¿Qué son los cánceres de cabeza y cuello?
Los cánceres que en su conjunto se conocen como cánceres de cabeza y cuello suelen tener su origen en las células escamosas que recubren las superficies de la mucosa de la cabeza y el cuello (por ejemplo, las del interior de la boca, la garganta y la laringe). A estos cánceres se les denomina carcinomas de células escamosas de la cabeza y el cuello. Los cánceres de cabeza y cuello también se originan en las glándulas salivales, los senos o los músculos o los nervios de la cabeza y el cuello, pero estos tipos de cáncer son mucho menos comunes que los carcinomas de células escamosas (1, 2).
Los cánceres de cabeza y cuello se pueden formar en la:
Cavidad oral: incluye los labios, los dos tercios frontales de la lengua, las encías, la mucosa en el interior de las mejillas y los labios, el piso (la parte inferior) de la boca debajo de la lengua, el paladar duro (la parte superior ósea de la boca) y la zona pequeña de la encía detrás de las muelas del juicio.
Garganta (faringe): la faringe es un tubo hueco que mide cerca de 5 pulgadas de largo, que inicia detrás de la nariz y continúa al esófago. Tiene tres partes: la nasofaringe (la parte superior de la faringe, detrás de la nariz); la orofaringe (la parte media de la faringe, incluso el paladar blando que es la parte posterior de la boca, la base de la lengua y las amígdalas) y la hipofaringe (la parte inferior de la faringe).
Laringe (órgano fonador): la laringe es un conducto corto formado por cartílago justo debajo de la faringe en el cuello. La laringe contiene las cuerdas vocales. También tiene un pedazo de tejido pequeño, llamado epiglotis, que se mueve para cubrir la laringe y evitar que el alimento entre a las vías respiratorias.
Senos paranasales y cavidad nasal: los senos paranasales son espacios huecos pequeños en los huesos de la cabeza que rodean la nariz. La cavidad nasal es el espacio hueco en el interior de la nariz.
Glándulas salivales: las glándulas salivales mayores se encuentran en el piso de la boca y cerca del maxilar (la mandíbula). Las glándulas salivales producen saliva. Las glándulas salivales menores se encuentran en todas las membranas mucosas de la boca y la garganta.
En general, los cánceres que afectan las siguientes partes del cuerpo no se clasifican como cánceres de cabeza y cuello: encéfalo, ojos, esófago, glándula tiroidea, piel en la cabeza o el cuello
Si un carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello se disemina, casi siempre lo hace de forma local o se dirige a los ganglios linfáticos del cuello. A veces, se pueden encontrar células escamosas cancerosas en los ganglios linfáticos de la parte superior del cuello cuando no hay indicios de cáncer en otras partes de la cabeza y el cuello, tal vez porque el tumor primario original es demasiado pequeño. Cuando esto sucede, el cáncer se denomina carcinoma de células escamosas metastásico de sitio primario desconocido (oculto). Para obtener más información sobre este tipo de cáncer, consulte Tratamiento del cáncer escamoso metastásico de cuello con tumor primario oculto en adultos.
¿Cuál es la causa de los cánceres de cabeza y cuello?
Consumo de alcohol y tabaco (incluso la exposición pasiva al humo de tabaco y el tabaco sin humo, a veces llamado “tabaco para mascar” o “tabaco en polvo”) son los dos factores de riesgo más importantes para los cánceres de cabeza y cuello, sobre todo para el cáncer de cavidad oral, el cáncer de hipofaringe y el cáncer de laringe (3–7). Las personas que consumen tanto tabaco como alcohol tienen un riesgo mayor de presentar estos cánceres que las personas que consumen solo uno o el otro (8, 9). La causa de la mayoría de los carcinomas de células escamosas de cabeza y cuello de la boca y la laringe son el consumo de tabaco y alcohol (8).
La infección por tipos de virus del papiloma humano (VPH) que causan cáncer, sobre todo el VPH de tipo 16, es un factor de riesgo de los cánceres de orofaringe que afectan las amígdalas o la base de la lengua (10–12). En los Estados Unidos, la incidencia de los cánceres de orofaringe a causa de la infección por el VPH está en aumento, mientras que la incidencia de los cánceres de orofaringe relacionados con otras causas está en descenso (10). La infección crónica por el VPH es responsable de casi el 75 % de todos los cánceres de orofaringe (13, 14). Aunque el VPH se puede detectar en otros cánceres de cabeza y cuello, solo causa cáncer en la orofaringe. No se entienden bien las razones de esto.
