Tratamiento de los tumores de laringe infantiles (PDQ®)–Versión para profesionales de salud

Cáncer de laringe infantil

Características histológicas

Los tumores de laringe son raros. El tumor benigno más común es el hemangioma subglótico.[1] Los tumores malignos son bastante infrecuentes y a veces se relacionan con tumores benignos como pólipos y papilomas.[2,3] En una revisión de la base de datos Surveillance, Epidemiology, and End Results (SEER) Program, entre 1973 y 2006, se identificó a 23 pacientes pediátricos con neoplasias malignas de laringe. De estos, 16 presentaron carcinoma de células escamosas; entre los otros tipos histológicos identificados se incluyeron el carcinoma de células pequeñas, el carcinoma mucoepidermoide, el mixosarcoma, el rabdomiosarcoma embrionario y el sarcoma sinovial.[4]

Cuadro clínico inicial

Estos tumores suelen manifestarse con los siguientes síntomas:

  • Ronquera.
  • Disfagia.
  • Adenopatías en el cuello.

Tratamiento del cáncer de laringe infantil

El carcinoma de células escamosas de laringe infantil se trata con cirugía y radiación, de la misma forma que en los adultos.[4,5] Los pacientes pediátricos con carcinoma de células escamosas de laringe presentan desenlaces similares a los notificados en adultos.[4] En ocasiones, se usa cirugía láser para el tratamiento inicial de estas lesiones. Para obtener más información sobre el cáncer de laringe en adultos, consultar Tratamiento del cáncer de laringe en adultos.

Opciones de tratamiento en evaluación clínica para el cáncer de laringe infantil

La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.

Bibliografía
  1. Bitar MA, Moukarbel RV, Zalzal GH: Management of congenital subglottic hemangioma: trends and success over the past 17 years. Otolaryngol Head Neck Surg 132 (2): 226-31, 2005. [PUBMED Abstract]
  2. McGuirt WF, Little JP: Laryngeal cancer in children and adolescents. Otolaryngol Clin North Am 30 (2): 207-14, 1997. [PUBMED Abstract]
  3. Bauman NM, Smith RJ: Recurrent respiratory papillomatosis. Pediatr Clin North Am 43 (6): 1385-401, 1996. [PUBMED Abstract]
  4. Forsyth AM, Camilon PR, Tracy L, et al.: Pediatric laryngeal tumors and demographics, management, and survival in laryngeal squamous cell carcinoma. Int J Pediatr Otorhinolaryngol 140: 110507, 2021. [PUBMED Abstract]
  5. Siddiqui F, Sarin R, Agarwal JP, et al.: Squamous carcinoma of the larynx and hypopharynx in children: a distinct clinical entity? Med Pediatr Oncol 40 (5): 322-4, 2003. [PUBMED Abstract]

Consideraciones especiales para el tratamiento de niños con cáncer

El cáncer en niños y adolescentes es infrecuente, aunque desde 1975 se ha observado un aumento gradual de la incidencia general.[1] Se debe considerar la derivación a centros médicos que cuenten con un equipo multidisciplinario de especialistas en oncología con experiencia en el tratamiento de los cánceres que se presentan en la niñez y la adolescencia. Este equipo multidisciplinario incorpora la pericia de los siguientes profesionales de atención de la salud y otros para asegurar que los niños reciban el tratamiento, los cuidados médicos de apoyo y la rehabilitación que les permitan lograr una supervivencia y calidad de vida óptimas:

  • Médicos de atención primaria.
  • Cirujanos pediatras.
  • Radioncólogos.
  • Oncólogos o hematólogos pediatras.
  • Especialistas en rehabilitación.
  • Enfermeros especializados en pediatría.
  • Trabajadores sociales.
  • Profesionales de la vida infantil.
  • Psicólogos.

Para obtener información específica sobre los cuidados médicos de apoyo para niños y adolescentes con cáncer, consultar los sumarios de Cuidados médicos de apoyo y cuidados paliativos.

