estadio 4S del INSS, o pacientes de 365 a 546 días con enfermedad en estadio 4 del INSS y metástasis limitada al hígado, la piel o la médula ósea.[15][Nivel de evidencia C1]
En el International Neuroblastoma Risk Group Project se realizó un análisis del árbol de supervivencia de las características clínicas y biológicas (definidas en el momento del diagnóstico) relacionadas con la supervivencia después de la recaída en 2266 pacientes de neuroblastoma participantes en grandes ensayos clínicos de grupos de ensayos clínicos bien establecidos de todo el mundo.[8] En el análisis del árbol de supervivencia se reveló lo siguiente:
Los factores pronósticos significativos para la supervivencia posterior a la recaída determinados en el momento del diagnóstico son los siguientes:[8]
La experiencia del Children's Oncology Group (COG) indica que la recuperación es posible en la mayoría de los pacientes con neuroblastomas de riesgo bajo y riesgo intermedio que presentan recidiva. El COG notificó tasas a 3 años de supervivencia sin complicaciones (SSC)del 88 % y de SG del 96 %, en pacientes de riesgo intermedio y tasas a 5 años de SSC del 89 % y de SG del 97 % en pacientes de riesgo bajo.[16,17] Por otra parte, en la mayoría de los pacientes con diagnóstico inicial de enfermedad de riesgo bajo o riesgo intermedio, la recidiva local o la recidiva del patrón 4S se pueden tratar con éxito mediante observación sola, cirugía sola o dosis moderadas de quimioterapia, sin terapia mielosupresora ni trasplante de células madre.
Aunque, por lo general, la SG después de una recidiva en los niños que presentan inicialmente neuroblastoma de riesgo alto es muy precaria, en un estudio de una sola institución se halló una tasa de SG a 5 años del 35 % en los pacientes de neuroblastoma de riesgo alto en el momento de la primera recaída después de una remisión completa o enfermedad residual mínima (ERM) en quienes la recaída ocurrió en un solo sitio con una masa de tejido blando (algunos niños también tenían enfermedad en la médula ósea o en huesos en el momento de la recaída). Se sometió a todos los pacientes a resección quirúrgica de la enfermedad en el tejido blando. La amplificación de MYCN y la enfermedad de tejido blando multifocal se relacionaron con una supervivencia posterior a la progresión más precaria.[18] Los niños de mayor edad con recidiva local, y características desfavorables según la International Neuroblastoma Pathology Classification en el momento del diagnóstico o con amplificación del gen MYCN, tienen un pronóstico precario y se pueden tratar con cirugía, quimioterapia combinada intensiva, o se les puede ofrecer la participación en un ensayo clínico.
En el Cuadro 7 se resumen las opciones de tratamiento para el neuroblastoma recidivante según el grupo de riesgo del INSS.
Asignación al grupo de riesgo del COG | Opciones de tratamiento |
---|---|
COG = Children's Oncology Group; 131I-MIBG = yodo I 131- metayodobencilguanidina. | |
Recidiva locorregional en pacientes clasificados inicialmente como de riesgo bajo | Cirugía seguida de observación o quimioterapia. |
Quimioterapia y posible cirugía posterior. | |
Recidiva metastásica en pacientes clasificados inicialmente como de riesgo bajo | Observación (si la enfermedad metastásica presenta un patrón 4S en un lactante). |
Quimioterapia. | |
Cirugía seguida de quimioterapia. | |
Recidiva locorregional en pacientes clasificados inicialmente como de riesgo intermedio | Cirugía (resección completa). |
Cirugía (resección incompleta) seguida de quimioterapia. | |
Radioterapia (solo para los pacientes con progresión de la enfermedad después de la quimioterapia y revisión quirúrgica). | |
Recidiva metastásica en pacientes clasificados inicialmente como de riesgo intermedio | Tratamiento de riesgo alto. |
Recidiva en pacientes clasificados inicialmente como de riesgo alto | Quimioterapia en combinación con inmunoterapia. |
131I-MIBG solo, en combinación con otro tratamiento, o seguido de rescate de células madre. | |
Tratamientos novedosos, incluso inhibidores de ALK, para pacientes con variantes de ALK. | |
Quimioterapia. | |
Inmunoterapia. | |
Recidiva en el sistema nervioso central | Cirugía y radioterapia. |
Quimioterapia en combinación con cirugía y radioterapia. | |
Abordajes terapéuticos nuevos. |
Las opciones de tratamiento del neuroblastoma locorregional recidivante inicialmente clasificado como de riesgo bajo son las siguientes:
El cáncer recidivante local o regional se extirpa cuando es posible.
