Causas, factores de riesgo y prevención del cáncer de cuello uterino
La infección por el VPH causa cáncer de cuello uterino
La infección prolongada (persistente) por los tipos de virus del papiloma humano (VPH) de riesgo alto causa casi todos los cánceres de cuello uterino. El VPH 16 y el VPH 18 son dos tipos de VPH de riesgo alto que causan el 70 % de los cánceres de cuello uterino en el mundo.
Gran parte de las personas que tienen relaciones sexuales contraen una infección por el VPH en algún momento de la vida. El sistema inmunitario controla la mayoría de las infecciones por el VPH y desaparecen por sí solas en 1 o 2 años. Estas infecciones a corto plazo no causan cáncer. Cuando la infección por un VPH de riesgo alto dura muchos años, a veces produce cambios en las células del cuello uterino lo que resulta en lesiones precancerosas. Si estas lesiones no se encuentran y extirpan, con el tiempo podrían originar un cáncer de cuello uterino.
Las personas que comienzan a tener relaciones sexuales a una edad temprana, en especial antes de los 18 años, o que tienen varias parejas sexuales tienen una mayor probabilidad de infectarse por un tipo de VPH de riesgo alto.
Para obtener más información sobre cómo el VPH causa el cáncer de cuello uterino y otros tipos de cáncer, consulte El virus del papiloma humano (VPH) y el cáncer.
Factores que aumentan el riesgo de que una infección por el VPH cause cáncer
Algunos factores de riesgo aumentan la probabilidad de que una persona infectada por un VPH de riesgo alto en el cuello uterino presente cáncer en este órgano. Estos factores de riesgo incluyen los siguientes:
- Tener un sistema inmunitario debilitado. Esto disminuye la capacidad del cuerpo para combatir una infección por el VPH. Es más probable que las infecciones persistan y se conviertan en cáncer en personas con inmunodeficiencia que en aquellas con un sistema inmunitario normal. Usted puede presentar inmunodeficiencia debido a las siguientes situaciones:
- Tiene una infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) u otra enfermedad que debilite el sistema inmunitario.
- Toma medicamentos que inhiben la respuesta inmunitaria, como los que se usan para prevenir el rechazo de un órgano después de un trasplante, o para tratar una enfermedad autoinmunitaria o un cáncer.
- Fumar cigarrillos o estar expuesto de manera pasiva al humo del tabaco. Las personas que fuman cigarrillos o que están expuestas al humo de segunda mano tienen un aumento del riesgo de presentar cáncer de cuello uterino. El riesgo de una persona aumenta cuanto más cigarrillos fume y cuanto más expuesta esté al humo de segunda mano.
Para obtener más información sobre las diferentes herramientas para ayudarle a dejar de fumar y cómo utilizarlas, consulte el sitio de Internet Smokefree español.
- Factores reproductivos. Usar anticonceptivos orales (píldoras anticonceptivas) y tener muchos embarazos y partos se relaciona con un riesgo alto de cáncer de cuello uterino, si bien las causas de esto no están claras.
- Tener obesidad. La obesidad a veces hace que sea más difícil llevar a cabo las pruebas de detección para el cáncer de cuello uterino, lo que reduce la detección de lesiones o cambios precancerosos y aumenta el riesgo de cáncer.
La exposición al dietilestilbestrol es una causa poco común del cáncer de cuello uterino
La exposición dentro del útero al medicamento que se llama dietilestilbestrol (DES) es un factor de riesgo independiente para un tipo de cáncer de cuello uterino llamado adenocarcinoma de células claras. Entre 1940 y 1971, se administró DES a algunas mujeres embarazadas en los Estados Unidos para prevenir el aborto espontáneo (pérdida involuntaria y temprana del embarazo) y el trabajo de parto prematuro o antes de tiempo. Las mujeres cuyas madres tomaron DES durante el embarazo tienen un aumento del riesgo de anomalías en las células del cuello uterino y de adenocarcinoma de células claras de vagina y cuello uterino.