La American Academy of Pediatrics estableció pautas para los centros de oncología pediátrica y su función en el tratamiento de los pacientes de cáncer infantil.[2] En estos centros de oncología pediátrica, se dispone de ensayos clínicos para la mayoría de los tipos de cáncer que se presentan en niños y adolescentes, y se ofrece la oportunidad de participar a la mayoría de los pacientes y familiares. Por lo general, los ensayos clínicos para los niños y adolescentes con cáncer se diseñan a fin de comparar un tratamiento que parece mejor con el tratamiento estándar actual. La mayoría de los avances en la identificación de tratamientos curativos para los cánceres infantiles se lograron mediante ensayos clínicos. Para obtener información sobre los ensayos clínicos en curso, consultar el portal de Internet del NCI.

Se han logrado mejoras notables en la supervivencia de niños y adolescentes con cáncer. Entre 1975 y 2020, la mortalidad por cáncer infantil disminuyó en más del 50 %.[3-5] Los niños y adolescentes sobrevivientes de cáncer necesitan un seguimiento minucioso, ya que los efectos secundarios del tratamiento del cáncer pueden persistir o presentarse meses o años después de este. Para obtener información sobre la incidencia, el tipo y la vigilancia de los efectos tardíos en los niños y adolescentes sobrevivientes de cáncer, consultar Efectos tardíos del tratamiento anticanceroso en la niñez.

El cáncer infantil es una enfermedad rara con cerca de 15 000 casos anuales diagnosticados antes de los 20 años de edad en los Estados Unidos.[6] En la Rare Diseases Act of 2002 de los Estados Unidos, se define una enfermedad rara como la que afecta a poblaciones de menos de 200 000 personas. Por lo tanto, todos los cánceres infantiles se consideran enfermedades raras.

La designación de un tumor raro es diferente entre los grupos pediátricos y de adultos. En el caso de los adultos, se considera que un cáncer es raro cuando su incidencia anual es inferior a 6 casos por 100 000 personas. Representan hasta el 24 % de los cánceres diagnosticados en la Unión Europea y alrededor del 20 % de los cánceres diagnosticados en los Estados Unidos.[7,8] Además, tal como se indica a continuación, la designación de un tumor raro en la niñez no es uniforme entre los grupos internacionales:

  • En una iniciativa conjunta de la European Union Joint Action on Rare Cancers y el European Cooperative Study Group for Rare Pediatric Cancers se estimó que el 11 % de todos los cánceres en pacientes menores de 20 años se podrían clasificar como muy raros. Este grupo de consenso definió los cánceres muy raros como los cánceres con incidencia anual inferior a 2 casos por millón de personas. Sin embargo, también se incluyen en este grupo de tumores muy raros otros 3 tipos histológicos (carcinoma de tiroides, melanoma y cáncer de testículo) con incidencias superiores a 2 casos por millón de personas, porque se cuenta con poco conocimiento y experiencia sobre el tratamiento de estos tumores.[9]
  • El Children's Oncology Group (COG) define los cánceres raros en la niñez según la lista del subgrupo XI de la International Classification of Childhood Cancer, en la que se incluyen los cánceres de tiroides, los cánceres de piel melanoma y no melanoma, además de los múltiples tipos de carcinomas (por ejemplo, los carcinomas de corteza suprarrenal, los carcinomas de nasofaringe y la mayoría de los carcinomas de tipo adulto, como los cánceres de mama, los cánceres colorrectales, etc.).[10] Estos cánceres representan casi el 5 % de aquellos diagnosticados en niños de 0 a 14 años y casi el 27 % de los que se diagnostican en adolescentes de 15 a 19 años.[4]

    La mayoría de los cánceres del subgrupo XI son melanomas o cánceres de tiroides, mientras que otros tipos de cáncer solo representan el 2 % de los cánceres en niños de 0 a 14 años y el 9,3 % de los cánceres en adolescentes de 15 a 19 años.

Estudiar estos cánceres raros es un reto por el número bajo de pacientes con cualquier diagnóstico individual, el predominio de estos cánceres raros en adolescentes y la carencia de ensayos clínicos con adolescentes que tienen estos cánceres.

También es posible obtener información sobre estos tumores en fuentes relacionadas con el cáncer en adultos, por ejemplo Tratamiento del cáncer de laringe en adultos.