Los pacientes con características biológicas favorables y recidiva regional más de 3 meses después de finalizar el tratamiento planificado se someten a observación si la resección de la recidiva es total o subtotal (≥90 % de resección). Aquellos con características biológicas favorables y un grado de resección más bajo se tratan con quimioterapia.[16,17,19]
Los lactantes menores de 1 año en el momento de la recidiva locorregional cuyos tumores tienen propiedades biológicas desfavorables se observan si la resección es total o subtotal. Si el grado de resección es más bajo que un grado subtotal, estos lactantes se tratan con quimioterapia. La quimioterapia se compone de dosis moderadas de carboplatino, ciclofosfamida, doxorrubicina y etopósido, o de ciclofosfamida y topotecán. La dosis acumulada de cada fármaco se mantiene baja para reducir al mínimo los efectos a largo plazo, como se usó en los ensayos previos del COG (COG-P9641 y COG-A3961).[16,17,19]
Evidencia (cirugía, seguida de observación o quimioterapia):
Las opciones de tratamiento del neuroblastoma recidivante metastásico inicialmente clasificado como de riesgo bajo son las siguientes:
El neuroblastoma recidivante metastásico o progresivo en un lactante clasificado inicialmente como de riesgo bajo y menor de 1 año en el momento de la recidiva se puede tratar de acuerdo con las características biológicas del tumor según se definió en los ensayos previos del COG (COG-P9641 y COG-A3961):
La quimioterapia se compone de dosis moderadas de carboplatino, ciclofosfamida, doxorrubicina y etopósido. La dosis acumulada de cada fármaco se mantiene baja para reducir al mínimo los efectos a largo plazo, como se usó en ensayos previos del COG (COG-P9641 y COG-A3961).
Cualquier niño clasificado inicialmente como de riesgo bajo que tenga más de 18 meses en el momento de la recidiva metastásica o la enfermedad progresiva, y que no tenga una recidiva que siga el patrón del estadio 4S, por lo general, tiene un pronóstico precario y se trata de la siguiente forma:
Los pacientes con neuroblastoma recidivante metastásico se tratan como los pacientes con neuroblastoma de riesgo alto recién diagnosticado. Para obtener más información, consultar la sección Opciones de tratamiento del neuroblastoma de riesgo alto.
En el estudio del COG ANBL0531 (NCT00499616) los pacientes con neuroblastoma de riesgo intermedio recién diagnosticado recibieron quimioterapia con carboplatino, etopósido, ciclofosfamida y doxorrubicina. En el protocolo se incluyó una terapia de recuperación para los pacientes que presentaron enfermedad progresiva no metastásica en los primeros 3 años desde la inscripción en el estudio. Se podía administrar a los pacientes hasta 6 ciclos de ciclofosfamida y topotecán. De los 29 pacientes que recibieron ciclofosfamida y topotecán, 18 no presentaron complicaciones, 9 tuvieron una recaída y 2 fallecieron. De los pacientes que experimentaron una respuesta inicial inadecuada a 8 ciclos de quimioterapia, 20 recibieron ciclofosfamida y topotecán. De esos 20 pacientes, 9 lograron una respuesta parcial muy buena o mejor; sin embargo, 6 pacientes presentaron enfermedad progresiva o recaída, y 1 falleció. Esto indica que se necesita una terapia más intensiva para los pacientes que no alcanzan el criterio de valoración definido para el tratamiento tras 8 ciclos de quimioterapia.[19]
En el estudio previo del COG para el neuroblastoma de riesgo intermedio (COG-A3961) se inscribió a 479 pacientes, de los cuales 42 presentaron enfermedad progresiva. La tasa de recidiva fue del 10 % para aquellos con características biológicas favorables y del 17 % para los que tienen características biológicas desfavorables. De los pacientes, 30 presentaron recidivas locorregionales, 11 recidivas metastásicas y 1 tenía ambos tipos de enfermedad recidivante. De los 42 pacientes, 6 murieron por la enfermedad y 36 respondieron al tratamiento. Por lo tanto, la mayoría de los pacientes con neuroblastoma de riesgo intermedio y progresión de la enfermedad se pueden recuperar.[16] No es viable comparar estos resultados con los del otro estudio de riesgo intermedio del COG (ANBL0531) debido a las diferencias entre la clasificación de los pacientes para su elegibilidad en los dos estudios.[19]
Las opciones de tratamiento del neuroblastoma con recidiva locorregional inicialmente clasificado como de riesgo intermedio son las siguientes:
La recidiva locorregional del neuroblastoma con características biológicas favorables que se presenta más de 3 meses después de terminar la quimioterapia, se puede tratar quirúrgicamente. Si la resección no alcanza a ser subtotal, es posible que se administre quimioterapia adicional. La quimioterapia debe seleccionarse en base a la quimioterapia previa recibida.[16]
La opción de tratamiento del neuroblastoma recidivante metastásico inicialmente clasificado como de riesgo intermedio es la siguiente:
Los pacientes con neuroblastoma recidivante metastásico se tratan como los pacientes con neuroblastoma de riesgo alto recién diagnosticado. Para obtener más información, consultar la sección Opciones de tratamiento del neuroblastoma de riesgo alto.