Otros factores de riesgo especificos para cánceres de cabeza y cuello son los siguientes:
Betel masticable (paan/buyo). El consumo de betel masticable (paan/buyo), una costumbre en el sudeste asiático, tiene una fuerte relación con un aumento del riesgo de cánceres de la boca (15, 16).
Exposición laboral. La exposición laboral al polvo de madera es un factor de riesgo de cáncer de nasofaringe (17, 18). Determinadas exposiciones industriales, incluso al amianto (asbesto) y a las fibras sintéticas, se relacionaron con el cáncer de laringe, pero el aumento del riesgo sigue siendo polémico (19). Las personas que trabajan en construcción, con metales, textiles, cerámica, madera o alimentos pueden tener un riesgo mayor de cáncer de laringe (20). La exposición laboral al polvo de madera, el polvo de níquel o el formaldehído es un factor de riesgo de cánceres de senos paranasales y cavidad nasal (21–23).
Exposición a la radiación. La radiación dirigida a la cabeza y el cuello, para afecciones que sean o no cancerosas, es un factor de riesgo de cáncer de glándulas salivales (24–26).
Infección por el virus de Epstein-Barr. La infección por el virus de Epstein-Barr es un factor de riesgo de cáncer de nasofaringe (27) y de cáncer de glándulas salivales (28, 29).
Ascendencia. La ascendencia asiática, sobre todo la ascendencia china, es un factor de riesgo de cáncer de nasofaringe (17, 18).
Trastornos genéticos subyacentes. Algunos trastornos genéticos, como la anemia de Fanconi, aumentan el riesgo de presentar lesiones precancerosas y cánceres a una edad temprana (30).
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de cabeza y cuello?
Los síntomas del cáncer de cabeza y cuello son: un bulto en el cuello; una llaga en la boca o en la garganta que no sana y duele; dolor de garganta que no desaparece; dificultad para tragar; y cambio o ronquera en la voz. Estos síntomas también los pueden causar otras afecciones menos graves. Es importante consultar con el médico o el dentista sobre cualquiera de estos síntomas.
Los síntomas de cánceres en zonas específicas de la cabeza y el cuello son los siguientes:
Cavidad oral. Una mancha blanca o roja en la encía, la lengua o la mucosa de la boca; un bulto o inflamación en el maxilar que hace que una prótesis dental no esté bien ajustada o se sienta incómoda; y sangrado o dolor poco común en la boca.
Garganta (faringe). Dolor al tragar; dolor en el cuello o la garganta que no desaparece; dolor o zumbido en los oídos; o dificultad para oír.
Laringe (órgano fonador). Dificultad para respirar o hablar; dolor al tragar o dolor de oído.
Senos paranasales y cavidad nasal. Congestión de los senos paranasales que no se despeja; infección crónica de los senos paranasales (sinusitis) que no reacciona al tratamiento con antibióticos; sangrado por la nariz; dolores de cabeza frecuentes; inflamación u otro problema de ojos; dolor en los dientes superiores; o problemas con las prótesis dentales.
Glándulas salivales. Hinchazón debajo del mentón o alrededor del maxilar; adormecimiento o parálisis de los músculos en la cara; o dolor en la cara, el mentón o el cuello que no desaparece.
¿Qué tan comunes son los cánceres de cabeza y cuello?
Los cánceres de cabeza y cuello representan casi el 4 % de todos los cánceres en los Estados Unidos (31).
Estos cánceres se presentan con una frecuencia dos veces mayor en hombres que en mujeres (31). Los cánceres de cabeza y cuello también se diagnostican con mayor frecuencia en personas con más de 50 años de edad que en personas más jóvenes.
Los investigadores calcularon que más de 68 000 hombres y mujeres en los Estados Unidos recibirían un diagnóstico de cánceres de cabeza y cuello en 2021 (31). La mayoría recibirá un diagnóstico de cáncer de boca, cáncer de garganta o cáncer de laringe. El cáncer de seno paranasal y de cavidad nasal y el cáncer de glándulas salivales son mucho menos comunes.
¿Cómo puedo disminuir el riesgo de tener cánceres de cabeza y cuello?
Las personas con riesgo de tener cánceres de cabeza y cuello, sobre todo quienes consumen tabaco, deben consultar con el médico sobre formas de abandonar el tabaco para disminuir el riesgo.
Al evitar la infección oral por el VPH, se disminuye el riesgo de los cánceres de cabeza y cuello relacionados con los VPH. En junio de 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) otorgó la aprobación acelerada de la vacuna contra el VPH Gardasil 9 para la prevención del cáncer de orofaringe y de otros cánceres de cabeza y cuello causados por los tipos de VPH 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58 en personas de 9 a 45 años de edad. Para obtener más información sobre estas vacunas, consulte la hoja informativa Vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH).