Bibliografía
  1. Smith MA, Seibel NL, Altekruse SF, et al.: Outcomes for children and adolescents with cancer: challenges for the twenty-first century. J Clin Oncol 28 (15): 2625-34, 2010. [PUBMED Abstract]
  2. American Academy of Pediatrics: Standards for pediatric cancer centers. Pediatrics 134 (2): 410-4, 2014. Also available online. Last accessed August 23, 2024.
  3. Smith MA, Altekruse SF, Adamson PC, et al.: Declining childhood and adolescent cancer mortality. Cancer 120 (16): 2497-506, 2014. [PUBMED Abstract]
  4. National Cancer Institute: NCCR*Explorer: An interactive website for NCCR cancer statistics. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Available online. Last accessed August 23, 2024.
  5. Surveillance Research Program, National Cancer Institute: SEER*Explorer: An interactive website for SEER cancer statistics. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Available online. Last accessed September 5, 2024.
  6. Ward E, DeSantis C, Robbins A, et al.: Childhood and adolescent cancer statistics, 2014. CA Cancer J Clin 64 (2): 83-103, 2014 Mar-Apr. [PUBMED Abstract]
  7. Gatta G, Capocaccia R, Botta L, et al.: Burden and centralised treatment in Europe of rare tumours: results of RARECAREnet-a population-based study. Lancet Oncol 18 (8): 1022-1039, 2017. [PUBMED Abstract]
  8. DeSantis CE, Kramer JL, Jemal A: The burden of rare cancers in the United States. CA Cancer J Clin 67 (4): 261-272, 2017. [PUBMED Abstract]
  9. Ferrari A, Brecht IB, Gatta G, et al.: Defining and listing very rare cancers of paediatric age: consensus of the Joint Action on Rare Cancers in cooperation with the European Cooperative Study Group for Pediatric Rare Tumors. Eur J Cancer 110: 120-126, 2019. [PUBMED Abstract]
  10. Pappo AS, Krailo M, Chen Z, et al.: Infrequent tumor initiative of the Children's Oncology Group: initial lessons learned and their impact on future plans. J Clin Oncol 28 (33): 5011-6, 2010. [PUBMED Abstract]

Papilomatosis de laringe infantil

Información general

La papilomatosis respiratoria recidivante es el tipo más común de tumor de laringe benigno en los niños y se relaciona con la infección por el virus del papiloma humano (VPH); por lo común, el VPH 6 y el VPH 11.[1,2] El VPH 11 se correlaciona con una evolución clínica más maligna que el VPH 6.[3] En una encuesta australiana de otorrinolaringólogos pediatras se documentó una disminución en la incidencia de papilomatosis de laringe después de la introducción de la vacunación contra el virus del papiloma humano en adolescentes y mujeres jóvenes de 12 a 26 años.[4] En otro estudio de pacientes menores de 18 años con papilomatosis laríngea, la incidencia disminuyó de 165 casos en niños nacidos entre 2004 y 2005 a 36 casos en niños nacidos entre 2012 y 2013. La vacuna contra el VPH se lanzó en 2006. Los autores del estudio atribuyeron la reducción en la incidencia al uso generalizado de la vacuna.[5]

Estos tumores pueden producir ronquera porque se relacionan con la formación de nódulos verrugosos en las cuerdas vocales y, con muy poca frecuencia, se diseminan al pulmón y causan morbilidad importante.[6] Es posible que estos tumores presenten una degeneración maligna con formación de cáncer de laringe y cáncer de pulmón de células escamosas.

En un estudio de registro multiinstitucional, se identificaron niños con papilomatosis respiratoria recidivante de inicio juvenil, entre enero 2015 y agosto 2020, en 23 estados de los Estados Unidos.[7] De los 215 niños con papilomatosis respiratoria recidivante de inicio juvenil, el 88,8 % habían nacido por parto vaginal. La mediana de edad de 190 madres al momento del parto fue de 22 años. Entre 114 madres (60,0 %) en edad elegible para la vacuna del VPH, 16 (14,0 %) estaban vacunadas, 1 (0,9 %) de ellas recibió la vacuna antes del parto. De las 162 piezas de biopsia analizadas, se detectó el VPH en 157 (96,9 %). Todas las 157 piezas de biopsia tenían el VPH del tipo prevenible mediante vacuna.

