Aun cuando sea digno de celebración el que su niño haya terminado su tratamiento de cáncer, eso puede también traer nuevos retos. Usted puede preocuparse de que regrese el cáncer. Su niño puede batallar para acostumbrarse a nuevas rutinas. Algunas familias entran a esta nueva fase sintiéndose más fuertes, mientras que otras se sienten más frágiles. Sorprenden a muchas familias sentimientos de ansiedad que surgen en esta etapa cuando lo único que esperaban era alivio. En vez de ser este un tiempo para regresar a la vida como acostumbraba ser, este puede ser un tiempo de ajustes continuos, al separarse ustedes de la seguridad de la gente del equipo de salud de su niño. Algunos dicen que la transición a la vida después del tratamiento se llevó más tiempo y era más problemática de lo que habían pensado.
Cuidados de seguimiento después del tratamiento de cáncer
Obtenga una copia escrita del resumen de tratamiento y del plan de atención de supervivencia de su niño. Pida recomendaciones para hospitales que ofrecen el tipo de atención de seguimiento o de supervivencia que necesita su niño.
El resumen de tratamiento incluye información de diagnóstico y de tratamiento, tales como:
Un plan de cuidados de supervivencia (llamado también plan de cuidados de seguimiento) se prepara para cada niño. Los planes de cuidados de supervivencia están basados en el tipo de cáncer y tratamiento que recibió su niño. Por ejemplo, algunos niños pueden necesitar regresar a visitas cada mes durante el primer año después de haber completado el tratamiento. Otros pueden no necesitar regresar con tanta frecuencia. Este es el tipo de información que se incluye en los planes de cuidados de seguimiento para niños que han sido tratados para cáncer, según está delineado en la hoja informativa: Planificación de cuidados de supervivencia al cáncer, del Instituto de Medicina:
Los lugares que se especializan en cuidados de seguimiento para niños que han recibido tratamiento de cáncer se llaman clínicas de cuidados de seguimiento o clínicas de supervivencia. En estas clínicas, su niño verá a especialistas (en cardiología, endocrinología, fecundidad, nutrición, psicología y neumólogía, por ejemplo) que observarán la salud de su niño. Estas clínicas pertenecen de ordinario a un hospital.
Si el hospital en donde su niño recibió tratamiento no tiene este tipo de clínicas, pida al doctor que le recomiende alguna. Usted puede también consultar el Directorio de Servicios para Efectos Tardíos del Grupo de Oncología Infantil que puede ayudarle a encontrar un hospital que ofrezca servicios para efectos tardíos del tratamiento de cáncer en niños.
Efectos duraderos y tardíos
Aunque muchos efectos secundarios desaparecen al terminar el tratamiento, efectos secundarios duraderos, como la fatiga, pueden llevarse tiempo en desaparecer. Otros efectos secundarios, llamados efectos tardíos, pueden no ocurrir sino hasta después de meses o hasta años después del tratamiento.
Ya sea que su niño pueda tener efectos tardíos del tratamiento o no depende del tipo de cáncer que tuvo y de la forma como fue tratado, así como de factores personales, como:
Los efectos tardíos pueden ser físicos, emocionales o cognitivos. Saber cuáles síntomas se deberán tener en cuenta y cuándo podrían ocurrir puede ayudarle a planificar las necesidades de su niño. El no saber qué esperar puede causar ansiedad en algunos padres. Sin embargo, para otros padres, saber cuáles efectos tardíos pueden suceder o no a su niño en el futuro puede ser abrumador. A muchos padres les es útil preguntar al doctor en qué deberán concentrarse a cada paso de la recuperación de su niño.
Los efectos tardíos físicos incluyen los cambios en órganos, tejidos y en funciones corporales. Pueden afectar el crecimiento y desarrollo del niño. Algunos niños que han sido tratados para cáncer tienen muchos efectos tardíos físicos, mientras que otros tienen relativamente pocos. Al hablar con el doctor para saber lo que se espera, usted puede aprender más acerca de los tratamientos que puedan aumentar el riesgo de efectos tardíos físicos en Efectos tardíos de tratamiento para cáncer en niños.
Los efectos tardíos emocionales incluyen cambios de humor, sentimientos y acciones. Muchos niños son muy adaptables después del tratamiento de cáncer. Otros experimentan problemas sociales o emocionales. Si su niño no duerme bien y ya no disfruta de las actividades que solía hacer, es importante hablar con el doctor para que se evalúe a su niño para depresión.
Algunos niños padecen trastorno por estrés postraumático (PTSD). Este trastorno de ansiedad surge en reacción a algún perjuicio físico o aflicción mental grave o emocional. Los síntomas de PTSD pueden incluir recuerdos del diagnóstico o tratamiento, evitar los lugares que recuerdan la experiencia, y tener temor, irritación, no poder dormir o tener problemas para concentrarse. Pida al equipo de atención médica de su niño que sugiera recursos para apoyo de salud mental en su área.
Los efectos cognitivos tardíos son cambios en la habilidad de su niño para memorizar, aprender y pensar. Es más probable que este tipo de efectos tardíos ocurran en niños que tenían determinados cánceres como tumores de cerebro o de médula espinal, cánceres de cabeza y cuello y algunos tipos de leucemia, como leucemia linfocítica aguda. Los tratamientos como radioterapia a la cabeza y algunos tipos de quimioterapia aumentan también el riesgo de efectos cognitivos tardíos. Estos efectos tardíos son también más probables en niños que estaban muy pequeños durante el tratamiento, que recibieron muy altas dosis de tratamiento y cuyo tratamiento duró por mucho tiempo.
Los niños con efectos tardíos cognitivos pueden tener más dificultad para:
Preguntas para el equipo de atención de salud de su niño
Al hablar con el doctor de su niño, aquí hay algunas preguntas para hacer:
Sobre el tratamiento
Sobre pasos prácticos a dar en casa
Sobre cuidados de seguimiento (plan y horario)
Sobre posibles efectos secundarios duraderos o tardíos
Sobre apoyo y superación