Aunque no hay ninguna prueba de detección estándar o habitual para cánceres de cabeza y cuello, los dentistas pueden examinar la cavidad oral en busca de signos de cáncer durante una revisión habitual.
¿Cómo se tratan los cánceres de cabeza y cuello?
El tratamiento del cáncer de cabeza y cuello puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida, inmunoterapia o una combinación de tratamientos. El plan de tratamiento para cada paciente depende de varios factores, incluso la ubicación del tumor, el estadio del cáncer, y la edad y la salud general de la persona.
Los resultados de investigaciones indicaron que los pacientes con tumores de orofaringe por VPH tienen un pronóstico mucho mejor y una probabilidad mayor de curarse por completo que quienes tienen tumores no causados por el VPH que reciben el mismo tratamiento (32). Por eso, en estudios clínicos en curso se investiga si los pacientes con cánceres por VPH pueden recibir regímenes de tratamiento menos intensivos, como inmunoterapia o radioterapia menos intensa.
Para obtener más información sobre el tratamiento de distintos tipos de cáncer de cabeza y cuello, consulte los siguientes resúmenes de tratamiento en adultos de PDQ®:
El paciente y el médico deben considerar las opciones de tratamiento con cuidado. Deben hablar de cada tipo de tratamiento y de cómo cada tratamiento puede cambiar el aspecto del paciente, su forma de hablar, de comer o de respirar, y cómo puede afectar su calidad de vida.
¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento del cáncer de cabeza y cuello?
La cirugía para los cánceres de cabeza y cuello puede afectar la capacidad del paciente para masticar, tragar o hablar. Es posible que el aspecto del paciente sea diferente después de la cirugía, y que la cara y el cuello estén hinchados. La hinchazón suele mejorar con el tiempo. Sin embargo, si se extirpan los ganglios linfáticos, el flujo de la linfa puede ser más lento en donde se extirparon, y la linfa se puede acumular en los tejidos (una afección llamada linfedema). Esto causa más hinchazón que puede durar mucho tiempo.
El linfedema de cabeza y cuello puede ser visible o interno. En la mayoría de los casos, se puede aliviar por completo, mejorar o disminuir si se trata de forma oportuna. Si no se trata el linfedema, los pacientes tendrán más riesgo de complicaciones, como la celulitis, o de una infección en los tejidos. Si la celulitis es grave y no se trata, es peligrosa y puede causar más dificultades para tragar o respirar.
Después de una laringectomía (cirugía para extirpar la laringe) o de otra cirugía del cuello, el paciente puede sentir adormecimiento en algunas partes del cuello y la garganta porque se cortaron algunos nervios. Si se extirparon ganglios linfáticos en el cuello, puede que los hombros y el cuello se debiliten y se pongan rígidos.
Los pacientes que reciben radiación en la cabeza y el cuello pueden presentar efectos secundarios durante el tratamiento y poco tiempo después, incluso: enrojecimiento, irritación y llagas en la boca; sequedad de boca o saliva espesa; dificultad para tragar; cambios en el sentido del gusto; o náuseas. La radiación también puede causar: pérdida del sentido del gusto, lo que a su vez disminuye el apetito y afecta la nutrición; y dolor de oído (causado por cerumen endurecido). Los pacientes también pueden notar un poco de hinchazón o flacidez de la piel debajo del mentón, y cambios en la textura de la piel. El maxilar se puede sentir rígido, y es posible que los pacientes no puedan abrir la boca tanto como lo hacían antes del tratamiento.
Aunque en muchos pacientes los efectos secundarios mejorarán de forma lenta con el tiempo, otras personas tendrán efectos secundarios a largo plazo de la cirugía o la radioterapia, incluso dificultad para tragar, afectación del habla y cambios en la piel (33).
Los pacientes deben notificar cualquier efecto secundario al médico o enfermero y hablar sobre cómo tratarlo.
¿Qué opciones de rehabilitación o apoyo están disponibles para pacientes con cánceres de cabeza y cuello?
El objetivo del tratamiento de los cánceres de cabeza y cuello es controlar la enfermedad. Sin embargo, los médicos también se preocupan de conservar, en lo posible, la capacidad funcional de las zonas afectadas y de ayudar a que el paciente reanude sus actividades normales lo antes posible después del tratamiento. La rehabilitación es una parte muy importante de este proceso. Los objetivos de la rehabilitación dependen de qué tan extendida esté la enfermedad y del tratamiento que recibió el paciente.