Tratamiento de la papilomatosis de laringe infantil

La papilomatosis no es cancerosa y se trata principalmente mediante ablación quirúrgica con vaporización láser.[8] Es común que se presenten recidivas frecuentes. Aunque es infrecuente, es posible que haya compromiso pulmonar.[6]

Evidencia (cirugía):

  1. En un análisis retrospectivo de una sola institución se evaluaron 121 niños con papilomatosis respiratoria. La edad en el momento de la operación inicial fue de 4,3 años (±2,9 años); un 47,9 % de los pacientes (58 de 121) presentaron una recidiva y se sometieron a tratamiento quirúrgico después de los 14 años de edad.[9]
    • Durante el seguimiento, el 5 % de los pacientes (6 de 121) murieron, el 41,3 % de los pacientes (50 de 121) habían permanecido sin recidivas durante 5 años o más (grupo de curados), y el 53,7 % de los pacientes (65 de 121) habían presentado recidivas en los últimos 5 años (grupo con recidiva).
    • No hubo diferencias significativas en cuanto al sexo, la edad en el momento de la operación inicial, o la terapia adyuvante entre los grupos de pacientes curados y con recidiva.
    • En el grupo de pacientes con recidiva, hubo una mayor incidencia de la frecuencia de operaciones en general, enfermedad grave, diseminación del papiloma a la tráquea e infección por el VPH.

Si un paciente necesita más de 4 procedimientos quirúrgicos al año, tal vez sean necesarias otras intervenciones como las siguientes:

  • Terapia con interferón.[10]
  • Inmunoterapia con HspE7, una proteína de fusión recombinada que ha demostrado actividad para otras enfermedades relacionadas con el VPH. En un estudio piloto, se indicó un aumento considerable en el lapso entre cirugías.[11]
  • Terapia láser combinada con bevacizumab intralesional.[12]

No se ha demostrado de forma concluyente la eficacia del cidofovir intralesional.[13]

En la actualidad, se investiga la función de los inhibidores de puntos de control, como los inhibidores de PD-1.[14] En informes sobre un número pequeño de pacientes, se documentó que, en determinados casos, la administración de una vacuna tetravalente contra el VPH se relaciona con una remisión completa y un aumento del intervalo entre cirugías.[15,16] En cambio, en otros informes no se documentó un efecto terapéutico de la vacuna tetravalente contra el VPH.[17]

En un informe de 2 pacientes con papilomatosis respiratoria recidivante agresiva, el tratamiento con bevacizumab sistémico produjo resultados favorables con toxicidad mínima.[18] En otro informe de 7 niños que se trataron con bevacizumab, se observaron respuestas continuas y se evitó el desbridamiento quirúrgico en la mayoría de los pacientes. De los 7 pacientes, 5 no necesitaron limpieza quirúrgica después de comenzar el tratamiento con bevacizumab. De estos 5 pacientes, 4 habían necesitado en el pasado entre 4 y 10 desbridamientos por año. El seguimiento de estos pacientes fue de 8 meses a 3,5 años. No se notificaron efectos adversos graves.[19]

Opciones de tratamiento en evaluación clínica para la papilomatosis de laringe infantil

La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de internet ClinicalTrials.gov.