Cualquier recidiva en pacientes clasificados inicialmente como de riesgo alto tiene un pronóstico muy precario.[8] Se puede analizar la posibilidad de participar en ensayos clínicos. También se deben considerar los cuidados paliativos como parte del plan de tratamiento del paciente.
En un análisis de varios ensayos se incluyeron a 383 pacientes con neuroblastoma recidivante o progresivo que participaron en los ensayos de fase inicial de la era moderna del COG. La tasa de supervivencia sin progresión (SSP) a 1 año fue del 21 % y la tasa de SSP a 4 años fue del 6 %. Las tasas de SG fueron del 57 % a 1 año y del 20 % a los 4 años. Menos del 10 % de los pacientes no presentaron recidiva ni progresión posterior. La amplificación de MYCN permitió predecir peores tasas de SSP y SG.[20] Aunque, por lo general, en los niños que presentan inicialmente neuroblastoma de riesgo alto la SG después de una recidiva es muy precaria, en un estudio de una sola institución se halló una tasa de SG a 5 años del 35 % en los pacientes con neuroblastoma de riesgo alto en el momento de la primera recaída después de una remisión completa, o enfermedad residual mínima en quienes la recaída ocurrió en un solo sitio con una masa de tejido blando (algunos niños también presentaron enfermedad en la médula ósea o en el hueso en el momento de la recaída).[18]
Las opciones de tratamiento del neuroblastoma recidivante o resistente al tratamiento en pacientes clasificados inicialmente como de riesgo alto son las siguientes:
La quimioterapia en combinación con inmunoterapia produce la mejor tasa de respuesta y duración de respuesta de los tratamientos para pacientes de riesgo alto con progresión de la enfermedad.
Evidencia (quimioterapia en combinación con inmunoterapia):
Evidencia (131I-MIBG solo o en combinación con otro tratamiento):
Evidencia (quimioterapia):
Tradicionalmente, el trasplante alogénico tiene una tasa de éxito baja en los neuroblastomas recidivantes o progresivos. En un estudio retrospectivo de registros, el TCMH alogénico luego de un TCMH autógeno previo tuvo beneficios mínimos. La recidiva de la enfermedad sigue siendo la causa más común de fracaso del tratamiento.[45] Es posible que el uso de terapia dirigida con GD2 tras un trasplante haploidéntico sea una estrategia más prometedora. En un ensayo de 68 pacientes con neuroblastoma recidivante, el uso de dinutuximab e interleucina-2 subcutánea tras un trasplante haploidéntico fue viable, y produjo una tasa baja de enfermedad de injerto contra huésped. La tasa de SSC a 5 años fue del 43 %. Se obtuvieron resultados superiores en los pacientes con respuestas completas o parciales al inicio del tratamiento con dinutuximab. Entre los pacientes con enfermedad tras el trasplante, la tasa de respuesta completa a la inmunoterapia anti-GD2 fue del 35 %.[46]
Están en curso ensayos clínicos de vacunas diseñadas para inducir en el huésped la producción de anticuerpos antigangliósidos que pueden replicar la actividad antineoplásica de los anticuerpos monoclonales administrados por vía intravenosa. Los pacientes también se someten a un tratamiento con betaglucano, que tiene un espectro amplio de efectos inmunoestimulantes y tiene sinergia con los anticuerpos monoclonales anti-GD2/GD3. En un estudio de fase I de 15 niños con neuroblastoma de riesgo alto, el tratamiento se toleró sin ningún efecto tóxico que limitara la dosis.[47] Se ha notificado una SSP a largo plazo en pacientes que alcanzan una segunda remisión completa o posterior, o una remisión parcial muy buena después de la consolidación con inmunoterapia anti-GD2 e isotretinoína, con terapia de mantenimiento o sin esta. Esto incluyó a pacientes que recibieron antes inmunoterapia anti-GD2 e isotretinoína.[48]
En un ensayo de fase I/II, el uso de células T con expresión del receptor de antígeno quimérico (CAR) anti GD2 fue viable e inocuo para el tratamiento de niños con neuroblastoma de riesgo alto en recaída o resistente al tratamiento. Con este tratamiento se obtuvo una tasa de respuesta del 63 %.[49] Estos hallazgos difieren de informes anteriores en los que se demostró solo una actividad moderada con la utilización de otros abordajes de células T con CAR anti GD2 en esta misma población.