Según la ubicación del cáncer y el tipo de tratamiento, la rehabilitación puede incluir fisioterapia, asesoramiento nutricional, terapia del habla o aprendizaje del cuidado de un estoma. Un estoma es una abertura en la tráquea por la que respira el paciente después de una laringectomía, la cual es la cirugía para extirpar la laringe. La Biblioteca Nacional de Medicina tiene más información sobre la laringectomía en MedlinePlus.
En algunos casos, sobre todo en el cáncer de cavidad oral, el paciente puede necesitar cirugía reconstructiva y plástica para reconstruir huesos o tejidos. Sin embargo, no siempre se puede realizar la cirugía reconstructiva debido a los daños que la cirugía original o la radioterapia causó al tejido restante. Si no es posible realizar la cirugía reconstructiva, un prostodoncista (especialista en prótesis dentales) tal vez pueda crear una prótesis (una pieza dental o facial artificial) para restaurar de forma satisfactoria la capacidad de tragar y hablar, así como el aspecto físico. Los pacientes recibirán capacitación especial para usar el dispositivo.
Los pacientes que tengan dificultades del habla después del tratamiento necesitarán terapia del habla. Por lo general, un foniatra (especialista en problemas para comunicarse y para tragar) visita al paciente en el hospital para planificar la terapia y enseñarle ejercicios para el habla u otros métodos para hablar. La terapia del habla suele continuar después de que el paciente regresa a casa.
Después de recibir tratamiento para cánceres de cabeza y cuello, puede ser difícil comer. Algunos pacientes reciben nutrientes de forma directa en una vena después de la cirugía o necesitan una sonda de alimentación hasta que puedan comer por sí mismos. Una sonda es un tubo flexible de plástico que se pasa hasta el interior del estómago por la nariz o por una incisión en el abdomen. Un enfermero o un foniatra puede ayudar a los pacientes a aprender de nuevo a cómo tragar después de la cirugía.
¿Es necesario tener atención de seguimiento? ¿En qué consiste?
Recibir atención de seguimiento con regularidad después del tratamiento de cáncer de cabeza y cuello es muy importante para asegurarse de que el cáncer no vuelva y de que no se forme un segundo cáncer primario (nuevo). Los cánceres de cabeza y cuello que no están relacionados con una infección por el VPH tienen más probabilidades de recidivar (volver) después del tratamiento. Según el tipo de cáncer, las revisiones médicas pueden incluir exámenes del estoma (si se creó uno), y de la boca, el cuello y la garganta. Además, se pueden necesitar exámenes dentales con regularidad.
De vez en cuando, el médico puede realizar una revisión física completa, análisis de sangre, radiografías y exploraciones con tomografía computarizada (TC), tomografía por emisión de positrones (TEP) o imágenes por resonancia magnética (IRM). Es probable que el médico vigile el funcionamiento de la tiroides y la hipófisis, sobre todo si se usó radioterapia para la cabeza o el cuello. Además, el médico puede dar asesoramiento a los pacientes para que dejen de fumar. En las investigaciones, se demostró que si un paciente con cáncer de cabeza y cuello sigue fumando, esto disminuye la eficacia del tratamiento y aumenta la probabilidad de un segundo cáncer primario.
Para obtener más información, consulte Atención médica de seguimiento.
¿Cómo pueden las personas que han tenido cánceres de cabeza y cuello reducir su riesgo de un segundo cáncer primario (nuevo)?
Las personas que recibieron tratamiento para cánceres de cabeza y cuello tienen una probabilidad mayor de presentar un cáncer nuevo, por lo general, en la cabeza, el cuello, el esófago o los pulmones (34–36). La probabilidad de un segundo cáncer primario (nuevo) varía según el sitio del cáncer original, pero es mayor para las personas que consumen tabaco y alcohol (34).
Dado que los pacientes que fuman tienen un riesgo mayor de un segundo cáncer primario, los médicos recomiendan que dejen de hacerlo. Para obtener información sobre cómo dejar de fumar, llame al Servicio de Información de Cáncer del NCI al 1-800-422-6237 (1-800-4-CANCER) o visite SmokefreeEspañol. También puede llamar gratis al 1-800-784-8669 (1-800-QUIT-NOW) para conectar en forma directa con las líneas estatales en su localidad y pedir ayuda para dejar de fumar.
Obtenga ayuda para encontrar estudios clínicos de tratamiento de cáncer de cabeza y cuello
Llame al Servicio de Información de Cáncer del NCI al 1-800-422-6237 para obtener información sobre los estudios clínicos de tratamiento de cáncer de cabeza y cuello.