Bibliografía
  1. Kashima HK, Mounts P, Shah K: Recurrent respiratory papillomatosis. Obstet Gynecol Clin North Am 23 (3): 699-706, 1996. [PUBMED Abstract]
  2. Derkay CS, Wiatrak B: Recurrent respiratory papillomatosis: a review. Laryngoscope 118 (7): 1236-47, 2008. [PUBMED Abstract]
  3. Maloney EM, Unger ER, Tucker RA, et al.: Longitudinal measures of human papillomavirus 6 and 11 viral loads and antibody response in children with recurrent respiratory papillomatosis. Arch Otolaryngol Head Neck Surg 132 (7): 711-5, 2006. [PUBMED Abstract]
  4. Novakovic D, Cheng ATL, Zurynski Y, et al.: A Prospective Study of the Incidence of Juvenile-Onset Recurrent Respiratory Papillomatosis After Implementation of a National HPV Vaccination Program. J Infect Dis 217 (2): 208-212, 2018. [PUBMED Abstract]
  5. Meites E, Stone L, Amiling R, et al.: Significant Declines in Juvenile-onset Recurrent Respiratory Papillomatosis Following Human Papillomavirus (HPV) Vaccine Introduction in the United States. Clin Infect Dis 73 (5): 885-890, 2021. [PUBMED Abstract]
  6. Gélinas JF, Manoukian J, Côté A: Lung involvement in juvenile onset recurrent respiratory papillomatosis: a systematic review of the literature. Int J Pediatr Otorhinolaryngol 72 (4): 433-52, 2008. [PUBMED Abstract]
  7. Amiling R, Meites E, Querec TD, et al.: Juvenile-Onset Recurrent Respiratory Papillomatosis in the United States, Epidemiology and HPV Types-2015-2020. J Pediatric Infect Dis Soc 10 (7): 774-781, 2021. [PUBMED Abstract]
  8. Andrus JG, Shapshay SM: Contemporary management of laryngeal papilloma in adults and children. Otolaryngol Clin North Am 39 (1): 135-58, 2006. [PUBMED Abstract]
  9. Xiao Y, Zhang X, Ma L, et al.: Long-term outcomes of juvenile-onset recurrent respiratory papillomatosis. Clin Otolaryngol 46 (1): 161-167, 2021. [PUBMED Abstract]
  10. Avidano MA, Singleton GT: Adjuvant drug strategies in the treatment of recurrent respiratory papillomatosis. Otolaryngol Head Neck Surg 112 (2): 197-202, 1995. [PUBMED Abstract]
  11. Derkay CS, Smith RJ, McClay J, et al.: HspE7 treatment of pediatric recurrent respiratory papillomatosis: final results of an open-label trial. Ann Otol Rhinol Laryngol 114 (9): 730-7, 2005. [PUBMED Abstract]
  12. Sidell DR, Nassar M, Cotton RT, et al.: High-dose sublesional bevacizumab (avastin) for pediatric recurrent respiratory papillomatosis. Ann Otol Rhinol Laryngol 123 (3): 214-21, 2014. [PUBMED Abstract]
  13. Chadha NK, James A: Adjuvant antiviral therapy for recurrent respiratory papillomatosis. Cochrane Database Syst Rev 12: CD005053, 2012. [PUBMED Abstract]
  14. Ivancic R, Iqbal H, deSilva B, et al.: Current and future management of recurrent respiratory papillomatosis. Laryngoscope Investig Otolaryngol 3 (1): 22-34, 2018. [PUBMED Abstract]
  15. Young DL, Moore MM, Halstead LA: The use of the quadrivalent human papillomavirus vaccine (gardasil) as adjuvant therapy in the treatment of recurrent respiratory papilloma. J Voice 29 (2): 223-9, 2015. [PUBMED Abstract]
  16. Mészner Z, Jankovics I, Nagy A, et al.: Recurrent laryngeal papillomatosis with oesophageal involvement in a 2 year old boy: successful treatment with the quadrivalent human papillomatosis vaccine. Int J Pediatr Otorhinolaryngol 79 (2): 262-6, 2015. [PUBMED Abstract]
  17. Katsuta T, Miyaji Y, Offit PA, et al.: Treatment With Quadrivalent Human Papillomavirus Vaccine for Juvenile-Onset Recurrent Respiratory Papillomatosis: Case Report and Review of the Literature. J Pediatric Infect Dis Soc 6 (4): 380-385, 2017. [PUBMED Abstract]
  18. Carnevale C, Ferrán-De la Cierva L, Til-Pérez G, et al.: Safe use of systemic bevacizumab for respiratory recurrent papillomatosis in two children. Laryngoscope 129 (4): 1001-1004, 2019. [PUBMED Abstract]
  19. Ruiz R, Balamuth N, Javia LR, et al.: Systemic Bevacizumab Treatment for Recurrent Respiratory Papillomatosis: Long-Term Follow-Up. Laryngoscope 132 (10): 2071-2075, 2022. [PUBMED Abstract]

Actualizaciones más recientes a este resumen (01/12/2024)

Los resúmenes del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan a medida que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este resumen a partir de la fecha arriba indicada.

Papilomatosis de laringe infantil

Se añadió texto para indicar que en un informe de 7 niños que se trataron con bevacizumab, se observaron respuestas continuas y se evitó el desbridamiento quirúrgico en la mayoría de los pacientes. De los 7 pacientes, 5 no necesitaron limpieza quirúrgica después de comenzar el tratamiento con bevacizumab. De estos 5 pacientes, 4 habían necesitado en el pasado entre 4 y 10 desbridamientos por año. El seguimiento de estos pacientes fue de 8 meses a 3,5 años. No se notificaron efectos adversos graves (se citó a Ruiz et al. como referencia 19).

El Consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento pediátrico es responsable de la redacción y actualización de este resumen y mantiene independencia editorial respecto del NCI. El resumen refleja una revisión independiente de la bibliografía médica y no representa las políticas del NCI ni de los NIH. Para obtener más información sobre las políticas relativas a los resúmenes y la función de los consejos editoriales del PDQ responsables de su actualización, consultar Información sobre este resumen del PDQ e Información del PDQ® sobre el cáncer dirigida a profesionales de la salud.

Información sobre este resumen del PDQ

Propósito de este resumen

Este resumen de información del PDQ sobre el cáncer dirigido a profesionales de la salud proporciona información integral revisada por expertos y basada en la evidencia sobre el tratamiento del cáncer de laringe infantil y la papilomatosis. El objetivo es servir como fuente de información y ayuda para los profesionales clínicos durante la atención de pacientes. No ofrece pautas ni recomendaciones formales para tomar decisiones relacionadas con la atención sanitaria.

Revisores y actualizaciones

El consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento pediátrico, que mantiene independencia editorial respecto del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), revisa este resumen de manera periódica y, en caso necesario, lo actualiza. Este resumen es el resultado de una revisión bibliográfica independiente y no constituye una declaración de política del NCI ni de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).

Cada mes, los integrantes de este consejo revisan los artículos publicados recientemente para determinar lo siguiente:

  • Si el artículo se debe analizar en una reunión del consejo.
  • Si conviene añadir texto acerca del artículo.
  • Si se debe reemplazar o actualizar un artículo que ya se citó.

Los cambios en los resúmenes se deciden mediante consenso de los integrantes del consejo después de evaluar la solidez de la evidencia de los artículos publicados y determinar la forma de incorporar el artículo en el resumen.

Los revisores principales del sumario sobre Tratamiento de los tumores de laringe infantiles son:

  • Denise Adams, MD (Children's Hospital Boston)
  • Karen J. Marcus, MD, FACR (Dana-Farber of Boston Children's Cancer Center and Blood Disorders Harvard Medical School)
  • William H. Meyer, MD
  • Paul A. Meyers, MD (Memorial Sloan-Kettering Cancer Center)
  • Thomas A. Olson, MD (Aflac Cancer and Blood Disorders Center of Children's Healthcare of Atlanta - Egleston Campus)
  • Alberto S. Pappo, MD (St. Jude Children's Research Hospital)
  • Arthur Kim Ritchey, MD (Children's Hospital of Pittsburgh of UPMC)
  • Carlos Rodriguez-Galindo, MD (St. Jude Children's Research Hospital)
  • Stephen J. Shochat, MD (St. Jude Children's Research Hospital)

Cualquier comentario o pregunta sobre el contenido de este resumen se debe enviar al Servicio de Información de Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer. Por favor, no enviar preguntas o comentarios directamente a los integrantes del consejo, ya que no responderán consultas de manera individual.

Niveles de evidencia

Algunas de las referencias bibliográficas de este resumen se acompañan del nivel de evidencia. El propósito de esto es ayudar al lector a evaluar la solidez de la evidencia que respalda el uso de ciertas intervenciones o abordajes. El consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento pediátrico emplea un sistema de jerarquización formal para asignar los niveles de evidencia científica.

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PDQ® sobre el tratamiento pediátrico. PDQ Tratamiento de los tumores de laringe infantiles. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/cabeza-cuello/pro/infantil/tratamiento-laringe-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.

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