El compromiso del sistema nervioso central (SNC), aunque es poco frecuente durante el cuadro clínico inicial, se produce en el 3 % al 10 % de los pacientes de neuroblastoma recidivante. Las recaídas en el SNC representaron un 6 % de todas las recaídas metastásicas en una serie de 1161 primeras recaídas en 1977 pacientes con enfermedad en estadio 4 tratados en un ensayo de pacientes con neuroblastoma de riesgo alto.[50] Debido a que el tratamiento inicial de los pacientes con diagnóstico reciente no permite tratar de manera adecuada el SNC, el SNC se ha convertido en un sitio santuario que lleva a la recaída.[50-52]
Los factores de riesgo importante de recaída en el SNC identificados en el ensayo International Society of Paediatric Oncology Europe Neuroblastoma (SIOPEN) fueron las características del paciente y de la enfermedad en el momento del diagnóstico. Estas características incluyeron el sexo femenino (cociente de riesgos instantáneos [CRI], 2,0; P = 0,016), la amplificación de MYCN (CRI, 2,4; P = 0,0008), la enfermedad hepática (CRI, 2,5; P = 0,01) o el compromiso de más de un sistema o compartimento metastásico (CRI, 7,1; P = 0,047). Ni la quimioterapia de dosis altas ni la inmunoterapia se relacionaron con un mayor riesgo de recidiva. A lo largo del tiempo, los investigadores observaron una incidencia estable de recaídas en el SNC.[50]
Las recaídas en el SNC son casi siempre mortales, con una mediana de tiempo hasta la muerte de 6 meses. Las tasas de SG a 1 y 3 años tras la recaída fueron del 25 % y el 7 %, respectivamente, en el ensayo SIOPEN.[50] Los pacientes con recaídas aisladas en el SNC pueden lograr una supervivencia a largo plazo.[50]
Las opciones de tratamiento del neuroblastoma recidivante en el SNC son las siguientes:
Por lo general, los abordajes actuales de tratamiento incluyen la erradicación de la enfermedad residual macro y microscópica en el SNC y la enfermedad sistémica residual mínima precursora de recaídas futuras. Las intervenciones neuroquirúrgicas sirven para disminuir el edema, controlar la hemorragia y extirpar la masa tumoral antes de iniciar la radioterapia.
Una sola institución tuvo cierto éxito cuando probó la radioinmunoterapia compartimental intraventricular con administración intratecal de anticuerpos monoclonales anti-GD2 radioyodados, en combinación con dosis de 18 Gy o 21 Gy de radiación craneoespinal con refuerzos para la enfermedad macroscópica en el SNC en pacientes con neuroblastoma metastásico recidivante en el SNC.[13] La tasa de supervivencia sin enfermedad en el SNC a 5 años después del tratamiento fue de alrededor del 69 %, y la tasa de SG a 5 años fue del 45 %.[53][Nivel de evidencia C2]
Quizás algunos de los pacientes con una supervivencia prolongada tras una recaída inicial en el SNC presenten una segunda recaída tras la irradiación craneoespinal (ICE). Los datos publicados sobre pacientes que presentan una segunda recaída en el SNC son limitados. Una segunda recaída en el SNC augura un pronóstico precario.[51]
En un estudio de una sola institución, que incluyó 128 pacientes tratados con CSI para la primera recaída en el SNC, 40 pacientes presentaron una segunda recaída en el SNC al cabo de una mediana de 6,3 meses desde el tratamiento inicial con ICE. Los desenlaces de los pacientes tras una segunda recaída en el SNC son precarios, aunque el tratamiento con radioterapia en el momento de la segunda recaída en el SNC puede relacionarse con una SG más prolongada.[54][Nivel de evidencia C1]
La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A continuación, se presentan ejemplos de ensayos clínicos nacionales o institucionales en curso:
Los pacientes que presentan tumores con variantes moleculares comprendidas en los grupos de tratamiento del Pediatric MATCH podrán inscribirse para recibir tratamiento en este ensayo. Para obtener más información en inglés, consultar el portal de Internet del NCI y el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.