Para obtener más información, consulte Exposición al dietilestilbestrol y el cáncer.
Es posible prevenir el cáncer de cuello uterino
El cáncer de cuello uterino se puede prevenir, y además, si se encuentra temprano es curable. La vacuna contra el VPH, los exámenes de detección de rutina y el tratamiento de seguimiento apropiado, cuando es necesario, previenen casi todos los cánceres de cuello uterino.
Vacunación contra el VPH
La vacunación contra el VPH es una forma segura y eficaz de ayudar a prevenir el cáncer de cuello uterino. La FDA de los Estados Unidos aprobó el uso de la vacuna Gardasil 9 en mujeres y hombres de 9 a 45 años. Gardasil 9 se autorizó para la prevención de lesiones precancerosas y cánceres causados por los siete tipos de VPH (16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58) a los que va dirigida esta vacuna. También previene la mayoría de las verrugas genitales que causan los tipos 6 y 11 de VPH. Esta vacuna no sirve como tratamiento de una infección por el VPH existente.
Momento adecuado de la vacunación contra el VPH
La vacuna contra el VPH protege mucho más cuando se administra antes de que una persona comience a tener relaciones sexuales. Quienes comenzaron a tener relaciones sexuales quizás se beneficien menos de la vacunación porque tal vez ya estuvieron expuestos a algunos de los tipos de VPH sobre los que esta vacuna actúa.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la vacunación de rutina contra el VPH en las niñas y niños de 11 o 12 años; es posible administrar la primera vacuna a los 9 años de edad. Quienes no se vacunaron contra el VPH a la edad recomendada, pueden hacerlo hasta los 26 años. Algunas personas de entre 27 y 45 años que todavía no tienen la vacuna quizás decidan vacunarse después de consultar con el médico sobre los riesgos de nuevas infecciones por el VPH.
La vacuna contra el VPH se administra en series de 2 o 3 dosis, según la edad de la persona. Los CDC recomiendan que las personas que inician la serie de vacunas antes de los 15 años reciban 2 dosis, y quienes inician la serie de vacunas cuando tienen 15 años o más, y quienes presentan inmunosupresión debido a ciertas afecciones, reciban 3 dosis.
Para obtener más información, consulte Vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH).
Exámenes de detección del cáncer de cuello uterino
La vacunación contra el VPH no protege contra todos los tipos de VPH que causan el cáncer de cuello uterino, por eso sigue siendo importante hacer los exámenes de detección con regularidad.
La prueba del VPH y la citología cervical, cervicovaginal o vaginal (también llamada colpocitología, frotis de Pap, prueba de Papanicolaou) son 2 exámenes de detección que se usan mucho. Estos exámenes ayudan a encontrar las infecciones por un VPH de riesgo alto y cambios anormales y precancerosos en las células que se pueden tratar antes de que se conviertan en cáncer. Por lo tanto, es importante que las personas con cuello uterino se hagan pruebas de detección con regularidad a partir de los 20 años. Para obtener más información sobre las pruebas del VPH y de Pap, consulte ¿Qué son los exámenes de detección del cáncer de cuello uterino?
Para que los exámenes de detección sean eficaces, es necesario que se hagan a tiempo y que se lleve a cabo el seguimiento de los resultados anormales. Debido a las desventajas sociales, ambientales y económicas quizás el acceso a la atención médica sea difícil para ciertos grupos. Esto hace que en estos grupos se presenten muchos más casos de cáncer de cuello uterino. Para obtener más información, consulte Desigualdades por cáncer.
Para obtener más información sobre la detección mediante la prueba del VPH y de Pap, incluso información sobre los servicios de exámenes de detección cerca de su casa, consulte Detección del cáncer de cuello uterino.
Condones
El uso de condones o preservativos ayuda a prevenir algunas enfermedades de transmisión sexual y a reducir el riesgo de transmisión del VPH. Sin embargo, no previene la transmisión por completo. Por lo tanto, la exposición al VPH todavía ocurre en las áreas que el condón no cubre.