Los resúmenes del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan a medida que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este resumen a partir de la fecha arriba indicada.
Se incorporaron cambios editoriales en este resumen.
El Consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento pediátrico es responsable de la redacción y actualización de este resumen y mantiene independencia editorial respecto del NCI. El resumen refleja una revisión independiente de la bibliografía médica y no representa las políticas del NCI ni de los NIH. Para obtener más información sobre las políticas relativas a los resúmenes y la función de los consejos editoriales del PDQ responsables de su actualización, consultar Información sobre este resumen del PDQ e Información del PDQ® sobre el cáncer dirigida a profesionales de la salud.
Este resumen de información del PDQ sobre el cáncer dirigido a profesionales de la salud proporciona información integral revisada por expertos y basada en la evidencia sobre el tratamiento del neuroblastoma. El objetivo es servir como fuente de información y ayuda para los profesionales clínicos durante la atención de pacientes. No ofrece pautas ni recomendaciones formales para tomar decisiones relacionadas con la atención sanitaria.
El consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento pediátrico, que mantiene independencia editorial respecto del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), revisa este resumen de manera periódica y, en caso necesario, lo actualiza. Este resumen es el resultado de una revisión bibliográfica independiente y no constituye una declaración de política del NCI ni de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).
Cada mes, los integrantes de este consejo revisan los artículos publicados recientemente para determinar lo siguiente:
Los cambios en los resúmenes se deciden mediante consenso de los integrantes del consejo después de evaluar la solidez de la evidencia de los artículos publicados y determinar la forma de incorporar el artículo en el resumen.
Los revisores principales del sumario sobre Tratamiento del neuroblastoma son:
Cualquier comentario o pregunta sobre el contenido de este resumen se debe enviar al Servicio de Información de Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer. Por favor, no enviar preguntas o comentarios directamente a los integrantes del consejo, ya que no responderán consultas de manera individual.
Algunas de las referencias bibliográficas de este resumen se acompañan del nivel de evidencia. El propósito de esto es ayudar al lector a evaluar la solidez de la evidencia que respalda el uso de ciertas intervenciones o abordajes. El consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento pediátrico emplea un sistema de jerarquización formal para asignar los niveles de evidencia científica.
PDQ (Physician Data Query) es una marca registrada. Se autoriza el uso del texto de los documentos del PDQ; sin embargo, no se podrá identificar como un resumen de información sobre cáncer del PDQ del NCI, salvo que el resumen se reproduzca en su totalidad y se actualice de manera periódica. Por otra parte, se permitirá que un autor escriba una oración como “En el resumen del PDQ del NCI de información sobre la prevención del cáncer de mama se describen, de manera concisa, los siguientes riesgos: [incluir fragmento del resumen]”.
Se sugiere citar la referencia bibliográfica de este resumen del PDQ de la siguiente forma:
PDQ® sobre el tratamiento pediátrico. PDQ Tratamiento del neuroblastoma. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/neuroblastoma/pro/tratamiento-neuroblastoma-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.
Las imágenes en este resumen se reproducen con autorización del autor, el artista o la editorial para uso exclusivo en los resúmenes del PDQ. La utilización de las imágenes fuera del PDQ requiere la autorización del propietario, que el Instituto Nacional del Cáncer no puede otorgar. Para obtener más información sobre el uso de las ilustraciones de este resumen o de otras imágenes relacionadas con el cáncer, consultar Visuals Online, una colección de más de 2000 imágenes científicas.
Según la solidez de la evidencia, las opciones de tratamiento se clasifican como “estándar” o “en evaluación clínica”. Estas clasificaciones no se deben utilizar para justificar decisiones sobre reembolsos de seguros. Para obtener más información sobre la cobertura de seguros, consultar la página Manejo de la atención del cáncer en Cancer.gov/espanol.
Para obtener más información sobre las opciones para comunicarse con el NCI, incluso la dirección de correo electrónico, el número telefónico o el chat, consultar la página del Servicio de Información de Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer.